El síndrome de Estocolmo en Miraflores

¿En qué se fundamenta nuestro gobierno para considerar firmemente, que la crisis del capitalismo, se cura con más capitalismo? El gobierno insiste en corregir la producción capitalista mejorándola, vitalizando la economía del capital y apadrinando el mercado, dejando en manos de empresarios los precios de los productos que ellos han transformado “en mercancías”. Zamuro cuidando carne. Dicen los Ministros que el Comandante Chávez, siempre les reclamaba la presencia del socialismo de cada gestión. ¿Se puede construir la paz social, la justicia y la equidad, dentro de “la economía política” columna vertebral del capitalismo, cuyo propósito principal es la acumulación de más capital? Miraflores cree que el capitalismo es humanizable, que la historia avanza por “etapas” por “evolución”, y que la industrialización capitalista es el camino hacia el socialismo. Frente al sector privado, el Presidente Maduro avanza un paso y luego retrocede tres, persiste en seguir en el Titanic. No quiere entender que el capital juega con cartas marcadas. Cada día se aleja más y más del Plan de la Patria de “su padre”. La víctima termina conviviendo con su victimario (Síndrome de Estocolmo).

El sujeto colectivo, impulsado por su consciencia social que Chávez trató de construir, hoy involuciona. El gobierno se empeña en hacerlo más consumista; equivocadamente cree que revolución y estómago son lo mismo. El lenguaje y la práctica revolucionaria están desapareciendo. Para el Presidente sólo importa “la producción” capitalista, por eso obvia subjetivas, espirituales, culturales y poderosas razones, que nos llenen de valores revolucionarios. Más plusvalía, más explotación, más pobreza. Empeñado en priorizar lo económico, el gobierno viene apelando a las “armas melladas del capitalismo”: el neo keynesianismo, el neo desarrollismo y el progresismo, los tres son el mismo capitalismo. Mire el alto costo económico que costó, el populismo electoral. Así se cultivan las lealtades al sistema capitalista. Ocupado en permanentes reuniones con “los salvadores” “empresarios” que son chulos y parásitos de cuna, el gobierno se olvida del inmenso poder que hay en LA CULTURA. Nos referimos a las prácticas, costumbres, creencias, hábitos, deseos, símbolos, creaciones materiales, intelectuales y hasta espirituales. “Creo en los poderes creadores del pueblo”. El capitalismo nos ha diseñado un mundo a su menester; un “Lecho de Procustro”. Así es como nos dominan. Empobrecida “la botija”, ahora se apela a la entrega de nuestras riquezas minerales, y la Faja petrolífera del Orinoco, será “ZONA ESPECIAL” (territorio no soberano), cuando deberían servir para darle fuerza a nuestra moneda. Arréchate Chávez, arréchate.

Por el derroche, la irresponsabilidad y la corrupción, la hacienda pública luce famélica. Dinero, más dinero, de allí las medidas tributarias. Dinero que llegará a las manos de los grupos privados y concentrará más riqueza, lo que dialécticamente producirá más pobreza. La premisa del Che de “El hombre y la mujer nueva” no cuentan para nada en este “proyecto” político “bolivariano”. ¿Acaso no es mejor cambiar el pensamiento y la conducta humana de nuestro pueblo elevándole su consciencia social y formándolo políticamente, que dilapidar la riqueza pública? Tragamos pero no sabemos comer. Los hospitales están llenos de pacientes que no saben o no pueden comer correctamente. Mala política curativa, que no deja parir a la política preventiva. El gobierno gasta más en Seguros privados que en salud pública. ¿Es imposible reeducar al país en el buen uso de los servicios públicos? Hay centros comerciales que consumen más energía que un barrio, en un país donde el sol lo tenemos todo el día y año. Edificios públicos y privados todos cerrados para más consumo energético. Las ciudades son centros comerciales y estacionamientos y las calles centros de contaminación. Los de a pie se encargan de guardar en sus pulmones la contaminación automotor. Consumimos alimentos que dentro del país nos vienen de setecientos u ochocientos km de distancia en grandes transportes que dañan carreteras y autopistas, amen que consumen repuestos que se traen de afuera, lo que implica fuga de divisas. Exportamos materias primas e importamos productos elaborados con nuestras materias primas; es la impuesta división internacional del trabajo. ¿QUÉ PASO CON LA RED DE FERROCARRILES ANUNCIADAS POR CHAVEZ? No sabemos enfrentar a los especuladores con el boicot, ni con la ley, ni con el pueblo. Compramos mercancías costosas o inútiles, buscando prestigio. Las escuelas y liceos están rodeados de bares o ventas de licor. El burocratismo, la corrupción y la ineficiencia compiten en la administración pública. Confundimos la democracia burguesa con la democracia socialista, y se pretende un igualitarismo imposible por tratarse de clases sociales completamente opuestas. Es mentira que en una revolución socialista “cabemos todos”. Con el imperialismo y sus lacayos “ni tantico así”. Nada escapa a la sospecha de ser ideología (falsa conciencia. Inversión de la realidad). Poder popular dependiente del gobierno y mantenido a billete NO ES PODER POPULAR.

