Hemos venido a esta feria del libro, invitados por la camarada wayuu Radina Castillo, del Programa "Somos Amerindios" de Radio Nacional de Venezuela. Vemos desplazarse en la feria a la Viceministra de Educación Media Yoama Paredes, camuflada en el anonimato, pasa desapercibida entre el hormiguero y la sonrisa de la gente que va y viene y los libros que se abren al público. Trataremos de desarrollar nuestro planteamiento inicial.
El poder es ave de paso, que se puede perder ante cualquier resbalón, me dijo un día un viejo chamán en el río Sipapo. Mientras que la resistencia es sostenida. Perder el poder político, incluso el poder del conocimiento -¿cuál conocimiento?- es exponernos hoy a la peor de las dictaduras: la dictadura mediática y trans-mediática del gran capital. El misionero pseudo-religioso y esclavista desplazó la familia y la comunidad indígena. La escuela desplazó La misión. La mediática amenaza de nuevo a la escuela, la comunidad, la familia, las iglesias, incluso al libro y la prensa, la galaxia Gutemberg y desafía a la política; el capitalismo financiero –y especulativo- desplaza al empresario real para adentrarnos en el idiotismo digital de sus redes virtuales y trans-virtuales de los imperios y del imperialismo. Hasta perder el alma, truncar las espiritualidades de nuestros pueblos y volvernos nuevos ¡indios sin alma! Dejarnos en las aguas turbulentas del Mediterráneo, en el frío del exilio y de la muerte o perdidos y confundidos en el laberinto imperialista de los Trump y las Clinton. El Papa Francisco, voz del que clama en el desierto –y el mismo Fidel- han dicho, que la III Guerra Mundial ha comenzado. Busquemos brújulas por otros mundos posibles hacia el socialismo del siglo XXI.
º ¿POR QUÉ LOS CACIQUES HEROICOS, LOS PROFETAS Y LIBERTADORES NO HICIERON NI CARRERA POLÍTICA, NI CARRERA ACADÉMICA, NI CARRERA MILITAR, NI POSE ESPIRITUAL?
No podemos pensar y sentir que Guaicaipuro y Urquía, Túpac Amaru y Micaela Bastidas, Miguel de Buría y Guiomar, el zambo José Leonardo, entre otros, nacieron sólo para hacer la guerra, para la carrera militar o la iniciación chamánica, que era la academia de su tiempo, con un lenguaje sagrado y de ciencia especializado. Algunos de ellos fueron chamanes y caciques al mismo tiempo y también jefes militares en la resistencia y emancipación. El ser chamán, jefe de familia, cacique, jefe militar, político y espiritual, no era su propósito sino un medio. Era una consecuencia, una circunstancia, más que un fin buscado. Su propósito era resistir y emanciparse, liberar territorios y romper con el servilismo y la esclavización de las formas de conquista y colonización. Por supuesto, que todas las tentaciones y contradicciones, las virtudes y miserias de todo lo humano, se hicieron presentes en la búsqueda de la perfección. A sabiendas que ello no les daba el derecho de ser perfeccionistas, ni la pretensión de ser puristas o
exclusivistas. Algunos de los hombres y mujeres de la resistencia, sucumbieron a las tentaciones del poder colonial y traicionaron la causa de su pueblo y defensa del territorio de origen. De allí surgieron la Malinche de México y el Francisco Fajardo, hijo de la Cacica Isabel, todos al servicio de la conquista. Madre e hijo, nuestros dos Malinches.
En síntesis, para los radicales e irreductibles, su condición de libertadores era lo esencial; los cargos asumidos, se daban por añadidura. Las duras pruebas de ciertos ritos iniciáticos, -azotes, ayunos prolongados, super-esfuerzos-, no eran cualquier cosa. Es un reto de vida o muerte. El poder es ave de paso, que se puede perder ante cualquier resbalón, decía un viejo chamán del pueblo piaroa. Y hay que hacer las cosas bien para mantenerse en el camino de las estrellas, en las cuatro direcciones del tawantinsuyo, me decía un viejo quechua. Un pueblo que oprime a otro no puede ser libre jamás, decía Túpac Katari. Anunciando su autocrítica y su regreso: ¡volveré y seré millones!
