Reflexiono desde la búsqueda en lo profundo y abarcante del conocimiento, sobre una amplia gama de temas, como parte de lo que ha sido la exploración humana, frente a las guerras, las ideologías, una búsqueda más bien de la perfección, la trascendencia, lo espiritual, de los aspectos que han tocado la religión, la filosofía, las ciencias, el misticismo, y lo cuántico, a lo largo de la historia, enfrentados a los desafíos y lo que implican los retos, y enfrentarnos ante tales considerandos y conceptualizaciones, que surge de nuestras ideas y pensamientos. Términos que abarcan junto al progreso derivado de los procesos promovidos por el hombre en sociedad, buscando la justicia, la igualdad, la sostenibilidad, aquello que ha costado mucho impulsar frente a los intereses particulares y los conflictos generados por la explotación, la manipulación, el engaño, la mentira. Sin embargo, persisten los movimientos de personas que se organizan y luchan por sus ideales de un mundo que sea justo y equitativo, donde se alcance la mayor armonía, principalmente con la naturaleza, con la comprensión profunda de nuestra existencia, como experiencia de vida.
Tanto en Oriente como en Occidente, la espiritualidad y la filosofía, se han confundido para ofrecer sus interpretaciones, como propósito de vida, de la realidad que parte desde la naturaleza del ser a través de las enseñanzas de muchos avatares, de sabios que a lo largo de los tiempos inmemoriales, nos han legado sus conocimientos sobre comprensiones profundas sobre uno mismo y el universo que ha creado, puesto que es quien moldea y modela desde su ser, lo que es que está, pues surge desde dentro como conciencia plena y absoluta, que abarca todo, es decir, la realidad, lo trascendente, lo que es real, y de aquello que no siéndolo, es pensado y descartado de los aspectos de la propia reflexión al respecto de lo que se ha explorado a fondo, es esa intersección entre el misticismo y la ciencia, que la influencia de las ideologías y el progreso humano han permitido, siendo una ayuda y un estímulo para profundizar en cualquiera de los temas de interés personal.
Hasta ahora las circunstancias del hombre en el planeta, la explotación entre sus pares, y las consiguientes guerras para imponer las condiciones del vencedor sobre el vencido, de ahí que la supremacía es favorable al fuerte sobre los débiles, una diferencia que toma de la naturaleza donde todo es medrar, en función de lo que determina lo que es, no las ideologías surgidas desde la racionalidad, a través de la interpretación de religiones y dogmas sobre el bien y el mal, que se mantienen como perspectivas limitantes sobre las poblaciones, como un sofisticado sistema de gobierno de los muchos por pocas entidades, que se ubican en la cúspide, donde se supone reside el poder creador y dador de vida. Téngase en cuenta respecto a la existencia como criaturas dotadas de espíritu, cuerpo y alma, un ser biopsicosocial que busca amoldarse e insertarse desde diferentes dinámicas, con cada vez mayor perfeccionamiento, tratando de alcanzar la conciencia necesaria que le dé la plenitud anhelada del equilibrio y la armonía en su existencia, dotado como está de ideas y pensamientos, para hacer de su vida, la manifestación de lo que es trascendente como realidad en lo real.
Buscamos la salvación como término en un viaje, una ecuación que no siempre alcanza a desarrollar su objetivo, pues se piensa que se viene de la creación, de un espíritu ideal y sublime, elevado a la enésima potencia, libre de imperfecciones, sin desviaciones de ningún tipo, porque no está hecho de carne, por tanto, no cede a los instintos y necesidades volitivas. Sin embargo, dotados de libertad de pensamiento, se puede actuar desde diferentes roles, con impulsos, instinto de conservación, colocando por delante lo que requiere de sacrificios para tener al alcance la plena y total sabiduría, aquella que yace en lo más íntimo y profundo del ser en lo absoluto, siendo como somos cocreadores de lo que hay como expresión de cuanto transcurre en la vida, en la que ha sido, es y será continua y eterna, aunque solo tengamos el presente para percatarnos de ello, mientras todo acontece como una experiencia de nuestra propia existencia, en lo que llevamos aprehendido sobre nosotros mismos con plena y absoluta certeza de la identificación trascendental, guiados por las sutiles demostraciones en la espiral sin principio ni fin, mientras se ensancha y es expansión más allá de lo mental.
