La cuerda del funámbulo

Aun con dudas en vísperas de su primera función circense, el hombre consultó a su entrenador:

  • ¿Cree que puedo llegar hasta el final sin caerme?
  • Todo se trata de mantener el equilibrio. Ya sabemos que tu debilidad es que te vas  hacia la derecha en extremo. El manejo de la sombrilla roja con la mano izquierda es clave para que permanezcas sobre la cuerda el tiempo suficiente para evitar una caída. Con juego de luces y colores, el público verá tu dificultad como parte del espectáculo y te creerá un consumado maromero.
  • ¿Y si me entra terror de golpe?
  • La función debe continuar. Los payasos entrarán en escena y distraerán a la multitud.

El aspirante a dictador Capriles Radonsky tiene un grupo de asesores que se las trae. El martes de la semana pasada en la hojilla, Mario y Jorge nos mostraron el prontuario de la caterva que respalda a este avezado fascista nacido en los cubiles de Tradición, Familia y Propiedad. En la versión digital de uno de sus albañales, 6to. Poder, de fecha 13 de Febrero 2012 http://www.6topoder.com/2012/02/13/trabuco-de-radonski-se-fusiona-en-una-triangulacion-politica/ aparece claramente definida la estrategia que sigue la derecha de caras a las elecciones presidenciales de este año. Creo que estas evidencias deben conocerse a través de nuestros medios, pues revelan lo que nos espera en el supuesto negado de que la derecha vuelva al poder. Sencillamente se trata de una mimesis con nuestra Revolución para atraer incautos y desprevenidos.

El fundamento de su campaña es lo que se conoce como “triangulación”, donde se toman como discurso propio políticas exitosas del adversario. Luego se le dan giros semánticos con el fin de promover simpatías electorales. Fíjense lo que 6to. Poder plasma sobre el tal “trabuco” asesor: “Por ejemplo, mientras Chávez proponga construir viviendas, Capriles hablará de levantar urbanizaciones; si uno destaca la misión “Saber y Trabajo”, el otro apuntará a “empleos dignos y duraderos”; y si el oficialismo dice “cerro arriba”, Capriles dirá un mejor concepto: “pueblo adentro”.

La “triangulación”  es una estrategia electoral de factura yankee, creada para Bill Clinton. Consistía en colocar al entonces candidato presidencial en una posición equilibrada entre demócratas y republicanos y ponerlo a salvo de los extremismos. Su aplicación se ha verificado en otras candidaturas imperiales (Obama, la más reciente) y Europa.

Insisto en que de ahora en adelante nuestros medios pasen a diario el prontuario de esta “gente pensante” para que todo el pueblo sepa quiénes son y cuáles son sus intereses. Considero esencial que se asuma de una buena vez el sentido radical de este nuevo reto para el proceso, pues ya empiezan a verse en predios informativos nuestros  replicaciones de esos planteamientos sin mayores análisis para su desmontaje, promoviendo “sin querer queriendo” el cacareado equilibrio que auspician los medios de la derecha. Se trata de aflojarle la cuerda al funámbulo Capriles, no tensársela.

La lucha debe profundizarse y las diferencias deben quedar claras para que no se produzca disonancia cognitiva  en la masa electoral que apunte a implantar en su psiquis que hay semejanzas en los discursos. La trampa de la derecha estriba en fabricar mediáticamente que  no hay que ser radicales en nuestros principios, que la oligarquía nos permitirá convivir con ella una vez que acceda al poder.

Nuestro Líder Comandante ha dicho “Esta vez la batalla será en Carabobo” ¿Acaso alguien tiene dudas sobre lo radical de su directriz? ¿Acaso alguien tiene dudas de la trascendencia histórica del 24 de Julio de 1821 para la Patria? ¿Alguien  que hace vida en  nuestros predios quiere vender entradas al circo de un maromero fascista que ya participó en un golpe?

placidordelgado@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1489 veces.



Plácido R. Delgado


Visite el perfil de Plácido Rafael Delgado para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Plácido Rafael Delgado

Plácido Rafael Delgado

Más artículos de este autor