El capitalismo como enemigo de la vida

“El pueblo pasa por diferentes etapas de desarrollo. Su lucha contra el capitalismo comenzó con su surgimiento. Atentado que se trata de cometer con el pueblo venezolano al privarlo del derechos naturales, anteriores y superiores a toda ley, y, por consecuencia, ilegislables”.

La industria moderna ha transformado el pequeño taller del patriarcal (maestro artesano) en la gran fábrica del industrial capitalista. Masas de obreros, hacinados en la fábrica, están organizados en forma militar. Como simples soldados de la industria, están colocados bajo la vigilancia de una jerarquía completa de oficiales y suboficiales. No son solamente esclavos de la clase burguesa, del Estado burgués, sino diariamente, a todas horas, esclavos de la máquina, del capataz y, sobre todo, del patrón de la fábrica. Cuanto más claramente este despotismo proclama la ganancia como fin, más mezquino, odioso y exasperante resulta.

Cuanto menos habilidad y fuerza requiere el trabajo, es decir, cuanto más progresa la industria moderna, con mayor facilidad es suplantado el trabajo de los hombres por el de las mujeres y los niños. Las diferencias de edad y sexo pierden toda importancia social para la clase obrera. No ha más que instrumentos de trabajo, cuyo coste varía según la edad y el sexo.

En esta etapa el pueblo (trabajador) forma una masa diseminada por todo el país y disgregada por la competencia. Si el pueblo en masa compacta, esta acción no es todavía la consecuencia de su propia unidad, sino de la de la burguesía, que por atender a sus propios fines políticos debe poner en movimiento al trabajador.

Durante esta fase el pueblo combate a sus propios enemigos; es decir, los vestigios de la colonia imperial, a los propietarios territoriales, burgueses no industriales y pequeños burgueses. Todo el movimiento histórico es de esta suerte concentrado en manos de la burguesía; toda victoria alcanzada en estas condiciones es una victoria de la burguesía.

Esta organización del obrero (proletariado) en clase y, por tanto, en partido político, es sin cesar socavada por la competencia que se hacen los obreros entre sí. Pero surge de nuevo, y siempre más fuerte, más firme, más potente. Aprovecha las disensiones intestinas de los burgueses para obligarles a reconocer por la ley algunos intereses de la clase obrera.

Todas las clases que lograron hacerse dominantes trataron de consolidar la situación adquirida sometiendo toda la sociedad a su propio modo de apropiación. El pueblo no pueden conquistar las fuerzas productivas sociales sino aboliendo el modo de apropiación que les atañe particularmente y, por tanto, todo modo de apropiación en vigor hasta nuestros días. El pueblo no tienen nada propio que salvaguardar; tienen que destruir todo lo que hasta ahora ha venido garantizando y asegurando la propiedad privada existente.

Todos los movimientos han sido hasta ahora realizados por minorías o en provecho de minorías. El movimiento obrero es el movimiento independiente de la inmensa mayoría en provecho de la inmensa mayoría. El pueblo trabajador (proletariado), capa inferior de la sociedad actual, no puede levantarse, enderezarse, sin hacer saltar todas las capas que constituyen la superestructura de la sociedad oficial.

“Mientras haya en el mundo pueblos que estén sumidos en la ignorancia y la miseria, mientras existan explotados y explotadores, esclavos y señores, la pavorosa cuestión social estará siempre a la orden del día, y los privilegiados no hallarán tranquilidad ni en el silencio de las tumbas: que el ejercicio del mal atormenta casi tanto al verdugo como a la víctima.”

¡La Lucha sigue!

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1757 veces.



Manuel Taibo


Visite el perfil de Manuel Taibo para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: