Postfacio del acto complejo del metamensaje en el asfalto

Cuando la prensa calla y dice lo que no debe, incurre en sedicencia; eso desde mi particular manera de ver las cosas y en el caso específico del tema en cuestión no es que yo santifique la verdad sino que la considero necesariamente subordinable a la ética del bien popular, antes de ser puesta a volar.

Estimo que la noticia debe tener que ver no sólo con la verdad sino con la ética de la mayoría popular, independientemente del plano donde esté ubicado el editor, es decir, que de cualquier editor responsable se espere que sacrifique publicar la más áspera crudeza de una noticia, parte que sustituiría con el fundamento ético, entendida esta disciplina, la ética, en el buen sentido antes expresado; por otra parte, verse en lugar de un editor irresponsable, de ninguna manera, porque éste obra con inescrupulosa manipulación y cotidianamente hace de la noticia esa su bochornosa peripecia y, ¿qué le cuesta informar con ética, en vez de manipular?

¿Qué hace un periodista o acaso su editor con la información que esconde y en vez de la cual mete coba, dónde se mete lo que debe decir?

En vez de noticias de alta definición -esclarecedoras por claras y precisas, atenidas a la verdad y a la ética en debida comunión- los grandes monopolios de difusión dizque informativos exponen ante el pueblo noticias deliberadamente manipuladas altamente para meterle miedos al pueblo, puesto que ellos se atienen únicamente a especular a favor de sus intereses políticos, económicos y financieros y saben que el miedo anula el poder de comprensión de la realidad, luego, de ahí que ellos exalten la violencia para provocar miedos; desde sus laboratorios de maquillajes de la verdad ellos fragmentan toda información de modo que los sesgados sedimentos de esa basura son sembrados sistemáticamente en el imaginario popular, lo que termina transformándose en cadenas de miedos, dicho de otra manera, inundan al pueblo de significados indefinidos uno de los cuales es el perverso uso del hombre o de la mujer ya enajenado/a, como vehículo de transmisión de metamensajes perversos que para muchos pasa inadvertido pero no para todos.

El campo de batalla es la cabeza, por ejemplo ahora durante la protesta opositora fascista ha habido un hecho inconcebible: una señora al parecer de la alta sociedad caraqueña y, desde luego, non plus ultra del jet set de "El Cafetal" se bajó su pantaleta, peló el furrutaco y se encunclilló para deponer un "fax" sobre el asfalto; y todo eso en el centro de una concurrida avenida y a plena luz de una soleada mañana de principios de Mayo en curso y, rodeada de cámaras que filmaron; pero, ¿dónde pudo haber estado el metamensaje de tal acto y cuál fue, de haberlo habido?

El comportamiento humano es expresión de su acto de pensar; conocer cómo funciona la mente es muy importante, los procesos intracerebrales operan con estímulos externos, de manera que cada persona asimila y acomoda elementos de la información a la que accede, de acuerdo a lo racional o a lo irracional, y, no faltaría más, a la intuición que nunca está demás para guiar los actos humanos.

Por lo que grosso modo y a vuelo de golondrina aprecio de la universidad actual pública y privada, dado el producto que sale de esa fábrica de chivos mansos, que ahí prevalece el pensamiento de derecha, y los pocos montaraces que parecen salirse del guión, por fortuna son los que no se dejan arrear -lo de chivos y de chivas lo tomo del pensamiento de Alí Primera-; digámoslo así para ir a la ligera, es que no me convence mucho la calificación de izquierdas y derechas porque eso revela una connotación espacial y además superficial y por demás caduca, eso de izquierda y derecha no es sino un eurocentrismo vigente a partir de la Revolución Francesa y asumido a modo de cliché dogmático por nosotros aunque en esencia poco o nada de eso tenga que ver con nuestra identidad genuina; pero, como ya dije, voy por lo ligero si es que puedo explicarme idóneamente.

La más alta probabilidad es que la referida opositora de esta narrativa no sea una simple exanalfabeta salida de Misión Róbinson sino, en contrario, una egresada de la universidad, dado su perfil de alta vulnerabilidad al condicionamiento prosopopéyico, que así le digo porque yo soy corto para definir apropiadamente ese fenómeno, y me perdonas, dilecto lector, mi probable incompetencia para calificar tal fenómeno pero francamente creo que lo hecho por esa señora es un acto animal y en consecuencia irracional, digamos que casi como una perra pavlovniana.

Pero, y una vez más la pregunta, ¿cuál pudo ser el metamensaje? Ya se sabe que el metamensaje no estuvo en la cabeza de la mujer sino en sus vísceras, se trató de un acto fisiológico o acaso fisiopsicológico, no de un acto oral, de palabras; así como un artista concibe la idea de un cuadro y al plasmarlo, aunque sin expresar una sola palabra, dicha obra puede ser contentiva de un metamensaje también, es lo que creo que primó en este suceso; y, en cuanto a cual pudo ser propiamente dicha la esencia del metamensaje se me ocurren diversas alternativas una de las cuales pudo ser que el jefe de laboratorio dispusiese un globo de ensayo para constatar hasta qué extremo está sometida la encopetada "clase alta" para futuras acciones peores, valga que el que está detrás del telón suma en lo perverso y se frota las manos porque ya animalizó a sus esclavos y esclavas y está listo para sacrificarlos, echarlos a una orgía de sangre en pos de petróleo, lo que es muy triste porque se trata de venezolanos y venezolanas con los cuales queremos confraternizar.

No logro aprehender la hebra que me lleve a la versión de que en vez de lo antes dicho -que el amo se asegurase de que burra amarrada leña segura- el referido metamensaje consistiría en desmoralizar a la mujer revolucionaria puesto que de ese escatológico y deprimente suceso pudiese hacerse una generalizada banalización, tú sabes, esas enervaciones del subconsciente colectivo y para ello, quienes le alquilan sus cabezas al imperialismo.

El que paga la música escoge las canciones, así que no abrigo duda alguna acerca de que más temprano que tarde el titiritero armará un collage de imágenes de la tal señorona y donde no faltará "cañón corto", entre otros actores y actrices de tan perverso y nauseabundo elenco.

Creo que no siempre basta la razón para andar bien en nuestras vidas, muchas veces lo intuitivo es determinante para no meter la pata; pero de ahí a dejarse llevar por la irracionalidad cuando es necesaria la cordura o al menos un poco de autoestima, es otra cosa, creo yo acá en mi ignorancia.

La realidad no sólo está fuera de nosotros -al menos así lo pienso-, de tal forma que cuando la percepción de nuestra propia personalidad es tan reducida a tal punto que uno se sub valoriza, es como un indicio de estar enajenado; y en el otro extremo, cuando no tenemos noción del entorno en el que estamos y nos creemos superiores a los demás, en tales casos nos convertimos en miserables egoístas.

Dicho de otra manera, uno puede extraviarse hacia afuera o hacia adentro de sí mismo de acuerdo hacia donde haya traspuesto la frontera, a menos que se asuma vivir al menos entre dos posibilidades de comportamientos extremos nada sanos y a los que jugar con ellos es apostar a una "ruleta rusa" ética y moral porque tales perniciosos extremos tienden a tocarse y confundirse, y, lo que es peor, a trastocar la sindéresis; el más rabioso ultraizquierdista tiende a pasarse a ser íd ultraderechista y, viceversa, aunque en este caso suele ser menos frecuente que en aquél, pero, he ahí en la teofanía, a "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?", lo que aun visto desde mi personal postura heterodoxa, me parece ejemplar, no obstante, pero para tratar de ilustrar.

Claro, en toda larga lucha muchos se quedan en el camino y son los que carecen de fortaleza de criterios, son "revolucionarios" hasta que comienza el tiroteo; pero, ¡bah!, desde ex altos funcionarios del gobierno bolivariano con Chávez hasta algunos escribanos sesudos analistas tirapiedras, se soltaron el moño, pero, eso sí, con clase, como vestales, y en muy poco se diferencian de esa señora de marras y eso es plooomooo contra Maduro.

Pienso que con tan complejo acto de obligar a una mujer venezolana aunque escuálida, a defecar en plena calle y a la luz del día, Venezuela ha presenciado el postfacio de un peligroso ataque mediático nunca antes visto acá y dirigido por un laboratorio de guerra imperialista contra la mujer venezolana, y pese a que con tal acto se tocó fondo puesto que no se ve otra peor puesta en escena posible, el gobierno nacional debe llevar a cabo una exhaustiva investigación de ese suceso; se trata de un metamensaje extremadamente peligroso y que debe ser neutralizado a tiempo; independientemente de que la "actriz" haya sido una escuálida incurable a la cual no por ende hay que dejar sola sino tenderle la mano.

Que a nadie quede duda que la referida señora fue un "conejillo de indias" de la prensa sedicente.

 

 



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Guillermo Guzmán


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