Auditórium

Los jurunga muertos de octubre

“A veces también el silencio es una opinión”

                                                              Anónimo… 

Parece haber razones para lo mal hecho, a sabiendas, de lo macabro que fue. Donde hubo funerales a través de los medios televisivos, donde hubo criticas con veneno.

Donde hubo excesos mediáticos, oscurantismo en fin. Nada que hacer. Pero sí ha habido diferencias con el reciente, y lamentable pasado donde el excesivo recordatorio de muertes que lo condiciona todo, por expreso deseo de sus responsables. Hay conmemoraciones que corrompen el presente, y el futuro.

La carroñera manipulación política ha convertido tragedias, y fallecimientos en un festival de duelo politiquero, donde el exhibicionismo, el ataque artero contra el adversario político, y una enorme hipocresía por utilizar a los muertos, para ganar una hipócrita batalla politiquera.

Decenas de venezolanos mueren semanalmente en un país sitiado por las tropas del hampa criminal, en un ejercicio de impunidad,  debido a esto se monta el gran circo del dolor para los familiares de los caídos, donde se  abren grietas políticas, y donde se busca torcerle el pescuezo  al contrario en el menor descuido.

En los funerales de los asesinados por el hampa criminal, los familiares y amigos,  se convierten en templetes sepulcrales.

Los medios de comunicación, y los politicastros se vuelcan  en un aspaviento, tras el aprovechamiento artero de la tragedia.

Nunca había visto que el sepelio de un ex-Presidente, fuera convertido en un ataque de pánico macabro y mediático.

¿Por qué? Todos buscaron resaltar sus tragedias apelando a la carroña politiquera, que causo ascos y repudio en la opinión publica venezolana. Los propios jurunga muertos, ya que no le duelen los (Domingo Alberto Rangel; Rómulo Betancourt dixit) cientos de vidas venezolanas que se pierden los fines de semana,  que quizá pueden haberse evitado, con una enérgica acción policial, y pudiendo muchos de los caídos estar de vuelta a sus casas.

Hay que marcar diferencias con la carroña de la necrofilia, en la gestión informativa, la investigación, y en el trato a las víctimas y sus familiares.

Muchos anhelan se haga justicia, otros conmemoran, o celebran bajo una sombra macabra, en un luctuoso monte turco que indigna a la sociedad.

Cual es la diferencia entre tener  muertos propios, y ajenos en el país. Esto es muy claro para los que detectan los ritos macabros

Otros insisten en que esto da dividendos políticos, todo aquello  en lo que se le pueda sacar provecho. La democracia y la libertad no están en los recuerdos de los cadáveres,  sino en la mente positiva del pueblo venezolano.

Muchos venezolanos anhelaban un silencio de la TV, sobre esta guerra macabra de funerales, para no cuestionar la hipocresía de los polticuchos, y cargar contra los gestores de estos shows.

Otros, trataron de llenar el imaginario popular inflamado con las fallas de electricidad, la inseguridad, la inflación, la dañada infraestructura vial etc.

Querer tapa la ineficacia con mucho duelo de héroes caídos es una soberana estupidez, mientras otros tiraban con parábolas en el Parlamento. Porque lo importante no eran los muertos ni sus deudos. Lo importante era mandarle claramente al pueblo, un mensaje hipócrita, y electorero para asegurar el voto.

Lo importante es deslindar qué política  se quiere hacer, y a qué costo a sabienda que pesa la memoria de los muertos.

Los tiempos en los que el pueblo venezolano  aceptaba a estos novios de la muerte, que tantos malos recuerdos han dejado  en muchos pueblos y ciudades, ya pasaron. Hoy la sociedad venezolana  es más despierta, y no se adormece  con los actos fúnebres de la politiquería charcutera.

La  hora de funerales televisados propagandísticos, están fuera de contexto en pleno siglo XXI, se requiere un poco más de seriedad, de verdad, y decoro de parte de la dirigencia política.

También se necesita menos demagogia, y ser políticamente más correctos. Lo carroñero es la acción hipócrita de medios, y oposición, y de gobiernos de antes, y de ahora.

Es lamentable el tener que escribir una crónica de este lamentable espectáculo de comienzos de octubre. Tenemos el privilegio de tener contratados a unos virtuosos macabros en marketing político, aunque sin sutilezas. Hay que seguir evitando la corrupción de la política, y de la opinión.

Percasita11@yahoo.es


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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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