La dictadura de miedo

“Leo Strauss fue un profundo creyente en la eficacia y la utilidad de las mentiras en la política. El apoyo público a la guerra de Irak se basó en mentiras de que Irak representaba una amenaza inminente para Estados Unidos - todo el asunto de las armas de destrucción masiva no fue más que una alianza ficticia entre Al-Qaeda y el régimen iraquí. Ahora que se han descubierto las mentiras, Paul Wolfowitz y los demás de la partida de guerra niegan que esas hayan sido las verdaderas razones para llevar a cabo la guerra.” Shadia Drury

En 1937 un filósofo alemán emigra a los EEUU para enseñar primero en la Universidad de Columbia, luego en la New School of Social Research de Nueva York y más tarde en la Universidad de Chicago, alumnos suyos fueron tomando posiciones en el terreno público, al principio en escenarios académicos, pero luego político, industriales, militares, de clara tendencia conservadora como Irving Kristol, Norman Podhoretz, Samuel Huntington, Seymour Martin Lipset, o Daniel Bell, Francis Fukuyama, Allan Bloom, Harry Jaffa, Harvey Mansfield, Paul Wolfowitz, Clarence Thomas, Robert Bork, Lewis Libby, William Bennett, John Ashcrof, y William F. Buckley. Indirectamente vinculado al Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC, en las siglas inglesas) dirigido por Kristol, laboratorio de ideas del cual formaron parte Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Richard Armitage y Richard Perle, este último participante de la reciente reunión anual del Grupo de Bilderberg. Para nuestro filósofo alemán inmigrante la eficacia de la manipulación en política es de vital importancia. Las mentiras podían ser útiles y debían usarse si servían para que la mayoría, que necesita ser dirigida, siga el camino correcto. En su obra se hace memoria del pensamiento de Carl Schmitt de que toda acción política estaba basada en el combate de amigo contra enemigo. Nosotros atribuimos a esta corriente de pensamiento toda la política interior y exterior de la administración de los Estados Unidos. Según su visión el secreto y la mentira son necesarios para no lastimar los sentimientos de las personas y para proteger a la élite de posibles represalias.

Tanto la ficción de armas de destrucción masiva que sirvió para destruir Irak como el autoatentado del 11/9 sirven para desarrollar el plan antes mencionado para el nuevo siglo “americano” de guerra permanente y globalizada. Strauss llega a decir que el disimulo y el engaño, en efecto, una cultura de mentiras, es la justicia peculiar de los sabios. Justifica con Platón, sobre las “mentiras nobles” esta necesidad. Advierte que la elite corre el riesgo de ser perseguida y aniquilada por el vulgo si llegara a enterarse de que su destino es la subordinación al más fuerte, que sólo existe un derecho natural, el derecho de los superiores a gobernar a los inferiores, del amo sobre el esclavo. En el libro El argumento y la acción de las Leyes de Platón, el filósofo interpreta la solución platónica a la crisis moderna es el gobierno encubierto de la elite, facilitado por la clara estupidez del pueblo, así que mientras más crédulos, ignorantes y obedientes más fácil será manipularlos y controlarlos. El vulgo, según esta idea, busca afanosamente el placer, la riqueza y el infinito entretenimiento y al obtenerlo inconscientemente han devenido en bestias. La combinación de religión y nacionalismo es el elíxir por el que aboga este filósofo como forma de convertir a los hombres naturales, relajados, hedonistas en nacionalistas devotos dispuestos a luchar y morir por su Dios y por su país. De aquí viene todo ese fervor “patriótico” contra el resto del mundo (por parte de los gringos) y la creencia mesiánica de ser “elegidos de Dios” para salvar al mundo del terror y el caos: el comunismo ayer, el terrorismo actual. Harry Jaffa, discípulo del maestro judío alemán, no dice en broma que los Estados Unidos es la Sión que alumbrará al mundo. Para este tanque de pensamiento que gobierna al planeta cualquier cosa que sirva para arrastrar a las masas es legítima. Utilizar los medios privados para declarar que no hay libertad de expresión, votar masivamente para luego declarar ante el foro mundial que no se perdió sino que hubo fraude, deslegitimar al enemigo, ser emblema de la exhaustiva y sistemática violación de los derechos humanos y financiar organismos no gubernamentales de esos mismos derechos, pretenden hacer ver que la democracia vuelve a los pueblos en contra de su propia libertad.

