Históricamente las relaciones Colombo – Venezolanas siempre han estado fustigadas por traiciones y mentiras de la oligarquía la cual conducen los destinos de nuestra hermana República.
Esa oligarquía que apuesta ha detener a la revolución bolivariana que se puso en marcha con el Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías el 4F de 1992 e incluso antes con el Caracazo en 1989, por las medidas tomadas también por la oligarquía venezolana, hoy derrotada en nuestro país y que buscan alianzas para debilitar a la revolución.
Hoy, nuevamente, ese oligarquía pretende ayudar a la desestabilización política de nuestro país recibiendo al ex candidato presidencial Henrique Capriles Radonski, quien de manera irresponsable llamó a la violencia luego de los resultados electorales del 14 de abril al no reconocer la voluntad popular que dio vencedor a nuestro Presidente Nicolás Maduro Moros.
Este mismo personaje gris, que a través de su peregrinar solicita a gritos la intervención de otros Estados de nuestra amada Venezuela, aún a costa de viles estrategias de desestabilización, acaparamiento, especulación y odio transmitido por algunos canales de televisión dirigida desde el Imperio, cuyo único propósito es retomar la hegemonía del poder económico para entregarlos al Imperio norteamericano.
En otra ofensiva, podemos observar, cómo el Gobierno Revolucionario dirigido por Nicolás Maduros, se encuentra en la calle con todos sus ministros desplegados en las Instituciones, dándoles respuestas a los problemas fundamentales que hoy los venezolanos tenemos, como: el problema de la inseguridad, la vivienda, la salud, la alimentación, la educación, el ambiente, la cultura, la acción social y muchos más.
Solución que tiene que ver, no sólo con la presencia del Gobierno, sino con el despliegue económico y la aprobación por parte del Estado venezolano de miles de millones de bolívares que irán destinados a la construcción de hospitales, carreteras, viviendas, el impulso del Plan Barrio Tricolor, discusión de contratos colectivos, el fortalecimiento del Poder Popular, de nuestras Industrias Básicas y la recuperación del turismo en Venezuela; todo a través del control y participación activa y protagónica de los trabajadores junto a la supervisión constante por parte del Estado para una verdadera eficacia y eficiencia de las políticas del Gobierno.
Con esta avanzada revolucionaria, de amor y con voluntad política que nos caracteriza, en el sentido de la necesidad histórica de mantener nuestra Revolución Bolivariana en Venezuela para que sigan brindando la mayor suma de felicidad posible a todos los venezolanos; seguiremos luchando por la igualdad, por la libertad, y por nuestra Independencia y Soberanía por lo que estaremos siempre en guerra permanente contra esa oligarquía traidora, mezquina, individualista, apátrida, fascista…
El llamado es a la Unidad, al Fortalecimiento del Poder Popular y a la Participación activa y protagónica del Pueblo en las calles para demostrar su alto grado de conciencia política – revolucionaria.
Ante la Patria, Dios, Bolívar y Chávez
