La Trampa de la Reconciliación

Los medios de comunicación y los operadores políticos que le sirven a sus propósitos, lazaron a final de año la propuesta de reconciliación. Inmediatamente, funcionarios del gobierno y aspirantes al PSUV, se “engancharon” en ese globo de ensayo y respondieron que no debía darse ni haber reconciliación. Aunque cada opinión tuvo una justificación a esta propuesta mentirosa de la oposición; el asunto real, es que la oposición utilizó esta trampita para profundizar en su matriz de opinión, según la cual; los Chavistas o los que nos sentimos identificados con el proceso de cambio que tiene lugar en el país, son los responsables de un mensaje y una política dirigida a producir una división social en Venezuela.

Pienso que la respuesta debió ser otra y formulada de una manera contundente. Había que haberles dicho con fuerza a la oposición que apostamos desde 1998 por un proceso de conciliación o reconciliación (si es el caso) y que esperamos, desde ese año, por una sincera respuesta a este proceso.

La conciliación o reconciliación no surge de la nada o de los caprichos de los medios privados y sus operadores. No es ese el procedimiento para caminar a la conciliación o reconciliación, porque de ser así, estaríamos negándonos o dando a entender una mala percepción de NOSOTROS.

¿Sobre que nos conciliamos o reconciliación?

En 1998, la mayoría de los venezolanos suscribimos con nuestros votos un proyecto de país que hemos venido ratificando en jornadas políticas y procesos electorales. La conciliación o reconciliación se discute sobre ese acontecimiento, que tiene a su vez aspectos temáticos y programáticos claros

Esa conciliación supone estar de acuerdo con un hecho profundamente humano y lleno de mucha fe: Erradicar la pobreza y ello implica apoyar todo lo que se ha hecho desde el gobierno para sacar a los pobres de esa condición, sin embargo, la oposición permanentemente ridiculiza y enfrenta a través de sus medios estas iniciativas programáticas. Supone también entender y comprender que formamos parte de un país con valores y que ningún interés puede estar por sobre los intereses nacionales. En ese particular, los medios y sus operadores políticos han dado ayer y hoy demostraciones de estar muy lejos de ese propósito. La apertura petrolera, el petróleo a 7 dólares y con regalías pírricas; sus posiciones frentes a las intenciones foráneas, recibir recursos de organizaciones criminales (CIA y sus diferentes versiones) para ejecutar planes de intervención son contundentes ejemplos de un comportamiento que pone énfasis en interese bastardos.

La conciliación o reconciliación es un problema de ellos frente al país y frente a un proyecto que tiene un profundo sentido por Venezuela y sus valores. En ello incluye nuestros símbolos que han sido pisoteados (y volteados) hasta más no poder por los medios y sus operadores políticos y el reconocimiento a nuestros valores culturales, históricos y étnicos que los medios no hacen visibles. El país, la gente humilde, los pobres, el tambor, el polo, el galeron, la bandera y la historia esperan porque los medios y sus operadores hagan ese acto de conciliación y reconciliación.



evaristomarcano@cantv.net


Esta nota ha sido leída aproximadamente 1828 veces.



Evaristo Marcano Marín


Visite el perfil de Evaristo Marcano Marín para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: