Las Distorsiones del Sistema Público de Salud en Venezuela (Parte II): Una Denuncia Concreta en el HULA-Mérida

En artículo anterior  tuve la oportunidad de referirme a la necesidad de tomar decisiones contundentes para evitar las distorsiones existentes y comprobadas estadísticamente en el  Sistema Público de Salud en Venezuela (http://www.aporrea.org/misiones/a90340.html).  Desafortunadamente, muy poco se ha adelantado al respecto a pesar de la inquebrantable y revolucionaria voluntad  política del Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías y del  incansable trabajo de la Ministra María Eugenia Sader Castellanos y su equipo de trabajo.

En ese entonces destaqué la evidente  falta de una  adecuada Articulación e Interrelación entre los actores involucrados de  Barrio Adentro 1, CDI’S y Hospitales, incluidos los actores del más alto nivel gubernamental, y la perentoria necesidad de crear  un Sistema de Salud Socialista y Revolucionario. Decía:  “Los recursos necesarios podrán ser obtenidos de las milmillonarias sumas entregadas a los seguros privados por concepto de Primas, los cuales se nutren en su mayor porcentaje de los organismos públicos centralizados y descentralizados y finalmente terminan financiando a las clínicas y centros de salud privados”.  

En marzo de 2012  el Gobierno Bolivariano y la Asociación de Clínicas firmaron un acuerdo para el control de precios de los servicios de salud para trabajadores y familiares del sector público, control de precio por cierto que no se diferencia  gran cosa de los vigentes entre la clínicas privadas y la empresas aseguradoras que históricamente se han cuidado de pagar la menor cantidad posible por concepto de HCM a las Clínicas Privadas, de allí la poca oposición que efectivamente se verificó por parte de la Asociación de Clínicas. Cabe destacar que el servicio de salud de la gran mayoría de las instituciones públicas continúa siendo manejado por empresas aseguradoras, y muy pocas manejan un sistema auto-administrado de salud, así que el negocio de las aseguradoras con el sistema privado continúa siendo financiado por el presupuesto público nacional. De hecho, el Gobierno venezolano en el año 2011 transfirió al sector privado de salud la cantidad 7mil 742 millones de bolívares, una cifra sin duda exorbitante.

Y aquí cabe entonces recordar las estadísticas del INE: el 81,8% de la población utiliza normalmente el sistema público de salud y solo el 18.2% va al privado . De esta cifra, 23,7% asiste a los ambulatorios o dispensarios públicos, otro 27,1% emplea los centros de la Misión Barrio Adentro y el restante 31% utiliza los hospitales públicos. Aun así, las cifras exorbitantes para la salud siguen siendo para el sector privado mientras que el sistema público adolece de un lamentable e insólito hacinamiento con fallas comprobables tanto en el mantenimiento de equipos de alta tecnología como en el  suministro de insumos médicos para la población más numerosa, humilde y necesitada.

Hay denuncias que  cuesta creerlas a menos que sean experimentadas en vivo. El Hospital Universitario de los Andes (HULA) es un hospital de especialidades tipo IV del sistema Barrio Adentro, que acepta pacientes muy humildes de todo el país, incluyendo los referidos de Barrio Adentro 1 y CDI’s, el mismo está  ubicado en la Ciudad de Mérida. El Gobierno Bolivariano ha invertido en remodelaciones e insumos médicos  y en  costosísimos equipos de muy alta tecnología para el HULA, como los de resonancia magnética y para hacer cateterismo (angioplastia) en la Unidad de Urgencia Cardiovasculares. Las irregularidades denunciadas  involucran al personal del hospital, incluidos los médicos, dice una de ellas: “en el  HULA, los equipos de Resonancia y Cateterismo se dañan periódicamente, son exámenes muy costosos y el pueblo tiene que ir al privado dónde nunca se dañan… Casualidad, me parece.  Los técnicos son los mismos que laboran en el HULA… Casos para reflexionar!!!!!”.

La más grave fue narrada en un artículo escrito por un paciente de  HULA y publicado en aporrea (www.aporrea.org/ddhh/n77958.html):  “Ingresé al hospital el viernes 06.03.09. El lunes 09.03.09, me realizaron una angioplastia y el cardiólogo determinó los insumos y medidas (stemp), para colocarlos el jueves 12.03.09 por medio de otra angioplastia (cateterismo). Según me han comentado los entendidos, esta era la decisión correcta. Pero, la intervención quirúrgica no fue posible realizarla en el tiempo establecido por cuanto el hospital no tenía los insumos requeridos”.

“Si la salud en los hospitales es gratuita (como en mi caso) ¿Por qué el desfile de vendedores de insumos que deambulan con sus maletines por los pasillos de la Unidad de Cardiología negociando el suministro, cuyo pago debe ser en efectivo, por cuanto no se aceptan cheques ni tarjetas de crédito? Entre otros, podemos nombrar (“Equimedilan”, “Laboratorio médico Dental los Llanos”, “Sra. Luila Torres”, “Aubimar”, “Clínica de Corazones y Vasos”, “Dr., Francisco Sánchez”, etc). Laboratorios con sede en Mérida, San Cristóbal, Valencia o Caracas”.

“En el HULA hay un cuerpo de eminentes, honorables, respetables médicos, estudiantes de posgrados, enfermeras, camareras, camilleros y en general todo el personal que se ocupa del mantenimiento y funcionamiento de la infraestructura del hospital. Pero, también allí conviven médicos, estudiantes de postgrado, enfermeras, camareras y demás personal que lleva en su conciencia todas las lacras del capitalismo, mercaderes de la salud, mercenarios de su profesión. Decimos esto y que cada quien asuma la parte que le corresponde, desde el director del hospital hasta el portero”.

“Por causa de los mercenarios de la salud, que practican el robo y la rapiña, el HULA carece de los insumos necesarios. Carece del instrumental e insumos que le son suministrados al hospital para la atención gratuita de los pacientes. Insumos que son llevados a las clínicas privadas en las cuales también presta servicio el mismo personal de médicos, enfermeras y camareras que laboran en el hospital. Ese doble trabajo entorpece el funcionamiento normal del hospital, por cuanto se da el caso, por ejemplo, que una enfermera y no el médico, determina a cuantos pacientes se pueden atender en determinado horario, por cuanto ella debe salir para realizar el trabajo en una clínica. Igual ocurre con los médicos que “cabalgan” horarios en el hospital, en la universidad y en las clínicas privadas”.


“En el HULA hay dos hospitales con identidades plenamente definidas: Uno, el que funciona en los servicios especiales (URGENCIAS); y otro, el que funciona en la torre de hospitalización. Entre uno y otro existe descoordinación hasta para asignar una cama o la ejecución de los tratamientos prescritos”. 

“La cuestión de fondo está en: las profundas contradicciones de una sociedad sumergida en la herencia del sistema capitalista con todas sus secuelas de corrupción, mercantilismo, burocratismo, egoísmo, individualismo. La salud convertida en mercancía y quienes la ejercen en mercaderes del dolor humano”.

Lo más reciente: un amigo personal muy humilde, sin recursos económicos para ingresar a una clínica privada, fue hospitalizado en el HULA a principios de febrero de 2012 por un infarto provocado por la obstrucción de una arteria. Se le indicó una angioplastia y luego una endoplastia, si era necesario. Nada  de eso se pudo hacer en su momento porque el equipo para realizar el cateterismo estaba “dañado” desde octubre 2011  y “tampoco existían” los insumos médicos necesarios. En su defecto se le informó, con descaro y desvergüenza insólita, la dirección de las clínicas privadas donde “seguramente SÍ podían resolver su problema”. Para conseguir los insumos tuvo que reunir entre familiares y amigos y pagar más de 14.000 bolívares. El equipo fue reparado “milagrosamente” por la denuncia y presión de medios de comunicación alternativos, lo cual benefició a mi amigo porque obviamente no podía ingresar a los privados. Finalmente, con sus propios insumos comprados y luego de un mes hospitalizado, pudo lograr que lo atendieran por algo que pudo realizarse en no más de 8 días. 

Resulta lamentable relatar hechos como éste en plena Revolución Bolivariana, mientras tanto el sector privado de salud continúa siendo financiado por el Gobierno Bolivariano y además obteniendo “Ingresos EXTRAS por los Caminos Verdes”. Son hechos que siguen dejando  al mismísimo Chávez boquiabierto. 

Con Chávez todo.  ¡Viviremos y Venceremos!

(*) Trabajador Jubilado del MPPCTI.

marcanoomarj@gmail.com



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Omar Marcano (*)

Trabajador jubilado del MPPCTII, Militante del PSUV, Ingeniero Eléctrico (USB, 1976)

 marcanoomarj@gmail.com      @pueblopatriota

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