Volver al pasado i rechazar lo científico

Estoi convencido que hai cerebros que no solamente son de hombres mediocres, que sus estudios fueron mui deficientes i vergüenza de las universidades donde se formaron o el hogar donde crecieron, sino que las matemáticas i en consecuencia la ciencia, es algo lejano o desconocido. ¡Pobre Euclides!

Estoi, además, convencido que, regalarle determinado libro a una persona, no todas las veces es un obsequio i una distinción honorífica como pensaba Emerson, sino un atentado casi agresivo o mortal para algunos, pues sus neuronas o el estilo de vida, por un extraño fenómeno neurológico, no sé si hereditario, su pensamiento no ha evolucionado i lo que afloran son ideas de la Edad Media, de Renacimiento maltrecho, o de un capitalismo más salvaje del cual se impresionó Juan Pablo II, i por lo tanto regalarle un libro como el de Carl Sagan –obra póstuma− titulado Miles de Millones, sería algo similar al atentado que se realizó contra el candidato Piñerúa, cuando lanzaron al pórtico de su casa, un diccionario de la RAE.

El Aureas Mediocritas, como expone José Ingenieros, es como en el pastor ingenuo (aquí, no ingenuo, sino feroz i agresivo) con admiración primitiva de estupor para el pastor, por el modo de ver la realidad, de pensar la vida, como que si todas las cosas son cual las concibe, siempre así i seguirán siéndolo, desde la tierra que pisa hasta el ganado que apacienta, medita el primero; o la vida desordenada, privilegiada i rica, que apacienta el segundo, el acaudalado político que se cree superior a los demás, a los llamados marginados, porque jamás supo nada de ellos. Para este señor, llegar a la presidencia de la república, no es cuestión de honor para salud i felicidad de la patria i de su pueblo, sino oportunidad de reforzar a los suyos, a la oligarquía depredadora, a los pudientes, i que los demás, los marginados, los pata en el suelo, los desheredados de la fortuna i de la buena vida, se las entiendan no para vivir, sino para sobrevivir.

Por eso el cambio radical que nos proporcionó un hombre excepcional, de bueno, comprensivo i justo la manera de los escogidos libertadores, les ha proporcionado una ferocidad i un odio profundo inconcebible, desentendido de todo principio de humanismo, derecho i justicia. Así, con ese inmenso odio irracional, vieron a Hugo Chávez Frías, valeroso continuador de la obra de Bolívar, San Marín i José Martí, forjados como dijo el historiador G, Masur, con la arcilla de los héroes. Confieso que me ha impactado profundamente la muerte, o mejor el asesinato a distancia, de una persona que no solamente admiré desde un principio su valentía, su coraje, su responsabilidad para responder por sus actos, sino que ese verle desarrollar sus más nobles i humanitarios principios de vida, su weltanschaunng, trasformó la admiración en amor, en lealtad total, por sus conocimientos históricos, económicos i culturales para rescatar a su pueblo incluyendo a sus aborígenes, i, luego de su asesinato por apotosis (eutanasia activa a distancia por ciencia degenerada, que puede fracturar la cadena genética del ADN) en inmensa pena con verdadero llanto, con lágrimas que, como un arroyo cristalino, como el que sentí por mi hermano Gustavo fallecido en estos días; lágrimas que no mojaron únicamente el rostro corriendo por las mejillas, sino que me inundó el alma. Empero, la emoción me desvió de lo que comentaba sobre un candidato presidencial que, sobraban razones de delitos graves i de locuras i torpezas de analfabeto cultural, para que se le negara la posibilidad de postularse para tal alto i responsable cargo. La corroboración de lo dicho, la tenemos a mano, la estamos viendo i padeciendo i es hora de que se le establezca un juicio penal, porque no son los sicarios ni las balas la causa de muerte de inocentes venezolanos, sino que la autoría intelectual i el llamado a la violencia, es de este pobre energúmeno, impuesto por el Imperio Norteamericano, no por ser el mejor de la mesa mediocre llamada MUD, sino por ser precisamente el peor, el más salvaje, el de menos conciencia moral i ética, i el más fácilmente comprable, porque mientras más riqueza se tiene, mayor es la ambición.

