A propósito de la idea de implementar la descolonización del pensamiento y la historia, es necesario estudiar y entender el eurocentrismo, como una perspectiva que considera a Europa y su cultura como el "centro del mundo" y el modelo de referencia para evaluar a otras culturas y sociedades. Esta visión, que se originó en el contexto del colonialismo europeo, ha tenido un impacto profundo y duradero, con un efecto negativo, en la forma en que se entiende la historia y la realidad, de los países que fueron colonias europeas, y que en la actualidad esa perspectiva, se manifiesta en diversas formas: como la de idealizar la visión europea en nuestras mentes, imponiendo a Europa, como la cuna de la "civilización", el "progreso" y la "modernidad", mientras que se minimizan o se ignoran los logros y las contribuciones de otras culturas, nos han hecho asumir la universalización de los valores europeos, como una "superioridad" única, que debe ser asumida como la racionalidad, la individualidad y la cultura "civilizatoria", desde sus narrativas, imponiendo literalmente conceptos considerados "generales", que deben ser adoptados, por todas las sociedades, según nos dan a entender los métodos eurocéntricos persistentes, impuestos desde los momentos de la conquista y colonización de nuestros pueblos de Abya-Yala, hoy llamados América.
Las raíces del eurocentrismo se erigen desde España a finales del siglo XV, coincidiendo con el Renacimiento, y el inicio de la expansión europea, en la conquista del basto continente que ellos llamaron inicialmente "Las Indias", "Nuevo Mundo" y por último les dio por ponerle el nombre de América; y en los siglos XVII y XVIII, surge Inglaterra como una gran potencia, solidificando el papel de la periferia colonial, como proveedor de recursos, creando una dependencia donde las naciones periféricas necesitaban capital del "centro" para "desarrollarse", a través de condiciones impuestas desde el exterior; entonces el llamado Occidente, desarrollado con los recursos robados en territorios de Abya Yala, promovió el capitalismo y la democracia liberal, (democracia de los ricos y para los ricos), como el único camino hacia el "progreso", excluyendo otras culturas, que catalogaron como bárbaras y atrasadas.
Pero lo que no dicen los eurocéntricos, es que, el desarrollo que obtuvieron las grandes ciudades europeas, se debe a las riquezas, saqueadas, por los conquistadores y colonialistas europeos, en nuestras tierras aborígenes, y la pobreza de nuestros pueblos se la debemos a ellos, a los europeos, que saquearon nuestras riquezas, exterminaron a los pueblos aborígenes, causando el más grande holocausto en la historia de la humanidad; destruyeron culturas ancestrales, idiomas y tradiciones, y todo lo hicieron en nombre de dios, e impusieron el cristianismo a sangre y fuego.
El eurocentrismo utiliza la invisibilización de la historia colonial, minimizando la presencia cultural de los pueblos y justificando los efectos negativos del colonialismo, como necesarios para la transculturación, bajo una supuesta "humanización" o "civilización" hacia los pueblos conquistados y colonizados por la fuerza y por la manipulación psicológica, bajo principios religiosos y políticos, como la explotación, la opresión y la destrucción de culturas, presentando a las culturas no europeas como primitivas, extrañas o inferiores, reforzando prejuicios, desde la discriminación étnica y biológica, que se refleja en la situación de la lucha de clase sociales; situación que aún hoy subsiste, y que admite la explotación del hombre por el hombre, como la base que sustenta del sistema capitalista salvaje, que cada día hace más ricos a los consorcios mundiales de las cúpulas del sistema capitalista, haciendo cada más pobres a los proletarios, quienes con su sudor y su sangre, generan inmensos capitales, que solamente pueden disfrutar los dueños de la industria, los terratenientes y las cúpulas de magnates, del gran capital financiero internacional y demás consortes y para el obreros y los campesinos, solo miseria.
Para superar los efectos de la distorsión histórica que ha causado el eurocentrismo, es necesario adoptar un enfoque crítico y descolonizador, implementando algunas estrategias para lograrlo, que incluyen: revisar la historia desde perspectivas no eurocéntricas; Investigar y difundir las historias de los pueblos colonizados, dando voz a sus experiencias y perspectivas; cuestionar los estereotipos y prejuicios, analizando críticamente las representaciones de las culturas en los medios de comunicación, la educación y la cultura popular, promoviendo el diálogo intercultural; fomentar el intercambio de conocimientos y experiencias entre diferentes culturas, reconociendo la diversidad y la riqueza del patrimonio mundial; reconocer y reparar las injusticias coloniales; exigir la adaptación de medidas para compensar a los pueblos colonizados, por los daños causados por el colonialismo, como la restitución de bienes culturales y el apoyo al desarrollo económico y social; descolonizar la educación, transformando los currículos escolares para incluir perspectivas no eurocéntricas y promover el pensamiento crítico sobre el estudio de la historia colonial.
En síntesis, el eurocentrismo es un sistema de distorsión histórica, que afecta a los países que fueron colonias europeas. Para superar este sistema, es necesario adoptar un enfoque crítico, que promueva la revisión de la historia, el cuestionamiento de los estereotipos, el diálogo intercultural, la reparación de las injusticias coloniales y la descolonización de la educación, para ello debemos encontrar estrategias para implementar y promover el pensamiento crítico sobre el eurocentrismo histórico, entendiendo que el eurocentrismo, como perspectiva que privilegia la experiencia y los valores europeos, ha moldeado la historiografía y la comprensión del mundo durante siglos. Para contrarrestar sus efectos distorsionantes, es fundamental implementar y promover el pensamiento crítico, sobre el eurocentrismo histórico. Este proceso implica cuestionar las narrativas dominantes, examinar las fuentes con recelo analítico y fomentar perspectivas más inclusivas y equitativas, diseñando estrategias para la implementación y promoción del Pensamiento Crítico.
Como reflexión final, debemos entender que el eurocentrismo es una visión del mundo, que sitúa a Europa como el centro de todo, oscureciendo las contribuciones de otras culturas. Sus orígenes están ligados al expansionismo europeo, las revoluciones industriales y el imperialismo. De igual manera el auge de los estados nacionales, a partir de la conquista y colonización, ha propiciado la pérdida de singularidad del lenguaje y la cultura, debido a la globalización, la manipulación sistemática de los medios de comunicación, las religiones y las fuerzas económicas debido a la globalización y la intervención de los ejércitos, dieron a las potencias europeas una ventaja, que los llevó a la explotación de las regiones colonizadas, para obtener recursos y mano de obra barata o esclavizada. La imposición del eurocentrismo implicó el sometimiento de poblaciones, justificado por afirmaciones de inferioridad cultural e incluso biológicas, lo que implica una creencia en la superioridad del pensamiento europeo, utilizando también el concepto de "progreso" y "civilización", para justificar el dominio eurocéntrico, como el único válido para todas las culturas.