El acto del juramento es un acto sagrado, un acto espiritual, el juramento para ser cierto, para ser asumido debe sentirse desde lo profundo del alma, jurar y no cumplir es un acto de traición, en primer lugar a nosotros mismos, en segundo ante quien hacemos el juramento y tercero traición a quienes nos escucharon hacerlo.
Afirmar “Yo soy Chávez”, más que una consigna debe ser un juramento, pero un juramento verdadero, un juramento puro, un juramento sincero. Decir “Yo soy Chávez” debe implicar un cambio rotundo en nuestra conducta, en nuestro accionar, en nuestro pensamiento, en nuestro corazón, decir “Yo soy Chávez” es algo grande, cuando hacemos esta afirmación estamos asumiendo un compromiso de vida, estamos comprometiéndonos a ser como aquel que se consagro en la lucha por su patria, por su pueblo, por los pobres del mundo y los oprimidos.
Hacer el juramento solo por hacerlo, solo por la emoción de la circunstancia, solo por seguir a la mayoría no sirve de nada, insisto, es un acto de traición, de deslealtad, un acto vacío que no pasa de ser eso, una consigna.
El otro juramento, “Chávez te lo juro”, este también debe ser asumido como el primero y no se cumple solo con ejercer el voto el 14 de abril por Nicolás Maduro, no, el juramento no queda allí, este es el juramento de lealtad, el juramento de unidad, de seguir adelante, de seguir construyendo la revolución, pero principalmente el juramento de la unidad, unidad, unidad y mas unidad, unidad en todos los aspectos, unidad en todo momento, unidad en la diversidad, unidad, unidad, unidad, ese es el segundo juramento.
Pasemos de la consigna al juramento, hay que asumirlo y cumplirlo, hay que aceptarlo, hay que practicarlo. Cada una de nuestras acciones en adelante deben estar guiadas por estos principios, ser como Chávez en todos los aspectos, mantener la unidad y lealtad absoluta al pueblo y la revolución que pasa por darlo todo para que la revolución se consolide de una vez por todas, darlo todo por la victoria, darlo todo por el pueblo, darlo todo por la independencia, la soberanía, entregarnos por completo a la lucha, así mismo como lo hizo Chávez, conocemos sus valores, conocemos sus principios, conocemos sus acciones, conocemos su compromiso y su sacrificio, ¿Cuántos estamos dispuestos a asumir el juramento? Dejemos las vacilaciones, dejemos las distracciones y enrumbémonos por la vía justa, por el camino que se nos enseño, el mapa y las cartas de navegación están en nuestras manos, nos toca entonces avanzar, avanzar unidos, como hermanos, ¡asumamos el juramento camaradas!
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