Del Congreso de Panamá 1826 al 3 de Diciembre 2006

“…y el genio que hasta entonces había dirigido y aún dirige la guerra con más constancia y fortuna, emprendió poner en obra el plan de la confederación hispano americana”. Monteagudo se refiere a Simón Bolívar. De “Sobre la necesidad de una Federación General entre los Estados Hispano-americanos y plan de su organización”. Bernardo Monteagudo.

Ya en el corazón de los planteamientos fundamentales del primer Congreso americano, que fue la concreción más cercana al sueño integrador de Francisco de Miranda, logrado para 1826 en Panamá, estaba la confrontación directa al imperialismo en general, y especialmente contra del yanki. Más allá de las metas militares, sociales y económicas, en el núcleo central de este Primer Congreso bolivariano era la idea nítida y preclara de frenar la avanzada española apoyada por Jefferson y conquistar la independencia de Cuba y Puerto Rico. Esta guerra no declarada entre el imperialismo emergente de los EEUU y los héroes patriotas independentistas sudamericanos, estaba en el fuego central del primer Congreso hispanoamericano, y podemos apreciar desde allí una guerra entre dos polos bien marcados de naciones. La del norte que junto a España iba expandiendo su dominio territorial, y la del sur que junto a Inglaterra pretendía crear un cuerpo de naciones libres respetando la diversidad y el pluralismo. Desde esta perspectiva tenemos a Jefferson, Monroe y Henry Clay trabajando para imponer un régimen colonialista sajón que nuestro Libertador combatió enérgicamente durante los 15 años que tomó preparar dicho Congreso. Ya desde Jamaica señaló lo que él veía como futuro problema continental, la hegemonía unilateralista de los gringos. La lucha estaba bien demarcada. Para el pensamiento federativo de Simón Bolívar no podía haber un verdadero Congreso de naciones sin la liberación e independencia de Cuba y Puerto Rico. Los yankis siempre trabajaron para anexionarse dichos territorios, saboteando al Congreso, y declarando la guerra permanente a los movimientos emancipadores sudamericanos. Las líneas maestras del Primer Congreso Americano que como decimos estaba en la mente del Precursor y en las maniobras inteligentes del Libertador, y redactadas por Bernardo Monteagudo, espíritu y alma de este proyecto federativo latinoamericano asesinado un año y medio de su instauración, duró 15 años en materializarse; nunca satisfizo a Bolívar completamente porque sabía que la conspiración imperialista estaba en su contra y no se logró armar un ejército libertador de Cuba y Puerto Rico principalmente.

En el primer día del Congreso se tuvo que interrumpirlo y trasladarlo a otra ciudad por efecto de las malísimas condiciones para realizarlo plenamente. Ya se ve cómo boicoteaban, saboteaban, alteraban y conspiraban, gringos y españolistas contra los principios federativos y emancipadores de los próceres de nuestra Independencia sudamericana, interrumpiendo, y hasta quitándole el financiamiento a sus propios representantes para no ir a Panamá. Sólo Santander se mantenía fiel a la doctrina Monroe, y agachando la cabeza a Jefferson, como lo hace 220 años después Uribe, García y Calderón. México y Guatemala se mantenían al frente de las líneas directrices de Bolívar y Monteagudo exigiendo la libertad de las últimas colonias españolas que más tarde fueron tomadas por los gringos en un protectorado (Puerto Rico) y dominada con gobiernos títeres (Cuba) hasta 1959 en que El Che y Fidel toman con el pueblo y para el pueblo el poder revolucionario nuevamente. En el primer día del Congreso de Panamá se vieron estos puntos:

1.- Un Tratado de Unión, Liga o Confederación.

2.- Convención relativa a las futuras reuniones del Congreso y la especificación de normas y procedimientos.

3.- Convención de Contingentes. (Militares)

4.- Un acuerdo requerido por el Art. 2 y que por tratar de la organización del Ejército y la Escuadra, era de carácter secreto.

Bolívar se dio cuenta que de que aquí fracasó la guerra de liberación de Cuba y Puerto Rico, que eran el complemento indispensable de la verdadera independencia sudamericana. En adelante utilizarían la figura Panamericana para introducir sibilinamente las líneas de conducción del imperio gringo, haciendo creer que se seguían pautas bolivarianas, siguiendo las de la doctrina Monroe, que es la de Jefferson, y que es la de todo imperialismo. Para esto se prestó toda la inteligencia de la oligarquía conservadora latinoamericana, que estuvo a espaldas de los intereses verdaderos del Libertador, y por ende a espaldas de los intereses mayoritarios de los pueblos sudamericanos. No es tan difícil comprender a partir de este escenario diplomático internacional en Panamá, suelo colombiano de 1826, la crisis que se desató y que aún perdura en nuestros días revolucionarios. Tampoco es difícil hacer el recorrido de las manifestaciones políticas, militares y culturales de EEUU contra América Latina durante estos 220 años de hegemonía gringa, y sacar a la luz sus consecuencias y efectos inmediatos. Para nadie es una novedad que la falsa democracia defendida por los EEUU ha ocasionado el más grande desequilibrio humano de que se tenga noticia. Nosotros debemos levantar las banderas de la emancipación y celebrar desde Julio pasado dos siglos y veinte años de lucha antiimperialista ininterrumpidos. Después de este malogrado intento de federación hispanoamericana sólo vino la revolución mexicana de 1910, de manera que pasaron 84 años hasta que otro movimiento se alzó con los principios bolivarianos como bandera de lucha para lograr más autonomía, emancipación, independencia y libertades. La I Guerra Mundial, 4 años después, intentó acallar, la magnitud e importancia de este grito revolucionario desde el país azteca. Ya vemos en la Constitución del año 1917 mexicana la cristalización del ideario democrático de los libertadores de Hispanoamérica, y por su puesto que tiene como precedente histórico al Congreso de Panamá y su legado diplomático. Diremos que es aquí y desde aquí donde se inicia el camino de la emancipación total de nuestros países del yugo del imperialismo yanki. Posteriormente, en 1926, a un siglo de instaurado el Primer Congreso Americano, Sandino inició la guerra contra los invasores norteamericanos, y venció a los marines derrotándolos tras cuatro años de guerra. Si verificamos bien tenemos entonces que 4 años antes que se desatara la I Guerra Mundial, América Latina grita con México, ¡Revolución! Grito que no ha parado hasta ahora, y sino enfoquemos a Oxaca últimamente, y desde 1994 Chiapas. Que a 4 años antes de la II Guerra Mundial, Augusto César Sandino derrotó a los militares gringos en Nicaragua y demostró que no eran invencibles. Luego vendrán los acontecimientos históricos que nos incorporan al siglo XXI con un camino imparable de luchas y logros emancipadores. El Congreso de Panamá y Bolívar y Monteagudo como voces unificadoras de los patriotas sudamericanos fueron así los precursores de la unidad latinoamericana y de la lucha antiimperialista que nos apadrina ahora. La primera víctima del Congreso de Panamá fue su mismo autor intelectual, Bernardo Monteagudo el 28 de Enero de 1825 en Lima. La Logia republicana que odiaba al tucumano revolucionario lo mandó a matar en la calle Belén, cuando se dirigía a la casa de doña Juana Salguero. Un sicario negro lo apuñaló atravesando con una espada por su corazón. Candelario Espinosa se llamaba, y cuando Bolívar lo interrogó soltó que era el mismo Sánchez Carrió quien encabezaba la autoría intelectual del crimen contra la revolución americana. Este era peruano y enemigo acérrimo del argentino por razones políticas y esotéricas. Detrás de estas masonerías estaba la mano peluda del régimen imperialista gringo. Monteagudo fue un abogado casado con las ideas revolucionarias y fue el alma de la Asamblea del Año XIII en Buenos Aires. Tuvo el honor se ser secretario de San Martín y Ministro de Bolívar en Perú, acorralando a españolistas (fascistas como Aznar de ahora y sus secuaces con Rosales) durante su gobierno como encargado, echándolos del Perú, de 5000 dejó 400, como a ratas escuálidas miserables y golpistas. Acompañó al Libertador tanto en la Batalla de Junin como en la gloriosa entrada a Lima el 6 de Diciembre de 1824, para morir al mes siguiente asesinado (como Danilo en Caracas). Dicen que se ganó el odio de los peruanos contrarevolucionarios por sus ideas monárquicas, pero el Libertador lo tuvo siempre a su lado hasta que lo asesinan aquellos que querían también su propia cabeza. Perú nunca mandó su delegación al Congreso de Panamá. Después vendría la muerte del Mariscal Sucre, y el mismo año de 1830, la de Simón Bolivar, todos atentados contra la emancipación americana que lideraban estos héroes libertadores. Lima, Berruecos, Santa Marta saltan en nuestros oídos denunciando el genocidio antipatriótico de los que siempre temieron la gesta independentista sudamericana. Hoy no han cambiado las cosas. Rosales representa a los asesinos de Monteagudo y Sucre en el pasado, a los que mataron a Danilo Anderson hace 4 años en Caracas. Son los mismos que desean muertes el próximo 3 de Diciembre electoral para crear una situación de desgobierno. Ayer Jefferson, Monroe, Clay con sus lacayos como Santander, Sánchez Carrió, y otros; hoy encarnados en Uribe y García, como la traición de Páez