Filosofía i Política

Diálogo i Revolución (II)

II

 Expuesto someramente, lo ocurrido políticamente en Venezuela, cuando pasó de manos del imperio español a manos del imperio norteamericano, tal como avizoró Simón Bolívar con aquella célebre frase que no es necesario repetir, porque actualmente, es cuando el pueblo venezolano ha empezado a conocer de verdad a nuestro Libertador, mientras parece ignorado por las clases oligarcas; expuesta también a vuelo de gaviota lo que sucedió en la llamada era republicana, desde 1830 a la muerte del creador de pueblos más grande de la Historia Universal, con caudillos más que presidentes, con fantoches i ladrones más que mandatarios, a punto de morir el supremo héroe expulsado de su patria, i regresar solamente más de 12 años después de su muerte, a la Catedral de Caracas i luego al Panteón Nacional; nos encontramos que, sin irnos tan atrás, sino a partir de 1901 cuando comenzó el siglo XX hasta el presente, nos topamos que hasta por lo menos uno, tildado de caudillo o dictador -Cipriano Castro, para los zulianos execrado por habernos cerrado la Universidad en 1904- tuvo arrestos de patriotismo, de dignidad i valor para defender nuestra soberanía, mientras desde que lo derribó su compadre Juan Vicente Gómez, patentando la traición i la tiranía, la cuna del Libertador e iniciadora de la libertad de cinco o seis naciones de América Latina i todo el país que empezaba a ser emporio petrolero, cayó en garras del peor i más extendido imperio de la historia universal i del sistema económico más bárbaro i humillante que, aunque fascina a grupos privilegiados como hacían los romanos, contenta a sus secuaces con aparente gloria, pan i circo, hunde sus afiladas i gigantescas uñas hasta en las carnes de su propio pueblo que, por designios del destino i del comercio, se mestizó igualmente con latinos, indios i negros. Por eso esa guerra interior, cerebral i maldita, que siguen teniendo los superiores de pelos rubios i ojos azules. Por eso allí, también, los genes de piratas, invasores, ladrones de tierras, impositores de fronteras i revoltillo de religiones -todas falsas i nocivas como afirmaba Bertrand Russell- i la incultura que proporciona tener un solo fetiche: el dinero, han creado una nación compleja, extraña, que no tiene nombre propio, que heredó las atrocidades i economías de los señores feudales i ha concebido que el resto de las naciones del mundo, son los suburbios de su imaginario castillo de dólares. Sin embargo, como los números o las matemáticas no tienen sumisión política, ese imperio del capitalismo i de la única economía posible del mercado, es una barca que no es de acero i empieza a hacer aguas, así no se hunda todavía como la del santo Mael en La Isla de los Pingüinos de Anatole France. Por eso siguiendo la tradición de la Pérfida Albión, hizo su mejor negocio, comercio i forma de destrucción o dominación mundial con la guerra. Esperemos que la nave siga haciendo aguas. Por lo pronto, miremos la actitud que todavía pretenden tener con el “suburbio” de su patio trasero, la América Iberoamericana, llamémosla así por el gran Brasil, cuando levantados por el ejemplo de dignidad de esa bella isla en forma de caimán, la Cuba Revolucionaria de Fidel, los pueblos del sur principalmente, han sacudido el yugo, han aparecido verdaderos líderes como Hugo Chávez, Evo Morales i Rafael Correa -para mencionar a los más fervorosos con la libertad i soberanía- aunque ya en casi todos los países encontramos verdaderos presidentes i democracias, como en Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Nicaragua, Panamá, etc., siguiendo los pasos de Venezuela, Bolivia i Ecuador. I lamentándonos por la Israel de América, Colombia, donde un lacayo del imperio se opone descaradamente a la integración i a la paz. I más reducido aún: entre nosotros, cuando la oposición dice que el Presidente Chávez ha “polarizado” al país, cuando ha escindido a los venezolanos en dos grupos irreconciliables, parece que olvidan que en todas las elecciones de la democracia uno gana i otro pierde, de manera que en todos se darían esos fenómenos que son una consecuencia lógica de proceso eleccionario. Pero se olvidan también que, si unos pierden i otros ganan, el deber es respetar los resultados de acuerdo a lo que hemos establecido en una Constitución, aunque ganadores i perdedores deben seguir con un ideal común: respetar, engrandecer i dignificar el suelo i el cielo que nos es común, o sea la patria, i ello incluye no calumniarla en el exterior i amarla en su interior. En todos los deportes o grandes juegos, competencias u olimpiadas, hai los dos mismos grupos, lo que no justificaría que los perdedores intentasen destruir o matar a la triunfadores, o descalificar a los árbitros. Una de las cosas que más llama la atención en esta disgregada i loca oposición política venezolana, es el desprecio o el descaro con que tratan a las matemáticas i a la lógica. Lo vemos en las estadísticas, lo vemos en las encuestas, las denuncias i en cuanta cosa entren los números. En consecuencia tenemos esta realidad: 1) Que no existe una oposición organizada, seria i que respete la Constitución aprobada por la gran mayoría de los venezolanos; 2) Que no existen partidos políticos constituidos legal i éticamente por elecciones internas como en el PSUV, i en consecuencia cada uno anda por su cuenta i piensa diferente con intereses distintos; 3) Que no poseen proyectos ni ideas, i solamente su oposición se concreta a denuncias falsas, inventar mentiras sensacionales, acusar sin pruebas o a utilizar una juventud desinformada i envenenada mediáticamente, para guarimbeos, marchas minúsculas, atropellos e insultos, i porque saben que no les pasará lo de antes en la IV República; 4) Que esta misma juventud universitaria, tuvo la oportunidad de dirimir problemas en la AN i solamente lograron hacer el ridículo i salir con el rabo entre las piernas (¿Lo recuerdas “Yon”?); 5) Que esta misma oposición no tiene representación en la AN (con excepción de los tránsfugas i oportunistas) por sus estupideces i voluntad propia de no concurrir a elecciones; 6) Que la mayoría de los supuestos líderes, se han descalificado ellos mismo por su analfabetismo cultural, por su carencia de ideas o saber argumentar, su irresponsabilidad manifiesta, por lo que vimos con unos medio loquillos de Alcaldes en Chacao o Baruta, i en los desmanes del golpe de estado o estamos viendo en las gobernaciones o alcaldías que ocuparon recientemente de modo que intentar dialogar con ellos, sería un atentado contra la humanidad, como expone Einstein en el pensamiento que encabeza estos artículos; queriendo presentar eso como pruebas de sabiduría política; 7) Por el descaro de muchos que no tienen el valor de confesar que fueron golpistas i traidores a la patria o que en organizaciones como SÚMATE, abiertamente se sabe reciben dinero del imperio para conspirar o traicionar; 8) los supuestos empresarios, dueños de monopolios, estafadores del erario e igualmente supuestos industriales, no pasan de ser simples hombres de negocios sucios la mayor parte de las veces (como los integrantes de la “meritocracia” de PDVSA) son al mismo tiempo evasores de leyes i contratos o compromisos con el país. Así, un “empresario” era solamente un personaje que tuvo medios i componendas para importar, sin supervisión alguna, i vender o estafar a los precios que les daba la gana; los industriales, apenas algunos, sabían el nombre de la fábrica i el de los productos que vendían. Por eso, como ha dicho Miguel Pérez Abad, “el producto más escaso en el país es la conciencia”. Venezuela jamás pensó en trenes porque eran “cosas del pasado” i un conocido filántropo ya fallecido, le interesaban las autopistas, los camiones, los cauchos, etc. Nunca se levantaban del escritorio, ni para firmar documentos, porque sus secretarias lo hacían todo i sabían de todo; ellos, solamente del dinero que acumulaban; i lo mismo los presidentes, que apenas de lejos conocían a su propio país; 9) La pobreza intelectual de muchos políticos que la han trasmitido “al pueblo suyo”. Escuchamos a muchos decir disparates como que el 23 de enero era el natalicio del Libertador; otros el Día de la juventud i el que la sacó del parque: el día que tumbamos al tirano Fidel Castro. Sin embargo perdonable, pero escuchar “razonamientos” de Manuel Rosales, de Julio Borges, de Ramos Allup, de Franceschi en la ANC, de Pérez Vivas el pateador de damas, de Teodoro Petkof, de Pablo Medina, de Froilán Vivas, i sigue la lista larga, es para desesperarse. Entonces ¿Con quién o con quienes dialogar? Algunos de los mencionados son abogados, periodistas u otras profesiones, e impulsa a preguntarnos ¿Cómo pudieron graduarse en una Universidad? En cambio vemos a una juventud revolucionaria con verdaderos líderes desde ya como Héctor Rodríguez, Robert Serra o Libertad Velásquez, mientras Yon Goicochea, Stalín no sé que cosa o el Ricardo Sánchez presidente de la FCU de la UCV si ser estudiante activo, que realmente inspiran lástima por su deslave intelectual. ¿Con quien establecer un diálogo i para qué? El gobierno revolucionario dialoga cotidianamente con su pueblo, con sus ministros i funcionarios, con los hombres de la diplomacia internacional i mandatarios de otros países i se establecen relaciones comerciales i culturales en beneficio de la patria; pero ADEMÁS, ESTA ES UNA REVOLUCIÓN SOCIALISTA CON PRINCIPIOS I FINALIDADES CONCRETAS QUE, ES OBVIO NO PUEDE TRANSIGIR EN PACTOS O CONVENIOS CAPITALISTAS. El Presidente Chávez no engaño a nadie; expuso claramente sus propósitos i ganó la presidencia la última ocasión por más de tres millones de votos. Con Nietzsche, en el otro pensamiento capital, parece que la comedia de la existencia no ha tomado conciencia de sí misma. Lo que sugirió José Vicente Rangel, no es lo que han malinterpretado los hombres mediocres de la oposición. El Ministro Chamberlain de Inglaterra dialogó con Hitler i no logró sino un soberbio engaño; o entre nosotros, Bolívar i Morillo dialogaron en Santa Ana de Trujillo, pero no para torcer el curso de la Independencia sino la regulación de la guerra; los diálogos exigen que las partes sean afines en ideales supremos, i no diálogos como entre los que nombra Giácomo Leopardi en su obra Diálogos, vayan a ser como el de Federico Ruysch, médico holantes, con sus momias, al descubrir una sustancia que inyectadas a ellas, podía relacionarse como con sus pacientes. Aquí, en política hai muchas momias, (Miquilena, Pompeyo, Caballero, Caldera, Barboza, etc.) pero la revolución nos las puede revivir.

 

                                                                      (Continuará)

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Roberto Jiménez Maggiolo


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