¿“Dos presidentes” para el 8 de octubre? Escenario fractura-país

Venezuela 7-O: pescar en Río revuelto

I.- Introducción

Diferentes “turbulencias” (1) se vienen configurando en el tablero estratégico que define el cuadro de la lucha por el poder en Venezuela. Por tanto, es conveniente pasearse por algunas de las condiciones que inciden en la situación electoral y política del país de cara a los comicios del 7-O.

La combinación de tendencias, contra-tendencias y eventuales contingencias (escenarios no electorales, situación de salud de Chávez, eventos violentos, crisis de la oposición antes del 7-O, entre otros) definen el flujo y reflujo de las relaciones de fuerzas, y condicionan el actual momento político venezolano, fuertemente impactadas por las estimaciones de la evolución de la salud del Presidente Hugo Chávez.

Lo que para los apologistas del mito cesarista-progresivo fue la fortaleza inexpugnable del proceso bolivariano (por considerar “prescindible” una dirección colectiva del proceso bolivariano ante la orfandad de un centro de mando con un claro liderazgo encarnado en el campo opositor), ahora se ha convertido en una debilidad de alta incertidumbre para poder definir un horizonte temporal de estabilidad, legitimidad y eficacia en la acción del proceso y del gobierno bolivariano de cara al próximo período 2013-2019.

Con todo respeto por aquellos que se muestran sensibles a la crítica en el seno del campo del “chavismo apasionado”, la inexistencia de una dirección colectiva revolucionaria, de una verdadera alianza político-estratégica de partidos-movimientos (más allá de las oportunistas alianzas electorales) que construya una amplia legitimación nacional-popular, así como la débil constitución de un “frente amplio revolucionario” (2) (cuyo emblema publicitario sigue siendo el GPP) torna a la situación más incierta, pues lo más común es escuchar una caracterización de los diferentes “liderazgos políticos y sociales” del llamado “proceso” como un “arroz con mango”, para no decir un “saco de gatos”, dados los temperamentos ideológicos y programáticos que en ellos habitan. La conclusión predominante sigue siendo que “sólo” el sistema de conducción político concentrado en Chávez, garantiza la unidad y continuidad del proceso bolivariano (3).

En este contexto, la dirigencia opositora y sus dispositivos poli-mediáticos apuestan a aprovechar la explotación política de las debilidades del campo bolivariano, sobre todo de estas diferencias y tensiones, mientras, por otra parte, es la voz integradora o aglutinadora de Chávez la que más énfasis hace en la necesidad de la unidad bolivariana, sus dimensiones nacional-populares y cívico-militares (4) como medios políticos para asegurar la victoria.

“Hugo Chávez Frías, destacó que: ”La unidad cívico-militar es la garantía de la independencia del país”. El Jefe de Estado dijo que la independencia es también la garantía para avanzar en la construcción del desarrollo y el progreso del país. Instó a los efectivos militares a elevar el nivel de conciencia, soberanía y patria ante los planes desestabilizadores que preparan los partidos de la derecha venezolana, auspiciados por el gobierno de Estados Unidos. Chávez Frías advirtió que el gobierno de la nación norteamericana intenta debilitar la moral de las fuerzas militares de las naciones que están dispuestas a defender su soberanía, entre ellas Venezuela. “(Simón) Bolívar lo dijo toda su vida: unidad, unidad, unidad o la anarquía nos devorará”, recordó, luego de instar a los efectivos militares a reflexionar sobre la historia política, social y económica de Venezuela. Resaltó los esfuerzos del Gobierno Nacional para incrementar el poderío de esta institución “en el aspecto militar, la moral y el equipamiento para poder defendernos, de ser necesario”.” (28-11-2011: http://noticiaaldia.com/2011/12/chavez-unidad-civico-militar-es-la-garantia-de-la-independencia-del-pais/)

Pero hay que reconocerlo, tanto el gobierno como la oposición, presentan estructuras de apoyo político-partidista cruzadas por altas tensiones, presiones y líneas de fractura, que se mantienen unidas en gran medida, producto del proceso de “polarización política”. Este equilbrio tenso y dinámico de la polarización depende de la cohesión interna de cada “polo”, que presentan severos desgastes para mantenerse incolumes ante una eventual derrota. La polarización ha llegado a límites políticos; e incluso podría pasar al escalamiento ya no sólo político (sino sangriento) de los extremos, ante cualquier eventual contingencia que rompa el delicado manto de convivencia pacífica que recubre los antagonismos sociales y políticos.

La conclusión es que una eventual “derrota electoral” tiene un poderoso efecto disolvente sobre la cohesión de quién pierda en las actuales condiciones, y si hay una pasión que mueve a los sujetos de la política es justamente la supervivencia en la arena del poder. Por tanto, es obvia la intencionalidad política para dividir al campo político adversario en esta contienda política (el elemental “divide y venceras”), pues todos los actores reconocen que una derrota contundente en estas condiciones acelerará y profundizará las fracturas latentes que los recorren internamente, y como consecuencia, no habrá una recomposición táctica del cuadro de las relaciones de fuerzas para cada polo (gobierno-oposición), sino una recomposición estratégica a partir del “pase de factura” a algún “chivo expiatorio” de la derrota.

Así mismo, se viene naturalizando una suerte de tema-tabú acerca de la sucesión o la sustitución de Chávez en el campo bolivariano, que impide evaluar con criterios de racionalidad política y cálculo estratégico, la consecución de condiciones mínimas de legitimidad formal por los siguientes seis años de gobierno, de acuerdo a lo establecido en el ordenamiento constitucional (5) (2013-2019).

La evolución de la situación de salud del Presidente Chávez (6), aun ganando el proceso electoral del 7-O, seguirá condicionando situaciones latentes de inestabilidad sobre la posibilidad de mantenerse en el cargo al menos hasta el año 2019. Si se pretende asegurar la estabilidad política necesaria para un proceso de transición de larga duración (2013-2031), es conveniente hacer explícito el debate sobre la necesidad de estructurar fórmulas de dirección colectiva y liderazgos presidenciales alternativos que surjan de una amplia consulta y deliberación con las bases bolivarianas, que reciban además “el testigo” y garanticen la continuidad de las políticas comandadas por la figura del Presidente Hugo Chávez. Este debate ya existe, aunque se pretenda postergar su desarrollo (después del 7-O). Por ejemplo, diversas encuestadoras han medido los potenciales apoyos electorales a liderazgos cercanos al Presidente Chávez (7)).

Así mismo, se viene construyendo otro debate-tabú, al negar reconocer el potencial efectivo de eficacia política de la candidatura opositora de HCR (o de aquel que unifique el voto anti-chávez) en determinados bastiones territoriales del país, favorecida luego de los resultados de las primarias de oposición. Consideramos que es conveniente distinguir entre la acción política para desacreditar al adversario (campaña negativa) y el cálculo político estratégico, púes en este ultimo caso no se puede desestimar el potencial de participación de los sectores de oposición, ya que alcanzaron un caudal de movilización nada despreciable en estados como: Zulia (459.187), Miranda (462.905), Lara (204.374), Carabobo (267.571), Táchira (163.930), Anzoátegui (161.445) y Distrito Capital (274.590); que se convertirán sin duda en regiones electorales claves de la movilización opositora ante cualquier escenario.

Si a esto agregamos que desde nuestros calculos propios, las regiones electorales claves donde la candidatura de la revolución bolivariana presentaria mayor irregularidad o arritmia medida a partir de las estimaciones de las variaciones de las brechas/ventajas entre los eventos electorales de los años 2004, 2006, 2007, 2009 y 2010 son las siguientes: Nueva Esparta, Amazonas, Vargas, Guárico, Barinas, Monagas (incluyendo caso Gato Briceño), Sucre, Táchira, Anzoategui, Aragua, Lara, Carabobo, Miranda y Distrito Capital.

Lo que nos permite medir este indicador son varios aspectos de manera indirecta: mayor desgaste, mayor irregularidad y variación de brechas producto posiblemente de la existencia de segmentos electorales blandos significativos, o índices de malestar que condiciones cambios de preferencia.

 

Obviamente, la preocupación debe estar concentrada en aquellos estados que concentran mayor proporción del REP: Miranda, Distrito Capital, Carabobo, Lara, Aragua, Anzoategui, Táchira, y Monagas. Con la inclusión del Zulia y la exclusión de Aragua de esta lista es posible identificar regiones electorales clave donde la oposición aumenta su potencial de eficacia electoral.

La conclusión que se desprende, así mismo, del análisis de la participación en las primarias de oposición es que cuenta con una “masa crítica disponible para la maniobra” ante cualquier medición de fuerzas, e incluso para escenarios plenamente conspirativos tal como ocurrió el 11-4-2002.

En definitiva, ambos debates tabú (“sucesión” y “fortaleza opositora”), se ven afectados, además, por la decisión (favorable hasta ahora) del Presidente Chávez de inscribir y llevar hasta el final su candidatura presidencial; es decir, hasta su probable victoria (8) del 7-O, conquistando de esta manera, una re-elección por segunda oportunidad, o si  se prefiere una elección por tercera vez de manera consecutiva. Esta combinación de probable victoria de Chávez (los datos varian completamente ante otra candidatura en la revolución bolivariana) y no reconocimiento electoral de esta victoria en regiones electorales clave de la oposición es lo que conforma la posibilidad de un escenario fractura país.

Como es posible visualizar en un mapa político-territorial de Venezuela, las tensiones se acumularían en los estados ya mencionados en una clara “geometria electoral del poder”: Nueva Esparta, Monagas (incluyendo caso Gato Briceño), Anzoategui, Miranda, Distrito Capital, Carabobo, Lara, Zulia y Táchira.

Las encuestas “triunfalistas” sobreestiman la fortaleza de la revolución bolivariana y subestiman el potencial opositor. Son armas melladas de campaña electoral. Generan un “efecto dormitivo” que impide enfrentar de modo realista la gravedad del momento político del país, de aquello que está geopolíticamente en juego incluso en las propias filas de la Revolución Bolivariana, dadas las tensiones entre sus corrientes y matices.

Afirmamos que un escenario es realista si Chávez, o en un supuesto hasta ahora negado, la candidatura que encarne la continuidad de la Revolución Bolivariana, supera a la candidatura de oposición con una brecha que oscila entre 8%-14%, conquistando un objetivo político estratégico poco meditado por los analistas hasta ahora: fortalecer la integración o unidad político-territorial del país, ante amenazas latentes de socavar su unidad política, táctica de desestabilización de probada factura geopolítica imperial (Nicaragua, Yugoslavia, Bolivia y Libia, entre otros casos).

Imaginemos por un momento, por ejemplo, que buscando subterfugios jurídicos, el liderazgo opositor presionado por su ala radical, pretenda utilizar su “masa crítica” en el formato de “desobediencia cívica” localizada en los bastiones territoriales, que le aseguran control, dada una ventaja electoral que la favorezca, declarando Cabildo abiertos de los Municipios que controla (localizados en sus Estados-fortaleza) planteando como objetivo: “no aceptar el fraude electoral”; y llamando a reconocer como Presidente de la República sólo a quien fue ganador en sus Estados-Región; es decir: a la candidatura opositora. Podríamos tener una gama de escenarios:

  • ¿Se intentará, entonces, crear un arco territorial de desestabilización de la unidad político-territorial del país, además reconocido subrepticiamente por actores internacionales, reforzado con pronunciamiento de unidades militares y/o apoyado por fuerzas cuya actuación sólo podría enmarcarse dentro de la definición de grupos paramilitares?  Estaríamos en el formato Libia.
  • O, ¿se intentará, entonces, crear un arco territorial de desestabilización de la unidad político-territorial del país, además reconocido subrepticiamente por actores internacionales, basado en una amplia movilización que reclame su autonomía política con la posible prefiguración de una República Federal de Venezuela? Estaríamos en el formato Bolivia.
  • O, ¿se intentará, entonces, crear un arco territorial de desestabilización de la unidad político-territorial del país, además reconocido subrepticiamente por actores internacionales, reforzado con pronunciamiento de unidades militares, presionando para que sea reconocida la candidatura opositora como la ganadora del proceso electoral, llamando a la intervención internacional? 

Ningún escenario puede descartarse, sobre todo, si para los actores de la oposición la derrota es “una pesadilla en una larga y oscura noche”; y aunque no se quiera aceptar explícitamente, lo mismo se pasea por la mente de quienes a los cuatro vientos plantean: “Con Chávez todo y sin Chávez plomo”.

Así mismo, las brechas estimadas entre 8%-14% no impiden a priori que se superen estos valores, pero si invita a contrastar rigurosamente la consistencia de una batería de encuestas que copan la agenda de la opinión publicada (que desde el punto de vista de la tendencia electoral se corresponden con el comportamiento electoral de la región de Los Llanos, Delta Amacuro o incluso al escenario mas favorable que combina los resultados del referendo revocatorio 2004 y las elecciones 2006), con el comportamiento histórico-electoral en los últimos 8 años, pues finalmente hay demasiados factores metodológicos, ideológicos y políticos involucrados, para pasar ligeramente a extrapolar los datos ofrecidos por las encuestas, como si se trataran de pronósticos deterministas. Podríamos concluir este aparte afirmando que “las encuestas triunfalistas no votan”.

II.- Chávez y la Revolución Bolivariana pueden ser derrotados si…:

Hay razones de peso para reconocer un pequeño margen de posibilidad para que “Chávez sea derrotado”, con una diferencia desfavorable de hasta 3,5 % del voto válido, desde el punto de vista de la viabilidad estratégica de su proyecto histórico, si llegasen a ocurrir los siguientes eventos:

A.  La revolución bolivariana gana con una brecha a favor que impide hablar de una victoria contundente (300.000-600.000 votos) que implica:

  • la imposibilidad de profundizar la revolución y el Socialismo Bolivariano, dada una victoria bolivariana de carácter “pírrico” (con poco margen); que desencadene una modificación del cuadro de fuerzas que obligue a negociar e incluso, a perder espacios importantes de poder en las elecciones regionales y municipales.
  • Mas grave aún, la posibilidad de “no reconocimiento” de su victoria por actores internacionales y de oposición (acciones de desobediencia y resistencia civil), que desemboque en una situación de ingobernabilidad, desestabilización e intento de fractura del país (¿Un arco territorial de oposición en la región electoral clave centro-occidental y andina del país, incluyendo estados limítrofes con Colombia, junto a un eje clave oriental debilitado?

B.  Una brecha en contra de la candidatura de la Revolución Bolivariana aún pequeña (300.000 votos ó más), ventajosa para la oposición lo cual implica una alteración profunda de las relaciones de fuerzas, colocando a la MUD como Actor-Gobierno, con consecuencias profundas en la cohesión y definición de medios de lucha de los actores, movimientos y fuerzas que apoyan la Revolución Bolivariana, incluyendo importantes espacios institucionales como la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y el TSJ.

En fin, inquieta que la opinión política de vastos sectores del llamado “Chavismo” siga presa de la enfermedad senil del electoralismo, del espejismo del “triunfalismo bolivariano”, los cuales conllevarían a legitimar una victoria no suficientemente contundente de la opción bolivariana, que tendía como efecto  reconocer que la revolución ha sido “bloqueada” o “interrumpida” y por tanto, tras bastidores del poder, a negociar-ceder espacios y decisiones a factores de presión nacionales e internacionales asociados a la acumulación capitalista y la dominación imperial, que cerrarían “por ahora” la posibilidad de cualquier “transición socialista”.

De este modo, se consolidaría una transición interna en el campo bolivariano hacia figuras destacadas de los sectores  “desarrollistas” y “social-reformistas” articulados a la llamada “derecha endógena”, o a la “boli-burguesía” tanto “privada” como de Estado, fortaleciendo una trayectoria hacia el Capitalismo Rentista de Estado (realmente existente), incluyendo cierta retórica de redistribución populista-clientelar (Trayectoria “Pan y Circo”).

Así, el llamado “socialismo del siglo XXI” ocupará el lugar que “se merece” para las voces de los actores “desarrollistas”: una ensoñación, un elemento decorativo, un “aggiornamiento” para consumo ideológico de segmentos de izquierda, arrimados pasivamente al centro de poder “desarrollista”, como actores subordinados y de reparto, como “bufones ideológicos” o “micro-fracciones de choque” impregnadas de una fuerte dosis de sectarismo. La “revolución bolivariana” viraría inevitablemente hacia la derecha bonapartista (como ocurrió, por cierto, luego de la salida de Perón y Velasco Alvarado de la ecuación del poder).

Si ese fuese el papel de la izquierda dentro de un “gobierno bolivariano”, ya con una orientación ideológica y una dirección política de derecha (aunque cubierta de retórica hacia la lealtad al Comandante-Presidente), culminaría su ciclo histórico de carencia de iniciativa política y ético-intelectual. La izquierda “arrimada” al proceso sería ya una izquierda exhausta, de carácter parasitario.

Si en cambio, los sectores de izquierda del proceso bolivariano avanzan en la doble tarea de construir la hegemonía ideológica interna del Gran Polo Patriótico, junto a la acumulación de espacios, recursos de poder y centros estrategicos de decisión, podrían avanzar en la reconducción radicalmente democrática de la revolución bolivariana hacia el logro de la democracia socialista del siglo XXI (revolución democrática y socialista), disminuyendo a su vez la influencia de aquellas corrientes que no dudamos en llamar de sectarias, burocraticas y estalinistas, que aún siguen presas del infantilismo autoritario de izquierda, con su apego apasionado al Socialismo Burocrático del siglo XX.

Un escenario que fortaleciera a los sectores de derecha o a la doxa sectario-estalinista, implicaría “perder la estrategia revolucionaria aún ganando la batalla táctica-electoral”, conformándose el campo bolivariano con una “victoria pírrica”, o peor aún, creando las condiciones para mantener factores de presión conspirativos (internos y externos), e incluso una agenda de injerencia directa sobre Venezuela. Tampoco convendía llamar a una victoría contundente si el proyecto socialista no es más que una figura de despotismo burocrático anclado en la izquierda despótica o estalinista. Estas son las coordenadas ideológicas internas de la encrucijada crítica (9).

