A lo largo de la historia, diversas civilizaciones han desarrollado sistemas para medir el tiempo, desde las observaciones más simples de los ciclos naturales, hasta las más complejas que se utilizan hoy en día; el calendario ha sido una herramienta fundamental para la organización social, económica y cultural de la humanidad. Aquí revisaremos cómo se originó el calendario, las razones detrás de su creación, los métodos de medición del tiempo anteriores al calendario, y el significado de la palabra "calendario".
En la época primitiva La forma de medir el tiempo se basaba en la observación del ciclo diario del sol, que marcaba el día y la noche; las fases de la luna proporcionaron una unidad de tiempo más larga, como fue el mes lunar, que era crucial para las primeras sociedades agrícolas; la observación de las estaciones, marcadas por los cambios en la vegetación y el clima, permitiendo a las comunidades primitivas predecir los tiempos de siembra y cosecha.
En muchas culturas antiguas, para marcar los solsticios y equinoccios, que indicaban los cambios de estación, se construyeron monumentos como menhires que eran monumentos megalíticos de la era primitiva, que consiste en una gran piedra alargada y monolítica, hincada verticalmente en el suelo. Su origen etimológico proviene del bretón "men" (piedra) e "hir" (larga). Estas y llegaron a utilizar también los cromlechs, monumento megalítico caracterizado por un círculo de piedras, que delimitan un espacio, usualmente de forma circular o elíptica.
Algunas culturas desarrollaron observatorios rudimentarios, para seguir los movimientos del sol, la luna y las estrellas; se utilizaban muescas y marcas en huesos y piedras, para llevar un registro de los días y los ciclos lunares. El desarrollo de sistemas numéricos, permitió la creación de calendarios más precisos y complejos. Los antiguos mesopotámicos desarrollaron uno de los primeros calendarios lunares, basado en los ciclos de la luna. Este calendario tenía 12 meses lunares, con un total de 354 días; los egipcios también utilizaron un calendario lunar, aunque más tarde desarrollaron un calendario solar más preciso; el calendario egipcio antiguo fue uno de los primeros calendarios solares conocidos, que dividía el año en 12 meses de 30 días cada uno, con 5 días adicionales al final del año.
La civilización maya desarrolló un calendario solar muy preciso, conocido como el Haab, que tenía 365 días divididos en 18 meses de 20 días cada uno, más un período de 5 días llamado Wayeb; Los antiguos griegos utilizaron calendarios lunisolares, que combinaban los ciclos de la luna y el sol. Estos calendarios requerían ajustes periódicos para mantener la sincronización con las estaciones; el calendario chino tradicional es un calendario lunisolar, que tiene en cuenta tanto los ciclos de la luna como los del sol. Este calendario se utiliza para determinar las fechas de las festividades tradicionales chinas; el calendario juliano fue introducido por Julio César en el año 45 a.C. Este calendario solar tenía 365 días, con un día adicional cada cuatro años (año bisiesto).
El calendario juliano fue ampliamente adoptado en Europa y el mundo occidental; el calendario gregoriano fue introducido por el Papa Gregorio XIII en 1582, para corregir las inexactitudes del calendario juliano. El calendario gregoriano tiene las mismas reglas de bisiesto que el calendario juliano, pero omite tres años bisiestos cada 400 años, siendo el calendario civil más utilizado en el mundo en la actualidad.
Los motivos para la Creación del Calendario van desde la Planificación de Cultivos que permiten a las sociedades agrícolas, desarrollar la agricultura, pudiendo predecir los tiempos de siembra y cosecha, lo que ha sido esencial para la producción de alimentos; la predicción de las estaciones y los patrones climáticos cruciales para la gestión del agua y el riego y en la religión se hace necesario el calendario, para determinar las fechas de las festividades religiosas y los rituales. Muchas culturas antiguas creían que los ciclos del tiempo estaban relacionados con los dioses y los espíritus.
Los calendarios facilitaron el registro de los impuestos y otros pagos; también se utilizaban para registrar eventos históricos y mantener registros genealógicos, y en el área astronómica permitieron a los astrónomos predecir eclipses, conjunciones planetarias y otros eventos celestes, como también en la navegación marítima y la exploración y en cuanto a etimología, la palabra "calendario" proviene del latín "calendarium", que significa "libro de cuentas". En la antigua Roma, el "calendarium" era el libro en el que se registraban los pagos de deudas y los plazos de pagos. El término "calendae" se refería al primer día de cada mes, cuando se realizaban estos pagos; con el tiempo, el término "calendarium" se utilizó para referirse al sistema de organización del tiempo en general.
El calendario es una invención humana fundamental, que ha evolucionado a lo largo de la historia para satisfacer las necesidades de las sociedades agrícolas, religiosas, administrativas, financieras, culturales y científicas. Desde las observaciones más simples de los ciclos naturales hasta los complejos calendarios solares y lunisolares, la medición y ordenación del tiempo, ha sido esencial para la organización y el progreso de la humanidad. La palabra "calendario" refleja su origen como una herramienta administrativa en la antigua Roma, pero su significado se ha expandido para abarcar todos los sistemas de organización del tiempo que utilizamos hoy en día.