Y qué puede importarles que el cantor se pudra en los barrotes

Vienen al dedo aquellas palabras del poeta “Vosotros, que surgiréis del marasmo en el que nosotros nos hemos hundido, cuando habléis de vuestras debilidades, pensad también en los tiempos sombríos de los que os habéis escapado. Cambiábamos de país como de zapatos a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella. Y sin embargo, sabíamos que también el odio contra la bajeza desfigura la cara. También la ira contra la injusticia pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros, que queríamos preparar el camino para la amabilidad no pudimos ser amables. Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos en que el hombre sea amigo del hombre, pensad en nosotros con indulgencia”. Vienen al dedo, vienen y nos recuerdan a un tal Julián Conrado, que teniendo vuelo y teniendo cielo vive en la diplomacia de los barrotes, del oxido como testigo, de las carcajadas de hierro contra el cantor.

Y que es de tu vuelo, Julián? Y que es de tu cielo? El trino cuando es prisionero no ahoga el llanto sino más bien prolonga el amor en el desespero… y vence. Y es precisamente de amor que se han enfermado los barrotes para ya ser parte de ti, y la tristeza nuestra está hoy vestida de pregunta ¿Por qué aquí se te encarcela? ¿Cuánto peligro encierras Conrado? Y pareciera que la respuesta se convierte en una larga sombra difusa pero que permite ver a Santander. Que dirás tu que todo lo has dicho de nosotros, y teniendo como hablar de nosotros no lo has hecho, sino en los términos del amor militante, que letra podrá hacerse habitante de ti y subvertir el nilón para que griten desde la libertad de tu garganta una canción de la justicia que diga algo así: porque tardas tanto en hacerte justa y dejas que pueda yo, darle sobreseimiento al amor que encarcelan por confundirlo con no se que cosa, porque tardas tanto y dejas que el trino quede preso del oxido de unos barrotes que dividen la justicia en un adentro y un afuera pero no se sabe hoy quien es el preso y quien el carcelero.

Por lo que pasa Julián, pasamos los que creemos en el amor de verdad, por eso nos alistamos para pedir tu libertad y tu asilo. Y es que ya nuestro pedimentos se está convirtiendo en un coro gigante de voces múltiples y corazones con alas, entonces, que se prepare la poesía porque no hay tiempo hoy para meditaciones metafísicas que obliguen en nuestro verso a la luna a donar su brillo, ni al mar ceder su azul al verso, mientras a Julián se le revientan los riñones. No, sencillamente no puede haber espacios para la canción permitida y permisiva cuando de tanta rabia que se nos agolpa por la detención del cantor, por la forma que le hicieron, por quienes lo hicieron –con qué facilidad el estado colombiano extiende su saña y toca las alas de nuestra patria que es un colibrí- y nosotros impávidos unos, estúpidos otros, espectadores de nuestra sombra, de una u otra forma también te esposamos, te encapuchamos y …

No queda otra, que se prepare el amor, no para hacerlo sino para ejercerlo en todo cariño para la matria que reclama su maternidad y el canto que reclama su cantor mientras se subleva la arrechera aún la más tierna …como para qué uno se rebele y diga al carajo el socialismo facilón, construyamos el poder popular y el socialismo de los de abajo … por ende, sin máscaras y con cantores cantando, encendiendo almas, encendiéndolas sin padecer de malinchismos que nos hagan confundir el valor de un cantor con el de un espía que se le acaba de ocurrir ahora ser bueno.

Alguien dijo que los imperios buenos no existían yo lo comparto y sostengo también que tampoco debe existir un espía bueno y mucho menos un cantor preso …pero preso tenemos a Julián, (y eso que somos los mejores en el mundo que hablamos de humanidad y humanismo) y lo tiene el Estado y de una manera u otra lo tenemos preso nosotros también, porque nuestro silencio pone más oscura la celda y hace que la soledad se pasee altanera como retando al preso. Julián, afortunadamente sabe de silencios, porque no es traidor, el está lleno de ellos y sabe dejarlos libre con su canción y el amor que nunca se le pone doloroso porque cree en el pan, pero en la mano del pobre.

Julián, primero fue de pan, y esa lucha lo hizo llenarse de volcanes, de selva espesa cuando entendió que la Unión Patriótica institucionalizaba la muerte de muchos de sus camaradas e incluso la de él y su guitarra, la de él y su acordeón. Julián, luego se hizo de nilón y los pájaros de la selva lo comprendieron. Julián, ¡coño!, ahora lo hicimos de barrotes Gracias a…….(y aquí ponga usted el nombre de quien le de la gana, porque hay que decir algo – para eso Julián se robó todo el silencio, para que nosotros nunca callaramos-), mientras Carmona disfruta Colombia como profesor de alto mando militar Conrado ve preso a su trino…hasta que se les ocurra a la justicia …SER JUSTA, y para ser sincero ella se niega a serlo, porque Julián Conrado…no es negocio, no es rentable, no es estratégico para seguir construyendo el socialismo que algunos quieren construir …Ellos combinan audacia y picardía, y también son capaces de entrar por el ojo de cualquier aguja apenas ruborizándose… y que puede importarles que Julián se pudra.


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Nelson España

Miembro del Frente Antiimperialista de la Zona Sur - Anzoátegui

 espanel7@gmail.com

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