Los chistecitos de Obama

En estos días, Barack Obama irrumpió en una emisora de radio haciéndose pasar por otra persona para jugarle una broma al conductor del programa, Tim Kaine, su amigo y gobernador de Virginia. Chistoso el Presidente.

Advierto que no me animan celos de humorista que ve invadido su terreno. Tampoco pienso demandarlo por ejercicio ilegal del humorismo, porque chistoso puede y debe ser cualquiera. Sobre todo que soy de Venezuela, país de echadores. Más bien le doy la bienvenida al gremio de los guasones.

Hasta ahora, su chiste más desternillante ha sido el de recibir el Nobel de la Paz en los mismísimos días en que enviaba 30 mil soldados más a una guerra perdida como la de Afganistán. ¿Te imaginas 30 mil personas? Cascos, fusiles, uniformes, raciones, tanques, bombarderos, etc. Imagina un estadio lleno de soldados con todo ese bastimento y pertrechos. Imagina el realero que se ganará el aparato industrial militar para perder deliberadamente y así vender más armas.

Y el discurso de recepción del Nobel. Pocos textos de humor negro hay tan magistrales. Francisco de Quevedo, Jonathan Swift, Thomas de Quincey y Miguel de Cervantes, maestros del género, deben estar revolcándose de envidia en sus tumbas.

Otro chiste fue el de Copenhague: "No vine a hablar sino a actuar". ¡Córrala! Porque en él actuar significa invadir, bombardear, tumbar gobiernos democráticos, montar bases militares, activar aviones espías... Mejor que hable paja. Raras veces uno agradece que un gobernante hable paja, pero en este caso como que le estaríamos obligados.

Otra genialidad de humor negro fue el anuncio del cierre de Guantánamo. Ocurrente el Presi. Para no hablar del anuncio del retiro de Irak.

O la promesa de apoyo a la lucha de los homosexuales y demás sexodiversos, a quienes también embarcó.

O que el perrito de la Casa Blanca iba a ser un cacri.

O aquellas consignas de la "esperanza" y el "el cambio en que podemos creer". Estamos ante un maestro del género.

De quien aprenden sus mozos de espuelas venezolanos, que te dicen que esta otra Navidad con Chávez es lúgubre mientras brindan con güisqui 25 años y engullen un pernil de este color. De Mercal.

¿Será que Obama piensa que alguien puede reírse de esas cosas?

roberto@analitica.com


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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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