De este modo, para la revolución bolivariana sólo hay una meta posible para avanzar: una victoria contundente en el terreno estratégico y táctico para una revolución democrática y socialista ininterrumpida, lo cual no implica ningún infantilismo ultra-izquierdista, sino un uso consistente de las reformas radicales para avanzar en la hegemonía popular y democrática radical en el proceso de acumulación de fuerzas, mientras que para la oposición hay dos resultados con consecuencias favorables para su proceso de “acumulación de fuerzas”:

a) Que la oposición gane estratégicamente, aún perdiendo la batalla táctica-electoral de las “Presidenciales”, obligando al “chavismo” a negociar espacios de poder y su proyecto estratégico, lo cual la obliga a mantener su cohesión a toda costa a pesar de su derrota “pírrica”, “dudosa” y con severas sospechas de “fraude” (el expediente del “ventajismo oficialista” y la “duda razonable de fraude” serán excusas para mantener su cohesión interna como ocurrió luego del referendo revocatorio del año 2004);

b) Que la oposición gane estratégica y tácticamente (aun con estrecho margen), lo que generará consecuencias imprevisibles para el mantenimiento de la unidad y liderazgo de las fuerzas sociales y políticas que apoyan el proceso bolivariano, agravada esta situación si ocurriese una evolución desfavorable de la salud del Presidente Chávez, que pondría en vilo la unidad político-ideológica del llamado campo bolivariano.

Como es posible observar, no hay un terreno favorable para cantar victoria anticipadamente. La victoria contundente se conquistará políticamente de acuerdo a las estrategias acertadas de la campaña electoral desplegadas no por la imposición unilateral de una línea desde arriba, sino por el compromiso de las fuerzas, movimientos y partidos que apuestan a la construcción de un bloque popular-bolivariano para el nuevo socialismo del siglo XXI.

III.- Adiós a las encuestas triunfalistas:

Las encuestas “triunfalistas” contrastan con un dato histórico incuestionable: la pérdida arrítmica de una franja importante del voto bolivariano desde el año 2007, junto con el crecimiento gradual y sostenido del voto opositor. Entonces, ¿en que datos confiar: en las encuestas o en la tendencia histórico-electoral?

Siguiendo las interpretaciones basadas en encuestas, y extrapolando sus fotografías a un posible escenario electoral, la mayoría de las encuestadoras dan ganador a Chávez con un margen de 18 a 27 puntos. Con estas brechas, hay quienes se han aventurado a señalar que, por mucho que se desgaste la opción bolivariana hasta llegar al 7-O, no puede llegar a ser suficiente para ser derrotada en ese momento. Es decir, hablan de una “victoria irreversible”.

Esta última interpretación no sólo es audaz estadísticamente, sino temeraria y errada en política comparada, dado que hay casos históricos documentados en los cuales las encuestas fallaron (o las manipularon deliberadamente para crear efectos políticos) como Francia, España, Nicaragua ([10]), y más recientemente, Colombia (11).

Por tanto, conviene reiterar que las encuestas son instrumentos falibles, no deterministas, sometidos a las vicisitudes de la fluidez presente en la situación política. Utilizadas como armas electorales (efectos “Bandwagon-arrastre mayoritario” y “Underdog-identificación con los que parten en desventaja”), no siempre generan los resultados esperados.  

Un zorro viejo de las asesorías electorales como Joseph Napolitan, ha dicho que la teoría, generalmente aceptada, de que mucha gente vota al presunto ganador de unas elecciones por estar con quien gana, es falsa (generalizar como una ley de comportamiento electoral el llamado “efecto Bandwagon”).

Las operaciones de filtración de encuestas a la prensa demostrando que un candidato va por delante de los demás, esperando que los electores se movilicen para estar con el ganador, no siempre conducen al resultado esperado. Hay casos donde ocurre precisamente lo contrario. Los seguidores de un candidato que no tiene la victoria asegurada suelen trabajar más en la campaña, mientras que los seguidores del candidato que tiene las “elecciones ganadas” tienden a confiarse y se movilizan menos (Efecto “opio triunfalista” o “dormirse en los laureles”).

De tal manera que el uso indiscriminado de propaganda política centrada en encuestas para desmoralizar al adversario, mellar su ánimo y provocar nerviosismo para que cometan errores; puede tener como consecuencia un efecto-boomerang que termine desmovilizando a las propias bases de apoyo electoral.

Incluso conviene reconocer, en este contexto de discusión, que el presidente Chávez ha comenzado a hacer reiterados llamados a evitar el “triunfalismo”, pero a la vez sus estructuras político-electorales y el sistema de medios públicos insisten en una campaña de sustituir la “realidad del voto” por el “simulacro de las encuestas triunfalistas”.

Aquí hay una clara disonancia, pues si la candidatura de la oposición es tan “majunche” (tal como la brecha de esas encuestas lo plantea), ¿por qué hay que trabajar muy duro y evitar el triunfalismo? Obviamente la respuesta popular es la más apropiada: ¡por si acaso! Pero este “por si acaso” puede encubrir que desde factores del alto gobierno se este abusando de la táctica del efecto de “arrastre mayoritario”.

Desde nuestro punto de vista, la alta dirección del proceso “a puerta cerrada” no tiene elementos de certeza sobre la debilidad opositora, o peor aún, reconoce en sus fueros internos que la fortaleza propia está disminuida; que el año 2010 fue la campanada de alerta para reconocer que hay un voto duro anti-chavista (a pesar de la desastrosa actividad parlamentaria opositora en el seno de la AN desde entonces) que opera como el “agua mansa”, que tiene capacidad de contagio y penetración en los sectores no alienados; y que la campaña de contacto personal y pausado, es la estrategia correcta para multiplicar los “3 millones movilizados” en las primarias de oposición. Es decir, que a pesar de las encuestas triunfalistas, es improbable que se repitan los resultados electorales del año 2006.

Es decir, se desconoce a ciencia cierta, cuál es el techo de movilización del voto-rechazo y oculto contra el chavismo, explícito o implícito, así como el comportamiento de los no alineados para cada uno de los estratos sociales, edades y regiones del país. Esto ha generado las disonancias que cualquier observador desconectado del fanatismo apasionado puede corroborar en las declaraciones de los últimos días:

  • Chávez pide evitar triunfalismo electoral (Domingo, 27 de mayo de 2012): Según lo reseñó ciudadccs.com, El jefe de Estado afirmó que para darle continuidad a los planes de profundización del modelo socialista en el país es preciso vencer en los comicios presidenciales, y para lograr este objetivo pidió “trabajar mucho” y “no subestimar al adversario”. “Tenemos que ganar las elecciones del 7 de octubre; y para ello, nada de triunfalismos. Nos estamos enfrentando al imperio, a la burguesía y a sus aliados internacionales. No subestimemos al adversario, le vamos a ganar por nocaut, pero hay que trabajar mucho. Todos unidos, nada de personalismos, nada de grupismos, nada de infantilismos, es la patria la que está en juego”, expresó. Chávez recomendó quitar la vista de lo que se ha hecho en los últimos años. “Lo que tenemos que cuidar más es lo que vamos a hacer en el futuro. Hay que cerrarle el paso a la burguesía y obtener la gran victoria del 7 de octubre.” (12)
  • “Chávez: Ganar las elecciones va a requerir mucho trabajo, nada de triunfalismos.” (28 de mayo de 2012): “De cara a los comicios presidenciales del próximo 07 de octubre, el primer mandatario nacional, Hugo Chávez Frías, pidió no subestimar al adversario. Indicó que "ganar las elecciones requerirá de mucho trabajo", por lo que exhortó a todos los sectores que lo apoyan a estar "unidos por encima de diferencias". “Tenemos que ganar las elecciones del 7 de octubre y eso va a requerir mucho trabajo, nada de triunfalismos, cuidado con que ya ganamos, no, no, no, nos estamos enfrentando al imperio, nos estamos enfrentando a la burguesía y sus aliados internacionales, que tienen mucho poder. No subestimemos al adversario". Aunque el jefe de estado prevé una ardua la batalla para lograr su tercera reelección, afirmó –con seguridad- que ganará "por nocaut" estos comicios presidenciales. De hecho, indicó que ya está trabajando en el plan que su Gobierno prevé ejecutar en el período 2013-2019.” (13)

Por tanto, es preciso hacer un uso riguroso de las encuestas (reconocer su falibilidad y límites para el pronóstico electoral), contrastar la “fluidez situacional” con los parámetros que se infieren del análisis de una tendencia histórico-electoral consolidada. 

A cuatro meses de las elecciones presidenciales, ninguna encuesta seria puede hablar de “resultados irreversibles”, sobre todo si aún existen dudas sobre si la candidatura de Hugo Chávez se mantendrá firme hasta el final de la campaña, y si efectivamente Chávez se va comprometer a realizar una intensa campaña de calle. Repetimos, “las encuestas triunfalistas no votan”.

Quienes han construido un largo aprendizaje en el uso de encuestas saben que no son un instrumento de proyección electoral totalmente confiables, sino una fotografía de un momento particular del estado de la opinión, que parte del análisis de una muestra representativa construida con rigor estadístico o de muestras no representativas con estimaciones cualitativas, que puede cambiar con respecto al de otro momento de elección (14). 

También se sabe que aquellas encuestas que se comentan en los medios, contribuyen en alguna medida a las campañas políticas hacia una u otra tendencia. De manera que las encuestas tienen influencia sobre la campaña política, pero es ésta finalmente la que define efectivamente si las preferencias de los votantes mantienen cierta correspondencia con las tendencias electorales que han consolidado históricamente los clivajes de apoyo/rechazo hacia las candidaturas, sus mensajes, liderazgos y programas.

Este hecho incluso es aceptado por factores asesores de la candidatura de oposición, quienes reconocen (también a puerta cerrada) que “tomando decisiones con base a encuestas”, consideraron como improbable una recuperación de Chávez (2002, 2008); y llegaron a suponer que cambios en las maniobras tácticas, una acertada campaña de movilización y articulación de políticas de inclusión social, no sería suficiente para remontar los datos de las encuestas.

Sin embargo esto sucedió, Chávez remontó las encuestas opositoras (2004, 2009) y conquistó victorias importantes para la continuidad de su proyecto estratégico (2004, 2009). En el caso de la Enmienda Constitucional de 2009: “(…) el Presidente logró voltear las tendencias, y los 14 puntos de desventaja que tenía en la encuesta terminada el día 16-12-2008 (Datanalisis) se convirtieron en un triunfo por 10 puntos de ventaja en 60 días. En el caso del Referendo Revocatorio Presidencial del 15-08-2004, el vuelco fue aún mayor: la oposición ganaba con 38 puntos porcentuales un año antes de la votación, por 18 puntos, cinco meses antes de la votación (marzo 2004) y aún así perdió por 16 puntos”. (Gil Yépez; 2011, 48-49)

  •  Por tanto, aún si Chávez y la revolución bolivariana parten con ventaja en las encuestas, tienen necesariamente que transformarla en un resultado electoral que construya una victoria contundente (8%-14%), pues:
  •  Las votaciones se ganan combinando una maximización de fortalezas y aciertos propios, aprovechando a la vez las debilidades y errores de los adversarios.
  •  Aun partiendo de ventajas en las encuestas, la revolución bolivariana puede generar una cascada de errores si mantiene el “opio triunfalista” (“Camarón que se duerme se lo lleva la corriente”), púes las brechas entre gobierno y oposición se han cerrado riesgosamente en eventos electorales recientes (2007, 2010). La tendencia electoral plantea que en ciertos bastiones territoriales (como lo veremos con los datos que presentaremos), hay equilibrio de fuerzas, e incluso una ventaja hacia la oposición.
  • La oposición radical puede aprovechar eventuales contingencias para introducir a partir del apoyo de dispositivos poli-mediáticos, la “matriz del fraude” o de “duda razonable hacia el resultado electoral” (eufemismos), así como la activación de acciones de desobediencia, protesta y resistencia, ante la “imposibilidad estadística” de que Chávez sea Presidente Constitucional si perdió “el corredor electoral principal del país”.

En tal sentido, uno de los escenarios a considerar es el de no reconocimiento del resultado electoral del 7-O, hecho que puede condimentarse de elementos que aparecen en el ambiente, como lo reseñado en las declaraciones del actual Ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica Héctor Navarro (15): “No descarto un apagón el 7-O”: “No podemos descartar, en el ambiente político en el cual estamos, intentos de crear confusión. Por ejemplo, yo no descartaría que intentaran un apagón el 7 de octubre para que no funcionen las máquinas. Ojo, y el que tiene la mano segura, no tranca. Si tú estas ganando, no vas a trancar el juego, ¿entonces quién está interesado en trancarlo?”

Imaginemos por un momento, no sólo un intento de impedir el funcionamiento del dispositivo electoral, sino que incluso en el momento de totalizar los resultados y darlos a conocer a la opinión pública, ocurra un apagón generalizado o localizado en ciertos estados que aumente la probabilidad de darle fuerza a la “matriz del fraude”. De allí a la movilización de desobediencia, utilizando como “carne de cañón” al segmento más radicalizado de la “masa crítica opositora” hay un sólo paso. Son escenarios a considerar para elaborar adecuados planes de contingencia.

IV.- El saldo organizativo y programático para la transición socialista:

Aunque Chávez y la revolución bolivariana parten con ventaja en las encuestas (porque hay encuestas mas ó menos confiables que así lo reconocen), vale la pena preguntarse por las razones por las cuales las victorias electorales (van al menos 13 procesos electorales victoriosos) no se han transformado en un saldo político-organizativo con clara orientación programática para construir la transición al socialismo bolivariano, participativo y democrático-radical. ¿Por qué a cada victoria, desde 2004 al menos, no lo acompaña un avance en la construcción del socialismo bolivariano y en su proceso de acumulación de fuerzas “organizadas, movilizadas y concientes”?

Tampoco basta afirmar que se trata de triunfos basados exclusivamente en el reparto pragmático de la renta petrolera junto al carisma determinante del líder bolivariano. Más bien se trata (junto a las variables anteriores)  de ventajas construidas por la eficacia de planes integrales de acción política para la coyuntura electoral (¿electoralismo?), que han impactado simultáneamente aspectos económicos, sociales, políticos, jurídicos, diplomáticos y militares, en función de una recuperación del proceso de acumulación de fuerzas electorales y recursos de poder para el campo bolivariano (“contra-ataque”). Pero hasta allí.

Un énfasis en el momento electoral no ha permitido un salto cualitativo en lo organizativo, programático, en la política de movilización, en las tareas políticas revolucionarias y en la construcción deliberante de la ideología del nuevo socialismo, planteando abiertamente el debate de su diferencia específica con relación a la variante del socialismo burocrático del siglo XX.

Lo que hay son inercias, calco y copia ideológica, burocratismo, sectarismo y consolidación de las lógicas del poder constituido. El proceso de cooptación (cuando no de exclusión, discriminación y minimización) de las voces críticas que invocan el poder constituyente es continuo y sistemático, son engullidas por la lógica burocrática, cargos y prebendas desde el poder constituido. En vez de una revolución democrática y socialista ininterrumpida, se trata de actuar y pensar bajo la pragmática de una “razón de gobierno”, cuando no de la históricamente reaccionaria “Razón de Estado”.

Allí hay un verdadero problema que nos remite a una vieja historia: la institucionalización de la revolución, cuyo patético ejemplo es el priismo (PRI) en México, para no mencionar el famoso “Estado obrero con deformaciones burocráticas” (Lenin) o el “termidor estalinista” (Trotsky). Algunos hablan de “Saturno devorando a sus hijos”, o la “historia de la razón que construye monstruos”, pero lo cierto es que no hay construcción de liderazgos colectivos bolivarianos, ni de un frente amplio de fuerzas sociales y políticas revolucionarias. Lo que hay es gobierno-Chávez, “bolivarianismo” devenido en “chavismo”, y “socialismo nominal” devenido en copia mala del estatismo de las experiencias  del socialismo burocrático del siglo XX, cuando no una repetición (como comedía, diría Marx) del viejo populismo estatista del siglo XX. Obviamente “de esto no se habla” en tiempos electorales, a menos que como planteara Merleau-Ponty (en su texto: “Humanismo y Terror”), se quiera caer en el terreno de las “traiciones objetivas”.

Esto puede explicar la permanente conducta reactiva y el bloqueo político estratégico de la revolución bolivariana a la hora de imaginar y pensar formas de transición post-capitalistas más allá de calcar y copiar guiones-modelos de socialismo que no han logrado crear mayores espacios de liberación, justicia, democracia radical y alteridad (una consigna cínica podría ser: ¡Vivamos del “Capitalismo Rentista de Estado”, mientras llega el horizonte del Socialismo del siglo XXI!).

En vez de creatividad intelectual e iniciativa política, tenemos reflejos condicionados, guiones del siglo XX. En vez de ataque, contra-ataque. En fin una política triste, que no entusiasma a casi nadie. De allí que sea fundamental comprender las condiciones para que exista un renacimiento del entusiasmo revolucionario, para salir del pantano de las acciones reactivas, para salir del bloqueo, de una revolución interrumpida.

No se trata sólo del efecto de ofensivas o campañas de derecha o imperiales, como Chávez recuerda las palabras de Fidel sobre este tema (Alo Presidente ([16]) programa Nº 359. Monte Piedad, parroquia 23 de Enero, Domingo, 30 de mayo de 2010):

 “(…) fíjate entonces Diosdado, digo esto porque a veces yo veo y yo siento que la Revolución se pone como a la defensiva, ¿eh?, porque esta gente ataca duro. ¡Ah!, la mejor defensa cuál es, el ataque, o como dijo Fidel un día, “Huguito, la mejor defensa para ti, Chávez, no es el ataque, sino el contra-ataque”. Que ellos ataquen primero, es como cuando uno es buen bateador, dale un strike pues, a ver, tira ahí tu “rabo ‘e cochino”, a ver, sin desespero, darle un strike ahí. Como cuando pichaba Diosdado, Guasipati, uno le daba hasta dos strike. Yo a Diosdado le daba dos strike, lo único que él tenía era una curvita ahí más o menos que había que tenerle cuidado. Bueno, entonces no permitamos que nos pongan a la defensiva, los ministros, voceros de la Revolución, los canales de la Revolución, los líderes populares.”

Por tanto, la continuidad de los planes de acción política con un fuerte impacto electoral, no han generado un impulso político-estratégico acumulado para profundizar la revolución bolivariana en un claro sentido de Nuevo Socialismo con profundo contenido democrático radical, sino que ha recaído en los convencionales “esquemas de gobernabilidad”, o “gestión de la revolución”, anclados en la meta: “mantenerse en el poder constituido” o “institucionalizar la revolución”; es decir, pasar de la lógica de la “revolución” a una lógica de la “gobernabilidad burguesa”: marcada por el rentismo, la corrupción, el clientelismo y el burocrátismo; o incluso a maquillar tal situación con un discurso del Socialismo Burocrático del siglo XX, que coloca a la revolución no sólo en una encrucijada crítica, sino bajo la imagen de un “tren descarrilado”.

