¿Giro a la derecha o miedo a una invasión?

“De lo heroico a lo ridículo no hay más que un paso”. —Simón Bolívar

Todos los términos ideológicos en el mundo moderno son como ráfagas del viento que aparecen y desaparecen de acuerdo a los intereses de las grandes transnacionales. Bastó que Hugo Chávez declare que “la lucha armada pasó de moda y se quedó en la historia” para que los medios de comunicación globalizadas lo conviertan, de “líder radical e impulsor del Eje del Mal en América Latina”, al “político pragmático” que se dio cuenta por fin de la dinámica de la globalización.

Esto recuerda, cómo en los años 1980, primero, el ex líder obrero polaco Lech Walesa y después Boris Yeltsin y Michail Gorbachev emitieron las mismas opiniones sobre la lucha armada de liberación nacional en el Tercer Mundo, y después declararon que el “socialismo se agotó y ya pasó de moda”. Los tres fueron aplaudidos por Ronald Reagan y su sucesor George Bush Sr., además por todas las corporaciones multinacionales que se frotaron las manos percibiendo nuevos mercados. Por supuesto, estos tres líderes “visionarios” fueron bien remunerados.

Sin duda alguna, Hugo Chávez tendría toda la razón si viviéramos en un mundo democrático, sin guerras, invasiones, ni el dominio de los más poderosos, ni que Colombia sea un estado paramilitar jugando el papel de vanguardia en la conquista militar norteamericana de la Amazonía. Decir, como declaró Rafael Correa a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC): “Ya basta, dejen las armas, vamos al diálogo político para encontrar la paz” o como expresó Evo Morales : “La lucha por la liberación, por la igualdad, no es matando vidas”, es simplemente olvidarse de las experiencias pasadas y no ver claro hacia donde va el mundo.

Chávez, Correa y Morales no ignoran lo que pasó con la Unión Patriótica de Colombia (UP). Este partido político fue fundado en 1985 como parte de una propuesta política legal de las FARC. De acuerdo a organizaciones de Derechos Humanos, desde la formación de la UP, fueron asesinados dos candidatos presidenciales, 8 congresistas, 13 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y cerca de cinco mil militantes. Con Alvaro Uribe y sus paramilitares en el poder, sus inocultables ansias de reelección y con el apoyo incondicional norteamericano, ¿no pasaría lo mismo con unos 10,000 guerrilleros de las FARC si es que deciden, como exhortan Chávez y Correa, a deponer las armas sin pedir nada?. Deberían de pensar en todo esto.

Sería ideal firmar la paz en Colombia. Pero también se debe de hacer en Irak y Afganistán, que son parte del mismo proyecto del dominio de los recursos naturales del mundo entero. El fallecido líder FARC, Manuel Marulanda Vélez, “Tirofijo”, dijo en el 2000 al diario Excelsior que “no tengo la menor duda que es el Amazonas que Colombia comparte con Brasil, Venezuela, Perú, Guayana y Surinam, lo que tiene Estados Unidos como objetivo desde hace muchos años para apoderarse del control absoluto de las riquezas del pulmón del mundo”.

Por eso, es sospechoso que EE.UU esté instalando una tras otra sus bases militares en el continente. Con las FARC o sin ellas, Estados Unidos seguirá su proyecto y con este fin restituyó su tristemente famosa IV Flota Militar.

Sin duda alguna, la guerrilla en Colombia podría ser pretexto para la intervención. Pero la historia demuestra que pretextos sobran para justificar una invasión que con mucha razón asusta a Chávez, Correa y Morales. Si no hay FARC podría aparecer una sucursal de al-Qaida o algún Bin Laden local porque los recursos naturales, que tanto necesita Estados Unidos están en el Amazonas. Los que duden de esto revisen los postulados de Simón Bolívar.

Vicky.pelaez@eldiariony.com



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Vicky Peláez


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