Todos(as) hemos seguido con atención las peripecias que los jóvenes de Ávila Tv realizan en las marchas opositoras. En el inicio de las mismas, las intervenciones de los chamos periodistas alternativos fueron interesantes y desnudaron muchas costuras del comportamiento ultraderechista opositor. Creo que todo en la vida obedece a ciclos y percibir el final de ellos es importante para no caer en espirales descendentes. El ciclo de las marchas escuálidas de nacionalismo llegó a su fin. No considero prudente que nuestros camaradas de Ávila Tv se sigan exponiendo al odio y la furia fascista que rueda por nuestras calles profiriendo estupideces contra el proceso socialista y bolivariano. Podemos ver y oír cantidad de sandeces que esos compatriotas vomitan por los micrófonos de los diferentes medios del país. Es suficiente, ya no hay más nada que mostrar, no vamos a deducir ninguna ecuación edificante de tanta palabrería insustancial de charla ambigua. Sólo odio y falta de conciencia nacionalista es lo que expresan esas turbas disociadas que no obedecen a un patrón coherente de proyecto restaurador e innovador para todos (as) los(as) que convivimos en la patria de Bolívar.
Las amenazas que los jóvenes han recibido no se deben tomar a la ligera. Es muy peligroso continuar internándose en el río revuelto de esas marchas violentas. En cualquier momento algún disociado esquizofrénico puede hacer lo que nosotros no queremos que suceda. Lo primero es resguardar la integridad física de los reporteros y en segundo lugar vendría la noticia. Creo que hacer entrevistas en la periferia es más prudente y no seguir retando al peligro innecesario. Alguien debe tomar esa decisión antes que sea demasiado tarde. No olvidemos que esa gente asesinó compatriotas bolivarianos desde el 2002, siguiendo con campesinos, líderes comunitarios y estudiantes. No podemos subestimarlos ni mucho menos abstraernos de esa oscura realidad.
Cuando un chavista es agredido no hay delincuentes culpables. Cuando un fascista opositor es aruñado inmediatamente es comparado a Osama Bin Laden y condenado ipso facto. La justicia nuestra es ultraderechista y racista, además de corrupta, no confiamos en ella y los hechos lo demuestran hasta la saciedad. Por eso es que debemos resguardar la vida de esos muchachos que valientemente salen a enfrentar el peligro de gentes alteradas por los medios lacayos y asesinos y desprovistos de conciencia nacionalista.
En un programa reciente de “La Hojilla”, donde asistieron dos jóvenes de la mencionada Tv, entre ellos Amorín, veíamos en las filmaciones cómo un opositor furibundo le recriminaba al citado Amorín que dejara el sarcasmo y no se burlara más de ellos. Y eso ocurre porque en el citado programa se hacen referencias a los entrevistados y se les critica fuertemente, de ahí la reacción del opositor en cuestión. Hay que ser más prudentes y dedicarnos a resaltar los éxitos y avances del proceso revolucionario, que son muchos. No perdamos más tiempo en las estupideces de los reaccionarios apátridas, vamos a mostrarle al país qué de bueno hemos hecho y todo el potencial que tenemos para salir adelante como país que va camino a la justicia social y a la soberanía integral.