Este hecho quedó patentemente manifiesto en el cuadro político que acompañó las elecciones parlamentarias del año 2010, con los resultados ya conocidos, constituyéndose en la sombra que aún asecha los escenarios electorales de 2012 (¿Quién dijo “victoria contundente” en el año 2010?). Y no por la eclosión de una alternativa opositora con un proyecto-país, sino por la significativa expresión de malestar y descontento contra la situación social, económica y política que se experimentó en los años 2010-2011, apalancando favorablemente el voto anti-gestión chavista, tanto manifiesto como oculto, muy distinto repetimos de un “voto pro-oposición”.

El asunto que hay que analizar es que no se puede correlacionar de manera lineal el “voto anti-gestión chavista” con el “voto pro-oposición”. No es lo mismo preguntar si esta conforme con una gestión gubernamental que preguntar si votaría por un candidato x o y de la oposición. ¿O si?

V.- Cuidado con el voto-rechazo y oculto:

Mientras los resultados de las primarias de oposición permiten analizar las preferencias hacía las diversas opciones ideológicas, mensajes, liderazgos, papel de maquinarias y programas, para el caso de la elección Chávez contra Carriles, hay energías movilizadas que no sólo son de apoyo/aceptación de la candidatura opositora, sino también de profundo rechazo/malestar hacia diversos focos de gestión del gobierno bolivariano, además de la tensión y conflictos propios de fuerzas que se mueven en el seno de la Revolución Bolivariana, e incluso del papel de los no alineados en la evaluación de una oferta “chavista” que en estos segmentos se les identifica con dos aspectos negativos: a) los mismos vicios de la Cuarta República, b) una propuesta de socialismo autoritario que desconoce el puralismo y la libertad en sus valores fundantes.

Por tanto, a la vez que hay que enfrentar la sombra del triunfalismo, también hay que enfrentar la sombra del voto oculto-rechazo, dada la ineficacia-ineficiencia de la acción de gobierno bolivariano, sobremanera en misiones bandera que han dejado de reportar los apoyos y beneficios que en sus comienzos dieron para apalancar el entusiasmo popular hacia la revolución bolivariana. Por tanto, el fantasma del voto oculto puede aparecer a última hora, dejando a las empresas encuestadoras mal paradas con relación a sus pronósticos “triunfalistas”. Hay que destacar el estado de ánimo, sentimientos, pensamientos y actitudes de los votantes el mismo día 7-O, como efecto de la evaluación (con una “racionalidad apasionada”) enmarcada por estrategias de campaña confrontadas en diversos “temas” y “campos de batalla”.

También llama la atención un fenómeno inédito poco comentado. De acuerdo a las “encuestas triunfalistas”, parecen haber desaparecido los llamados segmentos Ni-Ni, cuando fueron uno de los fenómenos más relevantes de estudio a partir de los resultados del año 2007. Las preguntas sobre autodefinición política y sobre identificación partidista en las encuestas muestran una sospechosa disminución de los porcentajes de los llamados Ni-Ni, junto a un correlativo aumento de la identificación partidista, o mejor dicho: de los no alineados con la polarización. Aquí hay algo que no cuadra.

Por arte de magia estadística ha desaparecido el llamado “tercer país”. Se echa por tierra aquel enunciado que afirma: "Existen los chavistas, los antichavistas y un tercer grupo, el más numeroso, el menos conocido, el que definirá las elecciones presidenciales de octubre: los `no alineados’.  Como Marielena, que votaba por Chávez, pero ahora no sabe. O Walter, que nunca lo votó, pero la oposición lo seduce cada vez menos".  "Venezuela: el tercer país". (Revista Anfibia. Mayo de 2012. En un artículo/crónica publicado en la revista Anfibia. www.revistaanfibia.com), fechado el 15 de mayo de 2012 y firmado por la periodista Liza López y el politólogo John Magdaleno.

Como han planteado en la misma onda Rigoberto Lanz y Alex Fergusson en el espacio “A Tres Manos” (publicado por el diario El Nacional),  se ha insistido en el error que significa considerar al país como expresión exclusiva de dos polos ideológico-políticos enfrentados. Esta visión simplificadora puede generar severos prejuicios cognitivos, limitar el análisis de la realidad electoral del país. En contraste con esta hipótesis del tercer país, Chávez se ha inclinado por hacer énfasis en que en Venezuela sólo hay dos polos:

“Hay dos polos en Venezuela claramente definidos: aquí estamos los socialistas, los patriotas, que somos la gran mayoría, la Venezuela que trabaja y aquí están los engañadores de oficio, tratando de morder para acá, es una estrategia, y unos asesores, y unos cálculos y una matemática, pero se van a estrellar aquí (…)”

“Trabajar, sumar fuerzas de todo tipo, las fuerzas patrióticas, fuerzas constructivas, las fuerzas socialistas; la burguesía que haga lo que tiene que hacer, aquí sólo hay dos opciones: la opción apátrida que pretende convertir a Venezuela en una colonia yanqui y el proyecto de Patria, revolución democrática, socialista, estamos obligados a vencer, obligados a demoler desde el punto de vista político, ideológico y moral a las fuerzas retrógradas de la burguesía.”(17)

Conviene tomar en consideración estos hechos con cierta cautela. La llamada re-polarización como línea estratégica del PSUV implica: “Un proceso de este tipo crearía las condiciones para reunificar y, sobre todo, ampliar la base popular que sustenta a la Revolución (obreros, campesinos, pobladores, estudiantes) y para lograr alianzas con sectores patrióticos de la clase media profesional, de la cultura, del deporte y de pequeños y medianos empresarios honestos.”(Líneas estratégicas de acción política del PSUV).

Sin embargo, la alta dirección del PSUV se ha mostrado en la práctica incapaz, e incluso hostil, a una política hegemónica en términos gramscianos; es decir, a desplegar una adecuada política de alianzas abriendo la caracterización del proyecto socialista democrático a la deliberación e inclusión de demandas de diversos grupos, sectores, clases y movimientos sociales. Su modo de existencia como partido-maquinaria sigue repitiendo las inercias de la vieja cultura del aparato de izquierda, etiquetar despectivamente a todas aquellas individualidades, corrientes y movimientos que no se conforman a una línea de pensamiento y acción inflexible y sin matices como si fuesesn pro-oligárquicos, contra-revolucionarios  o pitiyanquis.

Obviamente, a una estructura ideológica de tal naturaleza, le cuesta trabajo aceptar que existen los llamados “no alineados”, que se puede y debe trabajar políticamente para incluir sus demandas y aspiraciones, para que en este mismo proceso se logre democratizar el horizonte ideológico de la revolución bolivariana; es decir, construir con quienes se plantean alianzas, la identificación de los “puntos nodales” del proceso de articulación política para una re-polarización mayoritaria, pues no hay 4 millones y medio de oligarcas (Fidel Castro dixit). Si no se construyen mayorías políticas, ¿cómo se pretende avanzar en un Socialismo comprendido como revolución democrática constituyente, como democracia socialista, protagónica y participativa?

Lo cierto es que hay en Venezuela, personas que le huyen justamente a las etiquetas inflexibles o a una doctrina ideológica codificada por unos “sacerdotes” de no se sabe que “templo órfico”. Mientras exista una presión mediática para colocarse etiquetas y estereotipos, aquí hay gente que sigue justificando que no es de ninguno de los dos bandos. Si fueran dos o tres “pela-gatos”, esto no tendría significación electoral, pero resulta que constituyen un tercio de venezolanos y venezolanas que se sienten en el medio de una batalla entre dos ejércitos políticos con estereotipos extremadamente coagulados y sectarios de “nosotros contra los otros”:

“Muchos de los que habitan en este tercer país son hijos del desencanto. Hijos de la violencia política, del choque simbólico entre los dos bloques, del no reconocimiento del otro como interlocutor legítimo. Son hijos de la intolerancia política, intolerancia que evidentemente ha sido modelada en los últimos trece años por el liderazgo del Gobierno y de la oposición. Por esto les cuesta tanto aproximarse a los habitantes de los otros dos países.” (Revista Anfibia; Ibid)

Extraño fenómeno éste de las encuestas triunfalistas: ¡han asesinado simbólicamente a los no alineados! ¡Misterios de la ciencia!


VI.- Tampoco hay que olvidar ni minimizar que están presentes agendas conspirativas cuyos intereses son de claro alcance geopolítico:

Por otra parte, luce una candidez política el hecho de minimizar la oportunidad que se presenta para la oposición radical en el despliegue de agendas conspirativas en el año 2012 (antes, durante e inmediatamente después del 7-0). La invisibilidad de las agendas conspirativas depende de los sistemas de atención selectiva y procesamiento de inteligencia política que el propio campo bolivariano presenta. Allí también la ilusión triunfalista de las encuestas opera como “bruma”; es decir, como auto-encubrimiento, minimización o subestimación de amenazas. Sin embargo, vale la pena recordar algunos indicios que apuntan en otra dirección.

El estudio del Internacional Crisis Group (18) de fecha 17 de agosto de 2011 plantea que Venezuela es ya “uno de los países más peligrosos de América Latina”, y que “podría ingresar a una espiral de violencia aún mayor de cara a las elecciones del próximo año, ante la creciente polarización política, la gran cantidad de armas en las calles y la incertidumbre creada por la enfermedad del presidente Hugo Chávez”.

La identificación de este riesgo latente se articula directamente a denuncias recientes (9-5-2012) de Henry Ramos Allup-AD (19) quien aseguró desde Miami que Venezuela podría enfrentarse a un conflicto civil interno en medio de las elecciones presidenciales que se avecinan. Ramos Allup afirmó que las altas esferas del gobierno venezolano preparan un plan para sabotear los comicios del mes de octubre y sostuvo que “el partido de gobierno en Venezuela, ya asumió públicamente la posibilidad de que haya un proceso electoral sin la presencia de Chávez”.

Según Ramos Allup dentro del plan estaría “ejecutar cualquier plan de desorden civil para justificar la irrupción de las fuerzas armadas para mantener el orden”. El dirigente de AD se refirió al “papel de las fuerzas armadas”, en Venezuela, y condenó que “muchos de sus miembros avalen que actualmente funcionarios del gobierno del presidente Hugo Chávez estén preparando con armas a integrantes y grupos de la sociedad civil para una posible confrontación”. Dice Ramos Allup:

“Colectivos armados con los fusiles rusos, unos conocidos ampliamente como La Piedrita, y otros en plena formación serían los encargados de generar caos social, mediante tumultos, asaltos, saqueos, secuestros.  Todo con el fin de que los militares deban asumir el control y se suspendan las elecciones en Venezuela”.

Además, Ramos Allup declaró que “la lucha interna por la sucesión continúa, pero que el partido de gobierno (PSUV) es consciente de que el único que genera votos para ellos es el presidente enfermo”.

Llama poderosamente la atención la coherencia estructural (desde el punto de vista del análisis crítico del discurso) de estas declaraciones frente a lo contenido en el informe del Internacional Crisis Group del año 2011 pués éste ultimo afirma : “en los venideros meses (…) política gubernamental de armar a sus seguidores para defender la revolución y el discurso incendiario de Chávez.”

Así mismo: “Las condiciones están dadas para que las posibilidades del uso de la violencia sean muy reales”, comentó Mark Schneider, vicepresidente principal de ICG. “Con la presencia de grupos ilegales armados que han sido respaldados por el gobierno, la existencia de un ambiente en el que ya se registra una enorme cantidad de violencia […], la incertidumbre con relación a la salud de Chávez, y con todas las personas que rodean a Chávez diciendo que ellos no aceptarían un gobierno de la oposición, Venezuela es un campo de madera seca que puede incendiarse con la menor chispa”.

Hay que tomar seriamente en cuenta esta última metáfora: “un campo de madera seca que puede incendiarse con la menor chispa”. Sobre todo si contrastamos esta declaración con lo dicho por otro ferviente opositor a Chávez Carlos Blanco, antiguo ministro de CAP (El Universal; Tiempo de Palabra, 6-5-2012) tan sólo tres días antes de la declaración de Henry Ramos Allup:

“Los presagios que plantea el eclipse del caudillo son ominosos. Venezuela ha sido ultra-polarizada por el bochinche bolivariano y la paja seca que recubre el país puede no soportar incólume un chispazo. La idea que se ha instalado en muchos, según la cual la revolución (o salir de ella) necesita un bautizo -que ya sería Confirmación- de sangre, es una aterradora posibilidad que no debe ser asumida como inevitable. La salida de Chávez de la escena ha sido progresiva y, probablemente, irreversible. Sin hacer predicciones sobre su vida, lo cierto es que el combate contra el cáncer requiere una concentración de esfuerzos, de energía existencial y de tiempo, que sacan a Chávez de la escena. Si es mañana o es pasado, no se sabe -ni siquiera él lo sabe. Lo cierto es que se difumina su poder.”

Y más adelante: “EL PELIGRO. Venezuela vive un tiempo peligroso. Las separaciones son tan grandes, las rabias tan intensas, las pérdidas tan dolorosas y el odio tan a flor de piel que están incubadas algunas de las condiciones para una salida sangrienta. En el seno del régimen se alistan fuerzas paramilitares para que cuando el día sea llegado den cuenta -así lo pretenden- de los dirigentes opositores. Aunque del lado opositor no hay poder de fuego hay quienes ven inevitable un desenlace en el cual los sectores institucionales de la FAN van a tener que retomar el control también a sangre y fuego. Cuando la salida violenta se instala en el alma y en el entendimiento de una porción importante de los dirigentes la probabilidad de su ocurrencia aumenta. El deber de quienes saben lo que ha costado -en vidas y bienes- a los pueblos que han jugado con candela es impedir un desenlace similar. En este momento el chavismo no tiene fuerza para aplastar a la oposición democrática, menos aún sin la presencia de Chávez. La oposición democrática tampoco tiene fuerza para aspirar al destierro del chavismo. Esta realidad impone un camino intermedio que incluye la salida electoral pero también un entendimiento”.

Un llamado al entendimiento que parte del reconocimiento del equilibrio dinámico de fuerzas en confrontación, que depende de la autoreferencia y los sesgos ideológicos, cognitivos y emocionales de las direcciones políticas. Algo parecido sucedió para viabilizar el referendo revocatorio del año 2004, con participación de la OEA y el Centro Carter. Pero, ¿es posible una experiencia de negociación política de esta naturaleza en estas condiciones? La pregunta queda colgada en un ambiente de desconfianza mutua en las actuales circunstancias, pues se hacen cálculos estratégicos jugando con la variable: estado de salud del Presidente Chávez.

De acuerdo al ICG “Chávez y sus aliados han contribuido directamente con el escenario al armar a civiles y al hacer uso de una retórica incendiaria contra los opositores”. “El fantasma de la violencia política ha sido invocado en varias ocasiones por el presidente venezolano, quien ha señalado más de una vez que los militares no aceptarían un gobierno que no fuera el suyo”. “Chávez declaró que una oposición en el gobierno trataría de “echar de la Fuerza Armada a todos los que apoyan a Chávez, y se les alzarían los militares”. También advirtió que él no tendría como contener una “revolución violenta” si la oposición ganara los comicios.”

Continua el ICG: “En este entorno político candente, la violencia política se ha mantenido hasta el momento más como una amenaza latente que como una realidad. Sin embargo, a medida que el país se dirige hacia lo que promete ser una contienda presidencial extremadamente reñida, donde habrá mucho en juego para ambos bandos, este equilibrio frágil podría desmoronarse”.

Y para aquellos que se preguntan cuando será el zarpazo de derecha (20), surgen algunas pistas: “Además, la incertidumbre provocada por la enfermedad del presidente ha exacerbado las perspectivas a corto y mediano plazo. El mayor peligro probablemente surgirá después de las elecciones, independientemente de quién gane, pues los niveles persistentes de violencia tienden a minar la continuidad pacífica del régimen, la entrega del poder a un sucesor o cualquier otro arreglo transicional”.

Schneider (ICG) dijo que ante los riesgos de un enfrentamiento armado, los diferentes actores políticos venezolanos deberían hacer un esfuerzo para reducir el tono de agresividad presente en gran parte de la retórica política. “Estamos preocupados porque la retórica de ambos lados ha sido agresiva (…) Todos deberían ser cuidadosos, suavizar la retórica y comprometerse al respeto de la constitución”.

Si a este guión de profecías de violencia le agregamos las declaraciones del General Douglas Fraser del Comando  Sur de los EE.UU sobre posibles 'turbulencias' en Cuba, Venezuela y Bolivia, ya la “bruma triunfalista” comienza a disiparse y llega a lucir un tanto tardía la decisión de instalar el Comando Anti-golpe (21):

“La conspiración está en marcha”, advirtió Chávez. Por eso “no se trata solo de ganar las elecciones” el 7 de octubre, sino de “neutralizar el plan fascista desde ahora mismo”.

¿Dijo usted plan fascista? No debemos olvidar otro dato histórico. No ha existido en América latina hasta ahora, gobierno nacionalista alguno, con claras orientaciones de izquierda, que no haya sido sometido al acoso y derribo por la maquinaria imperial-pentagonista. En transmisión conjunta de radio y televisión, Chávez narró que la decisión de crear un Comando anti-golpe la tomó producto de las lecturas y las reflexiones a raíz de los 10 años del golpe de Estado del 11 de abril de 2002. Sobre su estructuración Chávez mencionó que:

“Ese comando cívico-militar “va a ser elaborar en las próximas semanas el plan especial anti-golpe, un plan integral que tiene que ver con todos los ámbitos de la realidad nacional”. Ese grupo abordará no solo los problemas de orden público, sino de la economía y otros ámbitos de la vida nacional. “Tiene que ver con la respuesta que nosotros daríamos en profundidad contra esta burguesía que se cree más allá de la Constitución, más allá de las leyes”. “Estamos obligados a estar alertas todos estos días y meses por venir, sobre todo ante la coyuntura de las elecciones presidenciales que ganaremos por nocaut el 7 de octubre de este año”.

Para un connotado militar retirado perteneciente a la oposición venezolana como Fernando Ocho Antich (21 ) el recién creado comando es un “comando pro-golpe”:

“Esa es la verdad. Él surge como respuesta a una nueva situación política que se caracteriza por los siguientes factores: la decisión de Hugo Chávez de ser candidato aún con riesgo de perder la vida; su natural debilitamiento electoral como consecuencia a su imposibilidad de hacer campaña y al cansancio de su imagen después de trece años de fracasos; y el innegable crecimiento de la popularidad de Henrique Capriles. Esta realidad tiene angustiado al chavismo. La abusiva campaña de medios diseñada para destruir la imagen del candidato opositor y la publicación de encuestas amañadas no ha logrado detener su fortalecimiento electoral. De allí la decisión de crear el comando anti-golpe.”

“No es fácil entender los objetivos de este comando, ya que no conocemos ni a sus integrantes, ni su organización. Lo que sí hemos empezado a percibir es el diseño de un solo y coherente mensaje en todo el oficialismo para denunciar la supuesta conspiración de la oposición (…) De todas maneras percibo que detrás de esa maniobra debe haber algo más. El hecho de que el tema de la conspiración se haya vuelto casi el centro de la campaña de Hugo Chávez me da mala espina. No le veo suficiente relevancia para alcanzar esa importancia. Me he puesto a reflexionar sobre el asunto para tratar de relacionar la acusación que se hace contra la oposición, la conspiración permanente de Rangel, con un conjunto de rumores que circulan en la opinión pública. Se habla de una reunión del general Henry Rangel Silva con los colectivos urbanos de Caracas en el Parque Central. En sus palabras dicen que resaltó la vinculación existente de la Fuerza Armada con el pueblo. Al mismo tiempo circulan rumores de que se preparan hechos violentos en Caracas con la finalidad de poder justificar una posible suspensión de las elecciones (…) la creación del Comando antigolpe debe alertar a la oposición. Hugo Chávez se va a jugar el poder el 7 de octubre. Hará lo que sea necesario para no perderlo. Eso hay que saberlo. Además, no se puede olvidar que fue capaz de provocar la crisis del 11 de abril sin importarle las consecuencias. La oposición debe prepararse para enfrentar cualquier maniobra desestabilizadora, rechazar con gran fuerza, nacional e internacionalmente, la acusación de que prepara una conspiración y señalar que no le es posible reconocer previamente la legitimidad de las elecciones porque no existen suficientes condiciones de equidad debido al permanente abuso de poder del régimen chavista. Eso sí, el 7 de octubre nos corresponde a los venezolanos de vocación democrática asistir masivamente a votar y estar decidido a lanzarse a la calle para hacer respetar la voluntad popular.”

Otro tanto plantea el Cnel (r) José Machillanda Pinto, Dr. en Ciencias Políticas y miembro de la Fundación Centro de Estudios de Política Proyectiva-CEPPRO  (23) es su trabajo: “Comando Anti-Golpe y Fantasma político”(11-5-2012):

“El Comando Antigolpe anunciado estruendosamente desde el balcón del Pueblo por el presidente Chávez es un fantasma político propio de las elucubraciones y contradicciones entre el imaginario clausewitziano y el imaginario político real de Chávez que, como respuesta política desesperada al pronunciamiento de Aponte Aponte, pretende ser una reacción como gobierno a la posibilidad de que tanto Venezuela como el régimen sean calificados como Estado Forajido. Estado Forajido al quedar evidenciada la directa y estrecha relación del Estado venezolano y su gobierno con el narcotráfico para convertirse en una amenaza internacional como Hispanic Narcotrafikers o Estado Criminal.”

“El Comando Antigolpe es una reacción primitiva y militarista que asume Chávez como político que entiende la necesidad de realizar una operación retardatriz, simulando la política como una operación militar de defensa en donde se encuentra cercado por las confesiones y acusaciones de su magistrado estrella, felón, cobarde y alevoso coronel, vergüenza de la Guardia Nacional, quien al verificar la presencia del sicariato, se llenó de pánico y traicionó a su “cartel” con tal de salvarse. Chávez en su “defensa”, empleando su imaginario clausewitziano cree que con el Comando Antigolpe podrá ganar tiempo, pero más que eso y sobre todo, logrará distraer, desviar y embrollar el momento político electoral que desde el 12F le es adverso, asunto que tanto él como Cuba lo saben. Su reacción frente al “Pronunciamiento”, además de la creación del “fantasma político del Comando Antigolpe”, lo completa declarando el abandono de Venezuela de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y creando el Consejo de Estado.”

“En consecuencia probablemente el Comando Antigolpe fungiría como un órgano subrepticio, subyacente, secreto, de vigilancia sobre la cúpula militar claudicante que ya es percibida como una amenaza en el proceso electoral presidencial. El Comando Antigolpe bien pudiera ser un instrumento para el Presidente que, en su Ausencia Temporal Indefinida, requiere de un elemento de mayor control sobre el grupo de hombres de uniforme adherientes, que han abandonado las filas de la institución para convertirse en activistas políticos sin tampoco comprender la finta del presidente Chávez.”

“Chávez como político es un golpista y por influencia del soft power cubano ha evolucionado hacia la pretensión hegemónica, capaz de crear fantasmas políticos, con lo cual logra desviar la opinión pública. La sociedad venezolana en consecuencia necesita ser una sociedad crítica, rigurosa en los análisis de carácter político, promotora de una mejor y mayor cultura política que le permita una visión sólida en la defensa de la democracia, con lo que podrá orillar, por inconstitucional y primitiva la amenaza militar notoria que exhibe Chávez con generales y almirantes que trastocadamente creen en una posible amenaza de golpe de Estado el 7-O.”

Estos y otros indicios han llevado a posicionar la tesis del golpe, del “escenario no electoral”:

“En Venezuela se prepara un hecho cruento. Es inminente, las probabilidades son altísimas, no sabemos qué características tendrá, las variantes son muchas. Podríamos decir que la agresión ya está en marcha, todos los días aparece un componente nuevo. La pregunta es ¿cuándo lanzarán el zarpazo?, ¿cuándo les conviene a los diferentes grupos de poder gringo?, ¿quién impondrá sus intereses? La pregunta sigue siendo ¿cuándo se atreverán?, ¿cómo nos preparamos para defender la Patria en las elecciones donde debemos barrer a los gringos?, y ¿cómo impedir que se concreten otros escenarios?” (http://www.revolucionomuerte.org/index.php/editorial/5165-icuando)

Como es fácil percibir, los actores participantes le atribuyen  intencionalidades conspirativas a sus oponentes, lo cual nos lleva a concluir que aquí todos los actores involucrados están manejando “agendas veladas y planes B”; es decir, que si Fernando Ochoa Antich declara abiertamente que “no le es posible reconocer previamente la legitimidad de las elecciones porque no existen suficientes condiciones de equidad debido al permanente abuso de poder del régimen chavista” y que “el 7 de octubre nos corresponde a los venezolanos de vocación democrática asistir masivamente a votar y estar decidido a lanzarse a la calle para hacer respetar la voluntad popular”, es preciso prestarle oido fino a esta ultima enunciación: “estar decidido a lanzarse a la calle para hacer respetar la voluntad popular”. Enunciados sutiles esos que transfiguran la subjetividad del “nos corresponde…” por un “…estar decidido a lanzarse a la calle…”. ¿Quiénes serán la carne de cañón (masa crítica de maniobra disponible) de la protesta contra el “fraude anticipado”?

De acuerdo al reportaje ampliamente debatido del periodista Hernan Lugo Galicia (25): El Comando Carabobo dictó líneas a jefes de campañas regionales a puerta cerrada en la Sala Plenaria de Parque Central, donde se reveló que se preparan para tres escenarios con miras a las elecciones del 7-0: "Con un (Hugo) Chávez debilitado, sin Chávez y la suspensión de los comicios", debido al clima político.

“El coordinador de la comisión de planificación y evaluación del comando, Wilmar Castro Soteldo, expuso ante los 23 jefes regionales de campaña (18 gobernadores y 5 candidatos estadales del PSUV), diputados y directores estadales del partido las 3 virtuales situaciones que puedan enfrentar en los próximos 5 meses, debido, entre otras, a la enfermedad de Hugo Chávez.”

Uno de los hechos que más se destacó en este reportaje fue la aceptación de debido a la situación de salud de Chávez “cualquier conflicto se puede desatar”. Esta opinión contrasta con la línea comunicacional oficial que plantea que “Chávez está bien, se recupera satisfactoriamente" (Elías Jaua, Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez, dixit) y que confían en ganar en octubre.

En su intervención Castro Soteldo precisó que hay tres unidades estratégicas en el comando Carabobo: medición y planificación; inteligencia y contrainteligencia y, por supuesto, la unidad antigolpe. “La tarea nuestra es garantizar el menor costo (esfuerzo) al líder. Hasta ahora la respuesta nuestra ha sido reactiva, sin armas estratégicas para enfrentar la campaña mediática de que estamos en presencia de un `Estado fallido’ y de un narco Estado. Por eso vemos las muertes selectivas, por ejemplo, de Jesús Aguilarte y del general Moreno. No se puede descartar que asesinen a Eladio Aponte Aponte y que tapen la muerte de Aguilarte y de Moreno. Este señor (Aponte Aponte) sabe cosas y puede decirlas”.

La “unidad antigolpe” tendría la función de recopilar información clave que reportará al presidente Chávez, indicó. “Este comando tiene que ser de combate”, pues para catro Soteldo la oposición prepara "operaciones psicológicas", una supuesta guerra sucia contra el Gobierno y Chávez en un intento de quitarle el apoyo de sectores populares. Como es posible constatar hay temas extremadamente delicados (declaraciones de Rangel Silva sobre elecciones en Venezuela (26), el caso Aponte Aponte, Makled, entre otros) que enrarecen el clima de la campaña electoral.


De acuerdo a la reseña del Diario Ultimas Noticias, publicada el 8 de noviembre de 2010, el nuevo ministro para la Defensa, Henry Rangel Silva declaró en una entrevista que las Fuerzas Armadas Nacionales estaban "casadas con el proyecto político socialista" y que la llegada de un gobierno diferente al chavismo a Venezuela era inaceptable, declaración que despertó múltiples reacciones nacionales e internacionales.  Sus declaraciones produjeron reacciones de rechazo incluso fuera de los círculos opositores; laInternacional Socialista consideró "inaceptables" estas declaraciones, así como el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que las tachó de "graves". La reacción del gobierno venezolano fue de completo apoyo a Rangel, el Presidente Chávez lo llamó un "militar digno", y a los pocos días lo ascendió a General en jefe.


"La Fuerza Armada Nacional no tiene lealtades a medias sino completas hacia un pueblo, un proyecto de vida y un Comandante en Jefe. Nos casamos con este proyecto de país".

“El jefe del Comando Estratégico Operacional (CEO), M/G Henry Rangel Silva, aseguró que en un hipotético gobierno de la oposición a partir de 2012 y un intento por desmantelar al sector castrense, habría una reacción tanto de los uniformados como del pueblo, que sentiría que le quitan algo.”

En entrevista con Últimas Noticias, Rangel Silva insistió en que sectores que adversan al presidente Hugo Chávez continúan sus ataques contra la institución armada y algunos de sus dirigentes: "Para muchos hay algunos líderes militares que no les son convenientes y (dicen) que hay que sacarlos del camino".

"Los ataques están en la agenda de la oposición. El elemento Fuerza Armada históricamente ha sido utilizado para de alguna manera derrocar gobiernos... Ellos actúan apoyados por terceros países y eso afecta el nacionalismo. La hipótesis (de un gobierno de la oposición) es difícil, sería vender al país, eso no lo va a aceptar la gente, la FAN no, y el pueblo menos…”.


El impacto de esta entrevista en el campo opositor llevó a arraigar una tesis sostenida hasta la actualidad (26) por sectores radicales de la masa crítica opositora, así como por dirigentes de los partidos políticos:

“El movimiento juvenil de Operación Libertad acudirá el día de hoy al Consejo Nacional Electoral para solicitar formalmente mediante un documento de amparo hacia el gobierno nacional, la remoción del General Henry Rangel Silva como custodio del proceso electoral y de plan república para las próximas elecciones presidenciales.” (Reporte confidencial; 29 de Mayo de 2012)

“Pablo Pérez exige sacar a Rangel Silva del Plan República. No vamos a poner a zamuro a cuidar carne. Ya Rangel Silva dio unas declaraciones diciendo que no va a reconocer los resultados y no va a ser él quien va a cuidar las actas de la victoria popular que le vamos a dar al pueblo cuando derrotemos el 7 de octubre a Chávez o a su candidato. Tiene que nombrar otro que garantice confianza y pulcritud en el proceso electoral" (27) (El Universal, domingo 22 de enero de 2012) 

Y para complejizar el escenario geopolítico, hay que tomar en cuenta la denuncia de la exsenadora colombiana Piedad Córdoba (28) quien dijo que en la frontera colombo-venezolana hay una “situación de desestabilización” que atribuye a “una estrategia de defensa” del exmandatario de su país Álvaro Uribe, quien, aseguró, siente “un odio visceral” contra el mandatario venezolano, Hugo Chávez:

“Para mí, la situación de las fronteras es una estrategia de defensa de Uribe que está haciendo creer a la gente que nos está defendiendo del dictador y lo que ha pasado en los últimos días es supremamente grave”. Uribe “anda como loco peligrosamente” porque desde ayer, asegura, “empieza a salir a flote la versión de que hay un grupo de exmilitares que están pensando en un golpe de Estado en Colombia” con la idea de desestabilizar toda la región.

Apuntó, además, que la frontera entre las dos naciones será “el teatro de guerra, el teatro electoral” pues ahí se encuentra la mayor presencia de paramilitares e importantes enclaves económicos. Para la exsenadora, la oposición venezolana está vinculada con Uribe y aseguró que la campaña electoral del exmandatario colombiano era “exactamente igual” a la que desarrolla el candidato que confrontará al presidente venezolano, Hugo Chávez, en las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre, Henrique Capriles Radonski.

“El diseño de la campaña la hizo la misma persona, la asesoría de campaña la hizo la misma persona y fuera de eso hay equipos de trabajo con empresarios, y con empresarios colombianos que tienen mucho interés en el petróleo”.

Uribe ha lanzado en los últimos días reiteradas acusaciones a Chávez de proteger a los cabecillas de las FARC y del narcotráfico, e incluso ha acusado a su sucesor, Juan Manuel Santos, de buscar un acuerdo con las FARC a través de la “dictadura” del gobernante de Venezuela. Aunque Capriles pidió a Uribe que no “se meta” en el proceso electoral del país, una petición que extendió a todos los jefes de Estado, y dijo que los venezolanos no necesitan consejos de “Colombia ni tampoco de Cuba”; el tema ha encendido diversas alarmas, pues lo que está en juego ya no es un proceso electoral sino una potencial amenaza geopolítica que tiene marca registrada: parapolítica.

VII.- Comienzan a hacerse explícitos los ataques al arbitro electoral:

Mientras algunos analistas suponen que aquí no pasará nada sino un ritual electoral más, Chávez reiteró que las venezolanas y los venezolanos no se enfrentarán, el 7 de octubre, a unos partidos políticos que van a jugar limpio el juego democrático. No. Son los mismos fascistas del 11 de abril.”

Unos anticipan fraude y llamado a la revuelta-desobediencia social, otros anticipan que la derecha radical “no jugará limpio en democracia”. Para Chávez, a Capriles no lo pusieron allí para ganar las elecciones”, sino para “tratar de ser de nuevo uno de los activadores del nuevo plan, de la nueva conspiración desestabilizadora y golpista”.

De esta manera Chávez repite la consigna popular: “todo 11 tendría su 13”, mientras Capriles dijo que “todo 13 tiene su 7 de octubre”. ¿Será muchacho pa´bobo este Carriles como planteó Chávez, o nos estará lanzando a la cara un mensaje cifrado cuya lectura es: ustedes volvieron pero nosotros finalmente llegaremos? ¿Y cómo? ¿Lanzándose a la calle para hacer respetar la voluntad popular?

Mientras Chávez ha reiterado que reconocería un resultado adverso en los comicios del 7 de octubre, voceros de la oposición condicionan su respuesta  e incluso llegan al desparpajo de plantear el mismo guión de Ochoa Antich: “no le es posible reconocer previamente la legitimidad de las elecciones porque no existen suficientes condiciones de equidad debido al permanente abuso de poder del régimen chavista”.

En esta misma línea discursiva Diego Arría (29) lamenta que ante el clima de incertidumbre que se cierne sobre el proceso de votación del próximo 7 de octubre; el Consejo Nacional Electoral no responde a las dudas de los venezolanos, ni mucho menos, tranquilice a la población. Arria solicita auditoria independiente, también lo hace un grupo coordinado por el ex rector del CNE articulado orgánicamente a sectores radicales de la oposición como Ezequiel Zamora. Como reseña el 24 de mayo de 2002 el diario El Nacional: “Comando Venezuela se reunirá con técnicos electorales de organizaciones civiles. ONG hacen propuestas a la MUD para corregir el Registro Electoral. Esdata y Voto Limpio exigen la colocación de precintos de seguridad y códigos a la tinta indeleble. Cuestionaron la implementación del SAI.”

En pocas palabras, representantes de ONG “que defienden el derecho al sufragio” cuestionaron el crecimiento exponencial de la data del REP y la proliferación de centros con menos de tres mesas de votación. Argumentaron que ambos elementos propician el ventajismo del sector oficial. ¿Estimados lectores y lectoras, ustedes están leyendo en profundidad?

El hecho que el CNE haya logrado incluir prácticamente a todos los ciudadanos aptos para votar (96,5%), así como incrementando el número de centros de votación de 8.278 en 2000 a 14.025 en 2011, facilitando el voto a los ciudadanos que viven en áreas o pertenecen a comunidades tradicionalmente excluidas, como barrios urbanos pobres, comunidades rurales, indígenas y/o afro-venezolanas, es interpretado por las ONG que “defienden el derecho al sufragio” como “ventajismo del sector oficial”.

La vicepresidenta del Poder Electoral, Rectora Sandra Oblitas, ha anunciado la publicación del Registro Electoral definitivo prevista para el 25 de junio de acuerdo con el cronograma electoral. Resaltó que en la Jornada Especial de Inscripción y Actualización de datos en el Registro Electoral que llevó adelante el CNE desde julio de 2011 hasta abril de 2012, se registraron 4 millones 857 mil 916 movimientos de actualización de datos y 1 millón 451 mil  959 nuevos inscritos, para un total de 19 millones 119 mil 809 electoras y electores inscritos en el Registro Electoral.

