Historias espantosas e increíbles!, ¿y cómo los ayudo?…

Me escriben: "Amigo Sant Roz, yo sé que tú no puedes hacer nada porque no tienes poder político y vives en un país que aquí es considerado de comunista, pero al menos escribes, y tus notas, aunque tú no lo creas, llegan a muchos lugares de EE UU y Europa. Hermano, insiste todos los días en desnudar, en difundir, esta gran tragedia que estamos viviendo aquí en EE UU. Hermano, aquí durante mucho tiempo hemos estado viviendo como unos presos, esto se ha vuelto una gran cárcel, aquí no tenemos paz, nos estamos enfermando y con la desgracia de que tampoco podemos acudir a un médico, preocupados por lo que les pueda pasar a nuestros hijos, a nuestros amigos. Todo atenta contra nosotros, por cualquier desliz, te atrapan, te ponen preso por varios meses y luego te deportan sin más. Es verdad, como tú lo sabes, que nunca comulgué con tus ideas y mucho menos con el gobierno de Chávez y… mucho menos, con el de Maduro, que los ataqué, que trabajé al lado de la oposición con todas mis fuerzas y que esa fue la causa de nuestro distanciamiento. Perdona, que nos hayamos dejado de tratar, al nivel de locura, por esos sentimientos y por esas divergencias, pero bueno, ya pasó, que podía uno imaginar que luego pasaría esto que estamos sufriendo, no tenía yo cabeza para imaginármelo… Y no fue que nos pusimos a inventar a lo loco y cogimos para este país. No amigo, lo planificamos bastante porque además siempre nos lo vendieron como lo máximo, pero una cosa era ver los cuentos que nos echaban desde allá y otra el carajazo que nunca imaginamos nos íbamos a llevar, ¿y puedes tú creer que entonces se encuentra uno en una posición que ni de aquí y de allá, en el aire, sin nada a qué agarrarse, perdiéndolo todo? Con decirte que mejor lo estaríamos pasando en una cárcel en Venezuela, pero pasándola en nuestro país, que es otra cosa. Locura total, porque ahora nos ha llegado una orden en la que tenemos que presentarnos el próximo día 9 y eso, hermano, de seguro es la cárcel con barrotes, esposas y mono amarillo…"

OTRO MENSAJE: "… José, acuérdate que yo me vine a Texas, a través del programa CBP One, y que en principio se trataba de un permiso temporal para establecerme para luego conseguir un trabajar legalmente. Venía con todos los hierros que luego se volvieron yerros, estimado, decidido a echar pa’lante. Trabajé primero de taxista, luego en restaurantes, di clases de matemáticas y de judo, y trabajé para una empresa recolectora de desperdicios metálicos que me destrozaron las manos, y después, lo último, en construcción…, y ahora ICE me ha detenido, estoy pagando un abogado con lo poco que gané, y te mueres si te digo que el contrato que firmé con el letrado, de entrada, es por 3.000 dólares…".

OTRO: "… NO TE IMAGINAS LAS VECES QUE HE TENIDO QUE MUDARME, tú sabes que tuve que salir de Florida y me fui a Georgia, después cogí para donde todos quieren ir, Nueva York. De allí para Chicago en un viaje terrible en autobús; después di otro gran salto y me fui para San Diego, California, donde creí que me iba a ir de maravillas, que hasta me compré por 1.800 dólares un wolkswagen de tercera mano (la verdad es que que estaba bien pepito). Cometí el error de coger a Los Ángeles donde supuestamente unos chicanos me iban a emplear en la recolección de naranjas ¡Y naranjas!, amigo, fue una trampa, me cogió la ICE y me quitaron todo, sólo cargo el camisón de preso y más nada… yo creía que en una deportación te respetaban tus cosas, tus propiedades. Nada de eso, lo tuyo lo meten en un cuarto y supongo que eso lo subastarán después. Mira, me quitaron hasta los zapatos. El carrito se lo llevaron y no creo que me lo regresen porque dicen que lo compré ilegalmente. Ahora me entero que los derechos de propiedad para los llamados ciudadanos comunes no aplican en mi caso…, hasta una lapto que me había acompañado desde hacía cinco años, se la llevaron para investigar todas las pendejadas que tenía escrita... Y eso que a mí me habían advertido de que pusiera mis bienes a nombre de otra persona, ¿pero con qué tiempo? Total confiscación de mis pobres bienes, estimado…".

La verdadera razón de las migraciones está, querido lectores, métanselo señores en la cabeza, en la horrible explotación que han hecho EE UU y Europa en América Latina, África y Asia. Jamás gringos y europeos fueron a otro país a ayudarlos a salir de abajo. ¡Jamás! Ellos fueron los propulsores del abominable negocio de la esclavitud, de la colonización de tantos pueblos y luego de la explotación de los recursos más valiosos en esos continentes. Y todavía estos tres continentes siguen sufriendo los estragos esclavistas de EE UU y Europa. Son ellos quienes propician esas espantosas migraciones, porque todo se lo roban, imponen dictaduras y sus empresas sólo llevan enfermedades, ecocidios, hambrunas y guerras civiles.

Y entonces, vean lo que ocurre con los migrantes, por ejemplo, que llegan a EE UU de América Latina. Todos los dictadores en América Latina fueron impuestos y luego apoyados por EE UU, porque es la manera como los gringos pueden disponer a sus anchas de los recursos de esos países dominados por tiranos. Y para los países que no se les plieguen a sus mandatos, ellos construyen el cuento de que son comunistas, donde lo que hay represión y hambre. Y para que les funcione bien el cuento, los bloquean y sancionan, impidiéndoles hacer negocios con Occidente, el espacio "natural" y tradicional de dónde adquirían todo. Y claro, si de la noche a la mañana te quitan ese oxígeno, lo más seguro es que no puedas sobrevivir mucho tiempo. Para sobrevivir tendrías que ser un pueblo bien valiente y decidido a dar la vida por tu soberanía como ha ocurrido con Cuba y Venezuela.

Por ejemplo, los gringos impusieron durante más de treinta años la dictadura de Juan Vicente Gómez en Venezuela, para llevarse nuestro petróleo prácticamente de gratis (pagando 10 céntimos de dólar por cada barril). El petróleo de Venezuela fue usado casi de gratis para mover la armada (los acorazados), los aviones y los tanques de Occidente, en la Primera y Segunda Guerra Mundial. En la década de los sesenta, República Dominicana eligió libremente y sin permiso de EE UU a Juan Bosch, y de inmediato los gringos lo derrocaron y poco después, sus mariners invadieron ese país. Lo mismo ocurrió previamente en Guatemala con el presidente Jacobo Árbenz, con una invasión gringa y con el derrocamiento de su gobierno. Sucedió en Venezuela con el derrocamiento de Isaías Medina Angarita y el asesinato de Carlos Delgado Chalbaud. Mataron a Gaitán y a Sandino, mataron a Allende. Asesinaron a Omar Torrijos, asesinaron a Chávez…

Ahora resulta que las siguientes horribles historias sobre migrantes en EE UU, cunden todos los días. Se ufanaban los migrantes, de haber llegado al país de la libertad. Algunos al fin decían que estaban bien lejos del negraje, bien lejos de la chusma, bien lejos del comunismo chavista. Unos cogieron para Miami y se pavoneaban con su carro sacado a crédito, aunque endeudados de por vida. Se pavoneaban con sus zapatos, relojes, celulares, equipos de sonido y trajes de marca. Se paseaban por los rascacielos y ya se creían de ojos azules y aceptados por el país de la libertad. Las latinas más audaces apostaban algún día sacarse a un catirazo, y los latinos a una Helena que les quemase las entrañas del alma. Andaban por aquellos rutilantes rascacielos babeados, deslumbrados, sintiéndose demasiados enanos ante tanto progreso y ante tanta deslumbrante riqueza, y a la vez sintiendo que su país era una soberana MIERDA!

ASÍ ANDABAN. Y no sabían que los estaban esperando en la bajadita para cazarlos como a criminales, como abusadores, como a asquerosos delincuentes, que un día eso iba a suceder. Esto lo tenían planificado REPUBLICANOS y DEMÓCRATAS. Porque de veras que no hay ninguna diferencia entre Trump y los otros que han gobernado a ese país. Todos los gringos consideran a los latinos unos aprovechados y unos mierdas, y por eso hacen con sus países que controlan y someten, cuanto les viene en gana.



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

 jsantroz@gmail.com      @jsantroz

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