Lamentablemente
el Candidato por el PSUV a la Gobernación del Zulia, Dr. Di Martino,
no obtuvo o no logro aglutinar los votos necesarios para alcanzar el
mencionado cargo, aunque se debe mencionar que logró una buena votación
a pesar de todas las circunstancias adversas que lo rodearon.
Perdió, principalmente, en la capital del Estado donde se ubica la
mayor cantidad de electores, sobre todo en las zonas donde conviven
las llamadas clase alta y media, clases que se acostumbraron a no pensar,
se acostumbraron a la vida fácil, a la vida que implica los fines de
semana de parranda, los restaurantes caros, la comida rápida, la camioneta
4 x 4, colegios privados, los Black Berry, vivir en villas apartados
de la “chusma”, la feria de la chinita (amanecer gaitero) en sitios
de lujo, Europa, Disney World y últimamente Panamá, ¡Para que mas!,
es decir con eso lo tienen todo y lo demás no importa; para eso tienen
a Rosales.
Rosales, candidato de la oposición, ganador de la contienda electoral
junto con su discípulo Pablo Pérez, no es un filosofo, pero no tiene
un pelo de tonto, conoce y maneja muy bien la idiosincrasia marabina,
les da lo que ellos quieren: la zulianidad a través de los monumentos
a la chinita (con el perdón de la Chinita), la gaita, el encendido
de luces, la exaltación de los compositores y cantantes gaiteros, cultivar
el odio en los exPDVSA, el separatismo del Zulia, que es una idea bastante
añeja; les mete miedo con el socialismo cubano, en pocas palabras
los mantiene distraídos con el llamado regionalismo y él se dedica
a lo suyo, a lo que se sabe que mejor hace: su fortuna.
Por supuesto a ello se unieron también electores zulianos de clase
media baja y baja que padecen y viven bajo un alto bombardeo mediático,
estos quieren parecerse a los anteriores, y es aquí donde la
ideología capitalista juega un papel primordial manteniendo a estas
personas en una cárcel mental, viviendo en las sombras. Como lo indica
el Comandante Fidel Castro: “la ideología pequeño burguesa es fragmentadora
de la sociedad, siembra el egoísmo, así crea terreno fértil para
las proposiciones oligarcas, para la conducta contrarrevolucionaria”.
Así mismo se sumó la perdida de muchos “votos duros” representados por una buena cantidad de obreros y empleados de PDVSA y ENELVEN que no acudieron a las urnas de votación o bien votaron por el candidato opositor, igualmente sucedió con los integrantes de PoliMaracaibo, Bomberos, aseo urbano y otros entes regionales, como becarios, por ejemplo del Programa: Ana María Campos. Con una plataforma de inscritos en el PSUV Zulia que supera los seiscientos mil votantes se pensó que el triunfo sería seguro, pero de ellos, más de cien mil sólo lo hicieron para ascender, mantenerse o lograr cargos en empresas o en dependencias gubernamentales nacionales o regionales, por supuesto votaron por la oposición, en estos no hay profundidad ideológica, al igual que los que vendieron su voto por doscientos bolívares y una bolsa de comida. No tienen idea del valor del voto como arma liberadora y creadora de esperanza en el desarrollo de la revolución socialista bolivariana.
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