La Creación del "Consejo Nacional Presidencial del Agua" por el Presidente Nicolás Maduro debe llamarnos la atención en estos precisos momentos cuando en la ONU se plantea como un derecho humano previsto para el 2030, nos obliga a dejar atrás la diatriba discursiva teórica para pasar realmente a la implementación del Objetivo Estratégico del Plan de la Patria. Cuando el Presidente Hugo Chávez Frías lo visualizo parecía simplemente un objetivo más; creo que los que dirigen actualmente el gobierno nunca se pasearon por este objetivo estratégico.
El objetivo número cinco del Plan de la Patria, paso a ser un Objetivo estratégico mundial, salvar el planeta pasa por preservar las fuentes de agua dulce y para tal fin las grandes potencias deben contribuir a humanizar biológicamente las grandes reservas acuíferas. Latino América cuenta con la mayor reserva, el Amazonas es el pulmón verde del planeta, de ahí que Brasil, Colombia y Venezuela deben ser custodias de ese gran reservorio, le corresponde al Presidente Nicolás Maduro generar las condiciones políticas para que UNASUR-CELAC-ALBA decreten esta zona como fuente inagotable der recurso hídrico, normando el uso de la explotación de los recursos forestales de la selva amazónica.
En el plano nacional los gobiernos regionales deben implementar políticas para que aguas abajo los municipios, comunas, consejos comunales, presenten propuestas desde sus mesas técnicas y realidades acorde con la Ley de los Consejos Locales de Planificación Publica, ante el Consejo de Planificación Regional, tales como, proyectos de preservación de fuentes hídricas locales ,explotación de pozos profundos .aguas residuales, potabilización y distribución del agua, es necesario darle prioridad a estos proyectos sobre cualquier otros, muchos de los cuales se han convertido en un puente para la apropiación de recursos financieros del pueblo, por parte de directivas comunales y alcaldías sin ningún valor agregado social.
En el caso del Estado Carabobo el Gobernador y el Consejo Legislativo deben promover una Ley de municipalización del agua, que permita a los Alcaldes y los Consejos Comunales asumir la potabilización y distribución de un recurso tan vital, dado que en los últimos años la tendencia de este recurso natural, es a convertirse en un bien natural inaccesible por los precios, hoy un botellón de 20 litros supera los 120 Bs F, de manera que con el valor de mercado de un litro de agua se puede llenar un tanque de gasolina de 50 litros aproximadamente, parece insólito pero es la realidad del mercado interno de hidrocarburos.
Es oportuno evaluar la gestión de HIDROCENTRO en función de convertirla en una corporación regional con participación de cada uno de los 14 municipios del Estado Carabobo. Es importante renovar el Paradigma político local/nacional/mundial. Colocar la ciencia, la tecnología y la Innovación a favor de la vida y preservación del planeta, convertiría sin duda las zonas áridas en fuente inagotable de agua, compartiendo la riqueza espiritual de este planeta agua llamado tierra y que hoy lo que encontramos son imperios tratando de apoderarse de las reservas petrolíferas y produciendo armas en gran escala para disputarse la muerte.
Para el caso de una ciudad como Valencia, la situación es tal, que puede colapsar a futuro por su improvisación y la falta de interés y desidia de tener un lago de agua dulce que se viene convirtiendo en un pozo septico, que se contradice con el Acueducto Regional del Centro, que ya resulta insuficiente dado el crecimiento geométrico de la poblacional de la región central, sumado a lo ineficiente de las gestiones publicas que no se han percatado del grave problema que se les viene encima. Los gobiernos regionales y locales ni siquiera saben lo que tienen. A nivel mundial se avecina una lucha política por la vida y no por su exterminio, ya el Presidente Maduro lo alerto en su disertación ante la ONU. Hoy hablar de la Paz es hablar del agua como un valor y un derecho fundamental de la humanidad. Hoy es una tarea política presente que pone en evidencia a la nueva estructura social y económica del siglo XXI para cerrarle el paso a la postura maniquea actual.
