¡Diosdado, agudiza tus oídos!

Cuando he tenido que criticar algo en Diosdado Cabello Rondón, el Capitán, lo he hecho por la calle del medio. Es un personaje polémico de la vida política nacional. Cualquiera diría que es el más polémico del PSUV. Posee un lenguaje directo, muy duro y frontal. Y como suele suceder con estas personalidades: es altamente amado por unos, y vilipendiado por otros. En las redes sociales se gozan al hijo predilecto de El Furrial, en el estado Monagas. Pero tras de esa cara dura, burlona, algunas veces, se esconde un ser humano que siente, padece y es capaz de llorar, si fuere el caso. Para mí, como periodista, como miembro del PSUV, como militar en la reserva y como humano que soy, no me es fácil escribir con propiedad sobre Diosdado. Pero estoy obligado hacerlo, por múltiples razones. Una de ellas, y, tal vez, la más poderosa, es que estamos al frente de hombre presidenciable. Es decir, coquetea con la silla de Miraflores, aunque diga lo contario, y está en la ruta hacia lo más alto del poder político en este país.

Político que no aspire a ser Presidente, es un político acabado, llegado para llenar huecos. No es el caso de quien se rumorea que es el auténtico y genuino hijo político del Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías. Eso dicen. En efecto, estamos en presencia de un hombre de una sola cara, por lo menos es lo que muestra. Orgulloso de haber participado en el movimiento 4 de febrero de 1992. Orgulloso de conducir al partido político mejor organizado de Venezuela, y tal vez de Latinoamérica, el cual cuenta con una vanguardia Patria o muerte. Ese señor, con esas credenciales, tiene todo el derecho de aspirar en convertirse, más temprano o más tarde, en el Presidente de todos los venezolanos y venezolanas. Pero, no las tiene fácil. Aun llegado a Miraflores.
Diosdado, tiene mucho que aprender. Tiene muchos libros por devorar, como lo hacía su padre político. Pero no sólo eso, tiene que analizar e interpretar lo que lee. Y entre su lectura no debe faltar la historia de su país, así como la historia del mundo, en general. Tiene, o mejor dicho, debe de leer sobre filosofía antigua.

No la de ahora que no sirve si no para hacerle peso a la psicología. Los filósofos de la antigüedad, solo tenían tiempo para escribir o para hablar en plazas públicas y en las calles, como fue el caso de Sócrates, entre otros. Y de hacerse preguntas sobre la vida y su creación. Ellos mismos se respondían. Y eso era el combustible de sus vidas. Pero dejaron una huella imperecedera. Esa huella está en los libros. Sólo hay que buscarlos, comprarlos y ponerse a leerlos. Debe leer los clásicos de la economía. Y, en especial, todos o casi todos los buenos libros sobre los mejores revolucionarios que han existido. Eso tiene o debe hacer Diosdado. Inclusive, debe leer a Maquiavelo, quien escribió su mayor obra, llamada El Príncipe. Por cierto, he aquí una frase de este singular personaje de la historia: “En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprender lo que ven”.

Diosdado Cabello, debe asumir si desea ser un líder, otro rol más contundente, más general, más amplio y definido. Ser el jefe de un partido, es una cosa, y ser un líder de un pueblo, es otra cosa. Por lo que debe no sólo estudiar, analizar e interpretar, sino cambiar algunos elementos de su personalidad, de ropaje solamente. No se puede ser auténtico y jurungar esa zona para ser distinto y complacer a unos pocos. Un líder no obra de esa forma complaciente. Es la muerte. No es poca cosa, llegar a ser un líder parecido, sólo parecido a Hugo Chávez. Ese nació líder. Después los años se encargaron de pulir ese liderazgo. Diosdado tiene que luchar más que Chávez para llegar a la cima. Me gusta una frase de Ralph Waldo Emerson: “Los días vienen y se van como figuras veladas y apagadas enviadas por un amigo lejano, pero no dicen nada. Y si no utilizamos los dones que nos traen, se los llevan también en silencio”.

El jefe del PSUV, vino a este mundo con dones muy identificados. Pero no basta con tenerlos, hay que saber utilizarlos en el momento dado. Ni mucho antes, ni mucho después. Muchas personas no saben que dentro de sí, cuentan con dones especiales, y algunos mueren sin haberse dado cuenta. ¿Diosdado, te has dado cuenta de los dones con que cuentas? ¿Esos dones que Dios te otorgó cuando se ocupó de ti? Y todo comienza con Dios.

No sé si crees en Dios, o si eres marxista o algo parecido. Tu lenguaje no es el de un marxista, por lo menos es lo que percibo. Por lo tanto, puedo hablarte de Dios. Él te envió aquí al planeta tierra, y por algo deber haber sido. “El propósito de tu vida excede en mucho a tus propios logros, a tu tranquilidad o incluso a tu felicidad. Es mucho más grande que tu familia, tu carrera o aun tus sueños y anhelos más vehementes. Si deseas saber por qué te pusieron en este planeta, debes empezar con Dios. Naciste por su voluntad y para su propósito”. Eso lo puedo leer en el libro de Rick Warren, “Una vida con propósito”. Por cierto, es bueno que pienses en ese propósito, y te enfoques en él.

El mundo actual está loco. Anda loco. Buscando un líder que sea diferente. No es una casualidad de que Donald Trump haya llegado a la Casa Blanda. Para bien o para mal se instaló con su personalidad desaforada. Pienso que el bien, le queda grande. No sólo para su país, sino para el mundo entero. Este señor es un loco, producto de esa búsqueda de la sociedad estadounidense, cansada de más de lo mismo. Se requiere un modelo de liderazgo distinto a los ya conocidos, desgastados y moribundos. Tú, como buen discípulo de Chávez, debes de tener una amplia biblioteca en tu casa. No faltaran libros sobre el liderazgo por montones. Sin embargo, Ken Blanchard y Phil Hodges, escribieron un libro que me gusta: “Un líder como Jesús”. Los autores abordan el tema desde cuatro áreas, para ellos, claves: Corazón, cabeza, manos y hábitos. Si lo tienes, vuelve a leerlo. Si no lo tienes, búscalo.

Lo primero que tienes que afinar es tu visión, si la tienes. Pienso que la tienes, pero sin desarrollar. “Nada que haya sido noble o digno en la tierra, jamás ha sido hecho sin visión. Ningún invento, ningún desarrollo y ningún gran logro jamás han sido realizados sin el poder inspirador de esta misteriosa fuente llamada visión”, así lo señala Myles Munroe. Así mi querido camarada, si usted están pensando, como lo pienso yo, y como yo, mucha gente, en llegar a la Presidencia de la República, debe afinar y afincarse en la visión, ella te permitirá ver más lejos, con mayor seguridad, con mucha confianza y con la certeza que así será. Terminó citando a Osho: “Sólo puedes se dichoso cuando eres auténticamente tú mismo.

Nunca puedes sentir felicidad cuando estás actuando como otra persona. Así que recuerda el mensaje del tantra: Tú eres el ideal. No tienes que imitar a nadie; tienes que descubrirte a ti mismo…”.!Buena suerte!, a pesar de que para mí la suerte no existe, sólo existe un buscador.


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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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