Las 3R al cuadrado: una tarea permanente de la Revolución (I)

     Este material de reflexión, intenta crear otras reflexiones, lo hemos discutido en el seno del gremio docente, mas especifico con directores de zonas educativas, sin embargo queremos hacerlo más visible y socializarlo con muchas otras personas y Aporrea es un importante medio para hacerlo, debido a la cantidad de visitantes que tiene esta página a nivel nacional, como internacional. 

     Las y los militantes de la Revolución Bolivariana, ameritamos constantemente abrir y posibilitar los espacios para el debate constante y permanente; cultura ésta que permite elevar y fortalecer la conciencia revolucionaria. Por ello la crítica y la autocritica, representada hoy en las tres erres, es una tarea permanente de las y los revolucionarios. 

     En los inicios del año 2008, ocurrió el primer campanazo o llamado de atención en torno a lo que se denominó la Revisión, Rectificación  y Reimpulso del proceso revolucionario bolivariano, donde se instaba a las corrientes del chavismo a revisar las actuaciones del gobierno de forma integral, así como las estructuras de gestión social que son parte esencial y protagónica del proyecto de país, apuntando el camino hacia la construcción del  socialismo, ello como parte de las exigencias surgidas frente a los resultados desfavorables de la consulta electoral para la Reforma Constitucional. 

     En diciembre de 2007, se pensó que esa orientación de aplicación de las 3R, no al cuadrado aún, iba a ser acatada y sus resultados revertirían la situación a favor de una mayor votación en los comicios electorales venideros. 

     Transcurridas las elecciones del 26 septiembre, a pesar de la insistencia y del cacareo de muchos funcionarios públicos y cuadros del partido de la revolución con el tema de las 3R simple, no ocurrió el tan esperado aplastante triunfo electoral por parte de las fuerzas revolucionarias; a pesar de la derrota que le causamos a la oposición. 

     Una de las máximas revisiones que se demandaba era el de la transferencia de poder al pueblo. Debe haber una errónea interpretación de ello y por supuesto un desarrollo distinto al que está establecido en las leyes e instrumentos jurídicos. Transferir el poder al pueblo no significa gobernar en su nombre, que es lo que hacen las democracias burguesas, menos aún es que gente del pueblo que llegó o fue designado para ocupar un puesto en la estructura de la administración pública, diga que gobierna con el pueblo y cierra los espacios de elaboración de la política y toma de decisiones. Transferir el poder al pueblo es liquidar la estructura del Estado burgués, superando sus controles y también los obstáculos que han surgido del propio seno del gobierno, como réplica de ese viejo estado que decimos combatir en revolución.  

     La revolución se hace con revolucionarios y revolucionarias y ellos no crecen silvestres ni los identifica una prenda roja que tanto advenedizo porta por allí, son producto de una profunda formación política e ideológica que los prepara para elevar su nivel de conciencia y arraigar sus principios a la causa que construyen y defienden. Ahora debemos imprimir una nueva marcha, las 3R² ¿Cómo comenzar la tarea? ¿Qué vamos a revisar y cómo debemos hacerlo? ¿Se darán las pautas mínimas necesarias para la aplicación de ese proceso en las instancias de poder que desempeñamos? ¿Se dictarán las líneas estratégicas para abordar las debidas soluciones a todo aquellos problemas que sean detectados o que erróneamente se han abordado? ¿Quién y qué herramientas se habrán de utilizar para controlar que en cada estructura del gobierno haya la disposición a acatar y desarrollar esa agenda dispuesta por el líder de la revolución? La aplicación de las 3R² exige un riguroso monitoreo si queremos que tal proceso autocrítico y de empuje necesario, avance con éxito. 

     Siguiendo las líneas de estas reflexiones, en torno a la “Implementación de las 3R², no nos queda más nada, por ahora  que exhortar a todas y todos a revisar cuales de estos factores entorpecedores del proceso Revolucionario-Bolivariano existen, que ameritan priorizarse y superararse en la gestión que realiza, son ellos: 

¿Ineficiencia e ineficacia en nuestras instituciones gubernamentales?

¿Indolencia, burocratismo e indiferencia ante los problemas que aquejan a quienes debemos servirles?

¿La quinta columna y sus derivaciones?

¿Bajo nivel Político- ideológico, así como escasa formación de muchos funcionarios públicos recomendados y enquistados en nuestras instituciones?; son estas entre otras falencias que se mantienen en nuestro proceso.

baredu25@hotmail.com


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Bartolo Hernández (Hochiminh)


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