Ser ignorante no es un delito. No tener un coeficiente intelectual de mediana categoría tampoco es un delito. Tener la conciencia totalmente adormecida es culpa de cada uno de nosotros por no haber cultivado la reflexión profunda, el análisis crítico y objetivo, el estudio poemenorizado y desprejuiciado de la problemática socio económica de nuestros países. Pero ser un lacayo, un periodista tarifado, un lame botas del país ajeno donde laboras, eso sí que es un delito contra nuestra propia dignidad y vergüenza humana. Cuando vi por VTV la reseña sobre lo que decía el ignorante semi ilustrado de Alberto Padilla-CNN refiriéndose al hecho de no encontrar un “economista” vergatario que defendiera las bondades del socialismo siglo 21 (o sea, el gobierno de Chávez), en verdad que sentí pena ajena. Claro, el cipayo de marras lo hace para impactar a la audiencia haciendo ver que nadie se atreve a defender lo indefendible y por tanto dicho socialismo está raspao. ¡Tremendo tubazo el que trató de dar el imbécil!
Cuando estamos alienados, envenenados e hipnotizados por el sistema económico predominante nuestra conciencia yace durmiendo el sueño profundo de la ignorancia. Triste la vida del que muere no sabiendo que no sabe. Cuando uno descubre que no sabe es cuando comienza a saber y a despertar la conciencia. No es que nos convertimos en revolucionarios preclaros en una semana pero al saber que estamos en la obscuridad entonces comienza la lucha por encontrar la luz. Y eso no pasa ni pasará con el señor Alberto Padilla porque es un simple peón al servicio del imperio asesino. ¿Y por qué no le salió ningún economista sesudo para aclararle el tema del progreso en la economía venezolana? Porque no invitó a ninguno de los nuestros y porque los otros de talla neoliberal jamás reconocerán ninguna virtud del gobierno bolivariano pues serían despedidos en el acto de sus empleos condicionados. ¿Y saben por qué ningún comentarista económico conoce los avances del socialismo bolivariano del siglo 21? Simplemente porque ellos se quedaron anclados en las desvencijadas estructuras financieras del siglo 20, aún no han hecho conciencia de que estamos en otro siglo con retos más complejos y dinámicos que nos pueden llevar a una justicia social para el beneficio de todos, con pleno empleo y mejor calidad de vida. Los EE.UU., por ejemplo, siguen momificados en los esquemas del siglo pasado y desde hace muy pocos meses quebraron más de 200 Bancos por lo inoperante y criminal de la economía neoliberal. La “gran” Europa del primer mundo están en quiebra, con altas tasas de desempleo, o sea, de hambre, y están viviendo en carne propia lo que es someterse a los paquetes asesinos del FMI que les obliga a pasarle factura a la clase media y baja pero manteniendo ricos a los amos del valle.
Señor Alberto Padilla, usted no necesita llamar a ningún economista para explicarle los éxitos de la economía venezolana, contáctenos a cualquiera de nosotros por la página de Aporrea. org y le daremos una cátedra sobre el tema, eso sí, le haríamos un apretado resumen pues el tiempo en televisión es muy costoso y media hora sería muy corto.
