Los rostros de la crisis en España: "Ya no tengo dinero ni para comer"

Eulalia Suárez

Eulalia Suárez

13711/11.-Joven, parada, titulada y sin ningún tipo de subsidio ni ayuda pública. El perfil de Eulalia Suárez, de 21 años de edad (cumplirá los 22 el próximo mes de diciembre) encaja con el de otros miles de españoles en situación de desempleo, pero en su caso se agrava aún más por el hecho de ser madre soltera. Desde mayo está a la espera de conocer el resultado de su solicitud para acceder a las Ayudas de Emergencia Social.

Eulalia Suárez obtuvo en el año 2008 el título de auxiilar de clínica en el instituto Sáenz de Buruaga de Mérida. Desde entonces, solo ha trabajado dos meses, julio y agosto de este año, en el hospital emeritense dentro de la bolsa de empleo del Servicio Extremeño de Salud. Ese contrato le dio derecho a cobrar la prestación mínima por desempleo, pero solo durante 25 días. Ahora ya no recibe ningún subsidio.

«Se me ha acabado la ayuda, no tengo nada, y tengo que pagar el piso, el agua, la luz... porque si no me lo cortan todo. Y no tengo ni para comer», afirma. Vive con su hija de dos años y medio en un piso de protección oficial de la Junta de Extremadura, por el que debe pagar un alquiler de 83 euros al mes, a lo que hay que sumar los gastos por la actividad cotidiana. Asegura que puede salir adelante gracias a la ayuda su madre, quien, por cierto, también está parada. En su caso, además, de larga duración.

Eulalia se queja de que, al mismo tiempo que la administración autonómica exige el pago del alquiler, le deniega el acceso a las últimas convocatorias de empleo público. Como indica, ha tratado de presentarse a la última oferta del Ayuntamiento de Mérida, dentro del Programa de Empleo de Experiencia. Pero le han explicado que tienen preferencia las personas que no hayan tenido vida laboral. De modo que por haber trabajado dos meses en su corta carrera profesional queda fuera de estas plazas. Además, su título está por encima del requerido para puestos como los de ayuda a domicilio. Y sus intentos en la empresa privada no dan resultado.

Su situación le ha llevado a la Delegación municipal de Servicios Sociales, desde donde le han remitido a una orientadora del Servicio Extremeño de Empleo. Pero afirma que tampoco ha recibido el apoyo deseado. Desde el Ayuntamiento también le han tramitado una solicitud para las Ayudas de Emergencia Social. «Pedí una en mayo, y todavía estoy a la espera de que me den contestación», afirma Eulalia Suárez. «No hay dinero para pagarlas», afirma. «Está paralizado».


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