¿Podemos estar contra Gadafi, sin apoyar las fuerzas imperialistas? ¿Podemos defender libertades democráticoburguesas, sin apoyar a la burguesía y a sus agentes en el seno del movimiento obrero y popular?

Libia, Rubén González: Un debate trascenden​te para la revolución socialista en Venezuela


Publicamos una carta del camarada Jesús González del PRT y la respuesta de Ricardo Galíndez de la CSR – El Topo Obrero.

 LOS REVOLUCIONARIOS NOS REUSAMOS A LO TESTIMONIAR
                                                             Por: Jesús González
 
Estimados camaradas es precisamente lo falso de lo testimoniar donde versó mis líneas sobre lo sucedido con Rubén. Me parece muy liberal plantear que lo que importa es la lucha sin medir las consecuencias. Los revolucionarios no podemos ser como muchachos que con lanzar  piedras y quemar vehículos se testifica una posición de avanzadas. Los revolucionarios estamos aquí para hacer avanzar la revolución cuando lo más mínimo, o para hacer la revolución. Es tan grave aliarse con el imperio para derrotar una supuesta o verdadera dictadura, como tan grave aliarse con la derecha en el campo de la clase obrera a sabiendas que se fortalecerá y le abrimos paso para que asuma el gobierno cuando asumirá sin ninguna duda posiciones más extremas que la del actual gobierno. El gobierno de Chávez no se le puede calificar como homogéneo en su política, es tan débil como corrientes existen en su seno y por lo menos podemos hablar de un problema que nos atañe a los revolucionarios como lo es el problema y edificación del socialismo, mientras la derecha pro imperialista viene cortando cabezas a todo aquello que huela a socialismo y mucho menos comunismo. Si el problema es de si se es o no obrero, y esa es la única consideración que tomamos, entonces somos obreristas y no revolucionarios…Allí esta Andrés Velázquez, Manuel Coba y una jaurías de traidores que también fueron obreros, pero son unos viles traidores y vendidos al imperio y a la burguesía. Yo no creo que se pueda ser científico social con esos criterios tan espurios y tan elementales que se pierde la condición política revolucionaria. Igual pasa con Libia, cuando vemos que la OTAN está a punto de invadir a esa nación con las consecuencias criminales que lleva una invasión imperialista y las consecuencias económicas y políticas que puede traerle a la OPEP y a nuestro petróleo, eso si nos afectaría a todos los venezolanos con la cual debemos tomar todos una decisión, pero observamos que la derecha no se chupa el dedo y poco le importan las consecuencias de si el imperio toma definitivamente a Libia. Los que piensan así también caerían y apoyarían una invasión a Venezuela, porque se está contra Chávez, e irresponsablemente le entregaríamos el país al imperio. Toda esas posiciones son testimoniales que solo llevan al infierno al país y a la clase obrera…Se necesita ser más responsable y serio con éste problema, Tener una posición obrerista y no revolucionaria es como tener una política celestina, donde revivimos las fantasías de Blanca nieve y los 7 enanitos de nuestros ancestros…Para mi Rubén puede irse a donde le de la gana, pero jamás me prestaría por el obrerismo a servirle de soporte a la derecha pro imperialista para que avance. Ese es el problema. Ya veremos las consecuencias de todo esto. Por las informaciones que ya tengo el movimiento obrero en Guayana que pudo tener una escalada de triunfos sucesivos, se debilita y precisamente la derecha endógena dentro del chavismo utiliza estas situaciones para debilitar al movimiento obrero y entregárselo en bandeja de plata a la burguesía. No basta triunfar si no cobrar la victoria y aquí cobro es la derecha y el imperio…
 
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Libia, Rubén González: Un debate trascendente para la revolución socialista en Venezuela
 
¿Podemos estar contra Gadafi, sin apoyar las fuerzas imperialistas?
¿Podemos defender libertades democráticoburguesas, sin apoyar a la burguesía y a sus agentes en el seno del movimiento obrero y popular?
 
Por Ricardo Galíndez
 
Ciertamente, en momentos de crisis se prueban las políticas, las direcciones y los militantes y hoy tanto a nivel mundial como a nivel nacional se están viviendo momentos muy duros, donde se ha de templar el acero con el cual hemos de destruir el capitalismo y comenzar la edificación del socialismo.
 
El debate que hemos abierto Jesús González del PRT y mi persona, como militante de la CSR – El Topo Obrero, y donde ha terciado la máxima figura del PRT, el camarada Otto Vandervelde, se ha venido calentando y profundizando, y donde el lenguaje también se ha  venido endureciendo, lo cual nos debe llevar a las mejores posiciones posibles, no para auto calificarnos como los marxistas o marxistas leninistas o los marxistas revolucionarios y así descalificar compañeros u organizaciones similares más no idénticas, sino sencillamente para contribuir a desarrollar la mejor política posible a nivel internacional y nacional en función de darle impulso a  la construcción de la herramienta organizativa que nos impulse la revolución socialista y que precisamente en la actual insurgencia revolucionaria en el norte de África y el medio oriente se pone en evidencia su necesidad imperiosa.
 
El tema de Libia y el de Rubén González, son puntos que a nivel internacional, el primero, y nacional, el segundo, son de primer y prioritario orden, pues se trata luchas centrales en el permanente enfrentamiento entre las fuerzas del capital, incluyendo a las del imperialismo y las de una revolución en proceso con las masas insurgiendo no solo contra una dictadura que no daba espacio alguno ni siquiera para la existencia de sindicatos obreros o de partidos burgueses, menos aún de la izquierda marxista, sino contra el estado burgués al crear formas de organización autónomas del estado y en contraposición al mismo, como son los Comités Populares y las milicias, puntos que de paso camarada Jesús y camarada Otto, obvian siquiera mencionar en sus cartas, yéndose por generalidades de una invasión de la nación Libia por fuerzas imperialistas.
 
El segundo punto tiene que ver con la campaña que se desarrolló por la defensa del derecho a huelga y contra la criminalización de la protesta obrera y popular, que se centró en el dirigente Rubén González, pero no el único caso ni denuncia. En este segundo punto, el camarada Jesús muestra una rica imaginación al explayar sus comentarios creando situaciones o mejor dicho posiciones, que nos endilga y que nosotros jamás hemos sostenido. Bueno, eso forma parte de la libertad del debate, pero que no ayuda mucho a esclarecer los puntos en discusión y menos aún a acercarnos a elaborar políticas comunes.
 
Queremos señalar que coincidimos con Ud. Camarada Jesús en que “Los revolucionarios no podemos ser como muchachos que con lanzar  piedras y quemar vehículos se testifica una posición de avanzadas. Los revolucionarios estamos aquí para hacer avanzar la revolución cuando lo más mínimo, o para hacer la revolución” y esto porque no somos “testificadotes”sino militantes marxistas revolucionarios y no simples contestatarios que analizamos la realidad concreta, apoyándonos en una teoría científica, para transformarla por medio de propuestas políticas que ayuden al fortalecimiento político organizativo de la clase obrera, que incluye la construcción de un partido obrero revolucionario de combate y no uno electorero.
 
LIBIA COMO PROBLEMA: APOYAMOS LA REVOLUCIÓN O APOYAMOS UNA SALIDA CAPITALISTA
 
Cuando leemos camarada el punto sobre Libia en tu correo, vemos que no expresas con claridad el carácter de clase del gobierno que existe en ese país, ni siquiera si es o no una dictadura, sino que te vas por una dubitación afirmativa: “Es tan grave aliarse con el imperio para derrotar una supuesta o verdadera dictadura,” Esta imprecisión nos coloca en un debate en el campo celestial y donde el enemigo o amigo, aliado o no aliado es como los ángeles del cielo. Son asexuados y por lo tanto imposible determinar cómo se procrean, a menos que creamos en la teoría de la creación divina. Pero como nuestra especialidad es el debate sobre lo material y la dinámica de la lucha de clase, hacia allá dirigiremos nuestro análisis.
 
A riesgo de equivocarnos, pero para asumir el método marxista analizamos en concreto el gobierno de Gadafi, sus relaciones de producción fundamentales y determinantes ysus relaciones con los países imperialistas, y concluimos que es un estado semicolonial con un gobierno Burgués, pro imperialista. Eso es hoy. ¿Qué ayer el gobierno fue nacionalista burgués, antiimperialista? Bueno camaradas, eso fue ayer, pero como está demostrado por muchos datos, eso quedó en el pasado, así como la existencia de la URSS, que en un principio fue un estado obrero, luego pasó a uno obrero degenerado y ya al final lo tenemos como un gobierno capitalista. Tu imprecisión en los correos y en aras de precisar el debate nos lleva a hacer varias preguntas a ver si nos podemos ubicar. El gobierno de Gadafi ¿es burgués, pequeño burgués u obrero? ¿Es  una democracia, una dictadura o que tipo de gobierno?, Según uds. los camaradas del PRT ¿Bajo el gobierno de Gadafi se permiten libertades democráticas como el de organización, manifestación, sindicalización, reuniones políticas, libertad de prensa, sea para los sectores burgueses de oposición y para el movimiento obrero o campesino y para los sectores de la izquierda marxista?
 
Requerimos respuestas pues todo marxista, y afortunadamente tanto tú Jesús, como el camarada Otto y vuestra organización el PRT se reclaman de este pensamiento científico, se nos exige tener un análisis de clase del estado y del gobierno que se quiere combatir o que decidimos apoyar para poder darnos una línea política correcta. No hacerlo es actuar empíricamente y eso si es espurio y un camino fácil a la auto destrucción.
 
En el caso del gobierno de Chávez que incluyes en el debate, con su verbo auto calificado por él como “socialista y obrerista”, al carecer de un análisis de clase del mismo, que es más que normal que en épocas de ascenso de masas refleje contradicciones en sus políticas, es sencillamente apostar con altas posibilidades de acertar, a la conciliación de clases, camino seguro a una derrota.
 
Señalar que “El gobierno de Chávez no se le puede calificar como homogéneo en su política, es tan débil como corrientes existen en su seno” es una generalidad que pareciera evadir las precisiones marxistas para no tomar ciertas y determinadas decisiones que les puedan afectar en su actuación cotidiana. Decir que no se le puede calificar de homogéneo es decir nada. Ningún gobierno es homogéneo pues a todos los cruzan las contradicciones de clase que existen en la sociedad, no solo de las principales, sino incluso de los sectores que existen dentro de una misma clase. El problema para definir un gobierno y perdona la pedantería pero obligas, es que dentro de toda esa falta de homogeneidad, existe una o unas políticas centrales, que determinan su carácter de clase. Los camaradas del PCV, con los cuales mantenemos importantes diferencias y que también apoyan al gobierno como Uds., el PRT, sostienen que en el gobierno hay sectores que sabotean la política del presidente Chávez, pero ellos precisan que el gobierno es nacionalista revolucionario.. Ellos están claros en la caracterización del gobierno, desde su punto de vista y no niegan la existencia de contradicciones, pero en tu carta, nada de eso se ve, sino que nos sales con una generalidad por la tangente: “El gobierno de Chávez no se le puede calificar como homogéneo” De esta manera es imposible llegar a acuerdos sobre todo estratégicos, que es una de las intenciones expresadas por ambos, al desarrollar este debate.
 
En algo que coincidimos contigo Jesús es que no podemos ser elementales en el análisis y por ello cuando lo realizamos  sobre el gobierno de Chávez o el de Gadafi no nos quedamos en la generalidad de que son gobiernos burgueses y no obreros, lo cual es importantísimo pero no suficiente para elaborar las respuestas adecuadas para avanzar en el proceso revolucionario. Hacerlo  nos convertiría como tu dices en “simplistas” y no podríamos entender, ni nosotros, ni quienes nos acompañan ¿cómo es que dos gobiernos burgueses tienen importantes diferencias. Por ejemplo, en el gobierno de Chávez funcionan importantes libertades democrático burguesas, ¿recortadas? Sí, pero funcionan. Entre otras el de reunión, el de manifestación, el de prensa, lo que le da al gobierno de Chávez características de un  gobierno democrático burgués. Podemos profundizar y veríamos que también tiene características de un gobierno bonapartista “sui géneris” y no fascista como sostienen sectores de la oposición burguesa. En el de Gadafi por el contrario, no vemos que ninguna de las libertades democrático burguesas funcionan, con lo que adquiere la característica de una dictadura bonapartista “sui géneris” pero altamente represiva, criminal, sin ningún tipo de libertades democráticas.  La manera como obtenga la victoria y las relaciones sociales que se establezcan, puede conducirnos a otra caracterización, pero ello no lo podemos definir ahora mismo. Podemos continuar precisando el análisis de ambos gobierno y nosotros lo hemos hecho, precisamente para no ser simplistas, para no cometer el error de enredarnos en una colcha de retazos (características) formales para negar las fundamentales de ambos gobiernos y no comprometernos más allá de lo que pudiésemos considerar aceptable para nosotros. Esto es básico no solo para hablar de socialismo sino para actuar de manera efectiva para su consecución.
 