que es la traición de los vendepatrias seguidores de Rosales, figuran la continuidad hegemónica de los EEUU sobre América Latina puesta en jaque por la revolución bolivariana desde 1989, desde el Caracazo. Mientras que la lucha revolucionaria de Hugo Chávez y todo el pueblo venezolano apoyando su candidatura lleva adelante la bandera que tenían los libertadores del siglo XIX que terminaron en el exilio (San Martín y Bolívar) o asesinados (Sucre y Monteagudo) por la conspiración imperialista yanki. Hoy nos volvemos a medir en la batalla asimétrica en las urnas y en las calles, y donde sea que el imperialismo quiera imponer su hegemonía satánica. Los enemigos son los mismos que no han cambiado ni de ropaje exterior ni de pensamientos, todos unidos a favor de la dictadura mundial disfrazada de “libertad” y “democracia”. El pueblo chavista está resteado con la gesta patriótica de emancipación total del siglo XIX y del siglo XXI. Miranda, Bolívar, San Martín, Sucre, Monteagudo son nuestros guías revolucionarios que iluminan el camino hacia la conquista de la libertad, y Hugo Chávez y el pueblo y el ejército popular todos formando una unidad indestructible, son el verdadero cuerpo revolucionario que expande su luz por todo el continente y el mundo entero. Hoy, los imperialistas tienen medios privados de comunicación, embajadas de EEUU, partidos políticos puntofijistas y organizaciones no gubernamentales que esconden sus verdaderas intenciones golpistas, tienen a la mayoría de la prensa, radio, cine, Internet, y el capital internacional conspirando con ellos. Todos reunidos en una confrontación mediática y militar pero cotidianas, es decir del día a día del venezolano, ellos buscando la desintegración de la patria, como lo hacen en Irak y Palestina, nosotros con la unidad nacionalista y revolucionaria a favor de la democracia directa bolivariana y de los pueblos soberanos. Ellos con Rosales, sicario político del imperialismo, nosotros con Hugo Chávez, nuestro líder y comandante revolucionario encabezando un movimiento continental que emerge con el grito de justicia social, independencia económica, soberanía política y libertad. Chávez es el continuador indiscutible de San Martín y Monteagudo y de Bolívar en relación al Congreso de Panamá y la unidad latinoamericana (ALBA), y Rosales es la cara del Panamericanismo proyanki (ALCA) que sólo ha trabajado para los intereses del imperialismo satánico de los que ostentan el poder en EEUU. 220 años de guerra a muerte contra la injerencia imperialista en suelo americano oirán el próximo 3 de Diciembre el grito popular rojo rojito venezolano y la acción política y revolucionaria del pueblo de Bolívar, del pueblo de Chávez, el grito socialista de su conciencia política y revolucionaria. Ecuador este Domingo 26 y Venezuela el siguiente Domingo 3 de Diciembre tienen que dar la victoria al corazón del pueblo alzado contra el imperialismo. Tu voto es arriba y a la izquierda porque ese voto es del pueblo que salió un 27 de Febrero de 1989 a la calle y no ha regresado, se convirtió en Gobierno Revolucionario. Y el Congreso de Julio de 1826 dejó con su sangre la memoria de nuestros héroes libertadores regada en nuestras almas que van a conquistar la libertad soñada por los padres y madres de la Patria Grande. Ojalá que aquellos muchachos que entraron en el proceso revolucionario con diez años, y han cumplido la mayoría de edad y están debidamente inscriptos y aptos para votar en 15 días recuerden bien esto. El voto por Hugo Rafael Chávez Frías es el voto por la verdadera democracia que soñó Bolívar en nombre de todos aquellos libertadores latinoamericanos que sangraron por la revolución y emancipación continental. Después vendrán los Convenios de Ginebra, por los que se rige en el mundo a través de la ONU, vendrán la Cruz Roja Internacional, y los organismos internacionales como la OEA y demás instituciones mundiales. Para que sepan que todo ello fue gracias a Simón Bolivar y sus hermanos revolucionarios que desde 1810 y hasta 1826 dejaron transparentemente claras las identidades de la América en guerra: la sajona contra la latina. Hoy Rosales representa a los sajones (gringos) y a su mundo autodestructivo y suicida; Chávez forma parte de los que representan a la lucha por la libertad y la justicia que iluminó desde el siglo XVIII a europeos y estos influenciaron a nuestros Libertadores, y creadores de las naciones latinoamericanas e ilumina a nuestra entrada al siglo XXI revolucionario. Bolívar y Chávez y el Che son el mismo camino por la guerra permanente contra el imperialismo donde quiera que se encuentre. En quince días harémos sentir de qué están hechas las fibras verdaderamente bolivarianas, y no aquellas que usa al Libertador para seguir imponiendo despotismo e impunidad. Aquí es Bush o Chávez y con Chávez toda América latina unida a favor del pueblo y su soberanía. El sol brilla doblemente en la hora de los pueblos, resucitan los padres de la Patria Grande y se libra victoriosamente la batalla contra la muerte globalizada.



Mforti9@cantv.net


Esta nota ha sido leída aproximadamente 11495 veces.



Mario Forti

Astrólogo, filósofo, músico, tatankisi, escritor, poeta, critico, ddhh, tarotista, taoista, lector, meditación, yoga, sanación, terapias shamánicas integradoras

 mforti9@gmail.com      @mforti9

Visite el perfil de Mario Forti para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: