A galopar por el espacio sideral

Precedido por el glorioso tricolor de las ocho estrellas el satélite Simón Bolívar fue lanzado hacia su órbita espacial, en misión científica y tecnológica de importancia decisiva para nuestro país. Se incorpora de esa manera Venezuela, a la actividad espacial.

En su orbitar isócrono con la tierra, que lo caracteriza como un satélite geoestacionario, el Simón Bolívar ofrecerá servicios comunicacionales vitales para el subcontinente suramericano.

Pero junto a las tareas tecnológicas a tono con los nuevos tiempos, el hecho tiene significaciones y connotaciones de gran valor intrínseco para Venezuela y Sur América, pues, a través del satélite se sigue impulsando la enaltecedora misión del Libertador para los tiempos presentes.

Sigue pues Bolívar su tarea a galope tendido, con que se mueve en la historia, ahora por el espacio sideral, con su mirada vigilante sobre nuestros pueblos, oteando el horizonte, atento a la consumación de la tarea integradora, que con tanto ahínco dejó señalada.

Podrán ahora los pueblos suramericanos asumir un compromiso mayor, ante la presencia de una herramienta tecnológica que permitirá su mayor acercamiento, con una comunicación más expedita e íntima, y a tiempo, para compartir metas comunes, estrategias similares, y el alcance de logros ahora ineludibles, cuando se ofrecen nuevas perspectivas de acción para los pueblos, en condiciones distintas como no fue posible en el pasado, en vida de El Libertador.

Ante la desidia de sus seguidores, y el ataque despiadado de sus enemigos vio con pesar El Libertador, el derrumbe de su obra, alentados sus opositores internos por factores foráneos, que ya en posesión de poder omnímodo internacional actuaban como árbitros, subyugadores, explotadores y dominadores de países que emergían como pueblos independientes, cercenando sus derechos e imponiendo su férula sin medida ni control.

Ahora, una emergente corriente de cambio motorizan los pueblos hacia nuevos destinos, a tono con lo soñado y propuesto por El Libertador, con otros sentidos de su pertenencia, identificación y libertad, y con cabal conciencia de su esencia originaria como pueblos autóctonos. El ideal bolivariano sigue vigente, con mayor fuerza y contundencia, para orientar las nuevas luchas de los pueblos suramericanos y caribeños.

Pero hay que estar vigilante, en las nuevas circunstancias, pues nuestros históricos enemigos aún son poderosos, y para colmo manejan y dominan las nuevas tecnologías de la conquista espacial, con muchas posibilidades de utilizar sus cuantiosos recursos para interferir el buen funcionamiento de la unidad satelital Simón Bolívar, para obstaculizar los patriotas fines que con él persigue la República Bolivariana de Venezuela y sus países hermanos.

Bolívar estará ahora en el espacio, por encima de nuestras geografías, como conductor de pueblos, en su viejo papel integrador de naciones, de brazos con las nuevas tecnologías, y a esas alturas, como en su época, en el Chimborazo, en “la copa del firmamento” y “con sus pies en los umbrales del abismo” reanudará su diálogo con el Tiempo, para con visión soñadora e integradora impulsar la materialización del nuevo futuro latinoamericano.

dulopez@cantv.net


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