II
Nuestro Francisco de Miranda, Maestro de Libertadores de todo un continente tampoco estuvo movido por la carrera política, económica, académica, militar y espiritual, así fuera Mariscal de Campo de la revolución francesa. En la Real y Pontificia Universidad de Caracas, como lo atestigua Ildefonso Leal, cronista de la UCV, no alcanzó el título de bachiller, teniendo que salir en apuros de la tierra natal, producto de los conflictos de casta de los mantuanos con su padre (canario o blanco de orilla). Su formación integral le vino de múltiples fuegos cruzados en su larga lucha, libertaria-itinerante. Más de 30 años de exilio. No se quedó en ninguna parte haciendo carrera política, militar, académica o espiritual. Sin embargo, supo encontrarse con todas esas vertientes, como venas vivas de su propio cuerpo, dándole calor y asidero a su propio cuerpo físico, emocional, intelectual y espiritual, hasta el extremo de ser visto por Napoleón como alguien "que no está loco y posee fuego sagrado en el alma". Este fuego sagrado es propio de los Libertadores y no el atributo de una carrera política, académica, militar o espiritual. En lo económico, sólo contraía deudas por la causa de la independencia. Es sumamente curioso, que siendo el archivólogo más connotado del pensamiento de la Ilustración que construía un camino casi exclusivo de "la ciencia", se apartaba de toda ortodoxia y consultaba el horóscopo para saber si la Independencia estaba cerca o lejana. Destaquemos que la Ilustración nacía entre otras cosas para negar otras vías del conocimiento: cosmovisiones y cosmovivencias, teología, filosofía, dando origen al positivismo cientificista y tecnocrático. Perseguido de la implacable inquisición, Miranda era capaz de encontrarse con los teólogos de la liberación de su época, incluyendo los jesuitas expulsados. Su densa formación humana, se ponía por encima de los viejos resentimientos sociales o de anticlericalismos hormonales. El libro y la academia, nunca chamuscaron su oralidad viva. Al llegar a cualquier ciudad o pueblo, iba a los mercados, las cárceles, las plazas públicas, los cementerios; al mismo tiempo visitaba los políticos, artistas y académicos más connotados de su época, emprendiendo el famoso camino hacia San Petesburgo para entenderse con Catalina de Rusia. ¿Era por eso Miranda un empírico, un sincrético o un ecléctico? La formación de los libertadores es una y múltiple, forjada como la espada de acero, templada al rojo vivo.
---¿Hicieron Bolívar o Manuelita carrera política, académica, militar o espiritual que los llevaran a perder la brújula en su proyecto histórico libertario e independentista? ¿Hizo esas carreras su maestro Simón Rodríguez? Qué decir de Sucre, Urdaneta, Nariño. En cambio Páez y Santander, se quedaron en la carrera política, colocando sus ambiciones políticas por encima de la ética del poder y veamos que ocurrió con ellos: se convirtieron en agentes de nuestros enemigos internos y externos y contribuyeron a la desintegración de La Gran Colombia y el Congreso de Panamá. Confundieron la vocación de poder, necesaria y legítima, con sus propias ambiciones personales. Querían ser cabeza de ratón y no cola de león. Pero se quedaron sin la cabeza de ratón y sin la cola de león. Nos convirtieron a todos en cola de ratón de las castas dominantes y de las grandes potencias.
¿Qué carrera política, militar, económica de enriquecimiento, académica o espiritual hizo el Comandante Hugo Chávez ateniéndonos a esas deformantes formalidades eurocéntricas?. En lo militar, acaso llegó a Teniente Coronel, de vida muy pasajera por la academia militar o la civil. Inicialmente quería ser pelotero y su encuentro con el mundo político se dio como entre fuegos cruzados de la insurrección. la cárcel, la calle, el gobierno y su apertura a la lucha planetaria, desde el sur-sur frente al norte imperial e imperialista. Pero ¿qué carreras por encima de la lucha política y social concreta sostuvieron Gandhi y Mandela frente al apartheid y el colonialismo inglés en la India?¿Hizo Gandhi carrera profesional, religiosa o espiritual o fue ello un sostén de la no-violencia activa para expulsar al colonialismo británico? ¿Qué decir de Marx y Engels como aliados de la clase obrera, de Lenin, Mao o Ho Chi Min? ¿Qué carrera diplomática hicieron Chávez y Maduro para desarrollar una diplomacia planetaria y de envergadura, en los desafíos del siglo XXI? Todavía le están cobrando al Presidente Maduro, su condición de chofer de metro-bus. Y ante esa realidad es "el mas-burro, el gorila que baja del árbol". Se menosprecia la vida para adoptar las apariencias. Es el hábito el que hace al monje. Maduro es hoy pieza clave en el Diálogo de Civilizaciones a escala mundial, como nuevo Presidente de los países no-alineados. La segunda organización después de la ONU.
III
Volvamos al plano de lo espiritual para analizar a un personaje muy especial. Jesús de Nazareth. Su espada fue la palabra viva frente a los escribas y fariseos hipócritas, los comerciantes y mercaderes del templo, sacados a latigazos. El imperio romano a través de Herodes lo buscó hasta entre los niños recién nacidos. Para darle muerte antes de cumplir su misión. Jesús no era académico, no era escriba, ni un patriarca. Apenas escribió tres o cuatro palabras con una varita sobre la arena: ¡quien se sienta libre de pecado, que arroje la primera piedra!. Acusado de predicar a prostitutas, publicanos y pecadores. El mismo Simón Rodríguez, Maestro del Libertador también fue acusado de educar putas, salvajes y locos.
Frente a la guerra económica del imperio de su tiempo, Jesús multiplicó los panes para darle continuidad a su misión. Había que dejar hacienda, familia y todo por atender a su alto llamado. Era muy difícil hacerse cristiano desde las catacumbas. Pero fue muy fácil, tres siglos después, cuando el cristianismo se alió de nuevo al imperio.
En síntesis: entre los hombres y mujeres de la liberación física y espiritual, no hay ostentación de poder económico, no son políticos de carrera, ni militares de carrera, ni académicos de carrera, ni religiosos de carrera. Cuando se entra en sintonía y compromiso con la comunidad, con la humanidad y con la Madre Tierra, todas esas condiciones convergen en una explosión creativa y libertaria, personal y colectiva. Hay una especie de sacudida de todas esas investiduras formales para ascender a una vida de compromiso con los de abajo, con los descastados, los más marginados, oprimidos y explotados. Es el fuego sagrado en el alma, su mejor aliado, resplandor y brújula para no extraviar el camino.