El plurilingüismo en Internet

El debate, iniciado hace años, sobre la promoción del plurilinguismo y el acceso universal en internet pareciera que acabó con el monopolio de un solo idioma en ciberespacio. Aquellas definiciones cerradas que apuntaban a la supremacía de un solo idioma –el inglés- y que lastimosamente le atribuía un significado reduccionista y meramente comercial a la Red Internet, se desplazaron al terreno de una nueva valoración en la era de la reproductibilidad electrónica.

Los organismos internacionales, como la UNESCO consideraron necesario no solamente indagar, sobre los desafíos éticos, jurídicos y societales de las autopistas de la información ya no concebidas como un continente invisible. Recordemos aquella reunión en París -noviembre 2001- donde se evaluó con exhaustividad esa característica del resguardo de la pluralidad, la cohabitación y la tolerancia cultural y lingüística. Desde entonces, se impulsó un proceso, que devino en la formulación de políticas y un marco jurídico mediante el cual, se abordó, una nueva etapa de la expansión de la sociedad de la información y el conocimiento.

En un análisis de los problemas de la contemporaneidad tardía tres nuevos focos se agregan a la agenda mundial –el auge del terrorismo, el mundo hiperinformatizado y las transformaciones del cambio climático- en una "nave espacial" utilizando la acertada metáfora de Walter Martínez, o mundo que según Eliade, Campbell, Bauman y Lévi Strass, tiende a una religión planetaria. Pero, aquellas facetas derivadas del acceso a redes, el nuevo entorno digital, la protección de los derechos humanos, la apropiación social del conocimiento, el gobierno electrónico o la salvaguarda del derecho de autor, han creado grandes preocupagciones, en el sentido clásico y contemporáneo para la interpretación epistemológica, las ciencias sociales y la teoría política o de los procesos multiculturales.

Son diversos los retos superados hoy día: el impulso de la diversidad cultural; la difusión de conocimientos numéricos y terminologías, pero si algo difícil de vencer son los obstáculos financieros y técnicos, y más recientemente afrontar la necesidad de formar animadores en el trabajo comunitario hasta elaborar un código de ética para establecer parámetros de sana convivencia entre los ciudadanos del ciberespacio. La lengua, vehículo fundamental de una sociedad, considerada genéricamente, ha recibido un impulso y efecto multiplicador, al considerar que cada idioma posee además de su valor utilitario desde el punto de vista operativo y funcional, un repertorio histórico y cultural incalculable.



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Joaquin Lopez Mujica

Filósofo, escritor y diplomático

 j.lopezmujica@laposte.net

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