A propósito de un artículo de M. Z. Vickers en contra del presidente Chávez

La temible Exportación de EE.UU.: Cianuro en Gotas

A propósito de un artículo de M. Z. Vickers en contra del presidente venezolano, Hugo Chávez Frías http://www.eldiarioexterior.com/noticia.asp?idarticulo=7755&subtema=),

Un amanecer se perfila en el horizonte de América Latina: el amanecer del ALBA. Contra este amanecer de los pueblos se han conjurado en santa jauría la potencia de América del Norte junto a cuanto gobierno encuentre, esclavo de sus presiones.



No hay un solo gobierno progresista o anti-neoliberal a quien el gobierno de Norteamérica no moteje de populista, comunista o terrorista, ni un solo medio de comunicación de la corriente del pensamiento único, que no lance al rostro de las fuerzas más avanzadas la acusación estigmatizante de autoritarismo, socialismo, populismo, terrorismo y cuanto "ismo" se le ocurra. De este hecho se desprenden dos consecuencias:

La primera es, que el ALBA se halla ya reconocido como una potencialidad real por el gobierno de Norteamérica, y la segunda, que ya es hora de que quede expresado en términos claros lo que realmente está en juego para los pueblos de América Latina (y del mundo entero), saliendo así al paso de las difamaciones que constantemente se disparan en contra de esta propuesta, emanada de la Revolución Bolivariana de Venezuela bajo el liderazgo de su presidente, Hugo Chávez Frías.

La Alternativa Bolivariana para Las Américas es mucho más que el supuesto capricho anti-norteamericano de un presidente, o la "quema de petrodólares" con fines populistas. Es de amplio conocimiento, que la Alternativa Bolivariana para Las Américas ha nacido como una respuesta al Área de "Libre" Comercio de Las Américas (ALCA) promovido por EE.UU., cuyo único propósito es la total y des-regularizada maximización de las ganancias en beneficio de sus grandes corporaciones, y para cuyo efecto se pretende inhabilitar la función de los Estados de velar por el derecho de sus pueblos de acceder a los servicios básicos, necesarios para la propia supervivencia humana; es decir, pretendiendo eliminar por completo la soberanía nacional y seguridad social.

El ALBA, en contraste, constituye un esfuerzo común de los pueblos de América Latina, de escapar la reinante dictadura económica y financiera de un puñado de países metropolitanos e impuesta a nivel mundial por organizaciones como la OMC, el Banco Mundial, el FMI y la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual), y procura regirse por principios contrarios a los de la competencia de vida a muerte del orden mundial existente, como lo son la solidaridad con el más débil, la justicia y la equidad. Consecuentemente, el ALBA es la propuesta de una alianza latinoamericana a beneficio de todos los integrantes y no sólo a favor del más fuerte.

En este sentido, el ALBA aboga por la transferencia de recursos hacia las naciones económicamente más vulnerables que las capacite para una integración equitativa, y por un desarrollo endógeno que evite la explotación foránea de la mano de obra barata en cambio por más miseria, estilo maquiladoras. Propone la autosuficiencia o soberanía alimentaria centrada en la satisfacción de necesidades reales, y rechaza los perversos mecanismos existentes de la subvención multi-millonaria, la sobreproducción y destrucción de rubros agrícolas en función de hacer ganancias por parte de los países metropolitanos. El ALBA se opone además a los esquemas de propiedad intelectual existentes en cuanto que sólo favorecen el conocimiento científico y tecnológico bajo control de los países metropolitanos, mientras que dejan desamparados los campos donde llevan ventaja los países del "Tercer Mundo", como lo son los conocimientos ancestrales de sus pueblos indígenas y la biodiversidad genética de su abundante flora y fauna.

En fin, el ALBA, propuesta venezolana y expresión, a la vez, del despertar de los pueblos latinoamericanos, aboga por la construcción y exportación de la justicia social, la equidad económica y la solidaridad humana, principios total y completamente ajenos a la mentalidad aislacionista, egoísta, capitalista, destructiva y militarista del actual gobierno de los EE.UU. que no se cansa en denunciar, a través de sus múltiples y lamentables voceros y títeres mediáticos, tal "peligro" para su interés nacional, que no es otro, por supuesto, que él de asegurarse de los recursos energéticos de la región y seguir haciendo ganancias, caminando sobre la tumba de la humanidad si fuese necesario.

El veneno mediático se administra en gotas - un artículo por aquí, otro artículo por allá; uno advirtiendo del "afán autoritario" de Chávez de "querer poner bajo su control las instituciones electorales y judiciales", otro denunciando su "proyecto castro-comunista", otro más sus "vínculos con el terrorismo internacional", y así es, como nos llega una gota más de cianuro en forma del artículo de Melana Zyla Vickers, titulado "La temible exportación de Venezuela: revolución" ( http://www.eldiarioexterior.com/noticia.asp?idarticulo=7755&subtema=), donde, en un brillante espejismo de la propia política exterior estadounidense proyectada sobre el adversario, se llega a denunciar la "política exterior unilateral, agresiva y desestabilizadora" de Chávez, por la cual se exige su castigo. Todo este cañonazo mediático nos llega en el preciso momento cuando, a nivel externo, se ha producido un inesperado y casi artificialmente provocado roce diplomático entre México y Venezuela, con la posterior denuncia por parte de autoridades Mexicanas de que Venezuela es un "país tránsito" para el narcotráfico colombiano hacia México, y a nivel interno cuando faltan poco menos que dos semanas para la realización de las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre, que la oposición interna y externa al presidente Chávez se empeña en descalificar de antemano como “fraudulentas”.

¿Coincidencia?

¡Bendita democracia! Ya sabemos, que hoy en día, para recibir la anhelada decoración de “demócrata” de manos de Big Brother, ya no basta ganar elecciones libres y supervisadas por la OEA, el Centro Carter y la Unión Europea, ni tampoco si sea en serie de nueve comicios consecutivos, ni mucho menos si se le otorga aunque sea un mínimo de poder participativo a las tradicionales clases oprimidas y excluidas, o si se redistribuye el ingreso nacional a favor de los pobres. Así que, quien quiera instruirse en materia de democracia real, única y verdadera, que lea y estudie con detenimiento el manual de Thomas Donnelly, Reconstruyendo las Defensas de América: Estrategia, Fuerzas y Recursos para un nuevo Siglo Norteamericano, y los Patriot Act I y II, y obtendrá una idea clara como cristal de la democracia del pleno espectro en marcha sobre el planeta. La lectura de estos documentos y el juicio que nos permite el estudio de nuestra realidad mundial, constituye, por cierto, el mejor antídoto en contra del cianuro en gotas que diariamente nos suministran los medios de comunicación como exquisito artículo de exportación, made in USA.

franzjutta@cantv.net


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Jutta Schmitt


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