Avanza la derecha latinoamericana ante tibios gobiernos “progresistas”

 

(REFLEXIONES EN TIEMPOS DE MAYORES AMENAZAS): 

Los vaivenes de América latina: Luego de la llamada Década perdida de gobiernos neoliberales que plenaron Latinoamérica durante los años 80 y 90 que combinaron regímenes dictatoriales con democracias “liberales” los pueblos latinoamericanos comenzaron a cambiar de rumbo, sobre todo a partir de la victoria de Hugo Chávez en Venezuela en 1998 cuando una serie de países latinoamericanos se incorporaron a una ola de gobiernos con acentuado acento en lo social, sin abandonar lo económico. Con Chávez se había desarrollado en América Latina un poderoso grupo de naciones y líderes que impulsaban el antiimperialismo y algunos más radicales el socialismo: En Argentina, los  Kirchner (Néstor y Cristina), en Brasil Lula y Dilma Roussef, en Paraguay Fernando Lugo, en Ecuador Rafael Correa, en Uruguay Tabaré Vásquez y “Pepe” Mujica, en Bolivia Evo Morales, en Nicaragua, Daniel Ortega, en Honduras Manuel Zelaya, en Perú Ollanta Humala, en El Salvador el FMLN y en Cuba los Castro. Cada uno con sus particularidades, ritmos y velocidades de cambio. Igualmente, se había creado un “paraguas internacional a través de la diversificación de las relaciones económicas con China, Rusia, Irán, India, Portugal, etc.

Ante esa realidad la derecha y el imperio atacaban junto a los poderosos medios de comunicación (no se habían desarrollado plenamente las denominadas “redes sociales”) y la sucesión en el liderazgo en algunas naciones, así como el lento avance en lo social fueron generando un cambio político-social que permitió el desplazamiento de los gobiernos “progresistas” y es así como ya en la segunda década del siglo XXI varió el contexto internacional y como resultado en América latina avanzó la derecha tratando de acorralar a dichos pueblos.  Brasil, Argentina, Honduras, Paraguay, Uruguay, Chile, Perú, Colombia, Guatemala, México, Costa Rica, Ecuador y otras naciones tuvieron presidentes, partidos y gobiernos con políticas capitalistas neoliberales, dictadas por el FMI como herramienta del imperio estadounidense que hicieron las delicias de la burguesía o la oligarquía de esas naciones para complacencia de los gobiernos de EEUU.

La mayoría de esas naciones o gobiernos organizaron el llamado “Grupo de Lima” para atacar al proceso bolivariano venezolano, apoyaron la inédita y carente de poder real de la presidencia espuria de Juan Guaidó y luego el grupo se fue desvaneciendo hasta desaparecer al ir perdiendo elecciones en sus respectivas naciones los presidentes derechistas. De Guaidó ya nadie se acuerda en el resto del continente y lo que se puede decir de ese sujeto es que ahora se encuentra en la impunidad, millonario, protegido en los Estados Unidos luego de colaborar al máximo con el robo de los activos venezolanos por parte del imperio y de otras naciones aprovechadoras de la crisis venezolana. 

También en algunas de esas naciones como Brasil, Honduras, Colombia, México regresaron partidos y líderes del nuevo “progresismo” como Lula, Petro, Xiomara Castro, López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum. 

Sin embargo, en lo que se asemeja a un ritual de idas y venidas políticas y de modelos de gobierno, al no profundizar en las políticas de inclusión social y romper el modelo capitalista de manera radical, se le da espacio a los procesos de reversión de los avances en el campo de la justicia, la equidad y la solidaridad  y es así como con traiciones de presidentes que sucedieron a líderes progresistas como ocurrió en Ecuador con Lenin Moreno, en Argentina con Alberto Fernández, en Chile con Boric y en Bolivia con Luis Arce, han retornado con mayor fuerza y apoyados por un imperio inescrupuloso que con Trump a la cabeza, no duda en apoyar todo tipo de tropelías para apoderarse de manera definitiva y sin ningún tipo de oposición, sino rendición incondicional, de los recursos de lo que ellos aún consideran es su “patio trasero”. Y así asistimos en los últimos meses a los triunfos de esperpentos políticos como Milei en Argentina, Noboa en Ecuador, Rodrigo Paz en Bolivia, Yamandú Orsi en Uruguay, el pinochetista y nazi-fascista José Kast en Chile,  que se unen a Santiago Peña en Paraguay, Bukele en El Salvador, Mulino en Panamá, Abinader en República Dominicana y las controvertidas elecciones en Honduras donde ganará otro representante de la derecha continental. 

….¿Y QUÉ PASA CON MADURO EN VENEZUELA, SUCESOR DE CHÁVEZ?

