Obama, el hombre que calculó mal

Si el escritor brasileño Julio César de Mello, (Malba Tahan), hubiese  buscado  a alguien como la antítesis de Beremiz Samir, personaje central de  su reconocida obra “El hombre que calculaba”,  y haber conocido  a Barack Hussein Obama, no hubiese dudado  un instante  en seleccionar al  hoy presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, porque este  hombre es todo lo contrario a Beremiz Samir, que no falló nunca en sus cálculos.

Prisionero de los “halcones” del pentágono y de las transnacionales y con un liderazgo muy bajo, Obama es la cabeza visible de un imperio en crisis que se ha visto obligado a declararle la guerra a los países con gobiernos progresistas, sobre todo si estos son poseedores de recursos energéticos y otras riquezas que podrían sacarlo a flote. Para nadie constituye un secreto que son las mafias de las transnacionales que eligen a los presidentes del país del Norte, algo que está muy bien expresado en la obra “Desde el Jardín” del escritor norteamericano de origen polaco Jerzy Kosinsky.

 En sus cálculos de invasor Obama  decretó la guerra a Mohamed Gadafi, mandatario de Libia, uno de los países más prósperos y estables económicamente de África, causando en su población muerte y destrucción hasta acabar con la vida de su líder de la manera más aberrante, violando todos sus derechos tanto humanos como los concernientes a un dignatario, algo que causó satisfacción en la entonces secretaria de estado Hilary Clinton, que llegó a pronunciar aquella frase : “llegamos, vimos y él está muerto”,  casi una copia de aquella famosa pronunciada por  el general y cónsul romano Julio Cesar describiendo su victoria en la batalla de Zela, “Venì, vidi, vinci”. Hoy Libia es un país dividido en tres partes donde las transnacionales se han quedado con la mayor tajada adueñándose del petróleo y demás riquezas, incluso robándose  las reservas en dólares calculadas en 200 mil millones, mientras el resto del país  continua sufriendo  las calamidades  causadas por la invasión.

 Pero la economía del imperio del Norte continúa en decadencia  acrecentándose incluso su crisis energética ,por lo que los  capos de las transnacionales han ordenado a Obama   fijar su mirada a los países que han considerado su patio trasero , sobre todo los poseedores de  grandes yacimientos petroleros, léase Venezuela, que vendría a significar para los gringos  la joya  de la corona  por poseer nuestro país las reservas energéticas más grandes del mundo, aparte de otras riquezas, incluso acuíferas. Para ello Obama ha emitido una especie de decreto donde se toma el derecho de acusar y condenar (juez y parte), a funcionarios del estado venezolano de diversos delitos, sin pruebas ni sustentos alguno y presentar a la República Bolivariana de Venezuela como una amenaza para  los Estados Unidos, algo sin precedentes en  nuestra historia que si no fuera por lo que se sabe por experiencia que viene después de esas acusaciones uno pensaría que se trata de un chiste.

 Pero esta vez  Mr. Obama está haciendo mal sus cálculos. Aun conociendo el poderío militar de los gringos el inquilino de la Casa Blanca parece que ha pasado por alto que el mundo ha cambiado  y que ese otrora patrio trasero abrió los ojos y no está dispuesto a volver a caer en los brazos de Morfeo para que el imperio haga con él lo que le venga en ganas. Hoy Venezuela no está sola, como no lo está ninguno de los países que conforman esta patria grande con la que soñó el Libertador Simón Bolívar y que  muchos años después  unió ese gigante nuestro llamado Hugo Chávez con la creación de UNASUR y  la ALBA, aparte del apoyo que tenemos de potencias como Rusia y China, que no permitirán una invasión de los Estados Unidos en detrimento de sus intereses  y delas grandes inversiones que poseen aquí, aparte de las relaciones amistosas que nos une gracias a la visión previsiva de Chávez que  se mantuvo alerta recordando la frase del Libertador acerca del peligro que representan los Estados Unidos para los demás países, sobre todo para nuestra América.

Obama hace mal sus cálculos para invadir a Venezuela ignorando que este  país no  está conformado por tribus que se pelean entre sí, es un pueblo unido, a pesar de  tener una oposición con contados elementos apátridas dispuestos a venderse al  imperio. Tampoco nuestra fuerza armada es un bastión de la oligarquía ultraderechista como el caso chileno. Hoy nuestra fuerza armada es en su mayoría completamente revolucionaria y chavista, dispuesta a dar su vida por este proceso que los ha dignificado, tanto a ellos como al resto del pueblo venezolano. Por lo tanto al Sr. Obama no le quedará otra que derogar ese  ridículo, pero amenazante decreto que dictó señalando a la República Bolivariana de Venezuela como una amenaza para los Estados Unidos con clara intención invasora.



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Hermo Rosales

Comunicador social, poeta, cuentista, escritor, autor entre otros de los libros, “Evocaciones”, “El jardín de las Dalias”, “Mi abuelo el cazador”. Sus trabajos han sido publicados por los diarios “Provincia”, “SigloXXl”, “El Norte” y la revista “Síntesis”, es cofundador del semanario “Anzoátegui hoy”

 hermos4848@yahoo.com

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