#PareceCuentoPeroEsAnecdota
Acompañar a un líder político cuando toma la difícil decisión de abandonar temporalmente su cómodo despacho con aire acondicionado no es tarea fácil.
En el contexto venezolano, el término "marusa" define a una bolsa o saco de tela, un vocablo coloquial utilizado principalmente en la región oriental del país. Pero, ¿Por qué razón un buen político debe llevar consigo este útil accesorio?
En el año 1994, cuando acompañamos a Hugo Chávez en su gira por varias regiones de Carabobo, la lluvia de papelitos era algo colosal. Aclarando que no eran serpentinas las que colmaban al comandante que no salió de un cómodo despacho, sino de dos años de prisión.
En ese sentido, aun sin haber llegado Chávez a la presidencia, la gente intuía que el carismático líder podía dar respuesta y solución a los múltiples casos y cosas que le aquejaban. Para controlar el "bombardeo" de papelitos se hizo necesario contar con una o varias "marusas" en manos de quienes le acompañaban haciendo las veces de "primer anillo, si no que lo diga Juan Carlos Otaiza.
Consecuentemente, nos imaginamos que lo mismo le sucede hoy en día al presidente Nicolas Maduro. Esto puede formar parte de un fenómeno socio antropológico y quizás de la idiosincrasia que define al venezolano, que sin duda tiene su origen en la enorme deuda social acumulada durante décadas de gobiernos puntofijistas y su nefasta política de oídos sordos.
Hasta los políticos y politiqueros de la derecha deciden de cuando en cuando darse "un baño de pueblo" y someterse a la lluvia de papelitos. Eso sí, nunca les falta un galón de alcohol y otro de cloro en sus lujosas camionetas 4X4, pues deben religiosamente desinfectar sus manos y mejillas de tanto besuqueo y apretón de manos, con la diferencia que no llevan "marusas" sino bolsas negras de basura (y ya sabemos cuál es el destino de las bolsas negras). Son emblemáticos son los Salas Romer (ahora en su retiro dorado en EE.UU) y la innombrable Sayona.
Demas esta decir que los papelitos consignados por el pueblo llano reflejan casos de salud, que incluyen necesidad de intervenciones quirúrgicas, que van desde simples cataratas hasta costosos tratamientos de las enfermedades llamadas "catastróficas", amen de peticiones de sillas de ruedas, camas clínicas, colchones anti escaras, prótesis, marcapasos y pare usted de contar.
Otros rubros que reflejan los manuscritos tienen que ver con la necesidad de vivienda propia, el buen funcionamiento de los servicios públicos, pasando por la petición de becas escolares, el boleto aéreo para asistir a una justa deportiva en el exterior, una cargo fijo en el Ministerio de Educación y el infaltable ritornelo "No me llegan los bonos".
No le falto razón a Fidel Castro cuando le dijo a Chávez: "Tu no puedes ser el alcalde de toda Venezuela". A propósito, dentro de poco se realizarán las elecciones para elegir alcaldes y concejales, así que candidatos preparen desde ya sus "marusas" y nosotros los "papelitos.