Leo Strauss era hijo de un pequeño comerciante judío. Asistió a la escuela secundaria en Marburg y sirvió como intérprete en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. Obtuvo un doctorado en la Universidad de Hamburgo en 1921 por su tesis de filosofía supervisada por Ernst Cassirer. La revista “Time” en su edición del 17 de junio de 1996, nombra a Leo Strauss (1899–1973), como una de las figuras “más influyentes y poderosas en Washington”. Nacido el 20 de septiembre de 1899 en Kirchain, en la región de Hessen (Alemania) y fallecido el 18 de octubre de 1973, era hijo de Hugo Strauss y Jannie David. y a los 17 años ya era sionista. De Al-Farabi, nacido en el 870 cerca de Farab en el actual Uzbekistán, saca Strauss la perversa, pero racional idea, de que puede decirse la verdad con las palabras para engañar. Desde la perspectiva straussiana, la paz es algo negativo y la guerra lo positivo, especialmente si se trata de una guerra perpetua de destrucción limitada. La plutocracia oligárquica que dicta las órdenes en este mundo sigue a este pensador, con la mentira y el engaño de la lucha por la democracia y las libertades buscan sólo el control de las reservas del petróleo y las materias primas, el control de Internet y la censura del correo electrónico, el espionaje globalizado. A través de la guerra permanente, la lucha contra pueblos rebeldes (Afganistán, Irak, Irán, Siria, Corea, Cuba, Venezuela), hará posible que la elite gobierne sobre la “plebe”, amparados en “mentiras nobles” y casus belli prefabricados.

El secuestro de Evo Morales, el golpe de Estado en Egipto, la sucesión de emires en Qatar, el caso Edward Snowden, los atentados en Boston, la “primavera árabe” sacudiendo el norte de África, la actual crisis en Brasil, y la polarización entre MERCOSUR (asumiendo Venezuela la presidencia pro tempore), UNASUR, ALBA, PETROCARIBE, contra el eje del pacífico ( Canadá, México, Colombia, Chile, EEUU) y sus ALCA tienen como telón de fondo una geopolítica que se rige por los principios que este pensador amante de Maquiavelo y Nietzsche ejerce sobre Obama y su régimen sionista empecinado en implantar un nuevo orden mundial. Nuestra América siguiendo los pasos del pensamiento bolivariano y chavista irrumpe contra este plan hegemónico del capitalismo en crisis mortal. La oposición fascista y sionista no hace otra cosa que seguir al pie de la letra toda esta exposición de ideas promoviendo la disociación psicótica de la mitad de la población electoral con fines netamente belicistas, hipócritamente apareciendo como defensores del pueblo, la democracia y la libertad. La mentira del vendepatria sionista líder de la misma ocasionó el día siguiente de las elecciones una masacre de venezolanos que aún sigue impune. 5 aviones de guerra comprados por el fascismo criollo esperan en bases colombianas la orden de ataque. Sólo la unidad de los trabajadores, pueblo y ejercito marchando por el rumbo trazado por nuestro conductor Hugo Chávez ocupando los espacios de poder político responderán hábilmente a la destrucción que promueve la elite a través del miedo.


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Mario Forti

Astrólogo, filósofo, músico, tatankisi, escritor, poeta, critico, ddhh, tarotista, taoista, lector, meditación, yoga, sanación, terapias shamánicas integradoras

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