Tal como lo anunciaron, la Corte internacional de Justicia (CIJ), decidió este viernes, sobre la solicitud de Guyana de evitar la realización del referendo consultivo en Venezuela. A pesar de, como Abogados, estar claros de que la Corte no podía desde el punto de vista legal, tomar una medida contra la realización de nuestros derechos constitucionales, nos asaltaba la duda sobre un exabrupto jurídico; pero los venezolanos nos podemos quedar tranquilos, reinó la cordura, saliendo victoriosos de esta trampa con que querían emboscarnos.

La decisión de este viernes se concretó en "Ordenar a Venezuela y Guyana no agravar disputa por el Esequibo; no pide suspender referendo". Este solo pedacito es un gran triunfo para nuestro país, como resultado contundente a la demostración de fuerza y la unidad nacional en torno a nuestro territorio; donde todos los sectores políticos, sociales, empresariales, religiosos, actuaron en defensa de la Patria; con un ínfima excepción que han salido con los crespos hechos.

Joan E. Donoghue, presidenta de la Corte Internacional de Justicia, fue quién leyó el veredicto sobre la solicitud de medidas provisionales por parte de Guyana contra el referendo sobre el territorio Esequibo. En dicha solicitud, la Corte ordenó a Venezuela y Guyana abstenerse de realizar acciones que puedan agravar la disputa por el territorio Esequibo, pero no pidió suspender el referendo consultivo que será celebrado este domingo.

Mal pudiera la Corte haber ordenado suspender nuestro referendo consultivo, derecho consagrado en los artículos 70 y 71 de nuestra carta magna.

Aunque no reconocemos la competencia de la CIJ en este caso, los venezolanos no podemos dejar esa instancia sin defendernos, y prueba de ello es esta reciente decisión; tenemos la historia y las pruebas de nuestro lado y debemos seguir mostrándolas al mundo.

El "Laudo Arbitrario", firmado en 1.899, es lo que plantea Guyana en su favor; donde 3 potencias arbitrariamente, pretendieron despojar a nuestra nación de parte del territorio; pero el primer momento cumbre a nuestro favor se presentó con la muerte de uno de los Árbitros norteamericanos, Severo Mallet-Prevost, quien dejó una carta publicada después de su muerte (1.949), como fue su voluntad, donde relató el manejo doloso que realizó él, junto a los demás Árbitros, para perjudicar a Venezuela.

Este escándalo público, fue lo que obligó a Inglaterra a sentarse con Venezuela y firmar el Acuerdo de Ginebra de 1.966; donde se obligan las partes a llegar a un acuerdo bilateral, exclusivamente con la voluntad de ambas partes; y como todos saben, desde el punto de vista jurídico, un Acuerdo es Ley entre las partes, y a esa Ley es que estamos sometidos; acuerdo avalado por Guyana, que en esa fecha era Colonia inglesa.

Tenemos que hacer énfasis, de que el Secretario General de la ONU (Guterres) el 25 de febrero de 2018, llamó a respetar el Acuerdo (Ley) de Ginebra de 1966, reiterando la carta enviada a su predecesor Ban-Ki Moon, en fecha 15 de diciembre de 2016.

O sea, la ONU y todo el mundo reconoce como válido el Acuerdo de Ginebra, y la Corte pretende seguir su bochinche el próximo año, donde plantea "analizar la validez del Laudo Arbitrario de 1.899". Bueno, los venezolanos debemos seguir defendiéndonos y triunfando como nos enseñó nuestro Libertador Simón Bolívar. ¡Qué viva Venezuela, carajo!.