Confiesa el gobierno que el 60% de la población es clase media (No lo creo, está disminuyendo cuantitativa y cualitativamente), la misma que votó contra el gobierno, que le pide a las instituciones públicas que le arreglen su urbanización, le concedan créditos para complacer vanidades, van de banco en banco buscando tarjetas de crédito, para con una tarjeta pagar la deuda de la otra, generalmente vienen de la pequeña burguesía y les aterra volver a ella. Esta clase media o media clase, o falsa clase, o invento de clase, llega a creer, que “la propiedad es inalienable”. Son patológicamente consumistas, lo que tienen, casi todo lo debe, viven del fiado pero sabe aparentar, de ella se nutre mucho el mercado y el fascismo. En su “Crítica al Programa de Gotha”, Marx constata que en el capitalismo el derecho es ideología, por eso encubre u oculta la explotación. En el prólogo a “La Ideología Alemana”, acertadamente dice: “Hasta ahora, los hombres se han formado siempre ideas falsas acerca de sí mismos, acerca de lo que son o debieran ser….Los frutos de sus cabezas han acabado por imponerse a su cabeza”. Marx inicia su combate en el plano filosófico, ayudando a “descomponer el sistema hegeliano”. “El espíritu absoluto” hegeliano, debería desaparecer. Capta la realidad con magistral firmeza: “Son los individuos reales, sus acciones y sus condiciones materiales de vida” y no “La idea” que el ser se hace de sí y de su sociedad, el punto de partida y el punto de llegada para despejar la apariencia y llegar a la realidad. Ciertamente: “lo que los individuos son depende, por tanto, de las condiciones materiales de su producción”. Ideologizado, el pueblo generalmente desconoce que son ellos la fuerza revolucionaria única, capaz de destruir lo viejo y construir lo nuevo. Necesitamos aprender que “Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes”. En “El Manifiesto”, “el capital es un producto colectivo…no es…un patrimonio personal, sino una potencia social”. Para que las “relaciones materiales dominantes” tengan éxito, el capitalista tiene que forjarle un mundo; una falsa idea de un falso mundo a quien todo lo produce y casi todo lo padece. El trabajador no sólo produce mercancía, él se reproduce como mercancía y reproduce al sistema que lo oprime. No nos perdonará la historia, no haber profundizado la revolución, cuando era el momento. “Quién puede descansar en el filo de una hojilla” (Víctor Valera Mora) (Continuará el próximo sábado).



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Jesús M. Vivas P.

Profesor Universitario con 45 años de servicio docente. PhD en Historia, egresado de la Universidad Complutense de Madrid. Más de 700 Artículos publicados a nivel nacional e internacional, mas de 60 años en la lucha revolucionaria, soy Jesus "Chucho" Vivas

 jesusm_vivas@hotmail.com

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