Qué es lo que ha alcanzado a probar la ciencia una vez desprendida de la filosofía, de la búsqueda perpetua de aquello que nos conforma como totalidad en el universo, ese cosmos presente y con las consecuencias de lo que se cree y crea en cada ser, todo cuanto surge en uno mismo, y se hace de eso que somos y nos define. De eso que todas las religiones, del saber místico, de lo que dice haber alcanzado lo cuántico, lo que se lleva recopilado hasta el momento, atribuido al sí mismo, a la complejidad como holístico, inalcanzable racionalmente, pues somos lo diminuto en un mundo como expresión, aunque dotados de una inmensa energía que pareciera surgir de la nada en el vacío, que dota a la materia de lo que se compone todo desde los sentidos hasta los emisores que existen recepto del mensaje decodifica y descrito, que corrobora que somos polvo de estrellas, es decir, luz como destello de inteligencia de las ideas que se transmiten a través del pensamiento al respecto del sin fin de cosas que abarcan la realidad y lo fantástico, si se prefiere, apenas uno de los aspectos, pero cruciales para alcanzar a comprender que lo trascendente es también parte real y manifiesta de la conciencia.
Lo que está se propala desde atrás, ahora y es futurizo frente a todo lo que existe fuera de nosotros mismos. Todo es la conciencia envolvente en sí misma como lo absoluto, esto no es más que aquello que se ha dicho y se repite como parte de una manifestación más intensa, que nos viene dado hace mucho tiempo por avatares, guías que han sembrado los senderos con la información y medios de acceder a las fuentes del conocimiento, para saber lo que somos como humanos, en los niveles, desde los diferentes planos, y distintas dimensiones que vamos recorriendo, como un todo unido al mundo, la de cada cabeza, la de todos los mundos, universos pensados y planteándose que siempre hay algo más allá. Siendo entidades manifiestas que se expresan de lo abstracto a lo concreto, definitivamente complejo, inabarcable, lleva el sello de sus instintos de conservación y preservación como especie capaz de captar su naturaleza, y abarcar de principio a fin, con posturas pergeñadas de lo que asume a conciencia, desafiándose hasta probar que no es la materia lo que le antecede, para decirlo sobre la voz de los clásicos, que se volcaron ya no en la contemplación, sino desde el pensamiento, tan caro para Occidente, al separarse de la sabiduría ancestral del Oriente, a lo cual estamos volviendo ahora.
De lo que hemos abarcado y su variedad, interconexiones que involucran la historia humana desde ideologías, lo espiritual y la conciencia, son temas que en resumen tocan puntos cruciales, que podrían dar paso a una tesis con las consecuencias por sus planteamientos que exploran lo que hemos enfrentado los seres humanos, desde los conflictos y guerras, la explotación y la imposición de condiciones que favorecen a unos pocos en detrimento de muchos, tratándose de un progreso bajo la guía de ideologías y racionalizaciones religiosas como intérpretes de las luchas libradas por la dualidad bien y mal, sometiendo a las poblaciones bajo sistemas de gobierno por parte de supuestas entidades superiores. Si de lo que se trata es de alcanzar lo sublime, la espiritualidad y búsqueda de la perfección, no basta solo con las enseñanzas religiosas, sino promover lo místico, la plena conciencia, que eleva al ser humano y lo remonta desde su naturaleza a la comprensión más profunda de su existencia.
Es el conocimiento, la sabiduría, filosofía, ciencia, misticismo, cuántica, la búsqueda incesante por aprender a entender la naturaleza de la realidad y la conciencia, proponiendo que la materia y la energía son manifestaciones de la creación. La humanidad a lo largo de la historia ha sido moldeada por la interacción entre la explotación y el conflicto, las ideologías y religiones, y la búsqueda de una comprensión más profunda de la existencia. Son los aspectos con sus consecuencias y lo significativo para la evolución, en un proceso de toma de conciencia y progreso colectivo. Se trata en todo caso de las consecuencias para toda la humanidad, la cual atraviesa por conflictos y desigualdades, explotación y guerras, resultado de la desigual distribución de los recursos y las oportunidades, lo que perpetúa los ciclos de pobreza y mayores conflictos. Las religiones, las ideologías, han motivado ciertas resistencias para los avances de la ciencia, queriendo retener desde sus dogmas una creación que ha propiciado tensiones entre la tradición y la innovación.
La espiritualidad brinda a las personas un sentido de propósito y dirección, y fomenta desde la introspección la búsqueda de la perfección personal y colectiva. Abarca la conciencia universal humana, llevando a un reconocimiento cada vez mayor de nuestras imperfecciones, y de la relación entre la vida y la existencia en medio del ambiente, en el cual se promueve una ética de sostenibilidad y respeto por la naturaleza y una moralidad necesaria. En última instancia, la humanidad se encuentra en un punto crucial donde las decisiones y acciones que tomemos influyen en nuestro futuro y el del planeta, donde moran las especies. La integración de conocimiento, sabiduría espiritual y una ética global puede permitirnos alcanzar un equilibrio armonioso y sostenible en nuestra coexistencia con la naturaleza y entre nosotros mismos.