En Libia, son las masas de trabajadores y campesinos, superando en buena medida las divisiones tribales, se han alzado contra el gobierno de Gadafi. Incluso a estas alturas cuando el ejército libio ha tomado la ofensiva contra el pueblo insurgente y cuando se habla de una guerra civil, los marxistas no podemos ser indiferentes o dudar sobre qué bando debemos apoyar con todas nuestras fuerzas así sean minúsculas. Nosotros tenemos que asumir de manera clara el apoyo al bando que representa una propuesta de avance en el campo de las libertades democráticas y más cuando se han generado dinámicas que traspasan el campo del capitalismo. En medio de la guerra civil desatada, tenemos que asumir el campo que favorezca al movimiento obrero y popular, aún cuando por ahora la dirección de este campo no esté dispuesto a profundizar en medidas como desarrollar los organismos de doble poder y su centralización para formar un gobierno alterno al de Gadafi, que se exprese en este caso en el fortalecimiento de los Comités Populares y en las milicias, ni en tomar medidas como la expropiación de los capitales en manos de Gadafi y su entorno familiar y no familiar; la expropiación de los capitales imperialistas sin indemnización y bajo control obrero y popular. Marx nos dio un gran ejemplo cuando la guerra civil norteamericana apoyando sin vacilación el campo de la Unión (capitalista industrial), contra el campo de la burguesía del sur, aún a sabiendas que la burguesía del norte ni por asomo pensaba en liberar a los esclavos para hacer socialismo, sino profundizar los rasgos capitalistas de la nación norteamericana. Lenin no tuvo ningún problema en acordar con el Káiser alemán para que este le prestase ayuda para viajar a Rusia en 1917, aún a sabiendas de que el Káiser aspiraba que la presencia de Lenin en Rusia iba a debilitar más aún al gobierno burgués de Kerensky lo que facilitaría su triunfo militar durante la primera guerra mundial. Pero Lenin también tenía su propio proyecto que expresó más tarde en sus Tesis de Abril.
 
Nosotros y muchos sectores revolucionarios que no le hacemos el juego ni al dictador Gadafi ni al imperialismo norteamericano o europeo, al plantear la caída de Gadafí también lo hacemos con un proyecto propio, que es lo que nos permite no hacerle el juego a las fuerzas imperialistas y se lo presentamos al pueblo Libio y a todos los pueblos árabes y del mundo. Ese programa plantea una demanda anti imperialista: No a la Invasión por fuerzas imperialistas; Unas de transición al socialismo: Por el fortalecimiento de los organismos de doble poder, Por su centralización a nivel nacional y el Fortalecimiento de las milicias y sus adscripción a los Comités Populares, más otras anti imperialistas planteamos la expropiación de los capitales de Gadafi y de las multinacionales que han sostenido al gobierno libio y otras reivindicativas, como trabajo para todos, reparto de las tierras a los campesinos, por un salario que cubra las necesidades básicas de la población y otras democráticas como plena libertad de organización, reunión y manifestación, castigo a todos los culpables de los asesinatos contra el pueblo. El programa que se levanta frente al enemigo que se combate y los potenciales aliados, permite no caer en el oportunismo ni en el sectarismo.
 
Lenin cuando llegó a Rusia no estaba seguro de poder dirigir al partido y el proletariado ruso hacia la victoria contra Kerensky. Solo sabía que tenía una oportunidad y no aprovecharla era casi como traicionar a las masas explotadas y oprimidas. Lenin y Trotsky eran conscientes del atraso cultural y de las fuerzas productivas de la Rusia zarista, pero no vacilaron en conducir la toma del poder y jamás se arrepintieron ni en las condiciones más difíciles de la primera guerra mundial y de la guerra civil. Dirigieron la toma del poder y pusieron todos sus esfuerzos y capacidades para ayudar al proceso revolucionario mundial que se abrió tras la primera guerra mundial y el triunfo de la revolución bolchevique. Si hubiesen vacilado en apoyarse en los organismos soviéticos que las masas habían creado en 1905, la historia hoy estuviese contando como un Kornilov había provocado una masacre contra los trabajadores y el pueblo como la que provoca hoy Gadafi en Libia. Los vacilantes pequeño burgueses por el contrario, tanto antes como después de la toma del poder en Rusia, sostuvieron que era una locura tomar el poder. Nosotros estamos convencidos que Lenin Trotsky actuaron de manera correcta como lo hicieron, desde los intereses del proletariado ruso y mundial.
 
LA INVASIÓN, LA OPEP Y NUESTRO PETRÓLEO
 
En el tema de la invasión de la OTAN o del imperialismo norteamericano a Libia, se han dado varias posiciones, que en algunos casos ciertamente son expresadas bien a la ligera, como eso de que los imperialistas van a invadir a Libia para apoderarse de su petróleo, cuando todos sabemos que ellos, sobre todo los europeos ya controlan el petróleo y que un primer efecto de la insurgencia revolucionaria de las masas libias ha sido el aumento descontrolado de los precios petroleros, que están poniendo un plomo adicional en el ala del sueño capitalista de una pronta recuperación económica.
 
Afirmar lo de la  invasión como primera política de los EEUU pasa por no ponerse a pensar en que si el imperialismo quisiera tumbar a Gadafi, tan solo se hubiese aprovechado de la insurgencia de las masas libias y con un barco dotado de aparatos de alta tecnología para interferir comunicaciones ya hubiese cortado toda posibilidad de que los aviones de guerra del gobierno de Gadafi saliesen a bombardear a las fuerzas rebeldes y hubiese desembarcado, “sin que nadie lo supiese” y sin que nadie lo hubiese podido impedir toneladas de armas antitanque y de misiles antiaéreos para los rebeldes y con ello asegurar que el ejército libio no tuviese ninguna oportunidad de avanzar sobre los insurgentes. Para los imperialistas es más fácil y barato poner las armas y que el pueblo libio insurgente ponga los muertos. Pero las opciones para los países imperialistas no terminan aquí. Sin necesidad de una invasión militar, los países imperialistas pueden negarse a pagar un dólar más por la compra de petróleo a Libia y bloquear todas las cuentas bancarias del gobierno y de sus personeros. De haberlo hecho ya Gadafi se hubiese rendido y huido, no sabemos a dónde, pero lo hubiese hecho y así los precios del petróleo no tuvieran varias semanas en pleno aumento, hecho este, camarada, que de seguro tiene a más de uno en los gobiernos que exportan petróleo de sonrisita, pues poco le importa la muerte de un pueblo revolucionario como el libio hoy día, con tal que sus arcas se llenen de dólares.
 
Como vemos camaradas Jesús y Otto, no es la caída en sí de Gadafi su primer objetivo y lo que más le preocupa a los gobiernos imperialistas. Los tiros van por el lado de que a los gobierno imperialistas les preocupa mucho que en Libia las masas hayan rebasado los límites “normales” de una protesta popular. Ya en Egipto, el gobierno de Washington que sostenía a Mubarak tuvo que intervenir y ordenar al ejército que lo sacase del gobierno, porque la insurgencia revolucionaria empezaba a fisionar las bases del ejército burgués que es financiado con miles de millones de dólares al año por los gringos y eso era un terrible problema que ponía en peligro la estabilidad del propio estado burgués. En Libia, la preocupación de los gringos y otros gobiernos imperialistas, es aún mayor porque el ascenso revolucionario de las masas ha dividido a las fuerzas armadas libias, pasándose buena parte de las bases del ejército con bastante armamento a las filas rebeldes y se han creando milicias que no controlan los representantes de la burguesía que hoy están en la oposición a Gadafi y ello es un grave problema: Un pueblo en armas, y unos Comités Populares que están asumiendo tareas de doble poder, tal y como sucedió en la Rusia de 1905 y de 1917, por tan solo poner un ejemplo. Esto es lo que tiene desesperado a los gobiernos imperialistas y no han encontrado la fórmula expedita para resolver la situación. Y les preocupa, doblemente, pues si Gadafi cae por una insurgencia revolucionaria, que tome medidas antiimperialistas, entonces lo del petróleo se puede convertir en un nuevo dolor de cabeza. Con Gadafi, no hay problemas y allí lo vemos que apenas ha retomado algunos puertos de despacho de petróleo, ha llamado a las empresas imperialistas para que le ayuden a sofocar el fuego producto del bombardeo de sus aviones y reanuden la exportación de petróleo que tanto requieren las potencias imperialistas.
 
Como se ve hasta aquí, la situación de Libia sola y dentro del conjunto del alza revolucionaria de los pueblos árabes, no es tan simple como el “querer apoderarse del petróleo libio”. Sostener eso si es un análisis simplista e irresponsable que se niega a hurgar más allá de la superficie del océano.
 
Y Hay más camarada. Los analistas simplistas también han afirmado que la OTAN o el imperialismo norteamericano están moviendo sus ejércitos para invadir, porque nadie mueve tamañas fuerzas que cuestan tanto dinero para simplemente amagar. Ese es un análisis basado en la lógica aristotélica, de su silogismo Si A es igual a B y B es igual a C, entonces C es igual a A. Recordarles camaradas que un ejército se puede mover no solo para invadir, sino también como señalamos más arriba, para aplicar una de guerra sicológica sin invadir, o para prestar cierta y determinada ayuda, es medio pedante, y no es la intención, así que no lo tomes a mal. Simplemente es un recordatorio a esos compañeros que han afirmado tal cosa.
 
Sigamos, analizando para que veamos que el problema de una invasión a Libia no es tan simple. Que hay otros elementos a tomar en cuenta a la hora de tomar una decisión como la de invadir un país y que los imperialistas lo toman en cuenta. Primero es que en el pueblo libio hay un alto sentimiento antiimperialista sostenido por décadas y reforzado por el conocimiento que se tiene de las consecuencias de la invasión a Irak y a Afganistán. Segundo, son los propios dirigentes de la oposición a Gadafi quienes señalan una y otra vez que no aceptan ninguna invasión de tropas, ellos dicen que a Libia la liberan  ellos. Pero hay otro elemento y es que dentro del campo imperialista, los resultados de la invasión a Irak y Afganistán también los pone a pensar, pues de empantanarse, las cosas se le pondrían más difíciles de lo que ya la tienen. No decimos que en última instancia y aún tomando en cuenta que una invasión no solo tendría repercusiones en Libia sino en todos los países árabes, no serían capaces de tomar tal decisión, pero ello solo sería como un último recurso y no han llegado a ese punto.
 
Para finalizar este punto, es muy probable camarada González que hay quienes apuestan a la invasión a Libia por parte de los ejércitos imperialistas así como ayer lo pidieron y hoy lo siguen deseando para Venezuela. Si esos señores actúan con tanta libertad, es precisamente por el carácter del gobierno de Chávez que quiere ser más papista que el papa al tratar de enseñar a ser demócratas nacionalistas a quienes son alimentado por el amo imperial, el cual de paso les puso el cerebro. Si esos señores tienen plena libertad para plantearlo es porque No hay socialismo con monopolios y banca privada, no hay socialismo con burócratas que ganan 5, 10 o 20 veces más que un obrero calificado y como el gobierno no ha golpeado en la esencia a los amos del capital, estos pueden seguir actuando como lo hacen. Pero de esos sectores anti nacionales no encontramos ni a uno solo de sus miembros entre los colisteros que realizamos este debate y lo digo de manera amplia, es decir no lo vemos ni entre los militantes individuales, ni entre las organizaciones donde militamos. Camarada Jesús y Otto, ¿coincidimos en este punto?
 
EL PUNTO RUBÉN GONZÁLEZ
 
Llegando al final de tu correo camarada Jesús y que fue apoyado plenamente por el camarada Otto en uno que envió, señalas que “Tener una posición obrerista y no revolucionaria es como tener una política celestina, donde revivimos las fantasías de Blanca nieve y los 7 enanitos de nuestros ancestros…” y eso es totalmente correcto, si entendemos como obrerista como la defensa intransigente de la clase obrera. Ello es así porque no se puede defender los intereses históricos y revolucionarios de la clase obrera sin ser revolucionarios marxistas.
 
También coincidimos que “Rubén puede irse a donde le de la gana, pero jamás me prestaría por el obrerismo a servirle de soporte a la derecha pro imperialista para que avance.” pero sería una lástima que el mismo se fuera a apoyar las políticas de la burguesía y del imperialismo y no solo por ser un dirigente electo por los trabajadores, sino porque por culpa del gobierno de Chávez, a este se le martirizó, encarcelándolo año y medio y aún lo mantiene bajo juicio por haber dirigido una huelga en defensa de los intereses de los trabajadores. Eso nos pudiera golpear a los sectores clasistas y revolucionarios.
 
Donde pareciera que tenemos algunas divergencias es en lo que dejas de decir de manera concreta, en lo que podemos leer entre líneas, como enseñaba hacer el dirigente revolucionario, hoy muerto, Profesor Simón Sáez Mérida. Veamos: “…pero jamás me prestaría por el obrerismo a servirle de soporte a la derecha pro imperialista para que avance. Ese es el problema.” Nosotros desde el momento mismo que Rubén González fue puesto preso y pasado a tribunales, nos sumamos a la campaña por su libertad y así consta en las diferentes ediciones de El Topo Obrero y en nuestra web, donde se resalta un afiche que sacamos conjuntamente con otras organizaciones revolucionarias hace varios meses y en la cual Uds. lamentablemente no participaron. También hemos hecho campaña por la libertad del cacique Yukpa Sabino Romero y de cuya lucha hoy también disfrutamos de una victoria parcial con su libertad provisional. Lamentablemente otras agrupaciones que tienen prensa y web no hicieron lo mismo, pero otras hicieron mucho más. Al exigir la libertad de Rubén y de Sabino, hemos luchado por tres derechos reivindicativos democráticos a saber: el derecho a huelga, contra la judicialización de la protesta obrera y popular y por el derecho de los indígenas a ser juzgados por su propia gente. La burguesía y sus agentes no hicieron campaña por Rubén y no lo han hecho por el cacique Yukpa, porque eso sería ponerse la soga en su pescuezo. Si por oportunismo se han presentado en algún momento como parte de la campaña de Rubén, eso solo los puede beneficiar a corto plazo y ello, siempre y cuando las fuerzas revolucionarias no seamos más consecuentes que ellos en la defensa de estas libertades democráticas, que en general se asumió como tareas reivindicativas y no como parte de la lucha contra el capitalismo y por el socialismo, lo que fue un error de quienes así lo hicieron.
 
Lenín en el ¿Qué Hacer? Nos señala la importancia de que los marxistas nos abanderemos de las luchas por las libertades democráticas y reivindicativas del pueblo, pero que lo hagamos como verdaderos comunistas, es decir señalando que dentro de capitalismo esas libertades y reivindicaciones están limitadas por el sistema de explotación capitalista y por lo tanto solo en el socialismo se podrán consolidar las mismas y ampliarse al infinito. Lenin por ningún lado nos dice que solo debemos defender los derechos democráticos y reivindicativos de nuestros militantes o de los obreros que se identifican con la revolución. Nada de eso. Lenin y también Trotsky nos señalan que los revolucionarios tenemos que ser los más consecuentes luchadores por las libertades democráticas del pueblo y otras reivindicaciones y que si por sectarismo le dejamos esas banderas a la derecha, pues ellos serán los que cobrarían y lo usarían para defender el sistema de explotación capitalista. Este si es el problema.
 
Las consecuencias de la libertad de Rubén, (lo mismo vale para la victoria de Sabino) es un movimiento obrero y popular reconfortado y si no se ha movilizado más allá, como la exigencia de la LIBERTAD PLENA de Rubén, de los trabajadores de transporte Camila y de los cientos de trabajadores que han sido pasados a tribunales del reenganche de los compañeros de Mitsubishi, no es porque la clase no quiera salir a luchar, sino por los intereses burocráticos y sectarios de los dirigentes sindicales y de los que se dicen demócratas consecuentes y revolucionarios que les hace portarse como el furgón de cola de una política antiobrera y anti democrática, contrarrevolucionaria.
 
Camaradas, una de las consecuencias más concretas a nivel nacional de la victoria parcial de Rubén González es que la dirección de la UNT anunció una movilización para el “martes 15 cuando se concentren en los distintos tribunales de las ciudades más importantes del país para exigir que se atiendan los casos de más de 200 sindicalistas que se encuentran detenidos y algunos otros que se encuentran bajo régimen de presentación.” (Aporrea 15-03-2011) y para el “ para el 17 de marzo realizarán una concentración en Barcelona en protesta” para exigir el reenganche de sus compañeros despedidos, y por aquí la derecha no huele ni hiede.
 
¿Qué en Guayana, la derecha endógena aprovecha estas situaciones para debilitar al movimiento obrero? No puedo entender esa afirmación genérica ya que no pones los ejemplos concretos. Nosotros por el contrario creemos, por las informaciones que manejamos, que la libertad de Rubén y sus primeras intervenciones – análisis sobre la situación del movimiento obrero, es que ayuda a que el movimiento obrero siga profundizando su combate por sus derechos y en contra de las políticas gubernamentales que quieren controlar al movimiento obrero, bajo eufemismos como el de “control obrero” que no es más que la aplicación de la política gerencial de “calidad total” para sobre explotarlo en beneficio final del estado burgués capitalista y sectores burgueses asociados al gobierno. Ayuda a abrir la discusión sobre la necesaria unidad organizativa de los trabajadores…
 
Si hay una política que ha ayudado a la burocracia estatal es esa de apoyar la calidad total disfrazada de “control obrero” y de paso como consecuencia lógica, de oponerse a las justas luchas por las reivindicaciones laborales como sucedió en Alcasa donde es la burocracia sindical roja rojita la que se beneficia al quedar como la única que “defiende”, pues los “revolucionarios” estaban defendiendo al gobierno que se niega a pagar como es debido y les exige sobre explotación a través de operadores políticos de “izquierda”.
 
Si en ALCASA y en VENALUM está cobrando la derecha, no es por la victoria obtenida en el caso de Rubén González, sino por la actitud de sectores de la “izquierda” frente a la lucha reivindicativa de los trabajadores. Esa izquierda asimilada al aparto estatal burgués está pagando su inconsecuencia y si la derecha cobra es por lo dicho. Si en Guayana la derecha avanza en su influencia sobre el movimiento obrero es por la negativa del gobierno de Chávez de discutir los diversos contratos colectivos que tienen uno, dos y tres años vencidos y de una izquierda que en vez de convocar a pelear y a pelar unidos. Esto no es culpa de Rubén González y su libertad, ni sus declaraciones. En el caso de Rubén González y yendo más allá de Guayana y en lo político, más allá del caso concreto, quien está cobrando es el pueblo trabajador que se ve animado a profundizar su lucha por sus reivindicaciones y derechos democráticos y en esto la derecha pierde terreno, aunque González le haya hecho propaganda, pues la derecha no puede ser consecuente y no lo va  a ser frente a las futuras luchas reivindicativas y políticas que se avecinan.
 
Los revolucionarios tendremos que aprender a activar más consecuentemente despegándonos de los discursos y políticas falsamente socialistas y obreristas, salir de lo meramente propagandístico, para ser agitativos y organizar no solo las fuerzas de la clase en su conjunto, sino también y muy importante, las de una vanguardia social que ha venido aprendiendo a diferenciar a los verdaderos amigos de los enemigos del pueblo que se han venido disfrazando de revolucionarios. Los triunfos hay que cobrarlos.
 
Camaradas, Jesús y Otto Vandervelde. Ojalá podamos profundizar en el debate y mejor aún acordar un plan concreto para ayudar a unificar en la lucha a los trabajadores y pueblo en general. Podemos y debemos luchar por un aumento general de sueldos y salarios que cubra la canasta básica, luchemos por el reenganche de todos los despedidos a nivel nacional tanto del sector público como privado, contra el IVA y porque el gobierno pague todos los pasivos laborales a los trabajadores de Guayana con los ingresos petroleros extraordinarios, para unir a toda la clase para obligar a la discusión de todos los contratos colectivos vencidos; por la libertad plena de todos los trabajadores y luchadores populares pasados a tribunales por dirigir o apoyar luchas del pueblo; por la expropiación sin indemnización y bajo un verdadero control obrero de todos los monopolios y banca privada; por el apoyo a los insurgentes libios y su reconocimiento como fuerza beligerante, basado en las propias declaraciones del presidente Chávez de que en Libia lo que es una Guerra Civil.
 
Estas son algunas propuestas que de hacerlas avanzar de manera unitaria, estaremos fortaleciendo las bases para la construcción de una Dirección Revolucionaria de Masas marxista que nos permita librar los combates definitivos contra el capitalismo y por el socialismo.
 
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