Nuestra sobrevivencia en un submundo que marcha al ritmo que impone el sistema capitalista

La historia del ser humano, desde el nacimiento de la división de clases ha sido y es sobrevivir, entregando los años de juventud para forjar un futuro donde nuestra descendencia sea explotada de manera más eficiente, descendencia que terminará haciendo lo mismo y así lo harán sus hijos y los hijos de sus hijos. El sistema capitalista ha moldeado de tal manera nuestro imaginario que así será hasta que el mundo muera producto de esa imagen que ellos nos hacen creer que es el mundo, cuando realmente es un mundo de producción y consumismo incontrolable que nos destruye poco a poco y que cada vez los hace más fuertes, más agresivos y voraces, nos consumen por dentro y por fuera y paradójicamente consumen nuestro planeta haciéndonos creer que los únicos culpables somos nosotros.

Esta fue, es y será nuestra historia, hasta ahora no hay nada que, por lo menos nos de el asomo de un cambio verdadero a nivel global donde las mayorías del mundo sean las privilegiadas y lleven el control. En cada pueblo que se levanta, en cada pueblo donde surgen luchas, en cada rincón del mundo donde los desposeídos claman por justicia, el sistema se reacomoda y vuelve la rueda a girar a su favor, nos conformamos con las migajas que dejan caer de la mesa, con estas migajas sobrevivimos y seguimos siendo los parias del mundo, llenos de ilusiones y de sueños. El sistema nos ha hecho incapaces de ir tras nuestros sueños e ilusiones y si alguno avanza y va en busca de ellos, el sistema nos dice cómo hacerlo cuidando que aquel que avance no toque los intereses de ellos los menos uno y que no se le ocurra favorecer los intereses de nosotros los mas todos y si alguien logra avanzar más aún, como siempre lo han hecho buscarán la manera de detenerlo utilizándonos a nosotros mismos para alcanzar sus metas sin tropiezos.

El método de control de nuestro imaginario ha sido tan eficiente que aquel paria que cree que logró alcanzar un sueño, meta o logro no es sino los que ellos nos dibujaron como sueños, metas o logros, nada es verdadero, todo es creado por ellos, vivimos en un submundo controlado por ellos desde el verdadero mundo.

Ellos controlan lo que comemos, lo que vestimos, lo que estudiamos, controlan nuestros gustos, nuestros sentimientos, nuestras relaciones, controlan nuestra salud y hasta nuestras enfermedades, ellos controlan lo que debes y no debes hacer, a través de sus leyes nos mantienen dentro de las barreras del "orden" y si en algún momento ese "orden" es roto, nos controlan con nosotros mismos que formamos parte de su policía, ejercito, guardia.

Nos convirtieron en enormes masas de personas que sobrevivimos juntos pero absolutamente separados, en entes individuales nos convirtieron y nos moldearon para ser solo uno entre muchos, ellos individualizaron hasta el amor, lo privatizaron, privatizaron la vida que sobrevivimos, nos educaron como sujetos para ser objetos, objetos maleables, controlables, a través del dinero nos manejan cual marionetas, a través de los medios nos dicen que hacer, cómo "vivir", cual extraterrestres de hollywood nos abdujeron y no nos dimos cuenta.

El submundo en que sobrevivimos es una fantasía creada por ellos, un submundo donde hombres y mujeres, pocos pero cercanos al mundo de ellos, se prestan para mantener esa fantasía, estos son utilizados en esas instituciones que forman parte de lo que ellos llaman "Estado", se alimentan, al igual que nosotros de las migajas que le dan, que siendo mejores que las nuestras les permite rozar el mundo de ellos y profundizar en su servilismo patético que les da el sueño de llegar a ser como ellos. A través de sus leyes mantienen el "orden" que a ellos les interesa, el "orden" que no cuestiona, que no critica, que en algunos momentos "álgidos" da algunas prerrogativas que aparentan haber cambiado las cosas, pero que no cambian nada.

En su afán de control nos dicen que debemos pelear sus guerras, nos envían a asesinar a nuestros congéneres para conquistar un suelo cuyo usufructo los beneficia a ellos, nos enseñaron a creer en mil cosas intangibles, a creer que eso nos conducirá a la tierra del edén una vez nuestro halo de vida desaparezca, pero mientras este halo esté latente nos condenan solo a sobrevivir y a dedicarnos solo a lo que a ellos les interesa; inertes vamos por este submundo creyendo que hay un mundo mejor que solo nos lo brindará lo intangible y manteniéndonos en su "orden" seremos merecedores de este mundo mejor.

Ellos eliminaron la solidaridad, la humildad, la honestidad, ellos nos dicen que para "vivir" hay que sacrificarse que sin sacrificio no hay beneficio, ellos transformaron el trabajo en salas de torturas donde eliminan la creatividad, la iniciativa, los deseos, los sueños, la imaginación, eliminan hasta nuestra condición e insisten en que mientras más trabajemos mejor seremos. Con su trabajo nos matan, nos enferman, nos discapacitan y luego nos lanzan al pozo de los parias como desechos humanos.

Ellos crearon un submundo donde todos somos enemigos, un submundo lleno de parias donde a pesar de la misma condición, a través de sus mecanismos de control nos hacen creer que somos diferentes, nos hacen ver al semejante, al igual como enemigo al que hay que eliminar, para tener mejor oportunidad de llegar al "mundo mejor" que ellos nos ofrecen. Ellos son invisibles, no hay enemigo tangible y de haberlo es aquel que contigo trata de avanzar, ellos son los dadivosos, los mesías, los dadores de verdad, felicidad los que llevarán a la humanidad por el sendero de la eterna dicha humana, ellos son los salvadores.

Su mejor arma es nuestra dispersión, nuestra falta de organización y unidad, esto es lo que consideran su mayor logro, consiguieron que nuestras luchas se limiten a lo objetivo dejando lo subjetivo a su estricto control, lograron con sus mecanismos de enajenación y alienación hacer vernos distintos los unos a los otros, lograron que veamos al igual como el enemigo principal y de esta manera controlan todo, quitan y ponen gobiernos, manejan la economía del planeta, la producción de alimentos, la educación y lo más importante, manejan los medios de comunicación.

Ellos controlan la vida en el planeta y se erigen como los salvadores de la humanidad.



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Turki Al Maaz

Facilitador en Salud de los Trabajadores TII. INPSASEL

 turkialmaaz@gmail.com

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