A este tipo de logros, las ONG de oposición las denominan "Deficiencias e Irregularidades del Sistema Electoral.” Una de las innovaciones sobre la automatización de los procesos electorales corresponde al uso del “Sistema de Autenticación Integral, SAI”, porque para las ONG´S al establecer la conexión entre el dispositivo de capta-huellas y la máquina de votación se viola el principio de secreto del voto. Sin embargo, los representantes del Comando Venezuela ante el CNE han dicho que el Consejo Nacional Electoral garantizará el secreto del voto, y negó la posibilidad de pedir que la utilización del sistema SAI sea postergada para otra elección. Estas diferencias no son menores, pero inciden en la matriz de desconfianza hacia el CNE, que ha sido un argumento manido para denunciar reiteradamente “el fraude de Chávez a la voluntad popular”.

Esta explosiva combinación de acciones para desacreditar al CNE, llamar a la calle a “hacer respetar la voluntad popular” y afirmar que “el gobierno tiene un plan violento”, forman parte de un engranaje que conduce a los juegos de guerra del “Comando Sur” con sus “potenciales turbulencias geopolíticas”. Douglas Fraser (30) ha dicho el 7 de marzo de 2012 que las mismas podrían tener “un impacto sobre ciudadanos y militares estadounidenses en la región”, lo cual coloca a estas turbulencias como “amenazas a la seguridad de los EE.UU”.

Por otra parte, Chávez ha afirmado que las constantes críticas de la oposición venezolana al Consejo Nacional Electoral (CNE) forman parte de una medida "desesperada": "Eso forma parte de una estrategia desestabilizadora, quiero hacer un llamado, unir fuerzas para neutralizar esa estrategia de la contrarrevolución desesperada, hay que respetar al árbitro".

La oposición ha planteado diversas posturas frente al CNE, entre ellas, las críticas al Registro Electoral y ahora se enfilan contra el Sistema de Autenticación Integrado (SAI), dispositivo biométrico que da fe de la identidad de los electores, impidiendo así la usurpación y fraudes como el doble voto: "Es importante insistir en el respeto al árbitro electoral, la contrarrevolución sigue atacando al CNE, inventan que si esto, que si aquello, que no hay garantía. Eso forma parte de una estrategia desestabilizadora", alertó Chávez.

La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, ha dicho que las garantías para las elecciones están dadas. El sistema de votación venezolano es 100% auditable. La incorporación del SAI representa un nuevo elemento que puede ser objeto de revisión, además de los cuadernos electorales.

VIII.- El Comando Sur y el Centro Carter: ¿Policía malo y policía bueno?

Así mismo, el Gral. Fraser también ha mostrado su preocupación por la “falta de cooperación de Venezuela contra el narcotráfico”, justamente en momentos cuando se escalaba el conflicto del magistrado Aponte Aponte y se entraba de lleno en los pormenores del caso Makled. Fraser señaló directamente: “Las actividades criminales se extienden dentro del gobierno venezolano”, recordando que el Tesoro estadounidense ya impuso sanciones al actual Ministro de Defensa, Henry Rangel Silva, y otros cinco funcionarios por “vínculos con el narcotráfico y la guerrilla colombiana de las FARC”.

El cuadro electoral venezolano se intoxica entonces de turbulencias geopolíticas y graves casos del fenémeno etiquetado como “narco-terrorismo”, según el léxico de establishment norteamericano. Para colmo, también el Centro Carter “teme violencia en Venezuela ante posible resultado reñido en las elecciones del 7-O”:

“Un resultado reñido en las elecciones de octubre en Venezuela que no sea aceptado por la parte perdedora puede desembocar en violencia”. (Centro Carter-Jernnifer Lynn McCoy; 6-03-2012).

También el Centro Carter habla de riesgos potenciales en ciernes, y si se presentase una elección (presidencial) reñida,  “será muy importante la confianza en el sistema electoral”. Pareciera que todos los caminos conducen a los mismos “nudos críticos”: “Si el perdedor, sea cual sea, cuestiona esos resultados, eso puede abrir la puerta a que facciones radicales en ambos campos respondan de forma más violenta” (McCoy). Ahora bien, ¿cómo persuadir a facciones radicales de ambos campos a utilizar la violencia, si la misma McCoy afirma que a pesar de que hay estándares para unas elecciones, no hay una línea clara sobre cuándo deben ser consideradas aceptables o no. Tienes que mirar todos los componentes? ¿Cual voz reconocerá que los resultados pueden ser considerados aceptables o no si el CNE es considerada por las facciones radicales de la oposición como la “oficina electoral del gobierno”?

A quienes no ven indicios de desestabilización, resistencia civil y desobediencia como clima del 7-O, es preciso recordarle las claras respuestas de Diego Arría durante el debate de las primarias de oposición: “¿Cómo lograr la unidad y la reconciliación en el país? A esto el precandidato afirmó que tiene una “visión distinta de cómo enfrentar el problema institucional en Venezuela y debe empezar por enfrentar al Consejo Nacional Electora (CNE) porque es la oficina electoral de Hugo Chávez, si no lo enfrentamos podemos caer como inocentes el 7 de octubre”. Arria propuso “refundar la república” y explicó que esto quiere decir “ponerle fin a este gobierno perverso militarista y esto no es posible sin una Asamblea Constituyente”.” (31 )

Es cierto también que las candidaturas a primarias opositoras con tonos radicales contra el CNE como las de Diego Arría (37.834 votos), Pablo Medina (14.561 votos) y Maria Corina Machado (110.420) representaron sólo el 5,35 % del total de participación de votantes opositores en las primarias (3.040.449). Pero también es cierto que facciones radicales pueden tratar de generar un clima de agitación y desestabilización para “pescar en río revuelto”.

Sin embargo, Como ha planteado en diferente modo el opositor  a Chávez Cnel (r) José Machillanda Pinto: “El ejercicio y ejecución de la desobediencia civil y la desobediencia cívica (Paquot, 2006) constituyen entonces un nuevo momento político de enfrentamiento entre el anacrónico comunismo y la democracia en Venezuela. La desobediencia constituye la reacción legítima de la sociedad que se niega frente a la regresión democrática (Schedler, 1998) a tolerar la imposición de la estadolatría por parte de un grupo de militares golpistas que desprecian la historia y asumen que con el soporte de la fuerza armada como poder podrían dominar la voluntad y la acción social y política de la mayoría de los venezolanos que creen en la defensa de la democracia liberal.

No hay que descartar entonces que florezcan en debida oportunidad, los discursos sobre resistencia civil, desobediencia cívica aquellos que conocemos como síndrome-350; es decir, lo que sólo invocan a la Constitución para interpretar desde su horizonte de prejuicios ideológicos lo contenido en el artículo 350 de la Constitución:

“Artículo 350. El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.”

Frente a planteamientos genéricos que pretendan justificar el desconocimiento de instituciones y la elección presidencial conviene señalar lo siguiente (¿Do you remember Carmona?): Artículo 138 CRBV. Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos.

Más aún si tomamos con la debida responsabilidad las palabras de alerta de Fidel Castro (32) del día 27 de abril de 2012, que reproducimos a continuación (“Lo que Obama conoce”):

“En lo inmediato, todos los latinoamericanos y de modo especial nuestro país, serán afectados por el proceso que tiene lugar en Venezuela, cuna del Libertador de América.” 

“El enemigo conoce aristas de su carácter (de refiere a Chávez) y multiplica sus esfuerzos destinados a calumniar y golpear al Presidente Chávez. Por mi parte no vacilo en afirmar mi modesta opinión ─emanada de más de medio siglo de lucha─ de que la oligarquía jamás podría gobernar de nuevo ese país. Es por ello preocupante que el Gobierno de Estados Unidos haya decidido en tales circunstancias promover el derrocamiento del Gobierno bolivariano.”

“Por otro lado, insistir en la calumniosa campaña de que en la alta dirección del Gobierno bolivariano existe una desesperada lucha por la toma del mando del gobierno revolucionario si el Presidente no logra superar su enfermedad, es una grosera mentira. Por el contrario, he podido observar la más estrecha unidad de la dirección de la Revolución Bolivariana.” 

"Un error de Obama, en tales circunstancias, puede ocasionar un río de sangre en Venezuela. La sangre venezolana, es sangre ecuatoriana, brasileña, argentina, boliviana, chilena, uruguaya, centroamericana, dominicana y cubana. Hay que partir de esta realidad, al analizar la situación política de Venezuela.” 

Las palabras de Fidel Castro alertan sobre un objetivo suficientemente claro: “Es por ello preocupante que el Gobierno de Estados Unidos haya decidido en tales circunstancias (la situación de salud de Chávez) promover el derrocamiento del Gobierno bolivariano”.

En este contexto, no parecen nada casuales las opiniones sistemáticamente vertidas en la misma dirección de promover abiertamente el derrocamiento de Chávez por el ya conocido Roger Noriega (quien fue Secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental en el presidente George W. Bush; es decir, responsable de la gestión de la política exterior de EE.UU. y la promoción de los intereses estadounidenses en la región) cuando habla de una “Transición Tóxica” (33 ):

“Miembros de la familia de Chávez y algunos amigos cercanos están furiosos de que los cubanos estén manipulando la megalomanía de Chávez para convencerlo de que el sustento de su “revolución” es más importante que prolongar su vida. Mientras tanto, en Caracas, los líderes corruptos militares están tratando de consolidar sus posiciones y orquestando su supervivencia política como si Chávez ya hubiera muerto.”

“Líderes despiadados de  La Habana están obsesionados con la transición en Caracas para poder garantizar el abastecimiento de petróleo y la ayuda económica que recibe la isla caribeña. Existe una mala relación entre los hermanos Castro y el cuadro militar que se está haciendo cargo en Caracas. El nuevo presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, sabe que Fidel Castro convenció a Chávez de marginarlo desde hace varios años. El nuevo ministro de Defensa, Henry Rangel Silva, está convencido de que Castro lo entregará a él y a otros narco-militares con el fin de apaciguar a los EE.UU. y evitar cualquier escrutinio. En efecto, el régimen de Castro está preocupado de que estos jefes militares híper-corruptos se conviertan en la imagen principal de la sucesión chavista, por lo que parecen inclinarse hacia un régimen dirigido por civiles que aplaque a la comunidad internacional y que sea sumisa a La Habana.”

“A pesar de que Cabello y sus seguidores creen que pueden orquestar una victoria para Chávez, están preocupados de que si su jefe enfermo aparece débil y frágil en la campaña electoral, las oportunidades del candidato opositor, Henrique Capriles Radonski, pudieran ser peligrosas.”

“Si Chávez muere antes de las elecciones del 7 de octubre, los narco-generales creen que promover una candidatura alterna pudiera ser un riesgo innecesario. Esta evaluación los pone en un camino difícil con Chávez y sus colaboradores más cercanos. El famoso operador político brasileño Joao Santana, y que en su momento asesoro al expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ya  ha comenzado a asesorar a Nicolás Maduro para sustituir a Chávez. Sin embargo, después de la muerte de Chávez, será extraordinariamente difícil para Maduro el poder convencer a Cabello y a los narco-generales que lo dejen competir en las elecciones de otoño y que tome las riendas de la transición.”

“Por ahora, los chavistas quieren ponderar su unidad a toda costa, pero los actores clave están conspirando unos contra otros para posicionarse como herederos naturales de Chávez. Debido a que ninguno de ellos cree que cualquier sucesor  puede igualar el carisma de Chávez, Cabello y su grupo harán hincapié en su eficiencia para controlar y mantener el poder y minar el atractivo electoral de Maduro.”

“Debido a la indiferencia de Washington y de la comunidad interamericana, los narco-generales creen que sus posibilidades de mantener una sucesión chavista han mejorado. Chávez y Cabello han calculado que los Estados Unidos está demasiado distraído por la crisis iraní y el aumento en los precios de la gasolina como para interferir con las maquinaciones antidemocráticas en Venezuela. La oposición también ha evitado cualquier acercamiento con los Estados Unidos, lo que hace que una alternativa democrática sea prácticamente invisible para la administración de Obama.”

Un grupo bipartidista en el Congreso de EE.UU. está prestando mucha atención a las intenciones de Irán en Venezuela y pudiera movilizarse rápidamente para rechazar tácticas de mano dura por parte de los chavistas. Si una ofensiva violenta surge de este narco-estado tan cerca de las fronteras de Estados Unidos, la Casa Blanca ya no será capaz de evitar un desastre en Venezuela.

Si a estas apreciaciones de personalidades reconocidas con dilatada trayectoria y roce geopolítico mundial le agregamos el análisis del investigador norteamericano James Petras (34) no podemos sino afirmar que las elecciones en Venezuela no son nada convencionales, son unas elecciones en vilo:

“El analista estadounidense dijo que el Presidente Barack Obama, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el director de la CIA, León Panetta, planean la caída del Gobierno de Chávez. El Gobierno estadounidense está planeando derrocar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tras la imposibilidad de la victoria de la oposición en las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre, ha revelado este lunes James Petras, académico y analista político de Estados Unidos: "Es evidente. Todas las encuestas muestran que Chávez tiene entre un 20 y un 30 por ciento de margen de ventaja sobre la derecha y su candidato, (Henrique) Capriles”, declaró Petras después de ser preguntado sobre la situación preelectoral venezolana durante una entrevista con la emisora Radio Centenario de Uruguay.”

“El analista estadounidense dijo que el presidente norteamericano, Barack Obama, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), León Panetta, planean la caída del Gobierno de Chávez, pero no podrán lograrlo, "por eso ahora están en la línea de varias intrigas".

“A juicio de Petras, al principio, los estadounidenses tratarán de descalificar la victoria, después, tratarán de desestabilizar el Gobierno y luego van a intentar acciones para provocar la violencia.”

“El analista internacional indicó que la Central de Inteligencia Americana (CIA), los Servicios Secretos norteamericanos y sus brazos políticos "están buscando una forma de generar descontento y desestabilización en el país".”

“(…) afirmó en el programa Trinchera que transmite YVKE Mundial, que hay una gran frustración en el círculo de la Casa Blanca, pues ratificaban que en Venezuela, el jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez, sufriría un desgaste. En contraposición, los últimos sondeos demuestran el gran margen del líder de la Revolución frente Henrique Capriles Radonski, confirmando así, su imposible derrota en las próximas elecciones.”

“Por tal motivo, Petras indicó que la Central de Inteligencia Americana (CIA), los Servicios Secretos norteamericanos y sus brazos políticos “están buscando una forma de generar descontento y desestabilización en el país, en aras de afectar el proceso electoral del próximo 7 de octubre y calificarlo como fraude”.”

“Durante la entrevista, aseguró que “la información proviene de oficiales. Ellos dicen que no tienen un plan fijo, van a tratar de improvisar en el camino. Mientras tanto siguen canalizando dinero a partir las Organizaciones no Gubernamentales, que son un cinturón de transmisión de la política norteamericana”.”

“Petras consideró que luego de las elecciones, el consenso de Washington no aceptará un resultado democrático en el país: Hemos visto como Obama utiliza un doble discurso en la Cumbre (Américas) diciendo que en Venezuela el resultado será aceptable siempre que sea libre; ahora esa calificación es precisamente la trampa”.

 “Advirtió que la Revolución Bolivariana no deberá pensar simplemente que las organizaciones abiertas o clandestinas canalizan el dinero que financia a la oposición, pues se podrían encontrar empresas fantasmas que servirían de testaferros de cara a los comicios presidenciales.”

“Durante su participación en Trinchera, el analista internacional dijo que las organizaciones de base pueden ser “las orejas y ojos”que protegerán a la Revolución Bolivariana, para así evitar la subversión externa e interna “evidentemente financiada”.”

“Hemos consultado extraoficiales y oficiales en Washington, quienes reconocen un gran margen en favor de Chávez. Ahora, muchos dicen que existe ese margen pero trataron de descalificarlo diciendo que el Gobierno está regalando obras””.

Más recientemente (28-5-2012), James Petras le agrega un elemento todavía más preocupante al cuadro de unas elecciones en vilo:

“La oposición venezolana está muy compleja. Hay un ala electoralista y un ala terrorista, y hay muchos entre las dos tendencias

“Las consultas que hacen los opositores en Colombia, hemos recibido informaciones de que varias figuras de la oposición venezolana están en consulta permanente en Colombia con varios sectores, incluso sectores vinculados con los militares y ex para militares.”

“Creo que el principal peligro es la importación de terroristas colombianos que le sobran, porque Colombia nunca hizo una limpieza ni investigó los grupos paramilitares, ni los lazos entre políticos colombianos y ese sector. Por tanto, creo que es la reserva para fomentar el terrorismo en Venezuela. Tengo noticias de que la última base norteamericana está ubicada a menos de 20 kms de la frontera con Venezuela en el noreste del país. ¿Por qué los Estados Unidos construyen una base militar tan cerca de la frontera con Zulia? Por eso creo que debemos mantenernos alerta de este movimiento de terroristas disfrazados de empresarios y comerciantes que entran y salen, con las facilidades que dan los norteamericanos y su contrapartida colombiana. Es algo para estar en alerta y evitar que intervengan en alguna forma para fomentar el caos y la subversión.” (36)

Chávez había reconocido por su parte el día 28 de mayo de 2012 que Estados Unidos tiene planes para invadir a Venezuela y cuestionó que Colombia permita que Washington instale bases militares en su territorio. Al respecto Chávez señaló que “están ocupando nuestro flanco izquierdo desde el  norte en la Guajira, en el mar Caribe, en Cartagena, hasta el sur, en el (río) Orinoco están disponiendo una fuerza militar yanqui, ahí mismo”.

Para construir un cuadro provisional de éste aspecto del problema (la exploración de los escenarios no electorales), conviene reproducir lo planteado desde la dilatada experiencia en esta materia por el militante revolucionario Carlos Lanz (16-03-2012):

“Partiendo de las tendencias que reflejan las encuestas, donde Capriles Radonsky no logra remontar la ventaja de 25 puntos que le lleva el Cmdte Chávez y los resultados de estudios que estiman que tal distancia no puede ser superada en el poco tiempo que queda para la elecciones, el imperio está impulsando planes desestabilizadores para crear un ambiente enmarcado en “conmociones” o eventos espectaculares que le permita cambiar la actual correlación de fuerza o impida contarse electoralmente el 7 de Octubre:

  • Explotar eventualmente el agravamiento de la enfermedad del presidente y la emergencia del “chavismo sin Chávez”.
  • Aprovechamiento del cualquier desastre natural: inundaciones, terromotos, epidemias.
  • Atentado contra alguna figura opositora o representante público.
  • Apagón general con una duración de más 48 horas.
  • Encadenamiento de conflictos laborales y sociales que alteren las actividades cotidianas de la población.
  • Entrabamiento y sabotaje a la administración pública para anular la capacidad de respuesta.
  • Impugnación del árbitro electoral, articulando denuncias y movilización en torno a temas como: la inscripción, la depuración del registro, el cuestionamiento a las capta huellas y las auditorías, escogencia de los miembros de mesa, ventajismo, todo ello en función de darle marco a la acusación de “fraude”.”

Así mismo, Lanz identifica un conjunto de temas generadores permanentes y eventuales que permite a los actores oponentes planificar y ejecutar operaciones psicológicas: 1.- Escasez de alimentos – “Desabastecimiento Programado”, 2.- Racionamiento y apagones eléctricos, 3.- Inseguridad e incremento de la delincuencia, 4.- Deterioro e insuficiencias de los servicios públicos, 5.- Inflación y alto costo de la vida, 6.- Represión y violación de los derechos humanos, 7.-Ataques a la propiedad privada, 8.- Falta de autonomía de los poderes públicos, 9.- Vinculación con el narcotráfico y el terrorismo, 10.- Nexos con estados forajidos y ejes del mal, 11.- Burocratismo y corrupción.”

Estos temas le dan un encuadre o “framing”a las OPSIC, buscando moldear el mapa cognitivo y emocional de la población o de determinados blancos-audiencia.  Se trataria de una estrategia para “cabalgar” y dar cuenta de los conflictos coyunturales o los sucesos del momento. Este cuadro se complica ante la aparición de hechos de violencia en el occidente del país.

También Carlos Lanz comenta que el 27 de Enero de 2012, públicamente se conocieron algunos pormenores del “Informe de la comunidad de inteligencia de los EEUU”. Este informe –de 30 páginas- contiene una evaluación anual de los retos y amenazas que enfrenta Estados Unidos, de acuerdo a la información obtenida y procesada por la comunidad de inteligencia. Sobre Venezuela y más específicamente sobre la campaña electoral, en dicho informe se señala:

“Una vez que la campaña electoral comience en febrero de 2012, el electorado buscará soluciones para el 25 por ciento de la inflación del país, la generalizada carencia de  alimentos y la escasez de energía, y los galopantes índices de delincuencia y homicidio.”

En este informe están casi telegrafiadas las orientaciones que el imperio plantea explotar en el actual contexto eleccionario: escasez de alimentos y energía, inflación, criminalidad.

Carlos Lanz concluye que los planes de desestabilizadores contra el gobierno bolivariano, las operaciones encubiertas y las OPSIC, quedan subsumidas dentro de la estrategia general descrita anteriormente y contextualizada en nuestro ámbito:

1.- Deslegitimación del proceso, descalificando la obra del gobierno, exaltando fallas y errores. Utilización de los déficits en varias direcciones:

  • Consolidación de una fuerza opositora con mayoría electoral
  • Aislamiento internacional y justificación de una intervención militar
  • Ingobernabilidad y caldo de cultivo para la insurgencia armada interna (guarimba, paramilitarismo, operaciones encubiertas, rebeliones parciales tanto policiales como militares ).

2.-Agudización de las contradicciones, incentivando paros y huelgas, intentando llegar al colapso del aparato productivo.

3.-Impulso de marchas y movilizaciones hacia edificios emblemáticos, que permitan realizar un cerco y presionar el pronunciamiento militar.

4.-Justificación de la organización de operaciones con fuerzas policiales opositoras ( equipos de policías de Miranda y las alcaldías del Hatillo, Baruta, Chacao, por ejemplo) y paramilitares, en coordinación con algunas individualidades militares ( activos y en retiro ).

5.-Realización de acciones de sabotajes, atentados, articuladas a las OPSIC, donde puede estar contemplada una masacre, el magnicidio contra el Cmdte Chávez o un atentado a Capriles Radonsky.

6.-Aprovechamiento de las condiciones de salud del Cmdte para generar un clima de incertidumbre y de ingobernabilidad, como parte de la preparación de un contexto favorable a una salida no electoral.

7.-Crear este clima de ingobernabilidad y de confrontación generalizada, tiene entre sus propósitos paralizar o inhibir el conjunto de las fuerzas militares, lo que permitiría que a través de la lucha callejera y las operaciones especiales, controlar algunas zonas estratégicas al interior de algunas ciudades o regiones del país, particularmente puede permitir el desarrollo del separatismo en la media luna: Táchira, Zulia y desde allí empantanar la situación buscando una intervención de mayor envergadura

En los actuales momentos la campaña promovida por actores oponentes en el plano político, económico y de guerra psicológica, se pueden focalizar en objetivos específicos como parte los preparativos de una salida violenta (escenario B o no electoral) que teóricamente y según la experiencia histórica, combina diversas formas de lucha, teniendo presente que este proceso no es mecánico y puede pasar rápidamente de una forma a otra:

  • Inicialmente prevalece las formas de luchas pacíficas y de empleo de los canales institucionales.
  • Progresivamente se empalma lo anterior con movilizaciones de calle, provocando a la seguridad de Estado y a las FA.
  • La agudización de este proceso hace emerger formas violentas de lucha.
  • Y finalmente, aparecen las formas de lucha armada, como justificación ante la represión, autodefensa, etc.

Aquí es predecible el pase de la denuncia y agitación a la movilización, utilizando puntualmente al llamado “movimiento estudiantil” como fuerza de maniobra.

Esta dinámica puede darle vida a los siguientes escenarios, en la medida que van madurando y desarrollándose los acontecimientos:

A.- Generación de un contexto de máxima presión con la movilización social: marchas, tomas, trancas, paros, huelgas.

B.- Crear una situación de caos y crisis total del país, que genere conflictos, hostilidades, enfrentamientos y violencia. Para ello es indispensable infiltrar personal violento y armado en las movilizaciones, en los conflictos laborales y en las comunidades; participando en acciones directas, creando disturbios.

C.- Fomento del calentamiento de calle y la violencia social como clima de desestabilización general. Como no se trata de un golpe en frío o un alzamiento militar tradicional, se desarrolla un cronograma de acciones en espiral que conduzcan a un punto crítico o estallido final. En nuestro caso es también predecible que en las próximas semanas o meses se va incrementar el cuadro conflictivo.

 

Este ABC de los escenarios, es una reiteración de experiencias exitosas alcanzadas por grupos contrarrevolucionarios en la Europa del Este, empleadas en Libia, y actualmente en desarrollo en Siria, donde la lucha de calle es combinada con grupos de choques armados que atacan cuarteles, copan edificios y sedes gubernamentales.

Por todo lo anterior, para los revolucionarios venezolanos resulta obligante las tareas del momento, articulada con la Batalla de Carabobo del 7 de Octubre:

  • Desenmascarar y confrontar las OPSIC que vienen siendo desarrollada por los actores oponentes al proceso bolivariano, empleando de nuestro lado una Estrategia Comunicativa Integral (ECI).
  • Elevar la capacidad y la calidad de la gestión pública, dando respuesta a las demandas y reclamos de los sectores populares
  • Abortar y confinar los conflictos explotados por fuerzas contrarrevolucionarias.
  • Fortalecer la unidad cívico-militar, impulsando la defensa integral, como un enfoque que pueda confrontar con éxito la nueva estrategia imperial.

Con base a lo planteado por Carlos Lanz y otras fuentes de información disponibles es posible identificar el siguiente cuadro de escenarios no electorales:


Desde esta perspectiva, no hay que dormirse entonces en los laureles de las encuestas triunfalistas.

IX.- ¿Usurpar la Presidencia con un golpe poli-mediático apoyado por factores internacionales?

De todo esto se desprende la posibilidad de construir un simulacro poli-mediático en el cual HCR sea el Presidente elegido en los bastiones poblacionales que componen el principal corredor electoral del país, y con esta situación “cantar victoria” el 7/8-O. De esta manera, se pretendería desconocer al CNE y la probable victoria de Chávez. Esto podría ocurrir si la brecha entre revolución bolivariana y la oposición es cerrada, generando la oportunidad para una “matriz de fraude” y la activación de un plan de desobediencia o resistencia civil.

Recientemente, a sectores de la oposición les cayó como un “balde de agua fría” el informe de Francisco Rodríguez (antiguo asesor de la oficina de asoria económica de la Asamblea Nacional en tiempos de influencia Miquelenista, economista destacado e hijo de Gumersindo Rodriguez (Ex-Mirista), actual asesor del las tesis programáticas de AD), economista venezolano, para el Bank of America, que confirma lo que todas las encuestadoras vienen diciendo: Chávez vuelve a ganar las elecciones y por un margen alto. Sin embargo, no hay que descartar otras opciones.

Para la oposición esto confirmaría que “Venezuela es un país extraño. Cada vez se vuelve más extraño. Casi de vuelta a la época de los indígenas. Echados en la pata de un árbol y que los mantengan. De hecho un país lleno de contradicciones muy aumentadas en estos tiempos de chavismo paternalista y estafador. Hasta el informe sobre el triunfo inapelable de Chávez contiene una contradicción fundamental: la sola posibilidad de que ocurra tumba los bonos de la deuda en casi 4%. Y es así. Mientras más malo más querido.” (36)

La opinión de Elides Rojas pudiera pasar como una opinión más dentro del cuadro de expresiones destempladas (¡así son las pasiones!) del “clima de crispación” (como dirian los diarios españoles) que vive Venezuela, pero resulta que es la opinión del jefe de redacción del diario El Universal, periódico vinculado históricamente a factores de la derecha Venezolana:

“Justo ahora, cuando casi van 14 años de gobierno y todo el mundo sabe para dónde va esto, el hombre está en su tope de popularidad y aprobación de gestión. Pero, ¿qué le aprueban? ¿Dónde está la gran obra? ¿Cuál es el secreto de tanto éxito? Es parte de las contradicciones. Lo que es visible es muy al contrario. Todo se está cayendo, el país se está derrumbando.”

“La consecuencia la está viviendo el país que ama a su verdugo desde hace al menos tres años. Como ocurre siempre, es la gente la que paga las patadas de la revolución. No es ni Fidel ni Uribe. No es el imperio ni Juan Manuel Santos. La gente de Mérida, de Cumaná, de Barquisimeto y hasta la protegida Caracas sin luz, con cortes sin avisar, perdiendo la comida.”

“Así que la ecuación no es tan complicada. Difícil de entender sí, pero al agarrarle el tumbao está listo. Mientras peor vaya el país, mientras los chavistas lo destruyan más, mejor irá la popularidad de micomandante. Raro, pero es así.”

Sólo quedaría resaltar un pequeño detalle, el “país que ama a su verdugo”, parece amar además a un “micomandante”. Así están los “fanatismos apasionados” y su cadena de significantes, como diría cualquier socio-semiótica alerta: unos hablan de “mi-comandante”, otros hablan de un “mico-mandante”. ¿Racismo y endoracismo oculto de la sociedad venezolana?  

Aunque algunos piensen que “ya la derecha lo tiene asumido, aunque no lo pueda decir”, el informe del Bank of America Merryl Linch no puede tomarse como un hecho cumplido, al reconocer en forma indirecta el “inevitable triunfo” de Chávez en octubre (36 ). Caer en este tipo de anticipaciones es, repetimos, un error político muy grave pues desmoviliza, desactiva los sistemas de alerta, genera un efecto dormitivo, desconoce el cuadro real de las relaciones de fuerzas.

Mientras hay opiniones que plantean que la derecha se prepara, en lo inmediato, para negociar con el gobierno no para darle un golpe, se cae en una ingenuidad patente desconocer que este tipo de decisiones no pasan por exclusivamente por la mente de un grupo de banqueros locales, sino que depende de profundas determinaciones geopolíticas. Sin embargo, es conveniente reseñar lo que señala Modesto Guerrero cuando habla:

“Frente a esa probabilidad (el riesgo de que Chávez desaparezca involuntariamente del centro del poder), se reacomoda por lo menos de tres maneras. Está la opción bonapartista-militar, que opta por Diosdado Cabello (Jefe del Congreso y ex Coronel con peso interno en el Ejército). Eso tiene un adelanto de algunos años en la “militarización” de cargos fundamentales. Las comillas quieren decir que acá no hay ocupación militar ni represión a lo Cono sur, solo me refiero a una toma de posición institucional por parte del “partido militar”. Hace unos meses se hizo una encuesta entre cuadros del PSUV y resultaron cinco nombres: ninguno era militar. Desde entonces vemos a Diosdado en el centro de la escena. Es un síntoma. Luego existe otra opción que se prepara para un recambio más colegiado desde del PSUV; allí se habla de posibles figuras de reemplazo: Maduro, Jaua, Giordani, otros, pero también apareció en Consejo de Estado, que puede ser una gran mediación entre estas opciones. Existe una tercera opción que apuesta a un gobierno de coalición con un sector de la burguesía, esta se percibe como minoritaria, pero cuenta con figuras de mucha autoridad histórica como José Vicente Rangel. Y una cuarta opción, de tipo revolucionaria, surgida desde los movimientos sociales y políticos del chavismo radical. Esta última es más reciente y más débil en lo político, pero existe. Sólo Nicolás Maduro es visto como alguien con brillo propio en parte de la base; aunque su luz sea como la de una estrella muy lejana en una galaxia cuyo único sol es Chávez. Esto puede modificarse en forma abrupta, sólo quiero señalar las tendencias.”

En este tipo de caracterizaciones, sin embargo, llama la atención que las distintas opciones se trabajen con base a un presupuesto de “contradicciones antagónicas” en el campo bolivariano, lo cual conduce necesariamente a la hipótesis sucesión-división del “chavismo”, sin considerar precisamnete el despliegue de una política hegemónica en su seno. Sin duda el hecho que existan diferencias, orígenes distintos, planteamientos no siempre conciliables entre estas figuras es un terreno favorable para la existencia de matices y tensiones; pero no necesariamente son una fuente mecánica de antagonismos.

Sin embargo, hay que tomar en consideración esta caracterización de las fuerzas internas como punto de partida para una profundización más rigurosa, al igual que en el tema de la definición del carácter de la revolución bolivariana:

“En estricto sentido, en Venezuela no estamos en presencia de una revolución. Si la hubiera, la discusión sobre la figura presidencial sería otra, la centralidad del movimiento obrero o social sería otro, como suele ser cuando hay revoluciones. Una prueba de esto lo vivimos en 2002. Las acciones revolucionarias del 12, 13 y 14 de abril decidieron las escenas y sus personajes, así como el curso de todo del proceso político. En Venezuela vivimos un profundo y complejo proceso político con aspectos y transformaciones cualitativas, algunas sorprenden por sus desarrollos. Los sectarios no han comprendido nada acá, y los oportunistas se enamoraron más de la cuenta y deforman sus potencialidades para recibir prebendas de la renta petrolera y publicar revistas en el exterior. Pero de conjunto no hay una revolución social. Hubo actos y momentos revolucionarios como los de abril 2002, febrero 2003, febrero y agosto de 2004. Transformaciones maravillosas en salud, educación, la vida campesina, parte de la vida obrera y los barrios pobres, ahora la vivienda. Pero esas realidades no han cambiado el conjunto en forma suficientemente radical, para que sea una revolución. La "revolución bolivariana" es el nombre popular, periodístico, de ese creativo y complejo proceso de transformaciones, el más avanzado vivido en Latinoamérica en la última década.”

La pregunta entonces, es si en medio de estas valoraciones de los procesos de transición al socialismo desde una experiencia nacionalista de izquierda, es posible captar los perfiles de un posible escenario de “no reconocimiento de resultados electorales favorables a la elección de la opción bolivariana”; y por tanto, evitar un nuevo intento de “golpe poli-mediático” de alcance internacional y nacional, articulado a movilizaciones de protesta y desobediencia en bastiones territoriales de la oposición venezolana, con posibles pronunciamientos de actores militares internos (activos y retirados), el hostigamiento de actores internacionales, y hechos de violencia política que pretendan imponer la versión de que el 8 de octubre Venezuela está sumida en una profunda confusión, tensión e incertidumbre ante “el hecho” de un país fracturado con "dos Presidentes".

Como hemos destacado en otro trabajo: “PSUV: LA ILUSIÓN DEL TRIUNFALISMO COMO CONDICIÓN DE LOS ESCENARIOS DE DERROTA ESTRATÉGICA” (39), se hace central desechar todas las ilusiones triunfalistas y el opio de las encuestas electorales, para pasar a un análisis riguroso y descarnado de la situación de la correlación de fuerzas entre el campo bolivariano y el campo opositor, considerando diferentes ámbitos de control y movilización de recursos de poder.

Es preciso preguntarse: ¿Cuál audiencia política puede creer que puede ser derrotada su opción o preferencia electoral en 4 meses si cuenta con una brecha de ventaja de 25-30% (Bandwagon)?¿Cuál audiencia política puede creer que puede ser derrotada su opción o preferencia electoral en 4 meses si cuenta con “información estratégica” que le permite afirmar que las encuestas que le otorgan una amplia ventaja electoral a su oponente son “encuestas chimbas”, y que en este momento lucen “cabeza a cabeza” en la tendencia electoral a pesar de contar con menos recursos de poder (Underdog)?

Es justamente la lucha por fijar una agenda de creencias y expectativas de victoria/derrota lo que esta operando en un cuadro que avanza hacia una más intensa polarización. Sin un análisis pormenorizado de las condiciones de base para un escenario de fractura-país, no hay mapa para la lucha, para la estrategia y la táctica que apunten a la recuperación y reagrupamiento urgente de las fuerzas del proceso popular constituyente y de la revolución bolivariana.

Esto implica las tendencias electorales efectivas en los últimos 8 años: favorables y desfavorables para identificar los bastiones de cada una de las fuerzas que se confrontan electoralmente en el país. Si se avizora un escenario de fractura-país, es preciso construir planes de contingencia para enfrentar una indeseable situación de inestabilidad e ingobernabilidad que ponga en riesgo la convivencia pacífica y democrática en Venezuela, que impida a su vez la construcción de prácticas consustanciadas con las ideas de reconocimiento de la diversidad y mayores espacios de libertad para los actores, fuerzas y movimientos que participan de la construcción democrática y socialista para el siglo XXI. Debemos alejarnos de las lecturas convencionales que señalan que:

a) El panorama se caracteriza por la supremacía de la candidatura de Chávez, que es irreversible.

b) La coincidencia de los resultados de encuestadoras, todas con apreciable ventaja de Chávez sobre la candidatura salida de las primarias.

c) La imposibilidad de que las brechas presentadas por las encuestadoras se modifiquen por eventos contingentes, indeseables o no esperados.

d) Que el plan de campaña de HCR de visitar "casa por casa" es insuficiente.

Estos cuatro elementos constituyen una suerte de “doxa del triunfalismo”, lo cual lleva a encubrir, minimizar o distorsionar los siguientes aspectos:

a) La evolución de la salud de Chávez genera un clima de inestabilidad dada la calidad y transparencia de la información publicada afectando los criterios de credibilidad y veracidad.

b) Los rumores malignos, de factura nacional y extranjera con enorme proyección mediática, están a la orden del día.

c) los dispositivos poli-mediáticos de oposición y los aparatos de guerra psicológica encubiertos, jugarán un papel de primera importancia en la producción y difusión de rumores malignos que afectan en cierta medida las percepciones y representaciones de los potenciales electores y electoras (39): “En Australia, en 1975, los artículos de Rupert Murdoch lideraron una cruzada tan mordaz de la prensa en contra del Partido Laborista que la imparcialidad de las encuestas en que ellos se basaban quedó seriamente cuestionada”.

d) Una campaña poli-mediática dirigida a construir la equivalencia tema de la salud del Presidente=inestabilidad=crisis del país, podrá mover el valor de esas encuestas y, naturalmente, influir en eventuales cambios de conducta de los electores.

e) Hasta ahora la oposición se ha mantenido unidad en su propósito derrotar a Chávez por la vía electoral, manejando sus “planes B” de manera reservada, pero no hay información que constate que se hayan resignado a una derrota y tampoco a reconocer al arbitro electoral si los resultados no les favorecieran.

Por tanto, si se pretende conservar un clima político institucional adecuado para una elecciones “normales” hay que “poner las barbas en romojo”.

X.- El registro electoral permanente (REP) y el peso específico de los bastiones político-territoriales controlados por la revolución bolivariana y la oposición.

Sabemos que el CNE ha dispuesto al 7 de octubre de 2012 como día para llevar a cabo las elecciones presidenciales, el 16 de diciembre se votará por los gobernadores y los representantes de los consejos legislativos estadales, mientras que los comicios para designar a las autoridades municipales –con sus respectivos concejos municipales, distritales y metropolitanos– se realizarán con fecha provisional el 14 de abril de 2013.

En un país que se han desarrollado 15 elecciones nacionales, desde la primera elección del presidente Hugo Chávez en 1998, prácticamente una elección por año, esta intensa agenda electoral cuenta de acuerdo a la información oficial del CNE con la mejor plataforma institucional posible:

  • Se ha logrado históricos niveles de participación en las elecciones (75% para las últimas elecciones presidenciales y 66% para las últimas legislativas).
  • El registro electoral ha logrado incluir prácticamente a todos los ciudadanos aptos para votar (96,5%).
  • Además el CNE ha construido una logística del voto inclusiva, incrementando el número de centros de votación de 8.278 en 2000 a 14.025 en 2011.
  • De esta forma se ha facilitado el registro electoral y el voto a los ciudadanos que viven en áreas o pertenecen a comunidades tradicionalmente excluidas, como barrios urbanos pobres, comunidades rurales, indígenas y/o afrovenezolanas.
  • 1.221.738 nuevos electores se registraron en los últimos 9 meses. Se ha reducido la población en edad de votar no inscrita de 20% en 1998 a 5% en 2012.
  • 19.119.809 electores están inscritos en el Registro Electoral Permanente, según el último corte: 99.478 están registrados en el exterior.
  • Jóvenes entre 18 y 25 años representan 89% de los registrados, durante los nueves meses de jornadas especiales de inscripción para estas elecciones.

Asumiendo la consolidación de su sistema electoral (100% auditable) y en un acto de soberanía, en Venezuela desde 2007 se sustituyó la figura de observación internacional, mecanismo que generalmente se activa ante procesos electorales cuestionados, por la de acompañamiento internacional. El reglamento vigente para el acompañamiento internacional en Venezuela fue aprobado para las elecciones parlamentarias del año 2010. El texto indica que las actividades de acompañamiento deben ajustarse a los principios de supremacía constitucional, legalidad, soberanía, integridad e inviolabilidad territorial, autodeterminación de los pueblos, no injerencia, imparcialidad, transparencia y respeto a las normas y autoridades electorales. Tomando en cuenta esta información es posible dar cuenta de la siguiente información:

 

Este cuadro nos permite la siguiente clasificación:

 

Es elemental suponer que si se conquistan electoralmente los estados que concentran un porcentaje muy alto o alto del REP (corredor electoral principal), se conquista la mayoría electoral del país; pero esto ocurre si y solo si no ocurren equilibrios de compensación por las brechas o ventajas que se generan en los estados donde se concentra un porcentaje medio o bajo del REP. De allí, la importancia del análisis de brechas obtenidas en cada uno de los estados del país y su significación de acuerdo a la concentración del REP en cada uno de los mismos. Veamos una simulación numérica en la cual la oposición gana el principal corredor electoral del país con porcentajes que oscilan entre 60% y 55%, mientras el Chávez triunfa en el resto de los estados con porcentajes que oscilan entre 55% y 70%. El resultado sería el siguiente:

Simulación de un escenario electoral con victoria opositora en el principal corredor electoral del país.


Como es posible constatar, aún ganando el principal corredor electoral del país, la oposición perdería ante Chávez ante el efecto de las compensaciones por altas brechas electorales en el resto de los estados del país. Por tanto es falso que sea condición suficiente ganar el principal corredor electoral del país para ganar las elecciones. Hay que desmontar este argumento como ingrediente de una potencial “matriz de fraude”.

XI.- Los escenarios nacionales y las “regiones electorales claves” de la ventaja de las fuerzas de oposición y la revolución bolivariana:

 “Toda disposición correcta de un mando proviene de su decisión justa; la decisión justa proviene de su juicio correcto sobre la situación, y el juicio correcto proviene de un reconocimiento minucioso e indispensable y de un examen sistemático de todas las informaciones recogidas a través del reconocimiento. El mando emplea todos los medios de reconocimiento posibles y necesarios, y examina las informaciones recogidas acerca de la situación del enemigo, desechando la cáscara para quedarse con el grano, descartando lo falso para conservar lo verdadero, pasando de un aspecto a otro y de lo externo a lo interno; luego, considerando las condiciones de su propio campo, hace un estudio comparativo de la situación de ambas partes y de sus mutuas relaciones; de este modo, forma su juicio, toma su decisión y elabora su plan. Este es el proceso completo del conocimiento de una situación, proceso que debe recorrer un jefe militar antes de formular su plan estratégico, de campaña o de combate. Pero, en lugar de proceder así; un jefe militar negligente basa sus planes militares en sus propios deseos y, por lo tanto, semejantes planes resultan ilusorios y no corresponden a la realidad. Un jefe militar impulsivo que confíe sólo en su entusiasmo caerá inevitablemente en las trampas tendidas por el enemigo, se dejará tentar por los datos superficiales o parciales acerca de la situación de éste, o bien se dejará influir por sugerencias irresponsables de sus subordinados que no están basadas en un conocimiento real ni en una visión profunda, y, por consiguiente, se estrellará inevitablemente contra el muro, porque no sabe o no quiere saber que todo plan militar debe basarse en un indispensable reconocimiento y en un esmerado estudio de la situación del enemigo, la situación propia y las interrelaciones de ambas.” (Mao. Tse Tung. Problemas estrategicos de la guerra revolucionaria)

Hemos planteado que en una situación donde están en juego tensiones geopolíticas, conflictos de intereses y verdaderas transformaciones de los sistemas de dominación social, la oposición venezolana con apoyo de factores internacionales, intentará por todos los métodos posibles impedir que Chávez sea reelecto de manera clara y transparente. De tal manera que:

Analizando los resultados electorales en términos porcentuales desde el referendo revocatorio hasta el año 2010, debemos prestar atención a datos fundamentales como la diferencia de puntos porcentuales obtenidos por los candidatos, así como su comportamiento en varios eventos electorales realizados en un lapso de tiempo determinado. Estos datos indican el crecimiento y el decrecimiento de 2 opciones políticas que se someten a una medición electoral.Veamos el siguiente cuadro que muestra el porcentaje de votos a favor y en contra del Presidente Chávez según resultados del Consejo Nacional Electoral en los procesos del 15 de agosto de 2004 (Referendo revocatorio), las elecciones del 3 de diciembre de 2006, el referendo del bloque A de la reforma constitucional del año 2007, la Enmienda Constitucional del 15 de febrero del año 2009, y los porcentajes de las elecciones regionales del 26 de septiembre de 2010:


El proceso de crecimiento o decrecimiento de la brecha entre votos a favor de Chávez y votos en contra, comparando la línea de tendencia entre estos procesos fue el siguiente:


Como es posible constatar no hay un crecimiento sostenido de la brecha a favor del Presidente, sino un proceso muy irregular donde el promedio de crecimiento del apoyo electoral es menor que promedio de decrecimiento del apoyo electoral.

De acuerdo a estimaciones la tasa promedio de desgaste mensual del apoyo a Chávez a nivel nacional podría acercarse a 0,43 %, es decir, que si tomamos el valor promedio de los resultados a favor y en contra del Presidente desde el año 2004 hasta el año 2010 tendríamos los siguientes resultados:

a) A favor de Chávez: 54,82 % y

b) En contra: 44,12 %.

Si calculamos 25 meses desde sept. 2010 hasta oct. 2012 tendríamos la posibilidad de un saldo de desgaste de 5,66 % distribuido en dos partes, una a favor de la oposición y otra de desgaste del gobierno, lo cual nos lleva al siguiente escenario:

a) A favor de Chávez: 49,16%,

b) En contra Chávez: 49,78%.

Una desventaja de tan sólo - 0,62 %.

De manera que tenemos ya dos escenarios elaborados en un artículo ya comentado: el escenario promedio A: Chávez 54,82% y contra Chávez 44,12% y el escenario B, tomando en cuenta un saldo de desgaste electoral que ha presentado Chávez entre 2004-2010: Chávez 49,16%, contra-Chávez 49,78%.

El segundo escenario esta en la zona de riesgo muy alto, y por tanto de derrota electoral. Lo planteado (40 ) a escala nacional nos ha hecho profundizar en el estudio, mejorando su abordaje. Si introducimos variaciones deliberadas de experimentación numérica, tomando en consideración los procesos con mayores brechas a favor de Chávez por una parte, y de brechas en contra de Chávez por otra en cada uno de los estados del país. ¿Qué resultados obtenemos?

Introduciremos mejores precisiones en los cálculos resaltando las variables territoriales para luego considerar los totales nacionales, en función de determinar cuales regiones electorales claves podrían servir de base para intentar generar una situación de desestabilización:


En este primer escenario, la opción de Chávez conquistaría la victoría con una brecha de 19,82 %, ganando en todos los estados del país. Este escenario está construido con base a los resultados electorales de los años 2004, 2006 y 2009. Su probabilidad de ocurrencia es baja, y llama la atención que es perfectamente coherente con los resultados de las “encuestas triunfalistas”. Esto implicaría que Chávez ha recuperado los votos perdidos en las elecciones del año 2010 y en el referendo sobre la reforma constitucional del 2007. Así mismo, podría especularse que su recuperación es debida a una identificación con su figura carismática que se encuentra luchando por recuperar su plena situación de salud y que apoya las recientes políticas que han mejorado las condiciones distributivas para el pueblo venezolano (justicia social).

Este segundo escenario esta construido con base al promedio de los resultados obtenidos por el la revolución bolivariana y la oposición en los años 2004, 2006, 2007, 2009 y 2010. La opción de Chávez conquistaría la victoría con una brecha de 9,33 %, ganando en 20 Estados del país. Su probabilidad de ocurrencia es mas alta que el anterior, acercándose a escenarios realistas si la campaña de Chávez resulta eficaz en sus objetivos políticos. Este escenario implicaría que Chávez ha recuperado una cantidad suficiente de votos perdidos en las elecciones del año 2010 y en el referendo sobre la reforma constitucional del 2007. Es un escenario que permite marcar una meta realista de piso (la menor brecha para neutralizar escenarios de desestabilización política por fuerzas de la derecha nacional e internacional)

 

En este tercer escenario, Chávez ganaría con una ventaja de 6,80 % de los votos válidos, perdiendo en los siguientes estados del país: Nueva Esparta, Merida, Táchira, Anzoategui, Carabobo, Miranda y Zulia. Es un escenario construido con base al promedio de escenarios de techo, de piso y de desgastecorrespondiente a los eventos electorales de los años 2004, 2006, 2007, 2009 y 2010. Su probabilidad de ocurrencia es mayor que el anterior aunque sólo un análisis de la brecha en los estados Nueva Esparta, Táchira y Zulia es contundente, lo que permite concluir que los resultados no son suficientemente contundentes para crear condiciones favorables a un Escenario-Fractura país, ya que tendría costos políticos muy altos para los actores de oposición, aunque es probable que surja una fuerte “matriz de fraude”. Sin embargo, es un escenario que tampoco permite profundizar la revolución bolivariana, y más bién se convierte en el parámetro para una revolución interrumpida, lo cual favorecerá a los sectores desarrollistas y reformistas, y a aquellos sectores de oposición que pretendan ganar estratégicamente aun perdiendo la batalla electoral.

 

En este tercer escenario comenzamos a identificar ciertos parámetros inquietantes de comportamiento electoral, basado en el cálculo de tasas de desgaste o de descuento por estados y su proyección lineal hacia la fecha 7-O. Chávez perdería con una ventaja a favor de la oposición de 2,09 % de los votos válidos, perdiendo además en los siguientes estados del país: Nueva Esparta, Merida, Táchira, Anzoategui, Carabobo, Miranda, Distrito Capital y Zulia. Es un escenario construido con base a tasas de desgaste electoral tomando en consideración los eventos electorales de los años 2004, 2006, 2007, 2009 y 2010. Su probabilidad de ocurrencia puede llegar a ser similar al anterior lo cual nos genera una ampli zona de incertidumbre para realizar pronósticos para el sistema final, pués el mismo se pudiera comportar de acuerdo a dos resultados con consecuencias completamente distintas. En el escenario B gana Chávez, en el escenario C pierde. El análisis de las brechas en los estados Nueva Esparta, Táchira, Lara, Carabobo, Miranda, Distrito Capital y Zulia es contundente, lo que permite concluir que los resultados crea el umbral mínimo de las mejores condiciones  para a un Escenario-Victoria opositora, aunque es probable que surja fuertes disputas sobre “matriz de fraude” en ambos contendores. Para la Revolución Bolivariana esto implicaría una derrota estratégica y táctica de profundo calado a pesar de mantener bastiones territoriales importantes en el país: 14 estados, y en algunos de ellos tener brechas de mas de un 20 %.

 

En este quinto y último escenario para los fines de alertar sobre la posibilidad de una auténtica amenaza a la estabilidad política y a la integración territorial del país, combinamos los escenarios C y D basado tanto en los promedios como en el cálculo de tasas de desgaste o de descuento por estados, junto a su proyección lineal hacia la fecha 7-O. Chávez ganaría con una ventaja muy pequeña de sólo 2,4 %, perdiendo la revolución bolivariana en los siguientes estados del país: Nueva Esparta, Mérida, Táchira, Anzoategui, Lara, Carabobo, Miranda, Distrito Capital y Zulia. Este escenario se encuentra en la zona de incertidumbre y además en la zona de reconocimiento del resultado final por parte de los factores de oposición. En el escenario C gana Chávez, en el escenario D pierde. El análisis de las brechas en los estados Nueva Esparta, Táchira, Lara, Carabobo, Miranda, Distrito Capital y Zulia es contundente, lo que permite concluir que los resultados crea el umbral mínimo para condiciones de desobediencia y resistencia civil en estas regiones electorales claves, junto con una fuerte “matriz de fraude”. Para la Revolución Bolivariana esto implicaría una situaución extremadamente riesgosa de profundo calado a pesar de mantener bastiones territoriales importantes en el país: 15 estados, y en 13 estados brechas superiores a una cifra nada despreciable como 10 %.

Imaginemos por un momento una estrategia de guerra psicológica cuya gestión de percepciones opera sobre la base de un territorio nacional en el cual hay 14 estados a favor del gobierno con ventajas superiores a 5 % del voto válido, así como hay 4 Estados que concentran el 46, 4 % del REP donde se obtuvieron ventajas superiores a un 5 % d elos votos validos. Allí está el “rio revuelto”.

Veamos comparativamente los escenarios planteados:

 

Adicionalmente, hemos tomado en cuenta los porcentajes de abstención nacionales de los procesos electorales 2004, 2006, 2007, 2009 y 2010:


Es conveniente precisar matemáticamente cuando una victoria de Chávez se encontraría políticamente comprometida ante un Plan de desconocimiento de una ventaja a favor de Chávez. La zona de riesgo político máximo para la reelección de Chávez la hemos establecido como aquella ventaja igual o inferior a 500.000 votos frente a la oposición, y el riesgo político bajo con una diferencia igual o mayor a 1.000.000 votos. Con base a potenciales de abstención, los porcentajes de riesgo serian para la revolución bolivariana los siguientes:


Esto indica que la zona de alto riesgo político para el gobierno bolivariano estaría activándose a partir de una brecha entre 51% a 53% favorable incluso a Chávez. Como queda manifiesto en cada uno de los escenarios no sólo se trataría de asegurar una zona de riesgo político bajo, lo cual requiere como mínimo estabilizar un 53,36% de votos favorables a Chávez, sino además pasar a la ofensiva política, lo cual requiere un piso mínimo de brecha favorable al gobierno de 8 %. A continuación presentaremos en primer lugar, las metas de votos mínimos para diferentes niveles de abstención; para luego dibujar el escenario meta mínimamente deseable para profundizar la revolución democratica y socialista.

 

 Una correcta interpretación de los escenarios proyectados a escala nacional con base a resultados de eventos electorales, y no con base a encuestas de opinión, plantearía lo siguiente:

  • Chávez requiere obtener una votación no menor de 8.147.824 votos para garantizar una brecha cercana al 8 % en un escenario donde se proyecta una baja abstención (20-25 %).
  • Si la oposición se traza una meta de 8.000.000 votos es porque maneja con certeza el dato de que este resultado significará una victoria incuestionable frente a Chávez.
  • La diferencia o ventaja a favor de Chávez no podrá ser en ningún caso inferior a 3,27 %, pues esto supone entrar en una zona de alto riesgo político. De esta manera, es imperativo conquistar 7.800.000-8.200.000 como piso mínimo en cualquier escenario que se pretenda óptimo para consolidar el proceso.
  • Para un escenario de fractura país, la oposición puede aprovechar un escenario con una ventaja favorable a Chávez de 2,4 %. Esto implica que aun ganando por esta diferencia, a la oposición se le ofrece una estructura de oportunidades políticas para utilizar sus areas electorales claves para impulsar una estrategia de desobediencia y resistencia civil.

