Mensaje con destino

Cuando nos alcance la Revolución

El gobernante se sentía realizado, por los cuatro costados por donde se movía siempre la satisfacción de escuchar de boca o escritos de quienes se dirigían a él: -“señor presidente, adelante, así es que se gobierna, aquí todo gracias a dios anda viento en popa”-.

El correo epistolar que revisaba el mandatario sobre la mesa del comedor donde desayunaba confirmaba que todo andaba bien, no había carta u oficio de diferentes lares de la patria, que dejaran de felicitarle:- “Adelante mi presidente, ese es el camino, por acá todo marcha como usted lo ha dispuesto, la gente del pueblo está muy contenta con las últimas medidas anunciadas por su gabinete”.

Los informes semanales de su tren ministerial impecable, todas sus órdenes, planes y proyecto al pie de la letra, no había obstáculo, hasta las cosas más difíciles estaban resueltas o a punto de concretarse, todo era casi una perfección, e incluso ante dudas o preguntas del señor Presidente en cuestión, los funcionarios más allegados tenía respuesta a flor de labio:-“No se preocupe presidente, la dificultad fue resuelta, es todo un éxito”.

Llego el día en que sin proponérselo, el alto ejecutivo de aquel espacio geográfico y humano, comenzó a descubrir la realidad de cuanto acontecía en las entrañas de su gobierno, donde varios anillos de manipuladores y adulantes habían creado una visión de país distorsionada sobre muchas de las cosas que estaban sucediendo dentro y alrededor del gobierno.

El gobernante se percató de las improvisaciones y errores cometidos a granel, halló en un gran depósito del palacio de montones de cartas, oficios, proyectos, que contenían críticas, observaciones y sugerencias sobre la gestión que nunca fueron de su conocimiento, informes detallados de comunidades, cuadros medios y de viejos luchadores de toda la vida que le alertaban de manejos sin probidad de algunos de sus más cercano colaboradores. Entonces tuvo acceso a un legajo de fotografías de distintas comunidades donde pudo corroborar que porcentualmente se trataba de las mismas personas.

Ese día comenzó de verdad la revolución, el presidente mando para el si pote a más de un desleal, de esos adulantes que piensan que se la están comiendo porque hacen hasta lo imposible por esconder la realidad de los hechos, creyendo tal vez que el sol se puede tapar con un dedo.

El modus operandi de los anillos que se habían apropiado del gobierno y por lo tanto de la vida del mandatario, detectaban y escondían las comunicaciones contentivas de denuncias y propuestas de cómo corregir los desaciertos, y en su lugar reescribían en términos positivo sendos oficios o cartas para que fuesen leídas religiosamente por el señor Presidente.

Sin vendas ni murallas de arrogantes y sabiondos que obstaculizara el mundo que le rodeaba, el gobernante cambio radicalmente su gabinete y gestión, al convocar y asumir como sus más allegados colaboradores a personas como él, llenas de solidaridad, desprendimiento, dispuestos al sacrificio si fuere necesario; en fin seres humanos con sentimientos de amor para con sus iguales, que no era otros que esa gran mayoría de los de abajo, que históricamente habían sobrevividos en medio de la exclusión y explotación de un sistema político económico social perverso. Ese día, en verdad los alcanzo la revolución…

(*) Delegado del PSUV.


macariosandoval@cantv.net





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Macario Sandoval (*)

Equipo PSUV-Táchira.

 macariosandoval@hotmail.com

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