“Oposición” ¡Plastilina!

Voy a República Dominicana. No voy a República Dominica. Vamos a reunirnos con el gobierno en la República Dominicana. No hay nada que discutir con el gobierno. Es un poco la historia de este “diálogo”.  

Si la MUD no dijo en un momento determinado exactamente, que nada tenía que discutir con el gobierno, fue lo que realmente tenía claro desde todo este tiempo. Nada tenía que discutir.

No sorprenda la decisión” que le ordenaron a la MUD y que efectivamente aceptó. Esa orden, la cumplió con un guion que trató de cuidar para no verse tan mal y sin ninguna autoridad moral. Ya está desnuda, aunque esta desnudez la tiene desde hace ya mucho tiempo. Intentó llevar el “diálogo” como un drama, pero aun así, quedó desnuda.

El pacto de punto fijo, que fue igualmente una orden, tuvo su tiempo para lucirse. Está película de la MUD apesta.

Sorprende sí, cómo esta manada de borregos llamados MUD, dio forma a esta trama para terminar  con el posible escenario (donde no van a estar) de una verdadera guerra con plomo. El dueño de la manada, quiere tener a Venezuela y los dueños del gobierno, realizaran sus esfuerzos para no dejársela quitar. Se la alquilaran a otros imperios, pero harán sus esfuerzos para alquilarla y no dejársela quitar.

No veo ni me imagino a Julio Borges ni a Florido con fusiles defendiendo su proyecto. No tienen proyectos y no tienen bolas para caerse a tiros con nadie. Le darán dineros para pagar mercenarios y ver la guerra desde Miami. Los muertos ya vamos siendo nosotros. Ellos tienen sus vidas seguras y necesidades “cubridas”, como nos los planteo la Blanca de los blancos adecos.

Sin lugar a dudas, lo tenía claro no por alguna certeza que algún punto de preacuerdo no se concretara, sino porque –y no me queda nada por dentro- la oposición toda, es  una plastilina. Cipayo o pitiyanqui, es un calificativo muy hermoso ya para describir esto que tenemos como oposición. El calificativo de cipayo y pitiyanqui luce muy gastado y le queda extremadamente grande.  

Puedo usar otras figuras ya usadas en exceso, pero este de plastilina le va bien. Es blanda o muy blanda. Es como aceitosa y puedes hacer con ella, cuando lo desea o te da la gana. Puedes hacer una pelotica y hacerle un huequito a esa pelotica. Puedes aplastarla y se deja fácilmente aplastar y también puedes dejarla de usar y cuando intentes recuperarla, ya no sirve porque lo agradable de ella (lo blando y aceitoso) ya lo pierde.



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Claudio Dominguez


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