El gobierno de Maduro no es socialista. Ha demostrado que es capaz de comerciar hasta con la libertad de las personas para sostenerse en el poder, o mejor dicho, para sostenerse en el gobierno, gestionando los negocios de un poder capitalista, colonial y despiadado. Primero las ganancias y segundo el lucro para los capitales privados, hasta ahora eso ha sido la prioridad. En lo último que piensa la madurocracia es en los trabajadores y menesterosos, en su salud mental y física, de nuevo los parias somos invisibles. La traición a Chávez se consolida bajo el velo del falso socialismo de Maduro, detrás de la calumnia al socialismo y a Chávez, degradado al olvido, a ser para algunos un amuleto de la suerte, y para la mayoría una imagen sin historia, adornando las paredes del partido y de algunas oficinas públicas abandonadas.
Tampoco los chinos son socialistas, ni su modelo de desarrollo es "digno y soberano" para la clase trabajadora y para los más necesitados. Con los chinos el trabajador será reventado hasta el suicidio y las necesidades sociales expandidas hacia las capas medias de la población; la lógica es simple: los chinos tienen que explotar a alguien más para sostener su ritmo de crecimiento y desarrollo económico. Y su "modelo" mucho menos promueve la soberanía, en el capitalismo no existe la palabra soberanía aplicada a países colonizados o en proceso de serlo, a menos que señalen a los pueblo rebeldes que luchan contracorriente del capitalismo, o se refieran a los dueños del mundo, políticos poderosos, ricos y reyes, que sí son soberanos. La soberanía de Venezuela cayó en manos del capital.
Esta ilusión, esta fantasía madurista, puede llevar a muchos incautos a renunciar al proyecto socialista verdadero, a la revolución socialista chavista, que significa ir contracorriente y cambiar el modelo de desarrollo económico inhumano capitalista, revertir la LÓGICA DEL CAPITAL, la cual degrada al ser humano, que de ser el civilizado y humanizador del mundo pasó a ser un pasivo consumidor de basura y esclavo del trabajo alienado y desquiciante,... y renunciar a la destrucción del planeta.
Suena trillado este discurso, pero también así sonaba Chávez para los traidores pragmáticos que lo acechaban mientras estuvo luchando dentro y fuera del país por cambiar el sistema de explotación capitalista, el "modelo" de desarrollo capitalista, la lógica del capital; por eso lo mataron… los que lo mataron.
No existe un desarrollo soberano cuando la presión del capital modifica nuestras leyes y las pone a su servicio, cuando se es una colonia, y la Venezuela de Maduro lo es, de un capitalismo subdesarrollado y despiadado, y ahora lo quiere ser de los chinos, artífices invisibles de la reforma constitucional, y de todos los intentos de cambiar las leyes chavistas, del trabajo, de hidrocarburos, y la misma Constitución..
Y es seguro que los chinos no están dispuestos (tampoco los gringos y los rusos) a sembrar el planeta de competidores a sus aspiraciones hegemónicas CAPITALISTAS, mucho menos ayudar a otros países mediante la misma lógica del capitalismo, porque sería una contradicción, un "autosuicidio" como el de Trump con sus aranceles; eso solo lo puede pensar y declarar así un ser cándido, un mentiroso y/o manipulador. El capital ya tiene bastantes potencias tecnológicas a su servicios, diríamos que demasiadas, como para pensar que la Venezuela de Maduro, proveedora de materia prima y políticos débiles y complacientes, pueda llegar a ser otra potencia que compita con CAPITALISTAS aviesos y con una cultura imperial milenaria (nada de comunismo) como China.. Si Maduro lo permite, las corporaciones chinas y China se van a tragar a este país más rápido que EEUU con su capachería. Lo de soberanía es una forma de dorarnos la píldora de las privatizaciones.
¡ALERTA CON LA PÉRDIDA DE LA NACIÓN! ¡PATRIA SOCIALISTA E INDEPENDENCIA!
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