Tiempos de patria

Probablemente este escrito sea considerado como extraño en la coordenada tiempo. Uno de los enigmas más difíciles de descifrar es saber dónde estar en el momento justo. Alabados aquellos quienes han trascendido ese acertijo. Alabados también quienes no le paran bolas a eso en su viaje.

La primera pregunta generadora, establecida así ¡oh inefable formalidad académica! En el inicio de nuestra escuela de formación de cuadros, señala la introspección sobre el papel que nos toca en este tiempo histórico. Lo digo así porque no es posible ir a la batalla de ideas sin ejercitar primero al respecto.

Para mí la primera pregunta generadora debería versar sobre las causas reales por las cuales se ha contravenido con variada intensidad y bajo inauditas excusas, la transferencia del poder al Pueblo. Dentro de ese contexto pulula esencialmente la levedad ideológica de la élite que está a punto de echar las bases para el Chavismo sin Chávez y que anotó su primer triunfo con la no aprobación de la Reforma Constitucional seguida de la pérdida de Gobernaciones. Quien medio escuche, que oiga los gritos de advertencia del Pueblo. Me perdona Don, pero si alguien está a punto de darme un golpe, mi instinto me dice que debo esquivarlo, no esperar a que me lo de. Mire que las masas han jugado su papel en el tiempo histórico que les corresponde, así sea de carne de cañón. “El Pueblo es sabio y paciente, es el decir de los viejos, que al cantar de guacharacas, saben calcular el tiempo”.

Harto hemos hablado del papel clave de las Misiones en el avance y profundización del proceso, evitando que la anaconda burocrática lo constriña. Conocemos los ya cíclicos llamados de atención, cambios, enroques y renovaciones que el Líder Comandante ha hecho para mantenerlas en funcionamiento ante la ineficiencia, equívocos, bisoñería y hasta indiferencia de funcionarios y responsables ¿Se ha discutido dentro del seno del PSUV, desde su creación, sobre las excusas que derivaron en eso? ¿Se aplicaron sanciones? ¿Realmente fueron consultadas las bases para promover soluciones? ¿Es la lealtad premisa suficiente para mantener a un “bate quebrao” en un puesto? La destitución de funcionarios y su expulsión del partido no daña el proceso, que El Pueblo sufra las consecuencias sí. “En Dolor Mayor”.

En las patrullas conocemos los resultados de las elecciones de delegados en los pasados comicios internos. Ni siquiera en los estados con mayor porcentaje de participación pudo evitarse que el poder constituido se apropiara de espacios que por su naturaleza corresponden a las comunidades. El Gobernador de Guárico, William Lara emitió una declaración profética al respecto que luego fue imposible encontrar en los medios. Un operador político de un alcalde revolucionario fue capaz de decir en el seno de una discusión de nuestras patrullas que si no apoyábamos a sus postulados, no habría más ayuda para nuestra comunidad. Por supuesto, no aceptamos el chantaje. Tampoco vamos a morir con las botas puestas; los vamos a trascender con nuestros propios pasos. “Vámonos pa´ allá, vamos a su encuentro”

No soy profeta, no soy fatalista. Solo creo que los caminos populares están siendo obstaculizados cada vez con más inquina por la contrarrevolución ¿Por qué no se preguntan en la dirección nacional cuantos delegados son funcionarios de gobernaciones y alcaldías? Por favor, no salgan con la desfachatez de que fueron elegidos por las bases. Es cierto que muchos delegados llegaron de forma independiente, pero el Líder Comandante reconoce que se infiltraron levísimos camaradas, a quienes yo llamo neo adecos no por capricho ni por instaurar una moda, es porque conservan en sus tripas el acervo de los más conspicuos representantes de la cuarta república.

Que yo sepa la lealtad debe ser con la Patria, porque “la Patria es el hombre, muchacho”. Perdónenme, yo no sé filosofar pero alguien así, metido en nuestros espacios, es culpa nuestra. Nuestro deber en este momento es defender el proceso, no entender a quienes quieren dar al traste con él ni ser sus tontos útiles. Es insensato pagar con reformismos el precio de la revolución, pero sus auspiciadores, validos más de sus mañas que de su número, intentarán de nuevo inocular sus ambigüedades ideológicas en este congreso extraordinario. Será difícil pues tienen que bailar pegado con el Líder Comandante, pero lo intentarán.

Creo que de cara al tiempo histórico que vivimos, El Pueblo está siendo relegado por la nueva élite política institucional que por su naturaleza, antagoniza la formación de liderazgos populares. Desde hace mucho tiempo hemos propuesto la iniciativa de discusiones y foros de batallones en su momento, ahora de patrullas, porque es allí donde se cuecen tales liderazgos. Cuando el funcionariado se aboca a propiciarlos, lleva consigo el propósito soterrado o abierto de dirigir, controlar o favorecer la particular forma de entender el proceso de su señor feudal.

Hago una crítica a los responsables de la Escuela de Cuadros. En primer lugar debe entenderse que la formación de cuadros no puede ser academicista, debe ir directo a las bases y promover el análisis de lo que realmente está obstaculizando los objetivos de la revolución. En segundo lugar debe ser práctica, sus logros deben ser medibles y tangibles pues los nacientes cuadros deben ir conformando a la mujer y al hombre nuevos de la comuna y en concordancia con el nuevo modelo productivo. La Escuela de Cuadros será fundamental en el avance, sólo si va a las bases.

Lo más desgarrador no es que el Padre Libertador se haya quedado sin Patria; lo es que la Patria fuera desmembrada por las mismas oligarquías que ahora la mancillan con siete bases militares yankees, favoreciendo las pretensiones imperiales de adueñarse de Suramérica. Si la revolución se pierde, lo más desgarrador no será la suerte de un puñado de hombres, será la suerte de muchos Pueblos. Por esos desmembramientos es que Latinoamérica tiene las venas abiertas. Por ellas se han perdido junto a la sangre popular, luchas históricas y tiempos revolucionarios.

Estas son reflexiones que hago ante la dispersión de la lucha. La esperanza de los Pueblos en este y cualquier tiempo de la historia es tener Patria, pero solo “dejando de ser pendejos esa esperanza será verdad”.


pladel@cantv.net


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Plácido R. Delgado


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