Jueves, 30 de octubre de 2025.- La rutina de un miliciano
Y debo añadir de una miliciana, ya que ambos bregan juntos.
Me lo conseguí en el vecindario y portaba orgullosamente su uniforme de miliciano, conversábamos con cierta frecuencia, no me atrevo a decir que somos amigos pero si, conocidos, vecinos, siempre hablábamos y le preguntaba por curiosidad y para estar enterado sobre sus actividades en La Milicia y él me contaba sobre lo que hacían, sus entrenamientos, sus rutinas y como marchaban, sus caminatas, su formación de orden cerrado, ejercicio de coordinación y algunas anécdotas.
Pero, esta vez, note algo diferente y por una de esas ventajas de ser mayor que el otro, con quien hablas, se lo comenté y esto fue lo que me dijo:
Luis, me dijo, La Milicia está activa y en estado de alerta ante el bloqueo y la presión a la que estamos sometidos por la gente del norte, por los Estados Unidos.
Estamos en alerta máxima.
Ahora es que vamos ver quien es quien, eso me dijo como abre bocas, nuestra función en este momento es muy importante, lo sabemos, estamos preparándonos, trabajando y nos están dando armas, armas de verdad y no como en el principio, como te conté, hace tiempo, que cuando comenzó La Milicia entrenábamos con imitaciones de fusiles.
Eso cambió, está cambiando.
Ahora no, ahora son armas reales ante una situación real.
Le pregunté sobre el tipo de armamento y me cambió la conversa.
Algo ha cambiado y está cambiando, hay mucho movimiento y los entrenamientos han aumentado, nos estamos preparando para esta nueva situación.
Guerra asimétrica le dije, guerra asimétrica, me respondió.
Juan, que así llamaremos a nuestro miliciano, tenía una actitud de compromiso y entusiasmo que se le desbordaba, un hombre mayor de los cincuenta, lúcido y activo, me habló un poco sobre las charlas que les estaban dando sobre diferentes temas, entre ellos la guerra asimétrica y me manifestó que no podía por razones de seguridad ahondar mucho en el tema.
Desde agosto hasta acá hemos estado acuartelados, varias veces, comenzamos el día entrenando físicamente con un trote más o menos largo y con un trabajo físico adaptado a las condiciones de cada quien, hombres y mujeres, todos trabajando juntos, acuérdate Luis, que hay muchos adultos mayores y gente que recién se inicia en el entrenamiento en las filas de nuestra Milicia, la Milicia Nacional Bolivariana, me acotó, con mucho orgullo.
Y hay gente de todos los niveles de educación, obreros, maestros y maestras de primaria y de bachillerato, estudiantes y profesores universitarios, amas de casa, abuelos y abuelas y maestros de obras, albañiles, carpinteros, gente de computación y oficinistas, profesionales de diferentes áreas.
Si, los he visto, le dije, aunque no tengo detalles de cómo esta conformada con precisión La Milicia, los he visto en las actividades que realizan, en las marchas que hacen, en El Metro de Caracas, en diferentes instituciones y en las elecciones, ordenando, colaborando, gente nuestra, gente de a pié, adultos mayores y no tan mayores, gente que quiere participar y está participando.
Prosiguió Juan: luego del entrenamiento, baño, cambiarse, a desayunar y a clases, cuando toca o a misiones previamente designadas, estamos trabajando Luis y trabajando duro, fuerte.
Y las prácticas de tiro, ahora son constantes , así como el manejo, siguiendo las reglas de seguridad, el manejo del armamento que nos han asignado.
Cuando no estas acuartelado debes seguir entrenando, para no perder las condiciones y además seguir formándonos, leyendo, estudiando.
La Milicia está presente, me dijo Juan antes de irse, tengo prácticas, eran las 6,15 de la mañana.
Se te quiere Venezuela y no nos olvidemos que la cosa es asimétrica.
Más vale maña que fuerza, decía Amado Eva, maestro de Ju Jitsu.