En otras oportunidades hemos referido que con Chávez se avanzó mucho en conquistas sociales, económicas, políticas y jurídicas para tratar de realizar un tránsito hacia el socialismo a través de la democracia participativa y protagónica del pueblo. Al fallecer el Comandante Chávez y quedar en la presidencia de la República Nicolás Maduro no se  frenaron las arremetidas imperiales, pero las respuestas por parte de Nicolás no fueron como las que daba Chávez, avanzado, revolucionando más, sino que se comenzó un retroceso enorme. Ni han sido respuestas revolucionarias (solo lo son en el discurso) sino reaccionarias. Han sido políticas de reforzamiento del capitalismo en detrimento del socialismo, políticas proempresariales en detrimento del pueblo trabajador.  

La respuesta de la actual administración gubernamental ante las presiones multifactoriales del imperio ha sido la toma de decisiones en el ámbito económico cuyo resultado claramente se refleja en una profundización del capitalismo en sus rasgos más salvajes, inequitativos y de exclusión social que nos alejan cada vez más de los objetivos por los cuales tanto se ha luchado desde que el Comandante Chávez insurgió el 4 de febrero de 1992, se clarificaron en el 2006 cuando Chávez orientó el rumbo hacia el Socialismo y se afianzaron con el Plan de la Patria 2012-2019, cuyo 2do. Objetivo Histórico, recordemos, es: "Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar la "mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad" para nuestro pueblo. En cuanto al segundo gran objetivo histórico, se prefigura en las formas de construcción del socialismo nuestro para alcanzar la suprema felicidad social del pueblo, esto pasa, en primer lugar, por acelerar el cambio del sistema económico, trascendiendo el modelo rentista petrolero capitalista al modelo económico productivo socialista, dando paso a una sociedad más igualitaria y justa, rumbo al socialismo, sustentado en el rol del Estado Social y Democrático, de Derecho y de Justicia, con el fin de seguir avanzando en la plena satisfacción de las necesidades básicas para la vida de nuestro pueblo".

Una simple constatación empírica nos evidencia que efectivamente, el capitalismo como modelo económico y como sistema de valores egoístas, individualistas y hedonistas se ha venido entronizando de nuevo en Venezuela, luego de los grandes avances hacia una sociedad más solidaria que se tuvieron con Chávez entre el 2003 y el 2012. Pero también las investigaciones socio-políticas así lo han revelado. https://www.aporrea.org/actualidad/a311358.html

El gobierno se ha mantenido fundamentalmente por las torpezas, los egos y las aspiraciones individuales de la oposición venezolana, así como por la aspiración del pueblo en retornar al modelo y las conquistas chavistas. 

Desde el 2018 estamos asistiendo a la entrega total de las conquistas chavistas para retroceder, retrogradar y avanzar aceleradamente hacia el capitalismo. Tanto que pregonó Chávez contra las privatizaciones como forma del neoliberalismo y nacionalizó cientos de empresas que los propios capitalistas habían abandonado dejando a los trabajadores en la intemperie y haciendo daño a la patria. Se hizo un esfuerzo enorme para tratar de rescatar a esas empresas abandonadas por los accionistas capitalistas con el fin de quebrar la economía nacional y generar daños al proceso revolucionario desde la producción y la escasez. Por supuesto que se cometieron errores en la conducción de muchas de esas empresas, el nepotismo, la incompetencia y la corrupción fueron algunos de ellos. Pero eso no es óbice para retroceder en las conquistas logradas sino profundizar en el proceso a través de la formación gerencial de quienes asumían su direccionalidad. El gobierno otorga sumas millonarias a la burguesía parasitaria y reduce drásticamente los costos en la administración pública, en una desigual distribución de la riqueza que empobrece día a día a los trabajadores y que afecta negativamente las capacidades de producción nacional. Crea Zonas Económicas Especiales donde se garantiza a los empresarios "Union Free" y todo tipo de incentivos para que estos obtengan cada vez una mayor plusvalía con la explotación inmisericorde de los trabajadores y las garantías que les otorga el gobierno venezolano.

Hay muchas otras manifestaciones de que estamos en presencia de un proceso de reversión de los grandes avances logrados para la conquista de la sociedad socialista en aspectos también claves como el de los valores clasistas, la cultura, las comunicaciones, la educación. Es hora de que el Comando Político de la Revolución tome conciencia de estas situaciones y retome el camino y el legado que nos dejó Chávez.

Y así se le “hace la cama” a la derecha también en Venezuela, excepto que se retomen de verdad las políticas laborales, salariales y de transformación real de la sociedad venezolana que reconquiste a la mayoría del pueblo venezolano y no a una minoría ensoberbecida que cree que con congresos, marchas, concentraciones y conciertos multitudinarios las cosas están bien y así se mantendrá el gobierno, que no la Revolución. Reto para el CPR. 




 
 
 
 


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Cécil Gerardo Pérez


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