Pues bien; este señor, pese a que poseemos, no un CNE solamente, sino un PODER ELECTORAL, i el sistema electoral es reconocido como el mejor del mundo, no dicho por los venezolanos, sino por el ex presidente de los Estados Unidos, el Sr. Jimmy Carter i nadie, absolutamente lo ha contrariado, menos en su país que tiene quizá de los peores del mundo i hemos visto fraudes descomunales que retardaron los resultados por meses, cuando le robaron la elección a Al Gore, este desequilibrado mental, se niega a admitir los resultados de las máquinas debidamente auditadas, controladas, vigilada, i que permiten que en pocas horas tengamos los resultados totales. El señor quiere volver al conteo manual de papeletas, descartado por nuestra Constitución, ratificado otra vez por la Presidenta del TSJ, añorando el pasado de las amañadas elecciones de la IV República, con las Actas Matavotos, la desaparición de urnas electorales (tengo recortes de prensa con esos cementerios de cajas de cartón llamadas urnas,) i el reparto que se hacía AD i COPEI, de los votos de los partidos pequeños que no tenían testigos. Si este señor va a un supermercado i hace una compra grandísima (el no, sino sus sirvientes o cachifas) de 5.000 u 8.000 bolívares, no debe admitir la cifra de la caja registradora, sino le suman con papel i lápiz el total, si va a un banco para hacer una operaciones de millones de dólares, también debería hacer igual exigencia, i así con cuanto dato electrónico se obtenga actualmente en una era de progreso científico.

En las mesas electorales queda, además, unas actas de esa votación, i así sucesivamente cada vez que se van recibiendo informes. Además, según entiendo, el papel, boleta o tiquete que expide la máquina, es un comprobante para cada votante en particular, o sea que votó por el candidato de su preferencia, i que basta un 10% o un 20% para que la formalidad de boleta en urna se cumpla. Aquí se auditan hasta el 54%, que es una exageración sin sentido alguno, i es algo sí como se ha mencionado ya varias veces que, para saber la cifra de glóbulos rojos i otros elementos figurados de la sangre, no sería suficiente la pequeña muestra que el bioanalista toma, sino sacarse todos los litros de sangre del organismo. Solamente una mente bruta, torpe i fanática, puede razonar así. Carl Sagan, en un cuadro demostrativo, acompañado de dibujos de un hombre que va envejeciendo, da cifras de cuánto tiempo lleva el contar, así de seguido: uno, dos, tres, cuatro, etc.

Uno 1 10° 1 segundo
3
Mil 1.000 10 17 minutos
6
Millón 1.000.000 10 12 días

Mil Millones 32 años. (Nota, puse 10,3 i 10,6 porque no encontré como poner exponentes; igual que la cifra de mil millones, donde coloqué solamente los años necesarios, contando sin parar, que no es lo mismo que contando votos que lleva mucho más tiempo, palabras, reclamos, etc.)

Pero con estas cifras, puede calcular el candidato derrotado, el tiempo, el costo, el número de personas destinadas al conteo, etc., para lograr nada, ¿o es que él cree que los aparatos digitales se equivocan o se dejan sobornar?. Lo mismo para el Rector Vicente Díaz, que por una parte confirma la perfección de todo es sistema, pero recomienda contar: sencillamente un hombre sin personalidad firme que quiere estar bien con Dios i con el Diablo.

Este no solamente es ignorante en política, sino en ciencia i en su instrumento formal las matemáticas, por lo que repito algo que ya en otra ocasión expuse, como lo es el pensamiento de Joseph Fourier:

“Las matemáticas parecen constituir una facultad de la mente humana destinada a compensar la brevedad de la vida y la imperfección de los sentidos”

¿Qué culpa tenemos los venezolanos de que usted, señor Capriles, no tenga la menor facultad matemática i una gran imperfección en los sentidos?

robertojjm@hotmail.com


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Roberto Jiménez Maggiolo


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