La emotividad va a más, domingo tras domingo, a favor del Papa León XIV en un Castel Gandolfo con el mismo clima habitual de San Pedro. En el Ángelus recién pronunciado a las 12:00 en la Plaza de la Libertad, los fieles han acogido con entusiasmo la presencia de Robert Prevost desde el Palacio Apostíco, frente a peregrinos procedentes de todo el mundo, romanos y castellani. Tras el Ángelus, el Papa ha lamentado, sin medias tintas, las "noticias dramáticas" acerca del ataque, el pasado jueves, a la iglesia católica de Gaza.
"Expreso mi profundo dolor por el ataque del ejército israelí contra la parroquia católica de la Sagrada Familia en Gaza", ha declarado Prevost, recordando "la muerte de tres cristianos" -pronunciando el nombre y apellidos de cada uno de ellos- y otros "graves heridos"; mostrando su "cercanía" a sus respectivos familiares. "Este ataque se suma a los continuos ataques militares contra la población civil y los lugares de culto en Gaza". León XIV ha sido claro: "¡Pido, una vez más, que se detenga enseguida la barbarie de la guerra!". Tras unos segundos de aplausos, ha solicitado "una solución pacífica del conflicto", pidiendo a la comunidad internacional el "respeto del derecho humanitario" y la "protección de los civiles". A los cristianos de Oriente Medio ha asegurado: "Estáis en el corazón del Papa y de toda la Iglesia".
En Castel Gandolfo, desde primera hora de la mañana de este domingo, se ha notado de forma visible la consistente presencia de fieles, más que en los domingos anteriores, para ver de cerca a León XIV rezar el Ángelus asomado desde el Palacio Apostólico de la conocida localidad veraniega de los pontífices. Hace dos domingos el Papa no pronunció ningún Ángelus ni ninguna misa, porque llegó a Castel Gandolfo por la tarde; mientras que el domingo pasado hubo lluvias en la zona que impidieron que hubiera aún más fieles de los miles que igualmente se presentaron en la plaza central de la conocida localidad romana.
María y Lucía, son madre e hija, que han venido de la localidad madrileña de Cerceda para conocer al Papa León XIV en Castel Gandolfo y han estado esperando con ilusión la salida de Robert Prevost desde la Plaza de la Libertad. "Tenemos muchas ganas de conocer al Santo Padre", explica María esperando debajo del sol junto a su hija. "Estoy muy emocionada, con muchos nervios, porque no sólo es la primera vez que voy a ver a León XIV, sino a un Papa en absoluto", admite Lucía con mirada de expectación minutos antes de la salida del Pontífice asomado desde el Palacio Apostólico.
Unos minutos antes, en español, cientos de personas han estado cantando Cumpleaños Feliz entre miles de fieles y en medio de la Plaza de la Libertad, la plaza central de Castel Gandolfo. "Es muy especial celebrar mi cumpleaños el día que voy a conocer al Papa León XIV", explica Aída, de la localidad salmantina de Alba de Tormes. Ella ya había estado una vez anteriormente en Castel Gandolfo, pero no había visto a ningún Pontífice, pero este domingo será diferente. Aída había visto al Papa Francisco en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, pero reconoce que esta vez es distinta: "En Castel Gandolfo al Papa se le puede ver más de cerca". En relación a Robert Prevost, según esta fiel española "León XIV es muy cercano y creo que mantendrá un equilibrio entre conservar el pasado e ir hacia adelante".
Al contrario que en su primera misa pública en Castel Gandolfo el domingo pasado, en la jornada de hoy el Santo Padre ha celebrado la misa en la Catedral de Albano, a pocos kilómetros de distancia de las conocidas villas pontificias. El Papa ha protagonizado así la misa dominical frente a centenares de fieles dentro del templo y miles de ellos fuera de él, también ante la presencia, sobre todo, de muchos habitantes de la zona del lago de Albano, en la provincia de Roma.