La desesperación del Imperio se desborda, haciendo evidentes sus planes de agresión que amenazan directamente la soberanía de Venezuela y, ahora, de Colombia.
No obstante, la realidad geopolítica es irreversible: las naciones libres de América Latina han plantado cara y se han levantado.
La Resistencia de los Gobiernos Soberanos.
Ante esta amenaza, Venezuela y Colombia se mantienen firmes. Por un lado, el Gobierno Bolivariano, su Ejército y el Pueblo en Armas se encuentran preparados en todos los frentes bajo el liderazgo del presidente constitucional Nicolás Maduro, quien ha resistido años de asfixiantes sanciones económicas.
Por otro, el presidente Gustavo Petro ha levantado la bandera de la dignidad desde el podio de la Asamblea de las Naciones Unidas y con su Pueblo.
Este desafío histórico se ha puesto en el punto de mira de la agresión imperial, la cual se cierne sobre el presidente Petro a través del riesgo de un golpe de Estado, un magnicidio o una "invasión desde adentro", facilitada por las bases militares que durante décadas han custodiado el narcotráfico colombiano.
Se afirma que Donald Trump mueve sus peones desde Puerto Rico, Trinidad y Tobago, Guyana, Colombia, Ecuador y Perú, buscando consolidar un frente regional de "todos contra todos" contra las naciones libres.
El Blindaje y el Nuevo Orden Mundial
La tarea imperial no es tan sencilla como en las décadas de los 60 a los 80, cuando los golpes de Estado y las invasiones eran la norma.
Hoy, las cosas han cambiado: América Latina no solo ha recuperado su dignidad, sino que cuenta con sólidas alianzas estratégicas con potencias como China y Rusia.
No hay que subestimar el blindaje tecnológico-militar con el que cuenta Venezuela, ni el apoyo de la mayoría de su pueblo ante cualquier incursión por aire, tierra o mar de los Estados Unidos.
El principal motivo del imperialismo para buscar esta guerra es el control del petróleo venezolano y la urgente necesidad de frenar la creciente influencia de China, Rusia e Irán en la región.
El Renacimiento de Venezuela y el Declive Imperial
Sobre este tema, es altamente recomendable el documental Jeffrey Sachs: "Venezuela, el renacer del país que desafía al mundo" del politólogo Jeffrey Sachs.
Este trabajo ha revelado al mundo la guerra silenciosa de soberanía que el gobierno de Nicolás Maduro ha librado contra el imperio. Sachs documenta cómo, a pesar de las sanciones, Venezuela ha logrado un resurgimiento económico:
Autonomía Financiera: Ha roto la dependencia del sistema financiero occidental y ha diversificado su comercio.
Alianzas Estratégicas: Su recuperación es impulsada por alianzas con China, Rusia e Irán, aumentando su producción de crudo.
Nuevo Modelo: Este renacer se ha convertido en un "laboratorio del post-neoliberalismo" que asombra a la comunidad internacional.
Mientras tanto, el declive del imperio norteamericano es inminente:
Colapso Económico: La posición del dólar como moneda única se debilita, y la multimillonaria e impagable deuda del gobierno estadounidense ahoga al Estado y al Pueblo.
Crisis Interna: El rechazo popular contra "el Rey Trump" se suma a escándalos internos de corrupción y pedofilia, el cierre del Gobierno federal, y las políticas macabras contra los migrantes.
Guerra como Única Opción: Trump necesita la guerra no solo para controlar las riquezas latinoamericanas, sino porque el complejo militar-industrial es fundamental para el sostenimiento económico interno del país, aparte de su vinculación con el narcotráfico estatal.
Este pataleo de ahogado imperial es la señal más clara de su inevitable hundimiento. Como advierte la Biblia: "Cuando digan Paz y seguridad, vendrá sobre ellos destrucción repentina". Es lo que está por suceder muy pronto.
Contamos con la lealtad de los Pueblos Libres que gritan a los cuatro vientos: ¡No queremos Gringos! bloquearles la entrada invasora en todas nuestras fronteras maritimas y terrestres especialmente por el Estado Táchira y Nueva Esparta y sin quitar los ojos por la Guyana esequiba.