Informes del año 2025 tanto del Departamento de Estado como de la DEA, señalan a México como la única fuente significativa de fentanilo de Estados Unidos (EEUU). Venezuela no se menciona, ni por asomo.
Se han ejecutado 21 ataques en el mar Caribe contra pequeñas embarcaciones (Peñeros) con saldo de 83 muertos, sin prueba alguna de delito.
NBC News confirmó lo que las autoridades estadounidenses contra el narcotráfico conocen muy bien: los narcotraficantes de Suramérica, Ecuador, Colombia, Bolivia, transportan cocaína a Europa y a EEUU, en su mayor parte via océano Pacífico.
Entonces, ¿Para qué 15.000 soldados?
¿Para qué enviar el USS Gerald R. Ford desde el Mediterráneo al Caribe?
¿Por qué los contratos del departamento de guerra se extienden hasta 2028?
Y ahora Trump anuncia una medida sin precedentes en Latinoamérica que afecta a todos los países de la región, sin excepción. Se intenta ejecutar desde la red social X, antes twitter, el cierre unilateral e ilegal del espacio aéreo administrado y controlado por Venezuela, donde EEUU no tiene injerencia alguna: ¿El preludio de una zona de exclusión aérea al estilo Libia?
El motivo está clarísimo: 303.000 millones de barriles de petróleo en el subsuelo venezolano, las mayores reservas probadas de petróleo del mundo.
El 17% del suministro mundial. Decenas de billones de dólares en activos bajo tierra venezolana con minerales raros, tierra raras, diamantes, oro, coltán, vanadio, tungsteno, además de hierro, níquel, bauxita, mármol, carbón, gratino, fosfatos, feldespatos, y fuentes inmensas de agua dulce.
El New York Times informa que Maduro ofreció acceso comercial ordenado y justo. Trump lo rechazó porque lo quiere todo gratis, como ocurre en Libia, Irak, Siria ...
El comandante del Comando Sur renunció después de que se ignoraron las observaciones de su departamento jurídico militar, dirigido por un abogado de alto rango, sobre la ilegalidad de los bombardeos contra pequeñas naves, sin detenciones ni investigaciones. El Comisionado de Derechos Humanos de la ONU declaró que esos ataques incumplen los estándares de derecho internacional, mientras que la Oficina de Asesoría Jurídica de EEUU prohíbe ataques dentro del territorio venezolano.
Pero el presidente Trump anuncia operaciones terrestres "muy pronto". Obviamente, no sé trata de una guerra contra las drogas.
Se trata de un modelo a seguir, de ahora en adelante: Calificar a las FFAA de un gobierno como terroristas, declarar un "conflicto armado" con motivos fútiles, supuestamente criminales sin pruebas comprobables. Invocar poderes de guerra eludiendo al parlamento.
Es decir, evitar todas las restricciones impuestas desde 1648. El principio westfaliano de que la soberanía es inherente a la condición de Estado está siendo reemplazado por un concepto más antiguo:
"La soberanía como privilegio revocable cuando los poderosos lo deciden".
Venezuela es hoy la prueba de esa doctrina, así que el modelo, una vez validado, no se quedará en el Caribe.
Todas las naciones del mundo con recursos y un gobierno opuesto a entregarlos sin compensación justa, vivirán ahora en un mundo diferente al que antes existía. Eso incluye a los gobernantes genuflexos, obedientes, pitiyanquis y también a los tibios. Los Milei y Noboa, o los Boric y Lula, no se salvarán cuando lleguen sus momentos.
La estructura de las relaciones internacionales acaba de cambiar.
Ahora las potencias mundiales podrán adaptar sus modelos de acuerdo a su conveniencia.