Es bueno ser pendejo, pero no tanto

La orden del imperio es apretar, apretar y apretar. La derecha venezolana obedece, obedece y obedece. Mientras tanto Maduro resiste, resiste y resiste. ¿Quién, a estas alturas, puede negar que estamos ante una guerra económica nunca vista en otro país? ¿Quién puede negar que el objetivo del imperio y de la derecha criolla es derrotar a Maduro y con él a la revolución bolivariana? ¿Quién puede negar que los grandes empresarios están del lado de los conspiradores? ¿Quién puede negar que los negociadores de la derecha en el fallecido diálogo recibieron la orden de los complotados contra la nación para que no firmaran el acuerdo? Quien piense lo contrario es porque es un ignorante en materia política o porque está metido en la conspiración contra Maduro y lo que él representa.

Hay veces pienso que el Nicolás Maduro y su gobierno son unos troncos de pendejos. Fíjense en lo siguiente: Hugo Chávez, siempre llamó a la oposición al diálogo. Su mayor ejemplo lo tuvo en el 2002 cuando regreso a Miraflores después de la intentona de golpe de Estado. ¿Qué hizo el Comandante? Extrajo del bolsillo de su chaqueta un crucifijo. Lo blandió en su mano y llamó al diálogo a la derecha golpista. Se burlaron de la buena fe de Hugo Chávez. Ya sabemos cómo respondieron al llamado. Igualmente, el presidente Chávez le dio millones y millones de dólares al sector empresarial para dinamizar la economía. La economía no mejoró. Empeoro.

¿Por qué mi osadía de pensar que Maduro y su gobierno parecen pendejos? Porque desde hace años ha venido llamando al diálogo a la derecha. Y la dirigencia opositora le ha hecho la señal de la cruz. La última burla se realizó en Santo Domingo, República Dominicana. Ellos nunca han querido dialogar con el gobierno porque tienen un objetivo: tumbarlo sea como sea. ¿Cuántas veces el gobierno ha llamado para oír a los empresarios y llegar a acuerdos para mejorar la economía, mediante el apoyo gubernamental? Centenares de reuniones con los ministros de la economía. ¿Para qué ha servido esas reuniones? Para que el gobierno afloje un bojote de dólares, bajo la promesa que ahora sí van a invertir en la producción. Mentira. Se cogen el dinero y siguen conspirando, como si nada. Hace un mes, aproximadamente, el gobierno le suministró un poco de millones a unos empresarios. Entre ellos dos conocidos supermercados ubicados en Caracas. Vayan a ver los estantes: pelados, como rodilla de chivo. Puro burla.

¿Cómo han respondido los empresarios? Con acaparamiento y con elevadísimos precios. Se habla hasta un 15 mil por ciento en algunos productos. ¿Por qué carajo esa respuesta? Elemental, mi querido Watson: ellos forman parte de la conspiración. Ellos quieren ver a Maduro fuera de Miraflores, y a la revolución hecha añico. ¿Lo lograrán? Lo veo poco probable, pues, si Maduro resiste, resiste y resiste, el pueblo chavista y revolucionario resiste, resiste y resiste, al lado de su líder. El imperio y sus adláteres de la llamada MUD han subestimado a Nicolás Maduro, desde el mismo momento en que asumió su cargo como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, y, por ende han subestimado al pueblo chavista. Allí está el error. Jamás de los jamases podrán poner de rodilla al chavismo. Prueben, y se llevarán un tremendo chasco. Ante el ataque despiadado del imperio y sus lacayos contra Nicolás Maduro, y el afán de destruir a la revolución, más revolución, más revolución y más revolución.



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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