En defensa del proceso revolucionario en Venezuela (V)

Apuntes para la elaboración de una estrategia revolucionaria, bolivariana y socialista en tiempos de traición. 

Si el excedente alimenticio empieza a crecer considerablemente gracias al aumento de la productividad del trabajo, se dan las condiciones para la división social del trabajo y con ello -más sin embargo no necesariamente (6) para la desigualdad social, para la explotación económica del hombre por el hombre, en otras palabras, para la sociedad de clases. Por ejemplo, a partir de la existencia de un excedente alimenticio de mayores proporciones, aunado a la aparición de técnicas de conservación de los alimentos, los prisioneros de guerra apresados durante conflictos entre grupos humanos, tribus, comunidades o pueblos, a los que antes se solían matar, pueden ser alimentados y ser obligados a trabajar para la partida vencedora, incorporándolos de esta manera a la masa de los productores existentes; proceso que marca el comienzo de la esclavitud. De igual manera pueden surgir unas castas o clases sociales dominantes, compuesto de sacerdotes, soldados, funcionarios, señores feudales, reyes, etc., quienes ejercen una especie de tareas administrativas y organizativas del proceso de producción y quienes se alimentan del excedente social. 

Es así como con el aumento de la productividad del trabajo y la división social del trabajo, la producción social ya no tiene una única función, es decir, la de alimentar a los productores. Dado que ya no todos son productores inmediatos, la producción social adquiere una función adicional y se divide en dos partes: 

  1. La parte necesaria o el producto necesario para alimentar a los productores. Si esta parte estaría ausente, colapsaría la sociedad entera.
  2. La parte adicional o el plus-producto social para alimentar a las castas o clases dominantes. El plus-producto o excedente social es producido por los productores y apropiado por las clases dominantes.

Existen varias formas en las que las clases dominantes se apropian del excedente social: En forma de especies o Valor en especie', en forma de mercancías, en forma de trabajo físico no remunerado o servidumbre, y en forma de dinero. Si la clase dominante se apropia del excedente social exclusivamente en forma de dinero, se habla entonces de plusvalía y ya no de 'plus-producto'.

En todas las formaciones sociales o modos de producción de la historia humana, el origen del excedente social o plus-producto, es uno sólo; el trabajo gratuito o no remunerado, el trabajo sin contrapartida.

La división del trabajo

La economía política marxista nos enseña que la historia de la división del trabajo y la historia del desarrollo humano es una y la misma historia. La división del trabajo, la diferenciación y la especialización progresiva de la producción social y con ella el auge de los más diversos ámbitos de producción, es la que ha propulsado el desarrollo humano. A su vez, esta 'diversificación' de la producción social gracias a la división del trabajo, resulta en una productividad del trabajo cada vez más eficiente. Así es como la división del trabajo se encuentra en una permanente relación recíproca tanto con el aumento de la productividad del trabajo, como con el incremento del excedente social.

 Desde la sociedad primitiva, pasando por la sociedad esclavista y feudal hasta el comienzo del propio modo de producción capitalista, se dejan distinguir las siguientes grandes divisiones del trabajo:

a) La división natura/ del trabajo, según género y edad. (7)

  1. La primera división social del trabajo: la separación de la domesticación y cría de animales domésticos, de la agricultura. Con ello se da la división de pueblos o comunidades en pueblos ganaderos y pueblos agricultores con el subsiguiente aumento de la productividad del trabajo y la aparición de un excedente social constante. Surge el intercambio de productos entre pueblos ganaderos y agricultores y la formación gradual de la artesanía casera.
  2. La segunda división social del trabajo: El oficio / la artesanía se separa de la agricultura.
  3. La tercera división social del trabajo: El comercio se separa del oficio/artesanía y de la agricultura. Con ello, se da la separación de la ciudad en la que se concentran el oficio y el comercio, del campo.
 

En relación a la división del trabajo, Marx observa que en cada etapa del desarrollo humano, a la división técnica del trabajo siempre le corresponde una determinada forma de las relaciones de propiedad de los medios de producción:

Los diferentes escalones del desarrollo de la división del trabajo constituyen, al mismo tiempo, diferentes formas de propiedad, quiere decir, cada escalón de la división del trabajo determina, a su vez, las relaciones de los individuos referente al material, al instrumento y al producto del trabajo. (8)

Producción de valores de uso y producción de valores de cambio

La producción en el marco de las sociedades o comunidades originarias es siempre producción de valores de uso, quiere decir, lo que se produce está destinado a satisfacer las necesidades inmediatas de la comunidad. Este tipo de producción no tiene como objetivo final ni el intercambio, ni el enriquecimiento, sino el uso y disfrute directo del producto por parte del colectivo.

Con el tiempo y debido a la dinámica: aumento de la productividad del trabajo - incremento del excedente social - refinación de la división del trabajo, emerge, de esta misma sociedad primitiva u originaria, un nuevo tipo de organización del trabajo que ya no se caracteriza por la producción planificada y el uso y disfrute directo por parte del conjunto de productores, sino por la existencia de una diversidad de productores cuyas relaciones entre sí están determinadas por el intercambio de sus productos. En este nuevo tipo de producción y organización social, la masa de los productos está destinada al intercambio en un mercado, por lo que se habla de una producción de valores de cambio. Productos que son producidos con fines de ser intercambiados en el mercado se denominan en economía política marxista, mercancías.

Producción simple de mercancías

En la historia humana, la producción de mercancías aparece por primera vez entre hace diez y doce mil años aproximadamente, en el marco de la segunda división social del trabajo en la que el oficio se separó de la agricultura. Su expansión más significante la alcanzó entre los siglos XIV y XVI en el centro y norte de Italia, en el norte y sur de los países bajos, y en menor grado en Inglaterra, Francia y Alemania occidental.

La producción simple de mercancías se caracteriza por los siguientes factores:

  1. Los productores de las mercancías permanecen dueños de sus medios de producción y del producto 
    final de su trabajo, la mercancía. Quiere decir, todavía son los productores mismos quienes determinan y 
    controlan a sus condiciones de trabajo.
  2. La planificación consciente en la producción de valores de uso y la distribución equilibrada de la fuerza de trabajo según las diferentes áreas de trabajo de la sociedad originaria, es reemplazada por un intercambio irregular de sus productos y un mercado anárquico.

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José Antonio Velásquez Montaño


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