A todo el pueblo alemán. ¡Por favor devuélvannos a la Abuela Kueka!


Sería un gesto hermoso y maravilloso que el pueblo de Alemania nos devolviera a nuestra Abuela Kueka.

Apelo directamente al pueblo alemán porque estoy seguro que él mismo no sabe a cabalidad, no está total y verazmente informado de lo que acontece en su propio país a raíz del secuestro de nuestra Abuela Kueka por uno de sus conciudadanos, el señor Wolfang von Schwarzenfeld, quien en el año 1998, separó violentamente a nuestra Abuela Kueka de su amor eterno, ancestral y sagrado, llevándosela luego a un parque en Alemania, para tristeza de nuestro Abuelo Kueka y de todos los venezolanos y todas las venezolanas.

Quisiera por amada utopía, sueño de artista y anhelo patrio que ustedes en Alemania se sensibilizaran y organizaran como pueblo y exigieran, convencieran, conminaran o presionaran a Wolfang von Schwarzenfeld para que proceda a la devolución inmediata de nuestra Abuela Kueka, que se encuentra en un parque alemán como parte de un monumento a la paz, que lleva el nombre de Global Stone. Nuestra Abuela Kueka representa al amor en ese parque, ubicado en Berlín. Se trata del parque metropolitano Tiergarten. Pueden ir a ver allí a nuestra Abuela Kueka y sentir su nostalgia, su dolor, su deseo de volver al lado de su amado que la espera dulcemente en Santa Cruz de Mapaurí, en el estado Bolívar de la República Bolivariana de Venezuela.

Les cuento la historia pemón originaria de nuestra cultura indígena acerca de la Abuela y el Abuelo Kueka, para que sientan la magnitud de esta situación y nos ayuden a resolverla, por favor.

Hace mucho, mucho tiempo el joven Kueka, de la comunidad Taurepan y la joven más bella de los Macuxi se enamoraron y decidieron estar juntos por siempre, pese a la prohibición de sus creadores ante esa posibilidad de unión entre taurepanes y macuxis.

Al desobedecer, el joven Kueka y la joven más bella de los Macuxi aquella prohibición, fueron castigados por un guardián ancestral, muy celoso y estricto, llamado Makunaima que los convirtió en piedra.

Con el pasar de miles y miles de años la Piedra Kueka se convirtió así en la abuela y el abuelo de los pemón.

La Abuela Kueka y el Abuelo Kueka formaban una unidad sagrada, sabia y consejera del pueblo pemón en Santa Cruz de Mapaurí, estado Bolívar de la República Bolivariana de Venezuela, hasta que en 1998 aconteció una tragedia para la cosmogonía, las creencias, la naturaleza, la cultura y la historia de los pemón y ahora de todo el pueblo venezolano. Esta tragedia fue orquestada y desarrollada por Wolfang von Schwarzenfeld con la anuencia del presidente de la república venezolana de ese entonces, el señor Rafael Caldera, y consistió en separar violentamente a la Abuela Kueka del Abuelo Kueka, con utilización de métodos, técnicas y procedimientos que incluyeron explosivos y golpes brutales de martillos, mandarrias, taladros y otros equipos. La decisión de Wolfang von Schwarzenfeld fue separarlos, ya que juntos pesaban mucho. La Abuela Kueka, hoy en Alemania, pesa treinta toneladas y se expone en el parque Tiergarten, de Berlín, como una “linda” piedra de jaspe, representando al amor en el monumento a la paz Global Stone, con evidentes transformaciones y alteraciones estéticas hechas por Wolfang von Schwarzenfeld que afectan su energía, su vitalidad y su esencia.

Esta situación debe ser resuelta de inmediato por las consecuencias que padecemos en nuestro país desde el punto de vista espiritual, energético, ambiental y cultural. Igual para Alemania no es bueno tener allá a nuestra Abuela Kueka, ya que lo que se desequilibra aquí, se desequilibra allá. Lo que duele aquí, duele allá.

En la República Bolivariana de Venezuela son responsables institucionales de esta exigencia de retorno inmediato de la Abuela Kueka a su lugar ancestral y sagrado de origen, fundamentalmente la Cancillería, la Fiscalía General de la República, el Ministerio del Poder Popular para la Cultura y el Instituto de Patrimonio Cultural, que, o se quedaron dormidos, o se les olvidó la Abuela Kueka de tanta ocupaciones que tienen, o están esperando que el pueblo venezolano radicalice sus exigencias a este respecto, o les hace falta que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, monte en cólera ante tanta dilación e ineficiencia con relación al retorno inmediato de la Abuela Kueka.

Sea como sea, sintiéndome responsable principal de todo esto como un hombre del pueblo, sin tener nada que ver con instancias de gobierno, sintiéndome doliente como me siento y sintiéndome en la creencia de que el pueblo alemán me escuchará, le pido a toda Alemania que nos devuelva por favor de inmediato a nuestra Abuela Kueka.

Mucho les sabremos agradecer.

Cuando la Abuela Kueka esté otra vez al lado de su amor eterno y sagrado, aquí en Santa Cruz de Mapaurí, serán ustedes infinitamente retribuidos con las bendiciones de nuestros ancestros y con las alegrías de todo el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela.

En territorio venezolano, a los treinta y un día del mes de octubre de dos mil catorce.

rafa_ven21@yahoo.es


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Rafael Rodríguez Vergara


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