Ahora bien, veamos el comportamiento de los escenarios tomando ahora en consideración las brechas en cada uno de los estados, para determinar bastiones fuertes (>8 %), débiles (<8 %) y en competencia-disputados (-3,5 % o + 3,5 %):

Así pintarían al país las “encuestas triunfalistas” el país electoral. Lo importante es tratar de indagar si este cuadro territorial-electoral se corresponde con la imagen efectiva de la realidad estado por estado, analizando las brechas estimadas. El análisis de las tendencias histórico-electorales estado por estado nos lleva a descartar por irreal este dibujo de país electoral. El simulacro de las encuestas haría desaparecer eventos electorales como los de los años 2007 y 2010.

 

En este escenario, comienza a dibujarse un país electoral que pareciera guarda cierta correspondencia con la realidad del paín. Sin embargo, sigue siendo un escenario extramadamente favorable a la revolución bolivariana, y desde nuestro punto de vista constituye una meta deseable como finalidad de campaña.

 

En este escenario, aparece un país electoral que casi calza o se corresponde con la realidad del país. Es un escenario poco favorable a la revolución bolivariana, y desde nuestro punto de vista constituye una meta deseable para la oposición como finalidad mínima de campaña: ganar-perdiendo, pues bloquea cualquier radicalización socialista de la revolución.

Este escenario supone el descalabro del Chavismo y su consecuencia inmediata sería poner en crisis al gobierno y al PSUV. La oposición podría concentrar recursos decisivos en aquellos estados identificados como bastiones territoriales fuertes, desplazando al chavismo como una fuerza electoral en estados con una proporción baja del REP.

Para los fines de esta investigación, este escenario generaría no sólo una polarización política, sino además una clara polarización electoral-territorial generando presiones centrifugas sobre áreas claves del país. Es un escenario que pudiera aprovecharse para fines de desestabilización, campañas de desobediencia, resistencia civil e incluso intentos de separación o refundación de Repúblicas con apoyo de la inerencia internacional. El corredor electoral principal del país estaría casi en su totalidad en manos de la oposición, así como los principales centros poblacionales, zonas de concentración de actividades económicas y centros estratégicos de poder. No debemos olvidar que este escenario, el ganador a escala nacional de la contienda sería Chávez. ¿pero reconocería la oposición este estrecho resultado con un país electoral dibujado de acuerdo a los perfiles de este escenario? Es un escenario de alta tensión política.

XII.- Conclusiones:

Es conveniente desechar todas las ilusiones triunfalistas. Desconocer que no todos los escenarios son favorables, incluso ganando el proceso electoral por estrecho margen hay que demoler la doxa triunfalista. Ciertamente, si Chávez supera los 8.5000.000 votos el 7-O, la revolución bolivariana entraría en una fase de profundización hegemónica y consolidación, siempre y cuando los escenarios de baja abstención favorezcan al gobierno. Si la revolución no llega a los 7.500.000 votos y la oposición logra superar los 6.500.000 el proceso de radicalización y de profundización quedaría prácticamente bloqueado, la trayectoria más viable sería un socialismo reformista con amplias concesiones y negociaciones a los actores sociales y políticos de la oposición.

Un exceso de confianza y triunfalismo haría imposible llegar a los 9.000.000 de votos pues, si tomamos en consideración los datos históricos, una meta de 10.000.000 de votos implicaria una reducción nunca vista de la abstención (< 20 %), un techo de la oposición en 6.000.000 de votos; y por tanto una canalización nunca vista de nuevos votantes y de no alineados hacia la opción bolivariana.

La situación de salud del Presidente, dado el carácter del sistema de conducción del proceso bolivariano, es una variable determinante de cualquier resultado en juego. Las especulaciones sobre si un presidente enfermo puede ganar un proceso electoral son eso: simples especulaciones. Lo que si aparece sobre el horizonte es una amplia zona de incertidumbre sobre el reconocimiento o no de los resultados electorales, lo cual obliga a reforzar de modo urgente la autoridad electoral del CNE y del resto de la institucionalidad del Estado, incluyendo al Plan República, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la República, la Asamblea Nacional y el TSJ.

El reciente Consejo de Estado podría ser un agente articulador o dinamizador de dos dimensiones de la coyuntura: a) lograr el fortalecimiento institucional de las instituciones del Estado ante la coyuntura electoral; y b) viabilizar políticamente unos parametros mínimos de diálogo y concertación sobre reglas de juego electorales claras, respetadas por los actores que participan en el conflicto sociopolítico venezolano, canalizado electoralmente.

El Comando antigolpe podría pasearse por escenarios no electorales, que incluyen una mirada mas fría de la realidad electoral, no contaminada exclusivamente por las interpretaciones de encuestas, analizando experiencias comparadas, monitoreando exhaustivamente el rigor técnico de las empresas encuestadoras, así como el juego de intereses económicos, internacionales,mediáticos y políticos que las condicionan.

Lo más preocupante es que no se haya aprendido de la experiencia del “golpe mediático” del 11 de abril, para impedir que condiciones como las que se presentarán sin duda el día 7-O sean aprovechadas como estructuras de oportunidad para activar un plan de desconocimiento de los resultados electorales que tiene como blanco fundamental la manipulación de percepciones y la distorsión informativa. Es falso, por ejemplo, que si un actor conquista el corredor electoral del país gana las elecciones nacionales. Hay que desactivar esta trampa a tiempo. No es posible confundir deliberadamente la “parte” con el “todo”, por más que “la parte” concentre significativos recursos de poder a ser movilizados: económicos, políticos, informacionales, comunicacionales, internacionales e incluso focos de agirtación militar.

Finalmente, habrá que reconocer la heterogeneidad constitutiva de las bases sociales de apoyo de la revolución bolivariana. Existen apuestas pragmáticas e identificaciones ideológicas con la revolución bolivariana.Todavía sigue siendo una tarea clave de los partidos y movimientos sociales que participan en el impulso del proceso bolivariano el conquistar o ganarse electores sin definición político-ideológica; transformar a los actores pragmáticos en actores concientes mas comprometidos con el proyecto nacional y ahondar en su conocimiento pleno de las fuerzas antagónicas, para evitar sorpresas y zarpazos que pueden anticiparse con medidas de alerta temprana.

El Comando Carabobo y el GPP deben articularse como expresiones organizativa en todos los ámbitos de la geografía nacional de las fuerzas bolivarianas, para la actuación estratégica – operativa de la Misión 7-O. Para asegurar el triunfo electoral en el 7 de octubre de 2012 es preciso comenzar por reconocer que no erá una elección  convencional.

Como directrices estratégicas para la campaña electoral, debe reconerse que:

a) La búsqueda del voto es una actividad fundamental de todas las unidades de base, de las patrullas y de cualquier forma de organización de base de los partidos y movimientos que suman sus esfuerzos a la revolución bolivariana..

b) hay que evitar los intentos de fraude opositores en los centros de votación donde controlan tanto miembros de mesa como testigos..

c) hay que incorporar decisivamente a los no alineados y a los excluidos políticos en la opción bolivariana.

d) Hay que aislar y neutralizar a las fuerzas golpistas y desmontar cualquier plan de agitación y creación de focos de violencia antes, durante y luego del proceso electoral del 7-O.

e) Hay que consolidar la fuerza electoral que se tiene, sembrar y fortalecer la unidad bolivariana a toda costa.

f) Hay que atraer el segmento indeciso y no alineado, explicarle las razones para votar por Chávez, para consolidar un proceso de desarrollo con justciia social, e impedir una nueva entrega de la independencia nacional..

g) Hay que neutralizar el crecimiento del adversario, además de conocer con certeza las lineas que dividen a una opocisión que juega a reconocer el proceso electoral como forma para dirimir diferencias, de aquella que está casada con un plan para derribar la revolución bolivariana a cualquier costo humano y político.

El incrementó del Registro Electoral, la inclusión de los sectores más marginados de la población, donde el proceso bolivariano, el asegurar una alta participación del electorado de las barriadas pobres del país, la incorporación de nuevos centros electorales en las barriadas pobres, todo esto son elementos para asegurar la construcción de un voto popular mayoritario.

Frente a cualquier contingencia, los organismos de seguridad del Estado y las redes de inteligencia social deben advertír de cualquier acción o plan activado el 15 de agosto, así como confrontar cualquier matriz mediática  que pretenda desconocer la autoridad electoral del CNE o promover hechos de sabotaje o de desobediencia en los centros de votación, a fin de enrarecer, demorar u obstaculizar los comicios.

Debe desplegarse una fuerte organización social de base por cada centro de votación en procura de reducir los márgenes de de la oposición desestabilizadora, sobre todo en aquellos bastiones territoriales donde se cuente con información veraz sobre posibles acciones de desconocimiento de los resultados electorales. Es la respuesta popular, junto a la amplia presencia de acompañantes internacionales, medios independientes de los paises de UNASUR y del ALBA, e internacionales desplegados en todo el territorio nacional, los que pueden neutralizar cualquier tendencia desestabilizadora.

Estas y otras medidas que aprecerán desde el seno del pueblo, deben canalizarse adecuadamente en el seno del GPP y el Comando Carabobo en función de modificar la actitud del triunfalismo por la actitud del activismo político y social en las actuales circunstancias. Esto implica dejar atrás las pasiones tristes, actuar conforme a un criterio de unidad de propósitos y manejar con madurez las diferencias y matices sin necesidad de obviar que los enemigos del proceso tratan de socavar la unidad patriotica de la revolución bolivariana con cualquier pretexto o subterfugio.

En cualquier caso, sea la candidatura de Chávez o sea la candidatura de la revolución bolivariana, lo fundamental es asegurar la consolidación, reconducción y profundización del proceso de revolución democrática y socialista de alcance descolonizador y ecológico, en función de la construcción del buén vivir y el desarrollo humano con justicia e inclusión social para todos y todas. Sin necesidad de tantas polémicas infecundas para el beneficio del avance y la unidad de todas las izquierdas presentes en el campo bolivariano. El asunto clave del 7-O es la victoría y la acumulación de fuerzas para un proyecto de nuevo socialismo democrático y liberador.

_______________________________

Notas:

(1) Léase con atención el análisis del vocero Tobi Valderrama, afín a una suerte de “corriente guevarista” en el seno de la revolución bolivariana, que gira alrededor del semanario “Debate socialista” y las columnas de Antonio Aponte. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=150020&titular=la-turbulencia-venezolana-

(2) http://www.aporrea.org/ideologia/a96622.html

(3) El primer signo de fractura del sistema de conducción unipersonal de la revolución bolivariana ocurrio tras la derrota de l proyecto de reforma constitucional. Ver: http://www.aporrea.org/ideologia/a46047.html

(4) http://noticiaaldia.com/2011/12/chavez-unidad-civico-militar-es-la-garantia-de-la-independencia-del-pais/

(5)Una fórmula viable es lo que en ajedrez se llama un “enroque corto” en última instancia, colocando a una candidatura viable que sustituya a Chávez si finalmente los criterios médicos se recomienda que se recupere plenamente y presentar a Chávez en la fórmula de la vicepresidencia, al menos hasta que se cumplan la mitad del próximo período presidencial, donde pasaría a ejercer la maxima magistratura.

(6) http://www.lapatilla.com/site/2012/02/27/wikileaks-revela-detalles-de-la-salud-de-chavez/

(7)http://noticias.univision.mobi/content.html?nafurl=http%3A%2F%2Ffeedsyn.univision.com%2FcontentXml%3Fcid%3D1048446%26contentType%3Darticle%26partner%3Dmia; http://www.entornointeligente.com/articulo/1260602/VENEZUELA-Capriles-tendria-8-puntos-de-ventaja-sobre-Chavez-segun-Predigmatica; http://www.venexuela.com/?p=24767

(8) Decimos victoria probable, porque ciertamente así lo indican los escenarios electorales más realistas, en los cuales Chávez se presenta y compite como el candidato bolivariano, basados en el análisis de las tendencias histórico-electorales, pero alejados críticamente del seguidismo al “opio de las encuestas”; sobremanera de aquellas que dan una brecha mayor de 20-25% favorable a la candidatura de Chávez.

(9) http://www.aporrea.org/actualidad/a47861.html

(10) http://www.envio.org.ni/articulo/621; http://www.envio.org.ni/articulo/622

(11) (31-5-2010; EFE , Bogota): El candidato a la Presidencia de Colombia por el Partido Verde, Antanas Mockus, admitió este lunes que las encuestas lo ilusionaron sobre la posibilidad de ganar en la primera vuelta electoral y que vencer en la segunda será difícil por el contundente triunfo logrado este domingo por el oficialista Juan Manuel Santos. Las encuestas, que pronosticaban un empate entre Mockus y Santos en la primera vuelta disputada el domingo, "nos ilusionaron y la cruda realidad de las votaciones efectivas es la que cuenta. Nos desconcertó", sostuvo el aspirante del Partido Verde en una entrevista con RCN Radio. "Si no hubiera habido encuestas, no nos hubiéramos creado la expectativa de ganar en primera vuelta, como nos la formamos en algún momento, o de tomarle ventaja desde la primera vuelta al Partido de la U (el de Santos)", agregó Mockus.

(12) http://www.analitica.com/va/sintesis/nacionales/7374512.asp

(13) http://www.televen.com/Televen/%28X%281%29S%28ryyfma552rgnym3j0tz4vt55%29%29/CMSPages/PortalTemplate.aspx?aliaspath=/Noticias-%282%29/Nacionales/Chavez--Ganar-las-elecciones-va-a-requerir-mucho-t

(14) Las encuestas no se hacen para saber quién va a ganar en el futuro, sino que permiten entender qué está ocurriendo en el presente, para desarrollar luego estrategias de acción que permitan corregir errores, afinar campañas, hacer alianzas, ajustar mensajes de campaña, reorientar apoyos y afirmar o cambiar decisiones de voto. 

(15) http://www.eluniversal.com/economia/120530/no-descarto-un-apagon-el-7-o

(16) http://www.google.co.ve/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=3&ved=0CFAQFjAC&url=http%3A%2F%2Fwww.minci.gob.ve%2Fdoc%2Fnro_359_alo_presidente_30may.DOC&ei=yyvFT9u4O4rZgAfYxv0q&usg=AFQjCNHPIkEf8uJdUZotZQIRz-8LBQNTcQ&sig2=LV2lgSdbULQ_ZUW4Eaz5Cw

(17)  http://www.infocentro.gob.ve/entrevistas.php?id=2727

(18) http://www.crisisgroup.org/en/regions/latin-america-caribbean/andes/venezuela.aspx

(19) http://noticiaaldia.com/2012/05/henry-ramos-allup-acusa-a-freddy-bernal-de-planificar-una-subversion-civil-en-venezuela-video/

(20) http://www.revolucionomuerte.org/index.php/editorial/5165-icuando

(21) http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:XKhcJYGt-dsJ:www.correodelorinoco.gob.ve/tema-dia/chavez-nombro-un-comando-especial-antigolpe-estado/+&cd=5&hl=es&ct=clnk&gl=ve

(22) http://www.eluniversal.com/opinion/120513/el-comando-antigolpe

(23) http://www.ceppro.org/index.php?option=com_content&task=view&id=16&Itemid=31

(24) http://www.el-nacional.com/noticia/32411/16/Preparan-escenarios-con-Chavez-sin-el-o-suspension-de-elecciones.html

(25) http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/politica/la-polemica-entrevista-de-rangel-silva-a-unoticias.aspx

(26) http://www.reporteconfidencial.info/noticia/3171473/operacion-libertad-solicitara-remocion-de-rangel-silva-como-custodio-del-plan-republica/

(27) http://asmenlinea.blogspot.com/2012/01/pablo-perez-exige-sacar-rangel-silva.html

(28) http://www.patriagrande.com.ve/temas/venezuela/piedad-cordoba-acusa-uribe-supuesto-plan-desestabilizador-frontera-colombo-venezolana/

(29) http://aquista.eluniversal.com/nacional-y-politica/120516/arria-solicita-auditoria-independiente-para-las-elecciones-presidencia

(30) http://www.elnuevoherald.com/2012/03/07/1145264_comando-sur-vigila-posibles-turbulencias.html#storylink=twtuser

(31) http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/82515/arria-el-cne-es-la-oficina-electoral-de-hugo-chavez-sino-lo-enfrentamos-podemos-caer-como-inocentes-el-7-o/

(32) http://www.aporrealos.com/forum/viewtopic.php?t=52697&sid=294c16ee086b5682848b890a01406077

(33) http://interamericansecuritywatch.com/venezuela-una-transicion-toxica/

(34) http://www.venezueladeverdad.gob.ve/content/petras-gobierno-de-obama-est%C3%A1-pensando-otras-maneras-de-intervenir-en-venezuela; tambien http://www.radio36.com.uy/mensaje/2012/05/m_040512.html

(35) http://www.radio36.com.uy/entrevistas/2012/05/28/petras.html

(36) http://www.eluniversal.com/blogs/sobre-la-marcha/120515/el-extrano-pais-que-ama-a-su-verdugo

(37) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=150141&titular=%BFpara-d%F3nde-va-la-revoluci%F3n-bolivariana?-

(38) http://questiondigital.com/?p=3692

(39) En Australia, en 1975, los artículos de Murdoch lideraron una cruzada tan mordaz de la prensa en contra del Partido Laborista que la imparcialidad de las encuestas en que ellos se basaban quedó seriamente cuestionada. Beed, "Opinión Polling and Elections", p. 234. En : Las encuestas de Opinión Pública. Denis Kavanagh

(40) http://www.rebelion.org/mostrar.php?tipo=5&id=Javier%20Biardeau%20R.&inicio=0 y también en http://www.aporrea.org/actualidad/a138830.html




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Javier Biardeau R.

Articulista de opinión. Sociología Política. Planificación del Desarrollo. Estudios Latinoamericanos. Desde la izquierda en favor del Poder constituyente y del Pensamiento Crítico

 jbiardeau@gmail.com      @jbiardeau

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