SUM, “sea usted mismo” es una recomendación que hacen algunos autores de marketing político a los candidatos a elección popular. No existe estrategia publicitaria que pueda sustituir al ser humano, o engañar a los electores por completo. En Estados Unidos se enorgullecen de sus estrategias mediáticas, pero en realidad estas son buenas para la guerra, más no para elecciones, pues lo que realmente funciona en las luchas electorales es una maquinaria de poder que decide quien será el inquilino de la Casa Blanca, por cuanto tiempo e incluso como sale. No hace falta entonces el consejo SUM, sencillamente otras variables definen la victoria de un presidente, a pesar de la influencia de la opinión publica, la cual no deja de ser un espejismo mediático en muchas ocasiones.
Las elecciones de los últimos diez anos en Venezuela, adquieren una nueva dinámica por la nueva Constitución. La figura del referendo y la reelección no dibujaron el paisaje apocalíptico descrito por Arturo Uslar Pietro, y en lugar de ello abrieron la arena política para la constante lucha, un permanente hostigamiento al gobernante que permite, entre otras cosas, ejercer mayor presión para un buen gobierno. Como era de esperar también genera aves de carroña dedicadas al chantaje, lo cual no deja de ser lucrativo en algunas ocasiones, pues hasta locutores analfabetas sacan su buena tajada.
En este nuevo contexto y retomando el concepto SUM, resulta un disparate la candidatura de Manuel Rosales. Nunca antes la ignorancia llegaría tan cerca del poder. Maracaibo, cuna de poetas, héroes de la patria, ve nacer una cultura alrededor del Sambil en la que existe una fascinación por la apariencia. Y mientras el Paseo Ciencias hoy día es un hermoso espacio pùblico en homenaje a la Virgen de Chiquinquirá, se consolida la mafia del narcotráfico, robo de vehículos, contrabando de gasolina, la prostitución de hermosas estudiantes y el sicariato como forma de vida. Otorgarle estos males a Rosales serìa un absurdo, pero su peligrosa ignorancia empeora la situación y genera males silenciosos en la población zuliana, que sigue visitando el Sambil mientras en la periferia crece otro barrio sin cloacas, sin oportunidades de empleo y sin acceso a educación. Ni siquiera es importante su candidatura presidencial, pues tan obvia es su carencia de personalidad y propuestas, como infame su candidatura al abismo. Rosales es un triste personaje de la historia zuliana que no puede darse el lujo de ser el mismo, de expresar sus verdaderos pensamientos, limitados pero pensamientos después de todo, pero resulta peligroso que sea una alternativa para la oposición. Su léxico, su oratoria, la lógica de su discurso debe ser una maldición para sus estrategas publicitarios. Y quien decidió su nombre para los comicios de diciembre, debe tener el humor negro de las ratas del Pentágono, además de trabajar horas extras para diseñar el marketing político para un ignorante. Cuestión de atreverse quizás, pero el oscurantismo de la oposición jamás tuvo peor momento.
Davidjavier18@gmail.com
Davidjavier18@hotmail.com
